CENA CON LLUIS PELLICER, periodista de la sección de economía de El Paìs (Barcelona). Y buena persona. La redacción barcelonesa de El País es la parte del monolito PRISA dónde pueden encontrarse algunas rendijas de periodismo activo. Aunque luego su repercusión sea mínima. En la última encuesta del CIS, entre las profesiones menos valoradas estaban jueces y periodistas. Entre las más valoradas, médicos y profesores. Ya. Por eso dejamos que nos desmantelen la sanidad y educación públicas. Los presupuestos son el cemento aluminoso utilizado para edificar el Estado del Bienestar.
Les Presupuestos de la Generalitat se aventuraban para marzo, luego se conjeturaban para abril, a Francesc Homs se le escapó que para julio i ahora dice Mas-Colell que igual se tira de prórroga indefinida. Lluís Pellicer nos tranquiliza, prorrogar no es paralizar. Los recortes no se detienen. La moratoria rebaja el gasto un 28% respecto al 2012. Es decir, ajustes por unos 4.400 millones de euros. La batería de impuestos propuestos por ERC para ahorrar mil millones en recortes son confusos, poco concretos y plantean serias dudas sobre su efectividad. Otras vías que se barajan podrían ser algunas privatizaciones (Registro Civil, el misterioso mundo de las adjudicaciones de los CAP) o aplicar un ERE temporal de 18 meses al personal interino de la administración pública. La ley de Estabilidad Presupuestaria aprobada por CiU, que convierte a la Generalitat en un ayuntamiento más, manda. Y por encima manda Bruselas, de quien se esperan órdenes que permitan aligerar la presión para apañar unos presupuestos que desgasten lo menos posible a CiU i ERC y sigan desgastando a la ciudadanía.
Lluís Pellicer no es un teórico, afortunadamente, porque tal como escribía nuestro Jérôme du Stridon en su artículo ‘El liberalismo como enfermedad mental. La teoría’: “Resulta que desde Samuelson en la década de los 1940 la ciencia económica se ha dedicado a construir complicados modelos matemáticos inaccesibles al lego, las conclusiones de los cuales dependen lógicamente de las premisas adoptadas pero es que esas premisas no tienen por qué tener nada que ver con la realidad empírica”. Pellicer busca explicar lo que pasa y por qué pasa, traduciendo el enrevesado urducroata en que se ha convertido la jerga económica para que usted, e incluso yo, lo podamos entender.
Andreu Mas-Colell sí es un teórico. Especialista en microeconomía. Será por eso que igual se pilla los dedos con la realidad empírica y algunos de sus cálculos teóricos (venta de patrimonio y bonos patrióticos) no tuvieron los efectos prácticos esperados. Aunque en el caso de los bonos los bancos sacaron buena tajada. Otro teórico. Antoni Castells, ex del ramo en tiempos del tripartito, máximo artífice del ‘mejor modelo fiscal de todos los tiempos’ del que aún se está buscando el manual de instrucciones i que fracasó en sus previsiones. Castells, especialista en quemar jefes de gabinete, se apartó de los focos más o menos coincidiendo con Carles Martí, segundo de Jordi Hereu en el Ayuntamiento de Barcelona. En el caso de Castells se habló de motivos personales, en el caso de Martí del fiasco de la consulta sobre la Diagonal. En ambos casos hay una estrecha ligazón, ya lo dijo Itziar González, con el caso Palau y el Hotel del Palau. Castells firmó un convenio, o protocolo de intenciones según la versión, con Millet cuando diversas auditorías ya alertaban, desde los últimos años de Pujol en la presidencia, que algo olía mal.
Más nombres propios que aparecen en la conversación, quizás no tan conocidos por el público. Fernando Hernández Baena, gerente del Ayuntamiento de Santa Coloma llamado a poner orden tras el escándalo Pretoria, que hizo sentir a Pellicer que vivía un episodio de Los Soprano. O Georgina Arderiu, a quien las malas lenguas atribuyen cierta querencia por las dietas, que en la mayoría de casos nos hablaría de señoras preocupadas por su masa corporal dispuestas a adelgazar, y que en este caso concreto parece hablarnos de señora preocupada por sacar el máximo rendimiento a las reuniones y engordar su nómina. Arderiu dirige la recién creada Secretaría de Hacienda, cuyo objetivo prioritario es el despliegue de la Administración Tributaria de Catalunya. Igual es por su capacidad para generar ingresos, a saber.
Ya hemos dicho que Lluís Pellicer no es un teórico. Ni de la economía ni del proceso soberanista, que como se alargue mucho tendrá más de proceso que de soberanista. Tras años de ir a entrevistas, monólogos y ruedas de prensa libreta en mano, algunas anotaciones. Un concierto económico no garantiza rebajar el déficit. Los números que maneja la ANC y sus previsiones para atar perros con longanizas son discutibles. Los grandes empresarios cogieron un cabreo monumental con Mas por su pacto con ERC pensando que eso igual abría la puerta del armario de los trapos sucios. Cada vez hay más empresarios a favor del Estado propio (eso ha dicho la ANC en algunos actos sectoriales), de lo que podemos deducir que hay pocos trapos sucios, que les ha dado tiempo a pasarse por la lavandería o que nadie va a abrir el armario. Menos quejarse y amenazar con lo del incumplimiento de acuerdos por parte del gobierno central (políticos, no jurídicos, conviene recordar) y si tan convencidos están que demanden. Cualquier Estado independiente es viable, hay un chorro de países que celebran su Día de la Independencia. Y en política, a todos los niveles, sólo se piensa a corto plazo. O sobran cortos o faltan plazos. Y ya sabemos cómo la gastan los cortos y a cuánto nos gravan los plazos.
No dices nada de Lluís Pellicer y, por favor, escribe correctamente su nombre «LLUÍS PELLECIR EN EL POBRELBERG»
Salud!
Arreglado lo del apellido. Cierto, Pellecir es más propio del país de Gondor que de El País.
Lo otro. No se trata de decir algo de Lluís Pellicer, si no de plasmar parte de lo que dijo en la cena. Y ahí está.
Salud!
Hola, Guillem. Un saludo.
Un amigo me dijo que había leído este comentario en el que aparecía una breve referencia a mi paso por la gerencia municipal de Santa Coloma. Me expresó también que no alcanzaba a captar su significado.
Yo tampoco lo alcanzo y, bendita curiosidad que hace al humano más sabio e infeliz, no he resistido la tentación de preguntarlo.
Un saludo.