Con el tiempo que llevamos con el tema de Gürtel, y el viernes 1 de abril la agencia Europa Press se descuelga enviando una nota de prensa en la que se indicaba que la Fiscalía Anticorrupción descartaba la implicación del molt honorable en todos los delitos que hasta la fecha se le habían imputado desde el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. La noticia se distribuyó con una celeridad pasmosa. Antes de comer ya la había leído. Menuda putada. Ya me habían jodido el fin de semana. La siesta preceptiva del viernes se agrió. La idea de que Paquito Camps se fuera de rositas me tocaba las narices, por no decir los cojones. Me lo imaginaba dando una rueda de prensa multitudinaria con su sonrisa profidén señalando con un dedo a los periodistas que le habían acosado. Ni que decir tiene que nos íbamos a perder su paseíllo por los aledaños de nuestro Tribunal Superior de Justicia. Nuestro gozo en un pozo.
Menos mal que un amigo me llamó a mitad tarde para contarme que todo había sido un error, que la agencia de noticias había redactado mal la nota. En ese momento, volví a ver la vida de color de rosa. No es que confíe mucho en la Justicia humana valenciana. El TSJCV se está intentando escaquear del caso Gürtel desde que se descubrió. Es un marrón que no digerirá en décadas. Toda una generación de políticos del PP se puede ir al garete y la mayoría de magistrados no ha estado por la labor. El entonces presidente del TSJCV, De la Rúa, aun sabiendo que hacía el ridículo ante sus colegas, se atrevió a citar sentencias alemanas sin comprender su contenido. Para él no había caso, y eso que la instrucción sólo se había dedicado a comprobar datos sobre el fondo de armario de nuestro molt honorable. De la Rúa envió la patata caliente a Madrid con el objeto de enfriarla, pero el Tribunal Supremo se la devolvió al poco tiempo más caliente, si cabe, adjuntando una reprimenda en la que le obligaba a abrir de nuevo la causa. Paquito, en este ir y venir, empezó a descolocarse, porque sospecho que no entiende que la realidad y el deseo son cosas diferentes, que las cacicadas en su entorno inmediato no trascienden necesariamente las fronteras. Por eso su reivindicación del autonomismo. Para él la valencianía es una ideología que le sirve para controlar su corral. No quiere que vengan de fuera para explicarle cómo debe hacer las cosas. El ejercicio del poder se convierte en hacer lo que le viene en gana, siguiendo las normas que Dios le dio a entender.
Aún recuerdo con alborozo el día que Camps cruzó las puertas del TSJCV. Las jornadas previas fueron fascinantes. Mientras que en la prensa se decía que lo nostre president quería ir a pie desde al Palau de la Generalitat hasta el TSJCV, porque estaba convencido de que iba a recibir el calor y la adhesión de sus conciudadanos –no sabemos si pretendía que le entregaran ramos de flores a su paso o que le sumiesen en una cálida ola de aplausos–, en ciertos corrillos se comentaba que Camps había intentado por todos los medios que le dejaran aparcar el coche presidencial dentro del TSJCV para escaquearse del bochorno público.
Este rumor, que cuadra con su personalidad caciquil, me obligó a convocar a varias amistades para asistir el día de autos. Fue la primera y la única vez en que aparecieron puntuales y de manera ordenada. Primero nos hicimos un esmorçaret, porque la devoción no debe estar reñida con la obligación, y luego nos acercamos a la parada del autobús que hay enfrente del TSJCV. Como es costumbre, la afición estaba dividida: por un lado, los incondicionales de Camps, que no sé de que antro los había sacado (la próxima vez estaría mejor que hiciesen una preselección para que los palmeros representen mejor a nuestros conciudadanos: se echaba a faltar sotanas, trajes de empresarios, etc.), y por otro, los rojos desgreñados, que mostraban una mayor variedad de edades. Los incondicionales ocupaban las aceras del Tribunal, los rojos poníamos un poco de tierra de por medio, colocándonos en la parada del autobús, sobre todo para no recibir algún bolsazo de las tyrius, que dicen que saben descalabrarte con un golpe certero. Al final todos los encausados cruzaron el umbral del TSJCV a pie. Por lo que cuentan las malas lenguas, parece que lograron hacerle ver a Camps que una cosa es hacer una visita institucional al Tribunal y otra presentarse allí como imputado, por muy president que fuera.
El pasado viernes 1 de abril creía que no iba a volver a disfrutar de este espectáculo. Pocas cosas nos quedan para distraernos a los que en esta ciudad no nos gustan las Fallas. Con el lío que hay montado, que si todo es una causa o son varias o qué se yo, es probable que tengamos que esmorçar varias veces para disfrutar de los paseíllos de nuestro president. Es una experiencia inolvidable.
Etiquetas Camps, El Bigotes, Francisco Camps, Gürtel, Tyrius
Veo que la cabeza descarada de esa serpiente bicefala del PPSOE, se comporta con la misma tranquilidad que se porta la otra en Andalucia.
Habrá que pensarse lo de exigir responsabilidades y hacer una redada en el congreso de los diputados y el senado.
Mi recomendación más encarecida es que, si alguien tiene interés en hablar de Andalucia, bien porque es andaluz y le jode que le roben, bien por cualquier otra razón, abra un blog sobre Andalucia esparza la abundante mierda que el PSOE ha generado alli durante décadas.
Pero cuando en un determinado lugar (este) la gente se une para (por lo menos) poner a parir a los ladrones y caciques locales, venir a mentar a otro partido que es igual de ladron , con el mensaje de «dejemos robar en paza a ambos», cada uno en su tierra, creo que es el sueño húmedo de los artistas del trinque político. Vamos, robo a alguien y encima me defiende, me vota y promueve pactos de silencio con mis enemigos. Eso es mejor que una madre.
El mensaje debe ser guillotina para los corruptos, aqui y en Andalucia.
«El mensaje debe ser guillotina para los corruptos»
Esa es la idea, por eso pido una redada.
Estoy 100% de acuerdo con Juan Carlos I (no el Campechano, sino el comentarista anterior). Queremos otro blog sobre la mierda que cubre la política andaluza desde hace 30 años. Quizá salga una novela de lo que se saque, o incluso una serie en Antena 3.
En cuanto a Camps… entre la cara de enterrador (con perdón para los miembros de tan digna profesión) que tiene, y lo descaradamente sinvergüenza que es, me cuesta creer que la gente siga teniendo ganas y valor de votarle. Supongo que en nuestra España querida votamos para elegir qué partido queremos que nos robe. Porque total, para que roben, que lo hagan los míos, coño.
No crec jo que ningú (a este blog) critique la corrupció (i les males arts) del PP però justifique o defense les del PSOE.
PSOE, PP, mateixa merda és.
Siento decir que no veo salida fácil a los corruptos.
Esta lacra esta demasiado sentada en nuestra vida.
Aunque creo bastante en la justicia a largo plazo (Camps en Valencia y otros en Andalucía resultaran condenados), no veo solución, entre otras cosas, porque las Leyes se deberían modificar por los que actualmente son los mas corruptos (pppsoe).