Periodismo Independiente

La Conspiranson contra el Imperio del Monopolio - Otoño 2002

12/12/2002: Los cedizos

La "canela fina" de Luisma Ansón (de la Real Academia) publicada el pasado lunes día 9 de diciembre en el diario La Razón ha provocado un cierto revuelo en los medios de comunicación españoles. Como diría el propio Ansón (de la Real Academia) "en Madrid no se habla de otra cosa". Su valerosa denuncia de las "ratas que cobardean ya para abandonar el barco del PP", de los "profesionales amorrongados, pávidos, pendejos, amilanados, cínicos hasta decir basta" que "preparan el trasvase de barcos y albañales", describe a la perfección la actitud de algunos profesionales elevados a la categoría de periodistas de cámara del actual régimen.

Hay quien intuye que el puyazo ansoniano va dirigido principalmente a su colega Pedrojota, a quien estaría disputando el puesto en la proa del navío informativo del gobierno -de ahí su velada amenaza a cierto dossier preparado por un alto cargo del PP que desvelaría las incontables gabelas, canonjías, sinecuras y prebendas obtenidas por cierto medio de comunicación a quien por modestia no cita.

Nosotros en cambio, conscientes de la inveterada preocupación de Ansón (de la Real Academia) por preservar la pureza de las instituciones y el libre juego democrático, a quien avala una trayectoria ejemplar de servicios a la patria jalonada en los últimos años con acciones tan valerosas como la desarticulación de la vil conspiración republicana organizada para desestabilizar el régimen monárquico ¡e incluso expulsar a F. Gzlez. del poder! -que D. Luis María (de la Real Academia) desarticuló "desde dentro" dado que los conjurados se reunían en su despacho-, nos oponemos a los análisis mezquinos que consideran a la celebrada canela como un episodio más de una supuesta lucha a codazos por el favor político. Muy por el contrario, para nosotros resulta evidente que D. Luis María (de la Real Academia), con su habitual exuberancia léxica no ha hecho sino continuar su permanente labor de vigilancia de la integridad de la clase periodística. No en vano todos sabemos que "el fruto sano se zocatea enseguida si no se le separa a tiempo del que está cedizo".

Pablo

27/11/2002: La tensión estalla en la Prensa Independiente

Antena 3 ha despedido a la periodista Isabel San Sebastián como presentadora del programa "El primer café", sustituyéndola de inmediato por la también periodista (o al menos eso dicen ambas que son) Carmen Gurruchaga. En principio, nada que objetar, pues las dos cumplen el requisito básico que debe cumplir cualquier periodista aspirante a erigirse en líder de masas por la vía de las tertulias políticas: la culpa de todo la tiene, siempre, el PNV, o si prefieren, los amigos de "los violentos".

Sin embargo, las condiciones de la despedida de Isabel San Sebastián entroncan con el enfrentamiento cada vez más intenso entre el diario El Mundo y el Grupo Telefónica, que comenzó hará cuestión de un año, al publicar el periódico de Pedro J. una información que acusaba a César Alierta de favorecer los negocios de su sobrino a través de la venta de unas acciones de Tabacalera en el momento preciso para hacer efectivas considerables plusvalías. Naturalmente, la reacción de Alierta ha sido la propia de nuestra clase empresarial, consecuente con la dialéctica de la modernidad y con la propia tradición de este país: si me tocan lo mío, a por ellos. Y el despido de Isabel San Sebastián, en lugar de obedecer a su incompetencia y sectarismo ideológico (en cuyo caso el despido, probablemente, estaría más que justificado), es consecuencia de este enfrentamiento: Alierta quiere hacer limpieza de PedroJtismo en los medios de Telefónica y, por tanto, elimina a una periodista parcial, sectaria y demagógica por otra exactamente igual pero limpia de sospecha de connivencias con El Mundo, puesto que abandonó el periódico dos semanas atrás.

¿Qué está ocurriendo? ¿Acaso olvidan las diversas familias que conforman el Periodismo Independiente que el objetivo primordial es aunar esfuerzos contra el enemigo común, el siniestro felipismo que a día de hoy y bajo diversas caretas, como todos Ustedes saben, sigue socavando los principios fundacionales de nuestra patria y asociándose, él también, con "los amigos de los violentos"? Posiblemente esté aflorando el nerviosismo en los distintos medios de comunicación que, desde la independencia y la adopción de posiciones críticas que van desde "Aznar es cojonudo" hasta "Aznar es lo más", pasando por "Aznar la tiene de 25 cm", apoyan de forma sutil y con cierto disimulo la política gubernamental. Nerviosismo porque desde un tiempo a esta parte, se ven obligados a añadir, a la retahíla de alabanzas a José María Aznar, las mismas alabanzas dedicadas a quien esté destinado a sucederle, pero como nadie, salvo el propio Aznar y su libretita, sabe quién será el sucesor, cada uno va tomando posiciones como buenamente puede. Y si es lógico pensar que los medios de Telefónica se sitúen en posiciones próximas a Rodrigo Rato, no en vano amigo personal de Alierta y además, sin que tenga la más mínima relación con lo anterior, el responsable, en su día, de darle a Alierta las llaves de la moto, y en principio el timón de los medios públicos corresponde a Mariano Rajoy, ¿qué le queda a El Mundo?

En caso de duda, recuerden, la culpa de todo la tiene el PNV, y es el tercer gran candidato, Jaime Mayor Oreja, quien ha hecho de esta aseveración un dogma de fe que guía absolutamente todas sus declaraciones políticas (cualquier día saldrá Mayor Oreja con pruebas de que fue ETA quien hundió el Prestige con una barca bomba, y acusará al PNV de ceder al chantaje de los violentos). Parece que El Mundo va apostando solapadamente por esta opción de futuro (de un futuro esplendoroso con entrada en exuperantes balcones de Ayuntamiento para ver procesiones de Semana Santa al lado del Presidente y demás familia), y detrás, o además, del enfrentamiento personal con Alierta también está la discrepancia en cuanto al candidato ideal para dirigir los destinos de España y, de paso, dirigir las adjudicaciones de nuevos medios de comunicación, publicidad institucional y subvenciones que permitan la continuación de la lucha contra el felipismo disgregador de la unidad de España.

Guillermo López (Valencia)

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