ACTUALIDAD DE ESPAÑA AÑO
2005
25/01/2005:
Nuevos ataques a las sedes del Partido Popular
Mientras
prosigue la campaña de Sadam Hussein, del Partido Socialista
y de sus tradicionales aliados rompe-España contra las sedes
del único partido político español que hace
frente al terrorismo, con incidentes de todo tipo, gentes apaleadas
y políticos decentes como PP Bono abucheados y semi-golpeados,
algo parece haber pasado inadvertido. Con ser cuestión importante,
la dejaremos para después, centrándonos inicialmente
en lo que es la comidilla nacional desde el fin de semana.
Andamos
todos entretenidos con la depuración de responsabilidades
a cuenta del asunto de los incidentes acaecidos en la manifestación
convocada por la apartidista e inmaculada Asociación
de Víctimas del Terrorismo, donde militantes de una organización
política, por lo visto, se congregaron espontáneamente
con la intención de demostrar que si hay que solucionarlo
a hostias, ellos en primera fila.
Con
la coherencia habitual, los medios de comunicación que entendieron
no ha mucho que la actuación de un militante de base de un
partido político es prueba fechaciente de que tal acción
ha sido coordinada por la organización toda ella, porsiguen
en esa misma dinámica y a este paso hasta acabarán
vinculando al mismo Bush en el jaleo. Y no hay derecho, porque todo
tiene un límite. Que FJL
acuse a Rodríguez Zapatero de que José Antonio Gutiérrez
"El Tirillas", militante socialista de Antejuelas del
Higar, haya "mirao mal" al diácono de la Archidiócesis
como queriéndole decir en plan pancartero que "tenemos
más guardaespaldas que tú" y, con ello, de propiciar
un estallido de desenfrenada violencia civil equivalente a cuando
Zapatero y Felipe González empezaron la Guerra Civil de 1934
podemos hasta entenderlo. Pero la saña con la que se critica
al PP desde estos mismos medios por su actuación en la manifestación
(reprochando su melifluo quiero y no puedo, y lamentando que directamente
no sacaran un fusil de asalto, como en los buenos tiempos) nos parece
desmedida e irresponsable incluso dando por cierto que, por supuesto,
fue el mismo Mariano Rajoy
quien ordenó un ataque propio de la Nancy mariposona. Estamos
por la aniquilación de los amigos de los terroristas, pero
por una vez estimamos que FJL yerra. Porque PP Bono o Rosa Díez
son, aunque algo desviados, verdaderos y decentes españoles.
Y habría sido excesivo reprenderles con más dureza
por sus devaneos con el mendaz socialismo
Tras
esta llamada a la mesura, y junto a la necesaria condena de los
incendios a las sedes del PP que se suceden por el país,
queremos centrarnos en una cosilla menos entretenida pero algo más
enjundiosa. Porque, no sabemos si por respeto o simple acojono (algo
entendible, dado cómo se las gastan) nadie ha comentado que
la manifestación de este fin de semana ha sido impresentable
no por sus formas y desarrollo sino, sobre todo, por el fondo de
la convocatoria.
Si
las informaciones publicadas son correctas, el lema de la marcha
era algo así como "Por el cumplimiento íntegro
de las penas". En algunas fotografías, entre bates de
béisbol demócratas de toda la vida, se vislumbraba
el slogan, de metrosexualidad innegable. Y hay que denunciarlo.
Porque si una asociación de víctimas o de lo que sea
quiere reformar la Constitución que lo haga como Dios manda,
poniendo los huevos sobre la mesa y no generando dudas sobre la
hombría de personas que militan allí de buena fe y
que no merecen que se cuestione su destreza con armas ligeras y
objetos contundentes. Vamos, que como mínimo lo planteen
con una miajilla de decencia y dignidad, y no propongan chorradas
tipo Plan Ibarretxe, que son pura hefestionada política.
Rompemos con España pero nos quedamos. Nos
vestimos como jeques y estamos super-monos. Reformamos el Estatuto
a la nuestra pero decimos que la Constitución no es del todo
contraria a nuestras pretensiones. O, como es el caso, queremos
cumplimiento íntegro de las penas pero en plan buen rollito
políticamente correcto.
Pues
no. Puestos a obviar, a la Ibarretxe, artículos como el 25
de la Constitución (un derecho fundamental, por cierto) y
convertir a España en una república bananera con un
modelo de sistema penitenciario únicamente retributivo (y
por ello abiertamente inconstitucional) hagámoslo con dos
cojones, pues al menos el debate se oxigena con la claridad y virilidad
de unos planteamientos más reciamente españoles. La
AVT, en su línea de estandarte de la dignidad democrática,
ha de plantear el siguiente eslabón lógico de sus
peticiones y manifestarse directamente por lo que los españoles
desean: "Cumpliemto íntegro de las penas... colgados
de los cojones en la plaza del pueblo".
Tal
petición es tan nauseabundamente medieval como la del cumplimiento
íntegro a secas, igualmente contraria a la previsión
constitucional de que las penas han de perseguir la reinserción
social del reo pero, al menos, más decente por ser clara
e intelectualmente honrada.
ABP
(València)
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