Los partidos ya se están preparando para las elecciones otoñales y en Podemos hicieron la semana pasada unas primarias para elegir sus candidatos y el lunes hemos conocido los resultados.
Como candidatos a lehendakari (aka presidente del Gobierno vasco) se presentaron Pilar Zabala con todo el soporte del errejonista aparato vasco; Juan Luis Uría agrupando a los críticos; Rubén Belandia con el mandato primordial de que con el PNV ni a cobrar una herencia; y luego alguno espontáneo para recoger sus cuatro votos de gloria.
El resultado fue una victoria clara de Zabala con el 52 % de los votos a las candidaturas (2.167 votos), por un 30 % para Uría (1.230 votos) y un 16 % para Belandia (662 votos).
Hubo un total de 4.208 votos, de los cuales 48 fueron en blanco. No publicaron cuál era el censo de «afiliados», pero en la consulta de abril sobre el acuerdo PSOE-C’s, Podemos tenía 14.938 inscritos en Euskadi, de los cuales consideraba «activos» a 8.744, y 6.000 participaron en la consulta de abril. Así la participación fue alrededor del 30 % de los inscritos.
Más interesante es analizar el resultado de las candidaturas al Parlamento vasco. Hay que tener en cuenta que las listas definitivas al Parlamento vasco no necesariamente serán tal cual se eligieron ordenadas por números de votos, ya que Podemos aplica un método de corrección por el sexo de los candidatos —con cierta prioridad para las mujeres—, también se deben distribuir los candidatos por los tres territorios históricos (aka provincias) y finalmente hacer hueco para la candidata a Lehendakari, para los candidatos de los partidos que confluyan y a las posibles estrellas invitadas.
Dos variaciones hay en el reglamento de las primarias con respecto a primarias pasadas, quizás por la mediación de Pablo Echenique, ya que fueron propuestas suyas en la asamblea de Podemos en Vistalegre que no prosperaron. La primera variación es que impide que haya forma de seleccionar a todos los candidatos de una lista en un solo paso, y obliga a elegir a cada candidato uno a uno. La segunda es que permite que una persona sea candidato a presidente y también a parlamentario.
Para las primarias al Parlamento vasco, los votantes podían seleccionar hasta 74 candidatos, pero las listas que se presentaron fueron de menos. El equipo de Zabala tenía 51 candidatos, el de Uría 37 y el de Belandia 30. Además, Uría es el único candidato que se presentaba para Lehendakari y que además lideraba su lista. Hubo los mismos votos que para la elección de la candidata a Lehendakari (4.208) pero los votos en blanco subieron hasta 123.
Si se va a la página de Podemos y se miran los resultados, se puede obtener el gráfico de cómo fueron las votaciones, donde en cada lista se preserva el orden de la lista que se presentó:
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El candidato más votado fue el primero de la lista de Zabala, Lander Martínez (1.782 votos, 44 %), bastantes menos que los que consiguió Zabala como candidata a Lehendakari. Se ve cómo los candidatos de la lista de Zabala superan a los de Uría, salvo al propio Uría que sí obtiene una cantidad de votos comparables a los primeros del equipo de Zabala. Luego, eso sí, la cabeza del equipo de Uría supera a algunos de la cola del equipo de Zabala. El equipo de Belandia queda más rezagado, pero no tanto como los candidatos que no van en equipos que sacan resultados muy insuficientes. Se observa que los líderes de cada lista sacan más votos que los otros miembros de su lista, destacando Uría que incluso obtuvo más votos como candidato parlamentario (1.439) que como a Lehendakari (1.230).
Los candidatos elegidos son fundamentalmente de la lista de Zabala, aunque Uría se cuela en la quinta posición mientras que la siguiente que pertenecía a su lista es Ana Viñals, que era la cuarta de la lista de Uría. Hay que tener en cuenta que las encuestas dan unos 15-20 escaños a Podemos en el Parlamento vasco, pero si se extrapolaran los resultados de las generales, Podemos llegaría a 25 parlamentarios.
Centrándose en la lista ganadora, la de Zabala, estos fueron sus resultados, donde se indican los nombres de algunos candidatos con variaciones significativas con respecto a los candidatos de la misma lista que iban en posiciones parecidas:
Esto permite hacer una tabla con las mayores variaciones de los puestos de cada candidato de la lista de Zabala, ignorando las posiciones alcanzadas por miembros de otras listas:
Destacan Vanesa Baños que gana 9 puestos pasando del 16 al 7. Mientas que Ángel Jimenez pierde 11 puestos, pasando del 5 al 16.
Para poder analizar más profundamente los resultados como en las generales de 2015, hay que ir a los resultados verificables para obtener la lista anonimizada de todas las papeletas. Así, en el siguiente gráfico se muestra cuál fue el resultado de los que votaron a un solo candidato:
Es curioso que Uría sea el más votado por los que votaron con una papeleta con una sola selección, sobrepasando a Marínez en más de 50 votos. Hubo 1.454 papeletas que seleccionaron a 10 o menos candidatos (como un 35%). Es difícil estableces una comparación adecuada, ya que cada primaria tiene un número de opciones diferentes, pero en las primarias de Podemos para las generales de 2015, solo fueron alrededor del 10% los que seleccionaron a 10 o menos candidatos, sobre un total de 349 posibles selecciones. Es posible que esto sea por la imposibilidad de elegir fácilmente la lista completa.
Si nos centramos en la lista de Zabala y sumando solo los votos de las papeletas que seleccionaron 10 o menos candidatos de la lista de Zabala, estos son los resultados:
Ahí ya se nota la tendencia que va a marcar el resultado final. También es curioso ver los votos de la lista de Zabala donde el elector eligió a 50 candidatos de la lista de Zabala, es decir, dejando uno sin votar:
Se nota que 50 personas votaron a todos los de la lista de Zabala menos a David Laborda. Los saltos de puesto se pueden resaltar también si se hace una gráfica con los votos de la lista de Zabala pero descontando los votos de papeletas en escalera, es decir que si votan a cinco de la lista, estos será el 1-2-3-4-5. O en escalera por el sexo de los candidatos: 1-3-5-7-9 o 2-4-6-8-10:
Ahí están los candidatos que han sido favorecidos porque sus electores no siguieron el orden de su lista. El mismo gráfico se puede hacer para la lista de Uría:
Se puede ir un poco más allá con el gráfico de los votos de Tinixara Guanche (+5, de puesto 10 a 5), Vanesa Baños Viñé (+9, de 16 a 7) y Ángel Jimenez (-11, de 5 a 16) por según el número de votos a miembros de la lista de Zabala en la papeleta del elector (el gráfico es cortado para las papeletas de 50 y 51 votos para mantener una escala aceptable y porque esas papeletas no cambian prácticamente nada la diferencia entre los candidatos analizados):
Claramente ambas candidatas superan a Jimenez en casi todos los rangos de votos, pese a ir posiciones más retrasadas.
Si se miran los mismos gráficos para los cabezas de lista de Zabala (Martinez), Uría (Uría) y Belandia (Julián Ríos), junto con Julen Bollain (pasó de tercero a cuarto) que tiene más votos que Uría y Belandia:
Se nota que aunque Uria tiene bastante más votos que Ríos para papeletas con un voto, Ríos lo compensa sobre todo con los votos que obtiene por candidatura completa y en otras papeletas, donde se nota que cada candidato piquea en papeletas con número de candidatos propuestos igual al de número de componentes de su lista.
En la gráfica del número de votos por papeleta se aprecia claramente los votos a las candidaturas completas:
También se ve que casi unos 200 electores completaron hasta el máximo de los 74 votos. El mismo gráfico pero considerando solo los votos a la lista de Zabala, e ignorando las demás selecciones:
Otros datos curiosos son que 7 papeletas que de la lista de Zabala solo votaron a una lista de 5 o más hombres y ninguna mujer y 30 papeletas al revés, es decir, votaron a una lista de 5 o más mujeres y ningún hombre.
Hay que tener en cuenta que un puñado de votos puede cambiar mucho: así la diferencia de votos de Vanesa Baños que terminó octava en la lista final de todas las candidaturas y con muchas posibilidades de ser elegida con Fernando Iglesias que terminó 15 y con posibilidades más complicadas de ser elegido, es de 77 votos.
Y esto lleva a la pregunta de cuánto costaría manipular una elección de Podemos mediante la compra de un montón de SIMs para móviles y un programador adecuado, cuando unos pocos votos pueden ser decisivos.
Finalmente, para terminar me atrevo a dar unos consejos a quién quiera participar en una primarias de Podemos para ser candidato en un parlamento:
— Es fundamental ir en la lista buena. Ya se ha visto que Uría a pesar de conseguir los mejores resultados por papeletas con un voto, luego no ha recibido suficiente votos de papeletas a la candidatura completa, siendo superado entonces en votos por Bollain, que recogió pocos votos individuales.
— Ir en la lista buena no es suficiente si se va en la cola, ya que los que van en la cola pueden remontar unos cuantos puestos, pero les cuesta: Jimenez Esquilas que partía de quinto consiguió 1219 votos con un resultado mediocre, mientras el que iba el último solo, Josu Alonso, solo pudo conseguir 892.
— Salvo en el caso de las generales donde el gran número de circunscripciones y una lista de Pablo Iglesias limitada complican los adelantos, en los demás casos es fundamental para los candidatos conseguir un buen puñado de papeletas que voten a ellos y no a su lista, de forma que puedan mantener o mejorar su puesto. Véase como ilustración el cambio de roles tras las primarias de Baños y Jimenez.