Hay desde hace meses una ominosa sombra que recorre la Comunidad Valenciana y que sobre todo nubla el rostro del President de la Generalitat, que debe de hacer como dos años que no sonríe, cetrino y macilento, triste la figura. Se trata de su imputación en el marco de todo eso de la Gürtel. Una imputación que, sea jurídica o no, lo es mediáticamente a todos los efectos. Sobre todo en Madrid. Porque una de las muchas claves de la Gürtel es que el tema ya se juega en Madrid más que en Valencia. Trataremos de explicarlo.
En La Paella Rusa, de momento, no se ha publicado nada sobre el tema, lo que nos diferencia de lo que les ocurre a otros (a casi todos los demás) medios de comunicación. Aventuro algunas posibles razones (que, al menos, a quien esto firma le frenan, y mucho). La primera es que, al tratarse de un asunto sub iudice, la labor de los jueces merece un respeto y que parte del mismo pasa por dejarles trabajar tranquilos (al menos, en la medida de lo posible). La segunda porque, al no cumplir nadie con esta premisa, el tema está tratado de una manera muy sesgada e interesada por todos los medios de comunicación, que no hacen el más mínimo esfuerzo en ocultar que subordinan todas sus noticias y opiniones sobre el tema a la consecución del resultado que les gustaría, de manera que es difícil navegar en el mar de desinformación partidista que anega lo que se lee sobre el tema. La tercera porque a casi todo el mundo en la Comunidad Valenciana (ahí están las encuestas) el asunto de los trajes de Camps le parece, en el fondo, muy poco relevante. Y no porque no sea importante saber si el President de la Generalitat recibía o no regalos de la trama corrupta (o de una empresa inmaculada, pues hay que precisar que es igualmente delictivo recibir regalos de unos o de otros, sean ángeles o demonios, por mucho que parece que este leve matiz se le haya olvidado a todo el mundo). Por supuesto, lo es. Y mucho. Pero no es una cuestión estructuralmente relevante. Ni siquiera en términos de corrupción y degradación del espacio público. Porque, a esos efectos, lo verdaderamente importante que ha pasado estos años en la Comunidad Valenciana es la corrupción generalizada de baja intensidad (o media, o alta) que, sea o no delito, ésa sí debiera merecer un reproche y una denuncia constante. Porque lo anega todo. Porque es estructural. Y, en cambio, por algún motivo, aquí en Valencia a todos se nos ha olvidado hacer esta tarea. Especialmente, por cierto, a medios de comunicación y oposición política. A mí me gusta precisamente por eso muy especialmente que La Paella Rusa abunde más en alertar sobre prácticas asociadas a una gestión poco profesional y de recompensa a los amigos, o la manera en que se adjudicaban contratos a las empresas de Gürtel o a muchas otras. Y da igual que la Fiscalía o los medios no presten atención a ese asunto. Porque cualquier persona informada sabe que es ahí donde está la clave de los problemas. Y no en los trajes de Camps, tema que si es cierto puede ser más o menos grave, sí, pero no deja de ser tangencial. Una hipotética condena de Camps, caso de que fuera culpable en ese tema, ¿acaso arreglaría todo lo demás, que es lo importante? Pues no. Porque los problemas en verdad graves no tienen necesariamente que ver con el Código penal. Tienen que ver con la corrupción de las costumbres y con la degradación absoluta de los más mínimos estándares de respeto a lo público.
Sin embargo, es Camps el que, a cuenta de una serie de trajes (ya sean tres, ya sean quince) está sentado en el banquillo. Y por eso está todo el follón ahí focalizado, mientras el resto permanece en un conveniente segundo plano, cuando no en el olvido. El mensaje que transmite la imputación a Camps es claro: todo lo demás, al parecer, es menos importante o menos grave, como demuestra que no pueda ser susceptible de merecer reproche penal. Lamentable.
Pero con ser triste y equivocado el asunto, algo habrá que comentar del tema de marras, aunque sea aburrido y el terreno de juego esté embarrado. Así que, aprovechando la enésima ofensiva mediática y el último follón entre la gente de Camps y la de Rajoy, que no tiene mucha prisa por confirmarle como candidato, vamos a trazar algunas ideas sobre los trajes del Imputado por excelencia.
¿Por qué el PSPV está emperrado con este tema? ¿Qué gana el PSPV con todo esto?
Una primera clave del asunto es que, desde hace unos 2 años, el PSPV ha decidido no hacer política de oposición y lo ha fiado todo a un mensaje, repetido machaconamente: Camps es un corrupto. Lógicamente, si al margen de la actuación judicial en curso todo el debate público se centra en este asunto, la cosa acaba expulsando cualquier otra línea de oposición al PP, condenada a la invisibilidad. Las ventanas de atención mediática de que un partido dispone son pocas y uno decide con qué ocuparlas. Aquí el PSPV ha apostado por Gürtel. Por este motivo, nada sabemos de lo que piensa el PSPV sobre el modelo productivo valenciano o sobre la quiebra de la Generalitat. Tampoco sabemos nada, ni siquiera, sobre lo que piensa el PSPV sobre la corrupción de baja intensidad, sea delictiva o no, instalada en las Administraciones Públicas ni sobre por qué los ciudadanos hemos de confiar en que los socialistas no reproduzcan esas prácticas. Nada de nada. Al PSPV sólo le interesa demostrar que Camps es un corrupto porque aceptó una serie de regalos. Bien.
La cuestión interesante es analizar qué pasaría si el PSPV lograra un éxito absoluto con esta línea de oposición. Imaginemos que Camps es imputado definitivamente, juzgado y condenado, ya sea antes o después de las elecciones, a pagar la multa correspondiente. Por mucho que la gravedad del delito sea la que es (como demuestra la pena prevista) es evidente que en términos de imagen una condena supondría la dimisión de Camps (al menos, en las condiciones actuales). Incluso, si los deseos del PSPV se hicieran realidad, la cosa debería ir de que Rajoy no permitiera a Camps ni siquiera presentarse a las elecciones. La mera sospecha de corrupción y el hecho de que ya haya un proceso judicial en curso bastaría para librarse de Camps porque Rajoy le obligaría a echarse a un lado. ¡Conseguido!
A la luz de lo que sabemos el éxito total de la estrategia de oposición del PSPV pasa por eliminar a Camps del tablero de juego. Pero, ¿qué gana el PSPV exactamente con eso? ¿Mejoran en algo sus expectativas electorales? ¿Mejora en algo la situación de la Comunidad valenciana?
La respuesta evidente y obvia es sencilla: no. ¿Por qué se enfanga en consecuencia el PSPV en todo este asunto, machaconamente, en lugar de dejar que los jueces hagan su trabajo y dedicar parte de su tarea de oposición a otras cosas? ¿Acaso no se dan cuenta de que si desaparece Camps ellos perderán igualmente las elecciones (a lo peor, de hecho, incluso por más margen)?.
Estas preguntas se pueden responder, al menos, de tres formas. La primera respuesta posible es que los socialistas, de verdad, creen que Camps es un corrupto y que, en consecuencia, su deber como oposición es, les convenga o no, sacarlo de la Generalitat porque para los valencianos, lógicamente, es una desgracia tener a un corrupto al timón. Llamemos a esta alternativa la opción ética. La segunda, que creen que el tema, tenga o no demasiada base, les supone réditos electorales y es la mejor estrategia de oposición al PP. Será la opción táctica. Una tercera alternativa, a la que llamaremos la opción sucursalista, es la que explicaría el comportamiento del PSPV a partir de elementos ajenos a las dos primeras, básicamente orientada a explicar que aun creyendo que el asunto es poco importante y que no les beneficia, han de tomarlo como bandera porque viene bien al PSOE de Madrid. Analicemos brevemente cada una de estas alternativas, porque sirven para aclarar un poco el panorama.
1. La alternativa ética. El PSPV persigue a Camps incansablemente porque le sabe, o le cree, corrupto.
Obviamente, nada se puede reprochar a un partido de la oposición que, íntimamente convencido de que el gobernante de turno es un corrupto, lo persigue incansablemente, por mucho que ello le suponga, incluso, perjuicios electorales. Es más, lejos de reprochárselo, desde La Paella Rusa aplaudiríamos sin dudarlo a quien hiciere algo así.
La cuestión es, ¿de veras el PSPV está convencido de que Camps es un corrupto y que sus acciones son tan graves como para ser delictivas? Porque de la sinceridad de la convicción de turno, y de cómo se traslada a la opinión pública, depende en buena medida la imagen del perseguidor de turno.
Aquí el PSPV se enfrenta a un problema. Si Camps es un corrupto o no, lo que parece claro después de todos estos meses es que, como mucho, sería un corrupto de serie B. Eso es lo que permite la más o menos afortunada defensa de Rajoy: «No me creo que un Presidente de una Comunidad Autónoma se venda por tres trajes». Frase, e idea, que no deja de ser impresentable. Entre otras cosas porque es mentira (anda que no conozco yo a gente, muy importante y en puestos de responsabilidad, que por menos ha hecho marranadas acojonantes). Pero puede ser que, al igual que le ocurre a Rajoy (o que Rajoy dice que le ocurre), eso mismo le pasa a mucha gente. El problema es que un par de años de instrucción y escrutinio intensísimo sobre Camps no han logrado aportar el más mínimo indicio de que su patrimonio o el de su familia se haya incrementado lo más mínimo. Ante una situación así, resulta fácil que la persecución, por desproporcionada en el contexto en que vivimos, pueda aparecer como malintencionada. Y eso explicaría los pocos réditos (o nulos) electorales que el PSPV logra con el asunto.
En cualquier caso, no hablamos de réditos. Hablamos de ética. Si efectivamente se demuestra que a Camps le han regalado los trajes (sin contraprestación a cambio, pues recordemos que el proceso es por un cohecho impropio, lo que no demuestra que no la haya habido pero sí, al menos de momento, que ni siquiera las acusaciones piensan que puedan probarla), ¿es muy grave? Pues probablemente depende de a quién se pregunte. La campaña del PSPV, su personación judicial y el machaque de los medios afines han logrado que, al menos, una gran parte del electorado así lo vea. Es, sin duda, una buena noticia. Elevar el nivel de exigencia ética es algo esencial en este país. Ocurre, sin embargo, que habría que analizar qué pasa si aplicamos este mismo estándard por doquier. Lo que permite al PP quejarse de la extravagante falta de coherencia de la Fiscalía ante casos como el de Bono, por poner un ejemplo. Y, lo que es peor y más triste, permite que el PP no esté enteramente falto de razón al denunciar este comportamiento.
Una última cuestión referida a la alternativa ética es la de si de verdad, aunque sean sólo unos trajes, en el PSPV se creen que Camps los recibía. Hay que tener en cuenta que, al menos por lo que se conoce en prensa, las evidencias probatorias son de momento endebles. Se basan esencialmente en una contabilidad falseada de una empresa que trataba con ello de hacer creer que tenía más gastos de los que en realidad tenía para pagar menos a Hacienda y en las declaraciones de las personas que llevaban esa contabilidad. De hecho, eso es lo que hace que, si bien estos indicios puedan ser suficientes como para abrir juicio oral, no tengan por qué serlo, necesariamente, para condenar a alguien. Téngase en cuenta que la presunción de inocencia hace que no debamos suponer necesariamente, porque alguien acuse a otra persona de algo, que eso sea verdad. Se requiere de alguna evidencia probatoria adicional.
En un contexto así, ¿es creíble que en el PSPV estén de verdad absolutamente convencidos de que Camps es un corrupto? Pues la verdad es que las dudas son legítimas. No hay mucha gente que crea que los socialistas piensen de verdad que Camps se ha estado llevando dinero a casa. Sí que habrá, en cambio, quienes crean que los socialistas están seguros de que Camps y el Bigotes habían montado uno de esos entramados corruptos de baja intensidad. El problema es que serán menos quienes puedan ser convencidos de que ese chiringuito de corrupcioncilla B es algo que al PSPV le parezca inaudito y gravísimo. Más que nada porque… pues eso, lo que todos sabemos de cómo funciona este país.
Ello explicaría, probablemente, que la bandera de la ética pública no esté generando muchos réditos para el PSPV. Aunque tampoco se puede descartar, como apuntan los medios afines al PSPV, que lo que ocurra es que la ciudadanía no sepa apreciar bien la sincera preocupación por la moral de la institución que anida en la acción del PSPV. Juzgar intenciones, casi siempre, es muy difícil. Así que, sobre este asunto, qué quieren que les diga: Ustedes mismos. Supongo que cada cual tendremos nuestra opinión.
2. La alternativa estratégica. El PSPV sólo hace oposición con Gürtel porque cree que es la mejor manera de debilitar al PP.
Una segunda posibilidad que explicaría que Gürtel sea el único tema de oposición elegido por Alarte y compañía es que, con independencia de que crean o no que la cosa tenga base, sí piensen que es un medio eficaz para debilitar al PP y, de paso, socavar la unidad interna de ese partido.
No sabemos si ése es el motivo de la estrategia del PSPV, pero a día de hoy ya se puede decir que, en su primera intención, esto es debilitar al PP, es un fracaso rotundo. Cada encuesta que se publica demuestra que el PP, lejos de perder votos, los está sumando. Y que al PSPV le pasa justamente lo contrario.
Más éxito ha tenido el PSPV a la hora de socavar la unidad interna del PP. Sobre todo en fases, como la actual, en las que se duda sobre si Camps repetirá o no como candidato. De todos modos, hay que asumir que la unidad se recuperará cuando, en un sentido u otro, las dudas sobre el cabeza de lista se despejen.
¿Cómo es posible que un caso de corrupción hiper-mediatizado no haya servido para debilitar al PP en términos electorales? Las explicaciones posibles son muchas. Y casi todas se han ido dando por ahí. Que no hay el más mínimo indicio de corrupción de los de verdad, de las que indignan a los ciudadanos, esto es, cuando alguien se lleva pasta a paletadas a casa. Que los propios indicios de lo de los trajes son débiles. Que a la gente si se trata sólo de tres trajes le da igual. Que la gente es inmoral y no tiene problema en que los demás roben porque ellos harían lo mismo. Que la gente es tonta y no se da cuenta de que le quitan su dinero.
Normalmente, o al menos eso creemos en La Paella Rusa, las explicaciones basadas en que la gente es tonta son poco interesantes y explican mal la realidad. Por eso la más posible explicación al nulo desgaste electoral que para el PPCV supone el tema de Camps reside en algo más sencillo y evidente. La ciudadanía, en general, es perfectamente consciente de que el problema que tenemos es el de la corrupción de baja intensidad generalizada a todos los niveles, asumida y aceptada. Que esa corrupción, sea o no delito, es el problema. Que habría que ir a por ella y combatirla por entero. Y que, lamentablemente, el PSPV no ha acreditado allí donde ha gestionado ser demasiado diferente en este asunto (donde, repetimos, no estamos hablando de delitos sino de prácticas éticamente reprobables) al PP. Por lo que el tema queda, en términos de elección de a quién votar, descontado.
3. La alternativa sucursalista. EL PSPV se empecina en este tema porque se lo mandan de Madrid
Una de las más notables evoluciones del asunto Camps es que, a partir del momento en que la ecuación ética o la estratégica han quedado resueltas en los términos arriba expuestos, el asunto en Valencia está políticamente liquidado. Camps podrá ser imputado o no, juzgado o no, condenado o no. Da igual. Nada de ello va a alterar sustancialmente el panorama (obviamente, sí lo puede alterar, y mucho, para Camps y su carrera política, pero no es de eso de lo que estamos hablando y, quitándole a él, tampoco es algo que importe demasiado a nadie). Aquí.
Pero donde sí lo puede alterar, y donde por ello los movimientos y la repercusión son enormes es en Madrid. El PSOE se ha agarrado esencialmente a dos cuestiones para tratar de minar al previsiblemente potente PP en las próximas elecciones: una hipotética resolución del tema del terrorismo y la venta de una imagen del PP como partido corrupto. Los rivales internos y mediáticos de Mariano Rajoy en el PP ya no tienen casi munición contra él, dada su vigorexia demoscópica, si hacemos omisión de los problemas de Camps, que fue un apoyo fundamental para que Rajoy lograra sobrevivir tras la derrota de 2008.
De manera que el tema, a día de hoy, es más una batalla en clave madrileña. Lo que se juega en el tema Gürtel valenciano es la imagen del PP de Madrid y la propia imagen de Rajoy. Nada más. Por eso quien mueve el tema son PRISA, desde Madrid, y la Fiscalía, también desde Madrid. Por eso las claves internas y lo que más puede preocupar a Camps es lo que acabe instalándose en la mente de Mariano Rajoy, que vive y piensa en Madrid, no en Valencia.
De hecho, si analizamos los últimos movimientos, es sorprendente la falta de conexión con la realidad del procedimiento judicial, de la vertiente ética o estratégica en términos valencianos, que todo el asunto refleja. Cuando, como muy bien señala la gente medio sensata, es absolutamente imposible que Camps pueda ser juzgado antes de las elecciones, toda la prensa crítica con Rajoy de Madrid prácticamente informa de que la presentación del pliego de cargos por parte de la Fiscalía equivale a ser condenado antes de mayo. ¿Es que acaso es noticia que la Fiscalía acuse? ¿Acaso alguien esperaba que no lo hiciera? Sin embargo, la mera presentación de cargos por el Fiscal ha servido para generar una barahúnda mediática tremenda, alimentada por noticias como la de la Cadena Ser que daban por hecha la defenestración de Camps, una vez más.
No sabemos qué pasará con todo esto. No podemos saberlo. Es muy difícil, porque en realidad no estamos en el terreno de juego jurídico. Pero tampoco en el ético. Ni siquiera en el estratégico marcado por el PSPV. Estamos en medio de una batalla madrileña, que al coger de por medio un proceso judicial lo altera y deforma, de manera que ya no lo podemos contemplar bien, calmadamente, poniendo las cosas en su sitio.
En esta batalla puede ganar el PSOE o puede ganar el PP. Pero la razón por la que el PSPV no obtiene nada es porque estructuralmente el PSPV no cuenta nada en la misma. Y se ha limitado a adoptar una posición sucursalista, pensando en el beneficio del PSOE antes que en el suyo propio (en términos estratégicos) o en el de la ética y la regeneración política en Valencia.
Una de las más notables consecuencias de la batalla, por lo demás, es que todo el follón madrileño está afianzando la independencia del PPCV respecto de Madrid. Lo que es peligroso, en el fondo, para Rajoy. Y supone un elemento, ajeno a cuestiones de corrupción, que seguro que tendrá en cuenta. Un PPCV que se ha sentido desamparado frente a los ataques (o con unos líderes que así se han sentido) es difícil que olvide lo ocurrido. La cuestión a día de hoy es si la desconexión con Génova es tan importante ya a estas alturas que ni siquiera ahora permite un descabezamiento rápido, indoloro y poco problemático. Será interesante ver, si resiste Camps, cómo son las relaciones futuras del PPCV con Madrid y con el PP nacional. Porque la veta foralista ya apuntada desde que Camps y la gente tradicionalista deudora del carlismo nacional-católico se ha hecho con el mando puede excitarse cada vez más.
De momento, como vimos ayer por la tarde, ya se han permitido proclamar unilateralmente a Camps de candidato, cuando las normas del Partido Popular, que son de un centralista absoluto, dicen que aquí es un señor en Génova quien, motorista en mano, como toda la vida, pone y quita. Veremos si se lo permiten. Porque una vez te acostumbras a decidir en tu casa luego sabe mal que alguien quiera quitarte esa prerrogativa.
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Menuda sorpresa: llego para devorar el nuevo artículo de La Paella Rusa y me encuentro al mismísimo President Camps publicándonos un artículo bajo la firma de uno de los habituales! ¡Bienvenido, President!
De todas maneras, a mí me parece, President, que en lo de ir recibiendo regalos por ahí de El Bigotes, aunque sean unos trajes, y que luego El Bigotes se dedique a trabajar para el PP y la Generalitat acaparando contratos, no es «todo muy bonito». Y está claro que la oposición del PSPV es un tanto surrealista, pero digo yo que el follón Génova – PPCV también tiene miga.
Un cordial saludo
Je, je, Guillermo, tampoco hay que exagerar. Que aquí nadie niega una serie de cosas, como por ejemplo:
– que lo de los trajes, si es verdad, es una vergüenza;
– que la tramilla de corrupción y contratas públicas a amiguetes de Gürtel es una vergüenza.
Dicho lo cual, y utilizando el ordenador del President de la Generalitat, añadiré que lo que pasa es que lo de los trajes, estaremos de acuerdo, habrá que probarlo. A mí me parece que, mientras no haya evidencias mínimamente sólidas al respecto (y hasta la fecha, a no ser que me equivoque, tampoco ha trascendido ninguna, al menos de acuerdo con la lectura de lo que dice la prensa) conviene mantener una mínima cautela.
Hombre Sr. Garrofó, por lo que parece te has atribuído el sentir de toda la Paella Rusa al publicar un artículo exculpatorio que parece venir con la firma de Presidencia de la Generalitat. Podíamos preguntarle al resto de compañeros, quizás. O hacer una encuesta. En fin, si Joan Monleón levantara la cabeza…
Quizás tengas razón, Clótxina. No era mi intención que pareciera eso. Lo que trataba de decir es que hasta ahora no habíamos tratado el tema por tópico y cansino. Ahí sí pretendia incluir a todos (porque es verdad que, de momento, nadie había escrito nada). Pero a lo mejor no se entendía bien. Ahora mismo lo cambio para que no haya dudas. Y disculpa si se podía entender eso. ¡Gracias por avisar, por lo demás!
Ya está modificado el texto, tratando de que quede más claro si cabe que antes lo que quería decir. Por supuesto, y como es obvio, lo que escribe el senyor Garrofó es lo que piensa el senyor Garrofó.
Dicho lo cual, no sé de dónde se saca Usted que el artículo sea exculpatorio.
Hombre, si que tienes razón en lo de que las declaraciones de testigos tienen el valor «depende». A Vilar, el amiguito de Fabra, lo enchiqueraron nueve años – en ello está- con la declaración de su mujer y un parte médico hecho dos días más tarde.
Para el resto no comparto tu valoración. Camps no solo es el presidente de los tres trajes de Milano comprados en Madrid y probados – todo supuestamente- en el Ritz.
Camps es el presidente que nos toma por idiotas. El que paga a tocateja cientos de euros. El que no tiene ningún patrimonio – escrutado si , investigado judicialmente no creo – después de llevar toda su vida en cargos más que bien remunerados. El que niega una y otra vez contratos públicos. El que se compara a Calvo Sotelo y dice tontería tras tontería en público. Si tienes razón en que hay más mimbres para atacar la política campista que los tres trajes, pero creo que el PP tambien ha intentado difuminar todos los temas – Formula I, Copa America, visita del Papa, contrata de las resonancias, gestión hospitalaria, Universidad, Canal Nou….- focalizandolo todo en que la tontería de los tres trajes.
Y en ese campo de juego, tres trajes, si que el PsPV lo tiene todo perdido. La mayoría social de este pais no es que quiera ser Camps – un opusdeista escurrido y aburrido-, es que a quien realmente envidian es a Don Carlo, a su suerte en los juegos de azar y a su way of life de palco en los toros, juerga en las casetas y padrinazgo para lo que haga falta..
No seré yo quien defienda la línea política de Camps. De hecho, no creo haberlo hecho nunca.
No es que la defiendas, ni yo he dicho que lo hagas, es que resumes todas las denuncias de falta de tranaparencia, de favoritismo, de mentira pública y publicitada en tres tristes trajes. Lo mismito que el PP. Ni que estuvieras pagado por el oro de LUBASA
Pues creo que me debo haber explicado mal. Lo que digo es que el proceso judicial abierto contra Camps va de lo que va y que, si creemos que ha de dimitir por estar imputado, estamos hablando de lo que estamos hablando. Y ahí sí conviene diferenciar.
Si nos ponemos a hablar de la vertiente cívica y política del escándalo, entonces hablamos de otra cosa. Y ahí estoy de acuerdo contigo. Pero es que, a no ser que me equivoque, no es ése el plano en el que se mueve el debate, sino que gira en torno a la acusación e imputación judicial.
Si, en eso puede que tengas razón. Dado que todo se basa en testimonios y facturas amañadas, puede que el MH Camps de Golf sea declarado inocente gracias a la defensa Bart Simpson y a como va a usted a comparar la palabra de un MH con la de un sastrecillo bigotudo..
Y entre eso y la absolución electoral, ¡¡Santo subitto!!
Querido amigo Garrofó. No comparto tu opinión. El asunto de los trajes tiene mucha más trascendencia de la que parece. Más allá del recorrido judicial, es la constatación de la estrecha relación que la red presuntamente corrupta de Gürtel tenía con el alto mando del PP valenciano y, en especial con el Molt Honorable FC. Esa relación es clave para entender las razones por las que Correa, Pérez y sus muchachos hicieron jugosos negocios en Valencia. Pienso sinceramente que desvincular ambas cosas es no entender nada de lo que ha pasado.
Sinceramente te digo que lo que el PSPV haga o deje de hacer sobre el asunto a nivel político me parece lo menos importante. Es más, sería de torpes no emplear el escándalo como arma de desgaste. Secundario en cualquier caso. Amplificar ese foco es desviar el tiro, difuminar la lente.
Lo grave es que podemos encontrarnos con un presidente-candidato a las elecciones de mayo imputado y sometido a un proceso judicial que ha pasado todos los filtros y sufrido todas las presiones posibles. Y lo más grave es que seguramente Camps ganará las elecciones, de forma que no tardará deslegitimar en las urnas al poder judicial. Esa degradación de la ética pública y política es lo verdaderamente preocupante, y un partido que se dice democrático y liberal no debería permitirlo. Y más cuando todo el mundo sabe que el PP ganaría las elecciones aunque se presentase otro candidato. Ese aprovechamiento por parte de Camps y sus consellerse de confianza de las siglas del PP es también grave si el análisis se realiza en clave interna.
El precedente que se va a asentar tras los comicios de mayo es para mí el verdadero fenómeno político-social, más allá de ideologías y debates superficiales de marketing político. Un borrón en la historia democrática autóctona que costará muchos años superar.
Pues sí. Yo no lo habría podido decir mejor. Esa es la cuestión clave. No lo de los cuatro trajes, sino lo que los cuatro trajes implican y representan.
Estoy bastante de acuerdo contigo, Caragol, excepto en que me parece igualmente evidente que tanto el regalo de marras como la conexión de los mismos con las contratas deberían de ser probados. Porque se si trata de respetar la acción de la Justicia y de no deslegitimarla, ¿no supone precisamente un ataque mayor pretender que no se pronuncie? Quiero decir con ello que lo que la Fiscalía considera que ha pasado no va a misa en un Estado de Derecho.
A mí me parece obvio que entre creer al Fiscal (una versión de parte) y creer a Camps (otra versión de parte) hay pocas diferencias. Cada cual opta por ir con unos o con otros según prefiere y le guste más. No creo que se pueda equiparar lo que decide la Fiscalía con una hipotética sentencia, por ejemplo.
Gracias por el comentario.
Es que mi planteamiento va más allá de la vertiente puramente judicial. Tú seguro que ya deberías saber que cuando los procesos judiciales llegan a determinados estadios es que los indicios tienen bastante peso. Cierto que habrá que esperar y que ahora lo que tenemos son argumentos de parte. Pero también es verdad que la policía no es tonta y los informes policiales con su contenido no son moco de pavo. En cualquier caso la pregunta es si un político al borde de sentarse en el banquillo, salpicado por un caso de corrupción que implica desde financiación ilegal hasta uso irregular de fondos públicos, etc, debe volver a presentarse. Si su partido debe o no aceptarlo y los efectos que puede tener sobre la salud democrática. No se trata aquí de juzgar a Camps, sino de juzgar el deterioro democrático derivado su actitud (y parece evidente y no hace falta que lo diga un juez que, al menos, mantuvo relaciones peligrosas con personajes que no destacaban por su aportación al tejido productivo valenciano).
Y cuando quieras entramos en un debate judicial. Para empezar habría que cuestionar hasta el hecho de que el proceso sólo incluya el famoso «cohecho pasivo impropio». Pero esa es otra historia.
Gracias por responde a todos los comentarios Garrofó. Eso te honra.
Hombre, Caragol, de trata justamente de eso, de abrir un debate y de poder discutir las cosas con un mínimo de racionalidad. ¡Si ahora va y resulta que toda la izquierda valenciana ha de pensar lo mismo sobre este (y otros) tema(s) pues apaga y vámonos.
Respecto de lo que dices, comparto contigo que hay dos planos diferentes. El político y el judicial. En uno tenemos la imagen de chalaneo y las amistades peligrosas de Camps. En el otro un proceso judicial abierto.
Si vamos a discutir sobre lo primero, adelante. Marquemos el campo de juego y definamos unas normas de comportamiento, una ética de los cargos públicos, que creo esencial. Pero coincidirás conmigo en que, como primer punto básico de acuerdo, hemos de convenir que se le aplican a todos por igual. Ahí jugaríamos con reglas de responsabilidad política y sería interesante ver a dónde nos llevaba. Pero lamentablemente no estamos ahí. De hecho, creo, casi nadie quiere jugar en ese campo. Todo el mundo prefiere confundirlo con el segundo, con el procedimiento judicial. Por eso, de momento, sólo nos fijamos en Camps y no en otros. Porque él está imputado. Y punto.
El otro plano, el judicial, tiene sus tiempos y sus reglas. Como no conozco la causa (ni yo ni casi nadie de los que opinan) me parece que lo prudente es dejar trabajar a los jueces. Con todo lo que ello implica. Dos matizaciones, por lo demás, a dos cosas que comentas sobre esto:
1. No creo que las imputaciones de Fiscalía o Policía deban ser, como pauta, tomadas como irrefutables y emanación de verdad no contaminada. Ni lo creo con Camps ni con los dirigentes de Sortu. Y me temo que, dado cómo es este país, muchos de los que ahora creéis a pies juntillas en lo que dice la Fuscalía dejareis de hacerlo, con razón muy probablemente, en muchos casos con relevancia política que puedan suscitaras a partir de 2012.
2. Que se abra juicio oral contra alguien significa que hay indicios suficientes como para entender posible que haya podido cometer un delito. No significa que sean concluyentes. Ni irrebatibles. Ni definitivos. Precisamente por eso se abre juicio oral allí es donde se sustancia eso. Entender que in imputado o que un ciudadano juzgado es necesariamente culpable l que, como mínimo, «algo habrá hecho» es un retroceso democrático tremendo. Un Estado de Derecho no funciona así. Afortunadamente. Supongo que estamos de acuerdo.
Cuestión distinta es que también cada ciudadano pueda hacerse, faltaría más, una idea sobre las imputaciones que pesan sobre Camps, Rocío Vaninkoff, Roldán, los de Sortu o el Vuci. Estamos en nuestro derecho de hacerlo. Pero, joder, por favor, que para construir esa convicción personal de cada cual estaria buen que hiciera falta algo más además de lo que dice la Fiscalía me resulta muy obvio.
Gracias a tu por responder y argumentar más allá del «si no dices que Camps es corrupto es que eres del PP».
Te equivocas bastante cuando dices que todo el mundo busca obiviar el debate político y centrarse en el judicial.
1. Camps y su entorno son precisamente los más interesados en que todo el debate gire en torno al barullo judicial de recursos y contrarrecursos judiciales. Al final el ciudadano medio no entiende nada de lo que le cuentan porque el derecho procesal permite embarrar y eternizar situaciones hasta hacerlas incomprensibles. Son Camps y su entorno lo interesados en equiparar responsabilidades políticas y judiciales. Este hecho supone para mi un deterioro de la calidad democrática.
Te explico: 2. Si el campo de debate juera estrictamente el de la ética política el PP y Camps perderían el debate. En esta caso hay hecho probados y reconocidos por todas las partes. A) Que Camps y altos resposables del PP mantenían vínculos y relaciones estrechas con un grupo de presuntos corrupctos. B) Que este grupo trabajaba para el PPCV facturando en la organización de actos. Y C) Que las empresas del grupo facturaron al erario público importantes cantidades de dinero.
A partir de ahí los distintos procesos judiciales tratan de destripar las responsabilidades judiciales. Pero ya hay cosas que están claras:
A) Existen indicios de criminalidad en la actitud del grupo Gürtel (evasión fiscal, malversación de fondos, etc)
B) Hay indicios serios de que se realizaron regalos a personalidades públicas con capacidad de decisión e influencia en la concesión de contratos públicos.
C) Todos estos indicios son los que han llevado a Camps y otros cargos al borde del banquillo.
A partir de ahí me gustaría que me respondieses a la siguiente pregunta:
Con lo que sabemos hasta ahora, al margen del proceso judicial y desde el punto de vista de la responsabilidad política, ¿Crees que Camps debería presentarse de nuevo a las elecciones? ¿Crees que el PP, como partido político autónomoen la toma de decisiones, debería optar por otro cartel desvinculado del escándalo Gürtel?
Espero respuesta. Y que conste que a mó me da igual que seas de izquierdas o de derechas, creo que este asunto trasciende las ideologías.
No acabo de ver el punto 1. A mí me da la sensación de que el proceso judicial y el juicio mediático paralelo perjudican mucho al PP. Que, de hecho, se defienden mucho mejor en el plano de la responsabilidad política (mejor en términos de los resultados que obtienen, como es obvio, no en otros) que cada vez que se monta un follón a cuenta de cualquier trámite procesal.
En cambio, estoy bastante de acuerdo en tu punto 2, quizás con excepción de tu conclusión n° 3.
Respecto de tu pregunta concreta, a mí me da un poco igual a quien decida presentar el PP. Es problema suyo. Creo que los ciudadanos, en cambio, debiéramos liquidar a Camps en las elecciones. Este PP no se merece ni un voto. Por Gürtel, también. Pero sobre todo por la impresentable pauta de corrupción generalizada y omnipresente, sea delictiva o no.
Respecto de lo que creo que debería hacer el PP en este caso, dadas las condiciones enfangadas del terreno de juego en que de disputa el partido, mi opinión es, más o menos, que la respuesta a tu pregunta depende de lo que ellos piensen o sepan respecto de la verdad en cuanto a los cargos penales en juego. Como el debate se ha trasladado a ese ámbito yo obligaría a dimitir a Camps y todos los encausados, si fuera Rajoy, caso de que estuviera convencido, o tuviera datos, de que ha habido cohecho o financiación ilegal. Y los respaldaría en caso contrario.
Ahora bien, eso es lo que haría yo si fuera Rajoy. Creo que él, en realidad, maneja otros parámetros. No sé si te vale la respuesta.
¡Aunque que yo piense que hay que largar al PP la verdad es que tampoco tiene mucho que ver con Gürtel, la verdad! Lo cierto es que también habría pensado que no habría que votarlos por otras muchas razones más allá de Gürtel.
Y perdón por las erratas. Son las prisas de hacer muchas cosas a la vez.
Por favor Sr. Garrofó ya esta bien de ir por el camino de que si juzgamos a este señor de una manera u otra tengamos que hacer lo mismo con otros, se da por supuesto.
Pero estamos hablando del President de la Generalitat, y como tal se merece un juicio más severo que el que se le podría aplicar a otros ya que su cargo conlleva una responsabilidad e importancia superior (para los Valencianos).
Pues probablemente tienes toda la razón. No lo voy a negar. Pero eso no quita para que… Vamos, eso. Que queda feo pedir mucho sólo en unos casos.
Ayer volví a ver Los Intocables, peliculón de acción como hay pocos. Viendo al contable feucho repetir y repetir «podemos detener a un asesino por evadir impuestos», me acordaba de cómo todo el entramado de financiación ilegal del ppcv se podría venir abajo por la chorradilla de los tres trajes.
porque yo también creo que camps no se llevó nada más allá que esas regalías, pero si financiar con dinero público los megamitines valencianos que el ppcv se monta cada dos por tres no es corrupción, que venga doña filesa y lo vea. de hecho, para mí es aún más desagradable que la simple corrupción trincacomisiones, porque no le puedo dejar de ver un tinte mesiánico en plan «lo que es bueno para el ppcv es bueno para valencia, así que, ¿qué tiene de malo apuntalar las futuras victorias del ppcv con un poco más de dinero de los valencianos?»
respecto a la actitud del pspv, demasiado poco que hacen! les recuerdo que el psoe perdió las generales tras años de tabarra (justificadísima) por parte del pp . cuando el pp consiguió que a la gente le diera vergüenza votar al psoe, ganó las elecciones.
ya sé que aquí parece que no sirve de nada, quiero creer que conforme vaya saliendo la mierda y las ratas empiecen a amenazar con cantar y a cantar, la cosa puede cambiar, aunque a veces lo dudo muchísimo. para mí, el discurso del ppcv fusila el de los nacionalistas catalanes, lo bueno pasa porque «somos» de puta madre y lo malo porque «son» unos hijos de puta. los valencianos compran y vive dios que compran bien caro.
j
A todo esto, ya que lo menciona, el tema de la financiación irregular, ¿cómo va judicialmente? Por lo visto hoy han liquidado el de Barberá (la propia Fiscalía) pero del de las empresas esas afectas al PP de las que se habló en su momento hace tiempo que no se sabe nada. ¿Alguien le sigue la pista al tema?
¡Gracias a todos por los comentarios! Para eso está esta Paella también, para discutir.
Aunque sois unos cabrones. Escribe ayer un artículo cojonudo Cuixa de Pollastre y casi nadie dice nada, cuando lo que teníais que hacer era alabarlo y aprovechar para pasarnos más información sobre casos equivalentes. ¡Y en cambio hoy, pedazo cabrones, a hacer sangre con el pobre Garrofó!
el artículo de ayer era magnífico, pero es que no se trata de chuparnos las pollas, sino de aportar cosas, ¿no? yo le estoy muy agradecido a cualquiera que se toma su tiempo redactando estos artículos, aunque sea un defensor de camps radical catalanista y xenófobo y del yomus como ud. porque así dan pie a fer barsella.
j
Eso de los yomus ya es pasarse, oiga. Que uno puede ser rarito, pero todo tiene un límite.
:–)
Venga, otro del PP:
http://www.valenciaplaza.com/ver/20015/Ángel-Luna-La-Copa-del-América-y-la-F1-fueron-flor-de-un-d%C3%ADa–Otros-han-optado-por-promocionar-la-industria.html
Fuera de coñas, la entrevista es muy interesante. Felicidades a VPlaza.
Eso de ser de los “yomus”, parece un insulto grave
Joder, Senyor Garrofó, aqui se nos están cruzando unos cuantos planos juridicos/politicos, como si el MH fuera un mantero guineano ó un robacables cualquiera. Y esos planos son inmiscibles en la vida real, no en la teorica.
Tenemos por un lado un MH al que se le imputan varias cosas y gracias a la vida , a la que le debe tanto, en la que ha hecho tan buenos amigos del alma y en la que ha encontrado personas con las que le une más que una amistad, la cosa se le queda en una acusación de cohecho impropio.
Para nosotros, que somos legos, no tenemos ni puta idea de lo que es la justicia y como funciona, que somos unos bochanclas juridicos, la cosa es que , aparentemente, le han regalado unos bienes que el no debería haber aceptado.
Como es el MH – eso de ser aforado -, el procedimiento judicial – instigado por sus «enemigos políticos» y por las cloacas del Estado, con Rub-Al-Kaba al frente- va al paso de buey ( comparemoslo con otros procesos mediaticos que ha habido y luego nos hablan de plazos, retrasos y procedimientos…).
Asi que siendo como es el MH, se le piden explicaciones . Pero explicaciones voluntarias, sin escrutinios judiciales, sin comisiones rogatorias, sin investigar el patrimonio de allegados, sin el flexo de 100W apuntando a su sudorosa cara con un comisario arremangado apretandole las tuercas. Explicaciones en sede parlamentaria – son supuestos regalos de nada supuestos comisionistas- ó donde quiera.
Y he aquí, que el interfecto se nos empieza a mear en la cara, con su sonrisa profiden y su abrillantada y patricia frente., y nos dice que los pagó en metálico, en mano, llevandose unos cientos de euros en billetes en un sobre. Como un tratante de ganado. Como Tony Soprano. Como un comprador cualquiera de mercancia furtiva. Todo un MH. Y, a mayores, saqueandole el cajón de la caja de la botica a su muy boticaria mujer.
Yo me imagino a Tony Soprano, al tratante de ganado, a cualquier comprador furtivo de mercancia legal, parado en un recodo de cualquier carretera por los picoletos, contestandole lo mismo. “Sr cabo, estas teles de plasma, estos potros, estas centollas las he comprado a un tio muy legal, las he pagado a tocateja y no me he quedado la factura porque los dos somos unos caballeros, unos hermanos” Bueno los picolos se iban a estar partiendo la caja hasta que se fueran a dormir con sus parejas de lecho.
Pero estamos hablando del MH. Los bocachanlas debemos de contenernos y ceñirnos, como televisivos CSI a las pruebas, que nunca mienten. Asi que esta meada on the face la tenemos que perdonar.
Luego vienen más meadas – su declaración de bienes, su declaración cunetera, su desparpajo..- pero nuestro bocachanclismo nos impide apreciar que un MH, para según que cosas debe ser tratado como el más miserable de los rateros y para según que otras, es un MH desde que echa la meadita mañanera hasta que empieza a roncar después del anochecer.
Asi que, visto que el interfecto no se va a ir ni echandole salfuman – el agua caliente no afecta a los caretos metálicos- los bochanclistas legales, perdidos ya en la maraña de saber si nos encontramos con un raterillo de tres al cuarto que tiene derecho a la presunción de inocencia hasta que haya sentencia firme ó con un MH al que debían botar por dar explicaciones nada convincentes, nos vemos ahora reconvenidos por fiar a un proceso judicial una pequeña compensación moral.
¿Nos queda algo más que eso? Ni el MH se quedará en la calle, malviviendo de sus escasos ahorros, (consecuencia de una pésima administración, de vicios inconfesables ó de su generosidad y altruismo), ni sus colegas – Ansar el Magno entre ellos – tuvieron el más mínimo problema en recurrir a esta vía para allanarse el camino. Y no esperaron a la sentencia firme.Ni esperaran nunca.
Eso queda para los bochanclas legales.
¿Qué quiere que le diga? Pues que pienso que tienes mucha razón. Pero también que lo que comentas no es contradictorio (no sé si lamentablemente) con lo que yo he escrito.
Vamos, por ponerlo en plan crudo y concreto. Que un servidor concibe la posibilidad de que Camps, como aguante y acabe absuelto, puede acabar incluso fortalecido y convertido en un proto-mártir de la causa. Y ese panorama, combinado con lo que Usted cuenta, es para echarse a temblar.
Camps ya es un protomartir de la causa, con absolución ó sin ella. Los regalos no cuentan para nada para su hinchada. Si no cuentan los hechos de Fabra, menos van a contar lo de este MH ligeramente liviano de moral pero, aparentemente, más comedido con la butxaca.
Estos hechos están ya juzgados por ambos bandos. A uno de los bandos no les parece relevante en absoluto y el otro se divide entre los que lo consideran una tontería castigable pero no grave y los que lo consideran el ojo a tomar por otros ojos que los pperos se tomaron, sin acritud. La sentencia no va a mover un apice la posición de ningún bando.
Y la causa de la financiación se va a quedar muerta después de la segura derrota del PsoE en 2012 y la toma, a calzón quitado, de todos los organos judiciales por legionarios, numerarios y demás ralea.
Ya veremos que velocidad tomarán los merécidos procesos a mangantes sociatas que empezaran en esos años. Será una Justicia Ferrari, y los jueces, Alonsos todos.
No necesariamente. Cuando uno gana y arrasa suele ser magnánimo con el derrotado, al menos por un tiempo. Total, si está tan débil, para qué hacer sangre. Eso puede salvar a muchos.
Pero no tengo tan claro que a la carrera política del MH le sea indiferente acabar condenado o no. Porque como lo absuelvan, al tiempo, se va a montar una, incluso desde Madrid, sobre la persecución, que ríete tú de los actos de desagravio a las víctimas del terrorismo.
Este debate ha estado de «puta madre». Enhorabuena Senyor Garrofó.
Totalmente de acuerdo.
Gracias a ti y al resto de participantes. ¡A ver si tenemos más, que de eso se trata!
Y alguien tendría que escribir algo, a ver si conseguimos que alguna de nuestras gargantas profundas en el PP se ponga a ello o nos diga algo al respecto, sobre las relaciones Génova-Quart a raíz de lo de estos días. Porque me da la sensación de que, si como parece, Camps se presenta, gana y se consolida, ahí tenemos un temita enquistado que puede dar mucha diversión.
Lamento decir que me parece que el comentario es un poco ingenuo. ¡Pues por supuesto que en el PSOE nadie se cree que Camps se haya enriquecido! Pero, ¿qué tendrá que ver eso con ponerle una querella? ¡Por favor!
Es cierto, en cambio, que todos a quienes conozco que todavía están en el PSOE sí piensan que hay financiación irregular del PP en todo el tema Orange Market (en concreto, suelen decir algo así como, “joder, sabiendo cómo nos financiamos nosotros, ¡qué no vamos a pensar que hace el PP!”). Lo que pasa es que eso de la financiación irregular es más difícil de probar y entre bueyes no hay cornás.
En resumen, que no sé si tienes razón. Pero me da miedo pensar que la puedas tener. Y esa perspectiva de Camps como Cid Campeador de la derecha, que es lo que ocurrirá como le absuelvan, es aterradora.
De hecho, el MH pierde dinero con la politica. El pobre MH, subido a un cargo público bien retribuido desde los 28 años, los últimos 8 bastante bien retribuido – bueno, a lo mejor es que 80.000 euros brutos al año, con todos los demás gastos cubiertos no dan para nada-y tiene menos de 2000 euros de líquidez, un fondo de pensiones con 8000 eu ( el MH es de los pperos que cree en las pensiones públicas, por lo que se ve ,un coche de hace 15 años, y bienes por menos de 120.000 euros. Pero está libre de hipotecas y prestamos.
Veamos los sueldos públicos que ha cobrado el MH:
El presidente de la Generalitat por el Partido Popular cobra cerca de 80.000 euros anuales.
Un sueldo equivalente lleva cobrando desde el año 2003 en que se convirtió en Presidente de la Comunidad Valenciana
Previamente había tenido sueldos y privilegios sustanciosos:
– Como mínimo, desde 1996, cuando obtuvo un escaño de diputado.
– O cuando, posteriormente, fue nombrado consejero de Cultura y Educación de la Generalidad Valenciana.
– O desde 1999, que fue designado secretario de Estado de Administraciones Territoriales.
– Y otra vez en 2000 cuando fue elegido de nuevo diputado en el Congreso y vicepresidente primero de la cámara
– Sueldo también importante tuvo Camps al volvier a la Comunidad Valenciana como Delegado del Gobierno central en abril de 2002, .
fuente:http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=7314 .
Como bien dices, entre bueyes no hay cornás, solo que el silestone esta más valorado que las trabillas.
Y que quede claro que esa pagina es solo fuente de datos, de las primeras que ha salido en google.
Ruego no me vinculen con ella, dioxx mio
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¿Políticos españoles cuyas carreras hayan quedado arruinadas por corrupción? ¿Hay alguno? ¿Hay que recordar al ínclito Jesús Gil, corrupto declarado y a la vez querido y popular en su terruño?
Vamos, es que se habla del caso Gurtel como si fuese el apocalipsis que destruirá a Camps, cuando visto desde la calle parece un asuntillo poco relevante que más o menos todos imaginábamos, algo que para todo español va implícito con el poder. A no ser que la cosa se anime y aparezcan robos del estilo de los de Roldán, Camps puede dormir tranquilo, sabiendo que no va a perder ni un poquito de su popularidad. Vamos, la verdad es que ni siquiera creo que se vaya a debilitar demasiado su posición dentro del PP.
Es que quiza sea la única forma de visibilizar durante tiempo esas practicas de corrupción, ya sean light, heavy ó mediopensionista.
Tenemos el caso de los multiples contratos públicos que no se pueden mostrar. Y la única consecuencia es en reseña en los medios informativos – y no todos – al día siguiente. Como no es delito, ni falta – la falta de verguenza no computa – dos días más tarde ni se nota ni se mueve ni traspasa.
Sin embargo, solo con una querella de mierda, nos aseguramos varios días de presencia en la prensa. El anuncio de presentación, las reacciones, la toma en consideración , las declaraciones, los recursos…donde va a usté a comparar una buena querella con un actividad parlamentaria decente.
Aqui si que se nota la falta de recursos, ya no se si materiales ó intelectuales, del PsPV, y , en general, de toda la oposición. Ya puedes tener todas las pruebas del mundo sobre cualquier hecho,que si no consigues judicializarlo, desaparece.
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