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03/06/2004: El Año Tristante

La temporada futbolísta está ya liquidada, a falta del previsible y siempre entretenido batacazo bianual de la selección española en la competición internacional de turno. En esta ocasión, y para completar la afirmación de que la españolidad es una cuestión de cojones, el sin par Iñaki Sáez ha optado por convocar a la línea defensiva del Real Madrid en pleno, como queriendo decir que, para chulos, nosotros. Es sabido que cualquier seleccionador ha de cumplimentar la consabida cuota de españolidad con denominación de origen indubitada. Esto es, llevar a una media docena de madridistas a cualquier competeción oficial (y es que cuando Clemente osó convocar a pocos jugadores del MEMYUC ya saben la que se lió). En ausencia de un puñetero español de medio campo para delante (bueno, está El Que Tira del Carro, pero nada más) sólo queda, si se quiere cumplir el expediente adecuadamente, recopilar a toda prisa cedidos madridistas como Morientes y poner una defensa titular compuesta de Casillas en la portería, M. Salgado por la derecha (felizmente lesionado para los intereses de la selección y de manera desgraciada para el espectáculo y los fabricantes de espinilleras), Raúl Bravo en funciones nominalmente designadas como de lateral izquierdo y Helguera por el centro tratando de estorbar en la medida de sus posibilidades al central no madridista que alinee Sáez. Reconocerán que incluso tratándose de la selección española la cosa suena espectacular.

Básicamente porque el Real Madrid lo que se dice una buena temporada pues no ha acabado de tenerla. Y su portero y defensa no se han lucido tampoco. Lo que prometía ser un galáctico festín tornó en drama. Y el ambicionado trébol quedó convertido en el cántico que, resonando en todos los campos de España, cerró la temporada: Ni Liga, ni Copa, ni Champion's League.

La competición se acaba con un espectacular hundimiento del MEMYUC, que tiene fecha de inicio clara. Todo iba bien, se habían descolgado casi todos los equipos del Galáctico Líder menos el correoso Valencia (que inevitablemente caería como fruta madura), la Champions y la Copa sonrían... y llegó el Valencia al Bernabeú. En ese momento apareció la figura de la temporada, Tristante Oliva, para encabezar lo que certera y premonitariamente la Cadena Ser y el Diario As calificaron desde un principio como atraco a mano armada en toda regla contra el Madrid. Se trataba, y ellos lo vieron desde el principio, de una maniobra destinada a perjudicar al Madrid, a España y las ventas de la prensa deportiva. Como lo leen.

El colegiado, aviesamente, convirtió un clarísimo penalty modelo Ushiro-Nage cometido sobre El Más Listo de la Clase en una escandalera monumental, iniciando una rebelión de la escoria antiespañola contra el Madrid. Nada pudo acallar el ciclón desencadenado voluntariamente por Tristante Oliva para perjudicar al Madrid. A pesar de que el diario As, contando con los más acreditados profesionales (¡hasta el mismísimo Presidente de la Federación Nacional de Judo!), y el sin igual Díaz Vega, y el Comité de Competición, y el Comité de Árbitros, y la Federación Española de Fútbol, y todas las gentes de bien salieron a defender el fútbol decente, el mal estaba hecho. Tristante lo había logrado: los periféricos y no tan periféricos (hasta Valladolid fue engañado y a día de hoy aún creen que el punto que les faltó para mantenerse en Primera se lo robó el Madrid, total por dos o tres goles ilegales entre anulados que no lo debieron ser e ilegales que fueron dados por válidos, unas expulsiones de nada y un par de penalties sin importancia) se unieron, manipulados por el Poder Fáctico Fácilmente Reconocible representado por la facilidad de palabra de Jaume Ortí. Y se aliaron para hundir a un equipo que no levantó cabeza. Incluso hinchadas otrora fieles como las del Zaragoza, Deportivo, Sevilla o Murcia, y los equipos de estas ciudades, se sumaron a la conspiración.

El Zaragoza liquidó la temporada robando una Copa del Rey que por derecho pertenecía al Madrid. La atrocidad cometida contra el MEMYUC en la Liga, que acabó yendo a manos del Valencia, no tiene nombre. Y en la Copa de Europa, territorio natural de la entidad, un equipo de medio pelo como el Mónaco le apuntilló definitivamente. Para completar el cuadro, el Valencia, un equipucho de llorones con patéticos jugadores y que únicamente gracias a las enseñanzas de un madridista como Benítez podían aspirar a dar dos pases seguidos, acabó alzándose con la Copa de la UEFA, robada también al Madrid, al que los poderes fácticos antimadridistas que gobiernan el fútbol mundial ni siquiera le dejaron disputarla.

En definitiva, que la temporada termina marcada por la sombre de Tristante y, como consecuencia, quedará definitivamente asociada al triunfo del anti-fútbol. El Zaragoza la Copa, el Valencia la Liga y la UEFA y el Oporto la Champion's League. ¿Se le ocurre a algún aficionado algún equipo capaz de disputar a estos cuatro el trono del juego zafio y ramplón? Nosotros, que nos fiamos de nuestra razón diaria de medios de comunicación españoles para juzgar sobre el particular, concluimos que no. Que es casi imposible, de hecho, empeorar el juego de los equipos en cuestión, Quizás, pero sólo quizás, podría intentarlo Queiroz, pues a fin de cuentas su condición de extranjero y de sujeto sospechoso (por su trayectoria no madridista desde la niñez) permite considerarle el único y exclusivo culpable de lo que, en ausencia del factor de desestabilización que ha supuesto su presencia en el banquillo, sólo podían haber sido éxitos deportivos, uno tras otro. Que, a fin de cuentas, eso y no otra cosa es lo único que ha de esperarse del Madrid.

ABP (València)

11/05/2004: El Madrid se va

Lo decía Pasqual Maragall en los recién pasados y ya añorados tiempos del Aznarato: "Madrid se va". Frente a las mandangas de la "sociedad-red" y demás teorizaciones propias de gurús alucinados de nuestros tiempos, la derecha española estaba en su plenitud aplicando las viejas recetas. La cosa iba a pedir de boca. Y Madrid, sencillamente, "se iba". Las inversiones llovían sobre la capital como nunca desde tiempos del Generalísimo lo habían hecho (eso sí, estas inversiones no se computaban a efectos alardear del espectacular déficit fiscal de la Comunidad madrileña). La miserable política socialista, basada en la idea de que Madrid no debía crecer mucho más, quedó atrás. Una nueva megalópolis con más recursos, más riqueza y que debía abanderar la lucha de España por colocarse en el mundo globalizado en posición preeminente había aparecido. Era el mascarón de proa de una nación de 42 millones de embelesados ciudadanos con alto poder adquisitivo que estaban llamados a apoyar este magno proyecto.

Pero, ¡ay!, laas tensiones de nuestra querida España plural se visualizan bien en el fútbol. Ni en un campo ni en otro iban los proyectos a poder salir del todo bien. Y no todo iban a ser días de vino y rosas a la larga, por mucho que lo pareciera inicialmente. Mientras Madrid "se iba", el MEMYUC ponía en marcha un modelo muy similar. El de las Copas de Europa y las recalificaciones de infarto. Éxito fácil. Sencillamente, se "salía". Del mapa, de España, de la Galaxia. Los 42 millones de consumidores con alto poder adquisitivo estaban llamados a adquirir productos de Adidas, Siemens o Audi, camisetas de la estrellita galáctica de turno y sentirse orgullosos de la española grandeza del Real Madrid. Gracias a esta piña en su torno, España sería más fuerte, los niños de los suburbios de cualquier ciudad tercermundista portarían la elástica de la capital, y Europa sería colonizada por El que Tira del Carro y sus compañeros de vestuario. Marcando la pauta. Orinando y destrozando las fuentes públicas de todas las ciudades del viejo continente. "¿Pasa algo? ¡Que venga el Alcalde!"

A pesar de la espectacularidad de un proyecto como el reseñado, por mucho que cualquier persona sensata y española no pueda menos que reconocerse en este modelo de país y en este modelo de fútbol, hay quienes no pueden abandonar su esencia cainita y parecen disfrutar con su caída. El Valencia ha ganado la Liga, y el Real Madrid ha perdido todo. Lo festeja Valencia y, al parecer, Sevilla. Lo celebra Barcelona y lo ve con morboso regodeo Coruña. ¿Cómo es posible? ¿Acaso no comprende esta gente que así no se pueden vender periódicos (ni camisetas) en las cantidades necesarias?

A pesar de que no se quiera ver, la pujanza de España no reside únicamente en la fortaleza de su capital. Puede apostarse por otro modelo de desarrollo basado en el impulso complementario del avance periférico. Junto a Madrid, los paletos de provincias tienen también su gracia, vienen a decirnos los adalides de esta visión de la periferia como algo más que los diversos puntos de vacaciones playeras. Son españoles, a fin de cuentas, las gentes que por ahí moran. Se puede contar con ellos, afirman. Basta ver la fiebre ladrillista, que alcanza a toda la geografía nacional, para darse cuenta de que cualquier español es capaz de dar lo mejor de sí mismo en materia económica. Y esta España orillada, periférica, reclama de vez en cuando su cuota de visibilidad frente a la vocación acaparadora de las iniciativas capitalinas. La victoria del Valencia en la Liga puede ser un buen ejemplo. Porque establece un cierto patrón de comienzo de una época de "café para todos" futbolero. Los últimos títulos de Liga y Copa han permitido victorias de equipos como el Mallorca, el Deportivo, el Espanyol, el Zaragoza... ¿Está visualizándose a través del fútbol la larvada y creciente pujanza de la España de las autonomías?

David Albelda, jugador valenciano y capitán del Valencia ganador de su segunda Liga en tres años, ha comentado un factor adicional que merece ser analizado a la hora de incidir en las lecciones que, pretenciosamente, pueden tratar de extraerse del batacazo de los chicos del MEMYUC. Porque coincide que "El que Tira del Carro y exige la Presencia del Alcalde" y sus amiguitos, como espejo de una cierta España, han representado también una escala de valores muy concreta. Que, aparentemente, ha acabado derrotada (aunque sea en el terreno de juego). "Han ganado la humildad y el trabajo frente al dinero. Hemos demostrado que el dinero no lo es todo en esta vida". Y es cierto que el Valencia se ha caracterizado por un modelo alejado del individualismo de las estrellitas refulgentes, para constituirse en ejemplo de labor de equipo demoledoramente eficaz. Frente a brillantes actuaciones aisladas del galáctico de turno (ora el Comité de Competición, ora Tristante Oliva de la mano de Díaz Vega), Albelda y compañía han llorado y repartido antifútbol de manera absolutamente solidaria. Merece la pena reflexionar sobre el particular, porque el fútbol es un deporte con una entrañable capacidad para ser analizado en términos de metáfora sobre las virtudes de la colaboración en la vida cotidiana. ¿Nos está esta Liga queriendo decir algo? ¿Hay virtudes cívicas más allá de aparecer en la prensa rosa y tener muchos bienes (incluyendo entre ellos a un buen número de hembras pentadáctilas siempre dispuestas a facilitar el ayuntamiento al galáctico de turno, si se deja)? Ni idea, pero si quieren un consejo, déjense de fantasías socializantes y cómprense una camiseta del Más Listo de la Clase para apoyarlo en la Eurocopa.

No nos atreveremos a saludar la victoria del Valencia como positiva por llevar aparejados unos concretos valores (la España de la periferia, el trabajo en común, la humildad, la solidaridad). Nuestro pancarterismo no llega a tanto y la labor de realizar afirmaciones tan sesgadas como las que implicarían conceder a esos valores en concreto cualquier tipo de preeminencia se la dejaremos a esa acabada mezcla política de Adolf Hitler y el Generalísimo que es José Luis Rodríguez Zapatero. Pero sí que podemos señalar un elemento que nos hace estar indudablemente de enhorabuena. La consecución del título de Liga a cargo del Valencia ha reducido la duración media de la sección de deportes de los diversos espacios informativos de manera más que sensible. Y la población, la verdad, lo agradece. Sólo por eso habrá merecido la pena.

ABP (València)

07/04/2004: El Madrid, a por la Liga

La llegada de ZP al poder sigue subvirtiendo el orden establecido:

- Tras convocar él mismo con su móvil las manifestaciones ilegales frente a las sedes del PP;
- tras utilizar a sus medios amigos para manipular mezquinamente la información sobre los atentados cometidos por ETA XIX Asamblea el 11 – M;
- tras ganar las elecciones del 14 – M merced al miedo de los metrosexuales españoles;
- tras provocar a) otro vuelco electoral en Francia; b) un levantamiento general de los criptoterroristas iraquíes, enaltecidos por la prometida retirada de las tropas españolas; y c) la conmoción y pavor de la Administración Bush, que se ve derrotado por el sosias de ZP en EE.UU. en las elecciones de Noviembre.

Ahora ZP demuestra, de nuevo, que su omnímodo poder para afectar a lo más sagrado no tiene límites. Desde el 14 – M el Real Madrid:

- ha sido ignominiosamente derrotado por nada menos que el Real Zaragoza en la final de Copa de SM el Rey;
- se ha desinflado miserablemente en la Liga
- ha sufrido la eliminación en la Copa de la Vieja Europa nada menos que en cuartos de final, a manos de un equipo ridículo, y contando, además, con todas sus estrellitas. Cierto es que en el partido de vuelta contabilizamos no menos de cinco brutales Ushiro – Nage cometidos contra el Madrid, uno de ellos con un Keno – Tsunami y otros dos con sendos Tamagotchi – Yak de propina, pero un equipo con el señorío del Madrid no tiene que buscar excusas, pues como MEMYUC que es está obligado a ganar siempre.

De hecho, tan inconcebible es la derrota del Madrid que estamos tentados de buscar alguna explicación ajena al partido en sí, y que sitúe la eliminación en el contexto de la deriva antiespañola que sufre España. Como Ustedes saben, el Real Madrid es la más perfecta representación de España, o al menos de determinada concepción de España: un equipo basado en la perfecta conjunción de Zidanes (Madrid) y Pavones (resto de España) cuya unión hace la fuerza. El problema del Madrid, por tanto, es el mismo que el de España: demasiados Pavones para tan poco Zidane, más allá del equipo titular (o, mejor dicho, del equipo titular “de medio campo parriba”). Una plantilla corta incapaz de rendir satisfactoriamente en tantas competiciones como afronta todos los años.

“El Modelo” de Chorche Valdà y Florentino Pérez hace aguas por todos lados. Como España. Esperemos que, Tristante mediante, el sacrificio del Madrid por las excesivas exigencias que le plantean los enemigos de España sirva al menos para enmendar la plana con una rutilante victoria en la Liga española. Millones de españoles, incluso más de los ya famosos “nueve millones setecientos mil españoles de alto poder adquisitivo”, así lo esperan.

Guillermo López (Valencia)

 

19/02/2004: Reunión urgente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bernabeú

España se ha visto sacudida durante esta semana por la onda expansiva de una demoledora constatación. El verdadero problema del país ni es la banda terrorista ETA, ni lo son los precios de la vivienda, ni el paro, ni la extinta corrupción. No. Ni siquiera lo es su patético futuro eurocópico que se puede intuir gracias a algunos bolos amistosos de la selección. A fin de cuentas, estamos acostumbrados. ¿O no? Más cercano a la realidad de los males españoles son las maléficas asociaciones de antiespañoles de la peor calaña con terroristas y dictadores. Pero ni eso. La raíz del mal que duele a la patria se encuentra en la pérfida conjura periférica contra el Real Madrid.

Dado que el Real Madrid es lo más señero de España hace ya años que, a imitación de los Consejos Reguladores de otras señas de identidad nacionales (el Rioja, en principio, ahora el Ribera del Duero) el Gobierno puso en marcha una especie de Consejo Regulador de la Denominación de Origen Bernabeú, de nombre Comité Técnico de Árbitros. Señoreado en la actualidad por Díaz Vega, las funciones de este órgano consisten en velar por la limpieza de la competición. Para lo cual, periódicamente, se reúnen sus miembros para armonizar criterios y solventar los pequeños problemillas que surgen de la siempre complicada gestión de la diferencia y del furor antiespañol al que se enfrentan cada jornada los esforzados especialistas desplegados por la D.O. Bernabeú domingo a domingo en los terrenos de juego españoles.

En su más reciente reunión, oportunamente celebrada tras la catástrofe del Bernabeú (un arbitraje netamente antimadridista, sólo edulcorado por el acierto en señalar una pena máxima cometida sobre Raúl), la D.O. Bernabeú, por boca del Gran Díaz Vega, ha concluido en la modificación cara al futuro (y convalidadora del pasado) de las normas en materia de señalización de penalties, por medio de sutiles diferenciaciones entre "agarrones", "intercepciones", "interjecciones" y "akiro-sanishis". El resumen de todo ello es que la D.O. Bernabeú asume y reconoce la existencia de nuevas modalidades de faltas, que se ejemplifican en los siguientes casos:

- acciones de Alfaro (serán señaladas como pena máxima, sean cuales sean, y aunque el jugador se encuentre fuera del área de penalty, o incluso cuando compre donuts en un área de servicio, si ésta se sitúa en la Comunidad de Madrid, cuando el colegiado juzgue que afectan a la honestidad de la competición).

- situaciones como la de Marchena I (será indiscutible pena máxima el despeje a la altura del pubis cuando el delantero que intente controlar el balón sea un reconocido tirador de carros)

- situaciones como la de Marchena II (será sancionada como pena máxima cualquier caída de Raúl González en áreas periféricas, por tratarse de una presunción iuris et de iure que El Más Listo de la Clase no Engaña ni Trampea, constituyendo no un "agarrón", concepto vetusto y desfasado, sino una "intercepción global de tipo trifásico octavo", acarreadora de expulsión si se realiza con "sankota-pfhusi").

Estas clarificaciones, la verdad, se hacían necesarias, porque se estaba demostrando que la afición española, a pesar de años de buen hacer pedagógico de la D.O. Bernabeú, todavía era incapaz de apreciar las excelencias de los nuevos crianzas en barrica de roble producto de bodegas innovadores y de excelentes enólogos de nuevos y modernos gustos como Pino Zamorano, Lizondo Cortés, Rubinos Pérez o Tristante Oliva.

Por lo demás, y al margen de estas medidas de promoción de nuevos productos, Díaz Vega ha expresado también cuáles son los nuevos criterios a tener en cuenta en las relaciones con el colectivo. Algunas actitudes presentes estaban empezando a sembrar dudas, afortunadamente zanjadas. ¿Cómo creen los árbitros que es adecuado dirigirse a ellos? Pues nada mejor que citar recientes conductas, a título clarificador. Así, por ejemplo, se instaura como modelo la siempre serena y reposada actitud de D. Jorge Valdano, en la medida en que constituye un ejemplo de respeto a los intereses del colectivo. Lo ha explicado Díaz Vega, a Valdano hay que respetarlo y nada de lo por él perpetrado ha de ser tenido por grave. Por el contrario, las críticas de Presidentes periféricos demuestran su condición "tabernaria". Afortunadamente, de momento, no ha tenido ocasión de dar rienda suelta a su vocación pedagógico-técnica, por no estar inmerso en la polémica Johan Cruyff, pues probablemente ello nos habría abocado a escuchar palabras gruesas, y quizá las cosas se habrían salido de madre.

ABP (València)

20/11/03: Proseguimos nuestra marcha imperial hacia los cuartos de final de la Eurocopa

Anoche la Selección Española purgó los pecadillos cometidos durante nuestra lamentable fase de clasificación para la Eurocopa del año próximo, si bien es cierto que tuvo que enfrentarse a rivales durísimos como Grecia, Ucrania o la mismísima Armenia. Sólo faltó Azerbayán para que hubiera podido denominarse con toda propiedad “el grupo de la muerte”.

En la denominada “repesca”, nos hemos deshecho facilmente de la Selección Noruega, cuyos integrantes juegan con toda justicia en la peor liga del mundo si excluimos el calcio: la liga inglesa. El partido de anoche fue un recital de juego y de fútbol exquisito en el que destacó el excelso Valerón, ¿no es una injusticia divina que un sólo jugador atesore tantísima calidad?.

- ¿Y qué me dice usted de nuestro Beckham?.

- El lector se refiere sin duda al bello Xabi, hijo del inolvidable Perico Alonso y prueba evidente de que, por fortuna, la calidad futbolística no tiene origen genético. Pues jugó bien, sólido y correcto, pero tampoco como para sacarlo a hombros del estadio, las cosas como son. Lo cierto es que no hizo falta que diera otro recital puesto que de ello se encargó el citado Valerón, a quien desde anoche le perdonamos incluso su voz de mezzosoprano.

Ya tenemos pues a nuestra selección embarcada para la próxima competición continental en la que tenemos una cita ineludible con los cuartos de final. Un equipo dirigido por un vasco e integrado por catalanes, más vascos, gallegos, insulares y españolazos, todos en busca de un objetivo común y compartiendo esfuerzos y alegrías, lo que nos lleva a preguntarnos ¿miente Aznar cuando nos alerta sobre el peligro secesionista de la antiespaña periférica o es la selección española el caballo de troya de los nacionalismos, llena de agentes infiltrados con el objetivo de que no pasemos jamás de los cuartos de final?. La respuesta el próximo año en Portugal.

Pablo

 

11/9/03: Xabi Alonso, el Beckham Hispano

El dramático partido jugado ayer por nuestro combinado nacional de fútbol contra un equipo de campanillas como la selección de Ucrania, más allá de acreditar una vez más a Raúl como el más listo de la clase nos ha permitido a los cuatro expertos en materia futbolística que aún quedamos en este país extraer una valiosísima conclusión acerca del jugador español con el futuro más esplendoroso de todos los que hozan los campos españoles. Nos referimos, evidentemente, a Xabi Alonso, hijo del insigne Perico Alonso por más señas.

Su partido de ayer fue sencillamente excepcional, con una solvencia ofensiva apabullante a pesar de jugar justo por delante de la defensa y con abundantísimos pases verticales de una profundidad y precisión que a mí me dejaban con la boca abierta una y otra vez. Tan sólo en la primera parte le conté no menos de diez pases de más de 25 metros con precisión milimétrica y tan sólo dos pérdidas de balón. Teniendo en cuenta que el tío juega de pivote y por él pasaban practicamente todos los balones del equipo, resulta un balance extraordinario.

Es cierto que en la segunda mitad pasó más desapercibido, en parte por la entrada en el campo de un artista como Valerón (que afortunadamente abandonó sus estudios de barítono por la práctica profesional del fútbol), quien pasó a tomar las riendas del medio ataque español, pero a pesar de todo el chaval firmó un partido impresionante, en consonancia con sus actuaciones con la Real Sociedad durante la temporada anterior, entre las que destacaríamos su inenarrable partido en Anoeta contra el MEMYUC con golazo incluido que nos puso la piel de gallina.

Pero es que, por si todo esto fuera poco, Xabi Alonso atesora una cualidad que cada vez adquiere más relevancia en esta liga de las estrellas: es rematadamente guapo. ¡¡Laporta, fíchale ya!!.

Pablo

 

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