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Racing
de Santander
ANÁLISIS
EQUIPOS PRIMERA DIVISIÓN
OBJETIVO: Permanecer en Primera.
El Racing de Santander es un equipo un tanto atípico porque
es uno de los pocos cuyo objetivo real coincide con el objetivo
declarado. Nunca hemos escuchado a los dirigentes del Racing hablando
de la Champiñons, ni siquiera de la UEFA. Esta humildad es
mayor si se tiene en cuenta que el Racing comparte objetivo real
con, al menos, otros diez equipos: permanecer en Primera para seguir
sangrando a las televisiones.
TRAYECTORIA: El Racing de Santander ha oscilado a lo largo de toda
su historia entre la Segunda y la Primera División de nuestro
fútbol, aunque no se le podría considerar el clásico
equipo ascensor por su notoria capacidad para, sin que se note mucho,
pegarse al terreno y mantenerse a toda cosa en la posición
adquirida, sin mayores aspiraciones. Esa mentalidad funcionarial
del Racing peligró gravemente a mediados de los años
noventa, cuando llevado del entusiasmo llegó a creerse un
clásico de primera capacitado para “aspirar a todo”.
De resultas de esta nueva filosofía, el Racing logró
hitos muy meritorios en juego y resultados, venciendo en el Sardinero
a los grandes e incluso imponiendo al Barcelona de Cruyff (en su
último año) una humillante derrota por cinco a cero
que permitió que, por una vez, el Racing fuese portada del
Marca (“otra manita”). Naturalmente, las consecuencias
de este alarde de frivolidad fueron obvias: descenso del Racing
y caída a los infiernos en la entidad merced a la entrada
de Piterman en el accionariado, que salvó económicamente
al Racing, lo subió de nuevo a primera y logró imprimir
desde el banquillo un juego espectacular a la escuadra racinguista,
con lo cual, con buen juicio, los demás accionistas del club
aunaron esfuerzos para echarlo antes de que fuera tarde y el Racing
se creyera nuevamente algo.
FIGURAS: Quique Setién. El año pasado poníamos
a Dmitri Piterman, mucho más socorrido, pero dado que el
hombre ya está totalmente desaparecido quizás Setién,
uno de los mejores jugadores formados en la cantera racinguista,
pueda suplirlo con garantías. ¿Cómo? ¿Que
Setién lleva 12 años retirado? ¿Qué
pasa, se creen que no sabemos nada del Racing? Pues mire, pondríamos
a Munitis por aquello del dinero que lograron sacarle al MEMYUC,
pero como creo que tampoco "está entre nosotros”
en la actual plantilla del Racing habrá que citar a Regueiro,
jugador uruguayo con una exasperante costumbre de golear siempre
al vigente Campeón de Copa y SuperCopa.
NUESTRO CONSEJO: Que el Racing de Santander, de una vez por todas,
sepa jugar la potente baza con la que cuenta para, dejándose
de tonterías de equipillo de medio pelo con pretensiones,
pase directamente a ser uno de los grandes de nuestra Liga, al nivel
de Barcelona y MEMYUC (perdón por la herejía): Emilio
Botín, el hombre más poderoso de España después
de Bin Laden. Dado que Botín, como es sabido, puede hacer
lo que se le antoje en España, sin que la Justicia tome cartas
en el asunto y sin que los medios hagan mención alguna a
los ocasionales problemillas legales que algún juez excéntrico
plantea de vez en cuando (el caso de las cesiones de crédito;
no quería decirlo, señor Botín, pero Usted
me ha obligado; cuatro años sin tener noticias suyas ni recibir
financiación publicitaria son muchos años; en todo
caso, perdóneme por la indiscreción, le prometo que
no lo he hecho a mala idea), ¿qué mal hay en que decida
convertir al Racing, el equipo de su tierra, en el nuevo MEMYUC?
¿Qué problema le impide ser el Abramovich español?
¿Cómo? ¿Que un club de fútbol es siempre
deficitario? ¡Pero hombre, señor Botín! ¡Parece
mentira! ¡Claro que es deficitario, pero que el déficit
lo acabará pagando siempre el Estado, y en su caso más
todavía! ¡Usted no se preocupe!
COMENTARIO: El Racing de Santander es un equipo simpático
que no hace daño a nadie, y no ya porque sea un modesto que
habitualmente gana pocos partidos, sino porque hasta la fecha no
se había significado por ninguna extravagancia capaz de copar
titulares en los medios de comunicación, algo realmente digno
de mérito en nuestro fútbol (y en nuestro país).
Esto, naturalmente, acabó con la llegada de Piterman, pero
aún así el Racing aún puede exhibir orgulloso
una estrella rutilante en su hoja de servicios: construir y moldear
con sus propias manos a dos súcubos futbolísticos
del potencial de Salva y Munitis y colocárselos impunemente
a los dos mejores equipos españoles según dicen los
medios de comunicación de Madrid, lo que hace que muchos
le tengamos particular simpatía.
EL COMENTARIO DE NUESTRO TÉCNICO: Esteee, el Racing de Santander
es un club de los de antes, cuando el fútbol aún no
había sido invadido por el merchandising ni el pensamiento
único y la selección argentina siempre pasaba la primera
fase de los mundiales. Un estadio coquetón, partidos bajo
la lluvia, juego desenfadado en el campo propio e inexistente en
el campo contrario… Todo esto me lleva a pensar que si ahora
el fútbol es malo, imagínense antes.
Guillermo
López (Valencia)
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