La Generalitat Valenciana, en su infinita bondad, ha decidido proporcionar a los ciudadanos los datos de los sucesivos barómetros de opinión que ha venido realizando en estos últimos diez años. Y no porque haya sucesivas sentencias judiciales que le hayan obligado a hacerlos públicos (en la segunda semana de agosto, naturalmente), sino en voluntario ejercicio de transparencia democrática.
Sí: diez años. Desde 2004. Unos barómetros que la Generalitat hace cada cierto tiempo (inicialmente tres o cuatro veces al año; aunque el ritmo ha decaído bastante en los últimos años), que abarcan una amplia gama de preguntas de todo tipo, incluyendo valoraciones sobre los partidos políticos (aunque no hemos detectado sondeos de intención de voto, pero sí recuerdo de voto, liderazgos, etc.)… Una serie de datos de enorme interés para entender cuáles son las preocupaciones de los valencianos y para configurarnos un retrato-robot de nuestra ciudadanía… Y que luego la Generalitat guardaba en un cajón.
Contratas carísimos sondeos con cargo al contribuyente y luego te quedas sus datos, y los aprovechas, es un suponer, para favorecer tus expectativas electorales. Y así, durante diez años. Con un par. Otro ejemplo, otro más, del vertedero institucional en que se ha convertido la Generalitat Valenciana tras todos estos años de gobierno del PP y su visión de las instituciones públicas como una finca de su propiedad, en la que pueden hacer lo que se les antoje; ¡para algo han ganado las elecciones!
Dada su munificencia, el Consell ya se dignó ofrecernos la encuesta de abril de 2014 en su momento, como si fuese un estudio público sufragado con los impuestos de los ciudadanos y éstos tuviesen algún derecho a ver sus resultados. Ahora, el Consell “libera” los estudios de años anteriores, remontándose hasta 2004. Que ya me dirán ustedes cuál es el interés de acceder a unos datos de opinión con diez años de retraso, más allá del frikismo político, la curiosidad o el análisis académico. Pero menos da una piedra: ¡gracias por ofrecer en pleno mes de agosto, en el mejor momento para minimizar en lo posible su impacto, estos datos, oh, gloriosos amos! ¡Gracias!
¿Y qué nos dicen estas encuestas? Pues hombre, no me las he mirado todas (habrá unas 30), pero básicamente la cosa consiste en presentar con un sesgo escandalosamente favorable las propuestas o iniciativas del Consell, para conseguir el efecto deseado. Por ejemplo, miren cómo se plantea la cuestión de la educación concertada (pinche en las imágenes para verlas a tamaño completo):
Igual habría sido más sencillo preguntar a la gente si está a favor o en contra de la educación concertada (y no descarten que la gente diga que le gusta más la concertada; ¡todo con tal de no juntar a nuestros hijos con un solo inmigrante! ¡Solidaridad bien entendida!). Pero, claro, entonces los datos no saldrían tan bien como si les aseguramos en la pregunta que la educación resultante será de puta madre, así que… ¿qué más da que sea pública o concertada? ¡Más negocio para los curas, que crea empleo! Y con la sanidad exactamente lo mismo, claro:
Pero esto es lo que encontramos en el barómetro de 2014, que ya era público. ¿Qué tenemos en barómetros anteriores?
En el de 2013 se cuelan una serie de preguntas sospechosamente negativas para el Consell, como por ejemplo una valoración demoledora de su gestión:
Aunque con un relativo consuelo: ¡la gestión del Gobierno central es aún peor!
Sin embargo, unos meses antes, en diciembre de 2012, el barómetro nos indica que los valencianos están encantados de cómo les trata Mariano Rajoy. O sea, que Rajoy gobierna fatal, pero lo poco que hace bien es en pro de beneficiar a la Comunidad Valenciana. ¿Pero esta gente que responde a la encuesta de dónde la sacan, de una reunión de NNGG para hacer saludos con el brazo en alto delante de banderas con esvásticas?
También tenemos el útil recurso, de nuevo, de deslizar la opción de una gestión privada de la Sanidad… ¡que será de puta madre!
En los barómetros de la era Camps, la cosa tiene mucha más miga. En primer lugar, porque hay muchos más: cuatro al año (con un par de excepciones). En segundo lugar, porque esto les permite una mayor regularidad en las preguntas, con lo que es más fácil observar la evolución en las percepciones y opiniones del público (¡lástima que sólo podamos verlo diez años tarde!). Y en tercer lugar, porque encontramos un sesgo mucho más espectacular. Es decir: ¡dinero público quemado alegremente, combinado con sectarismo y secretismo a partes iguales! ¡Camps!
Por ejemplo, miren qué maravillosas preguntas nos encontramos en julio de 2011 respecto del gran premio de Fórmula 1, que acaba de celebrarse. Primero, una valoración general, que por supuesto es positiva:
Y luego, una serie de preguntas, que siempre, siempre, siempre, parten de la base de que la Fórmula 1 atrae beneficios para la Comunidad Valenciana, y se le ofrece al ciudadano la opción de desmentir o certificar la premisa de la pregunta:
Les voy a contar un secreto: si yo me gasto todo el presupuesto de la Generalitat en montar un gigantesco puticlub en el Rincón de Ademuz («El Puticlub más grande del Universo»), y para facilitar el acceso construyo un AVE, un aeropuerto y una autovía de cinco carriles, seguro que atraigo inversiones y turistas, y creo empleo. La cuestión es si la inversión necesaria para lograrlo me compensa, y si es el tipo de negocio, de turismo, y de empleo, que quiero crear. Pero, claro, no haría esas preguntas si lo que quiero es dar la impresión de que mi apuestas por el megaputiclub es Win-Win para mis conciudadanos, que ahora podrán irse de putas mucho más fácilmente, y quién sabe si con la subvención directa de la propia Generalitat. ¡Todo con tal de crear empleo y atraer inversiones!
O miremos este barómetro, de febrero de 2009, centrado en el problema del paro (entonces acuciante, porque aún no gobernaba Mariano Rajoy y no había comenzado esta drástica recuperación que estamos viviendo ahora, y que ha logrado ubicar las cifras de desempleo sólo ligeramente por encima de los peores momentos de la infame era Zapatero). El barómetro busca culpables, y así lo enuncia cuando se refiere a la economía internacional:
Así, si hablamos de la Generalitat Valenciana:
En cambio, si hablamos del Gobierno español, entonces liderado (es un decir) por el malvado Rodríguez Zapatero…
O, por ejemplo, estas preguntas en el barómetro de julio de 2011, cuando el PP acaba de revalidar su mayoría en la Comunidad Valenciana y estamos en vísperas de unas Elecciones Generales en las que previsiblemente el PSOE perderá el Gobierno:
Llama la atención que se reproduzca también en la Comunidad Valenciana (puede verse en las encuestas de 2011 y anteriores; a partir de entonces, ya no encontramos esas preguntas) una de las principales paradojas políticas de España: que la mayoría de los votantes del PP se autoubiquen mucho más a la izquierda que donde ubican al PP. Así, en una escala de 1 a 10 (la misma que utilizaba tradicionalmente el CIS), donde el 1 es la extrema izquierda y el 10 la extrema derecha, los valencianos se ubican en torno al 5 (ligeramente escorado a la izquierda, pues el centro puro sería 5,5). Ubican al PSPV en torno al 4, a EUPV ligeramente por encima del 3, al Bloc en el 4,5 (es una pena que no tengamos datos posteriores a 2011, para ver en qué medida discrepa la ubicación ideológica de Compromís de la del Bloc) y a UV en el 6. Y el PP nada menos que en el 7,5, y a veces más a la derecha (la encuesta mas «hard» al respecto es una que le otorga un 7,9 de promedio).
Téngase en cuenta que, según esas mismas encuestas, sólo un 15% de la población valenciana se autoubica por encima del 7. Hay por ahí un 30%-35% adicional que está votando a un partido que consideran más escorado (a veces, mucho más escorado) que ellos mismos. La ideología no lo es todo, está claro. Muchos le votaban porque pensaban que era más eficaz en la gestión, o porque a ellos, personalmente, les iba bien. De hecho, eso es lo que también dicen en las encuestas: que el PP gestiona mejor. Terroríficas noticias para el PPCV, de cara a las próximas elecciones, dado lo bien que han demostrado gestionar y lo bien que les van las cosas a los ciudadanos, sobre todo a los que en 2007 iban a ver la Fórmula 1 con su BMW comprado con los beneficios de poner ladrillos en una promoción inmobiliaria, y ahora…
Por último, un dato simpático de la primera encuesta de todas, de abril de 2004 (obsesionada con comprobar en qué medida los atentados socialisto-etarras del 11M le han birlado al Partido Popular su legítima victoria). Es la única (que haya podido ver) que hace una pregunta relacionada con los medios de comunicación:
La cosa está más que clara: aquí lo importante es la tele, y lo demás, fuegos de artificio sin importancia. ¡Y si no, que se lo digan a Pablemos! Internet ni se contempla en la encuesta. Es de 2004, pero aun así llama la atención que ni se incluya. Aunque también es verdad que en 2004 aún no existía La Paella Rusa.
Etiquetas encuestas, Generalitat valenciana
Y digo yo… ¿cuál es el sentido de preparar tantísimo las preguntas si luego guardas las respuestas que buscabas en un cajón? ¿No tenía más sentido fardar de ellas en Canal9, Las Provincias y demás? Encuestas ansiolíticas…
Tengo que reconocer que, aunque la forma sea exactamente la misma, la pregunta sobre la sanidad me ha llegado más que la de la educación; me es imposible leerla sin que fuerzas atractivas se apoderen de las yemas de mis dedos y me vea obligado a desimantarlas acercándolas a mis morritos. Este toque a la patata no creo que resulte difícil de comprender si partimos del conocimiento de la Gran Cruzada Adelante de Nuestra Sufrida Siempre Abnegada Generalitat en la defensa y el dispendio sin freno del gasto sanitario de las y les y los valencianos (http://www.msssi.gob.es/estadEstudios/estadisticas/docs/EGSP2008/egspPrincipalesResultados.pdf págs 11, 12, 13 y 18).
Lo que no me parece de recibo por parte del PP es dedicar la más mínima fracción del más miserable sueldo del más precario de los becarios a publicar encuestas y francachelas varias, que desde que llegó Fabra había marcado y respetado una clara línea roja con el anterior y algo espléndido (por obligada necesidad https://1.bp.blogspot.com/-iLEY2L7IMpw/U8eZUHGwXtI/AAAAAAAACDk/uaOoYA2ZOeM/s1600/marc.jpg) gobierno Camps. Y encima, se lo afean. Un señor que diligentemente coge y cierra teles sectarias e hipersubvencionadas (no como ZP en TVE, que tuvo que llegar el PP -¡Oh, sorpresa!- a poner buen y sano orden cual agente antidisturbios ante maremoto de terroristas radicales de extrema izquierda) para dedicar hasta el último euro a poner en marcha hospitales hacia el año que viene (y no por interés partidista, que en 2015 hay elecciones municipales, autonómicas y generales).
En conclusión, que lo que quieren los valencianos es un gobierno gratuito, público y de calidad, sin importar cuántas secretarias secretarias autonómicas de organización haya que colocar ni cuántas deliciosas ñoras sufragar.
Los resultados de todos estos barómetros no hacen sino confirmar la hipótesis que lleva rondando mi cabeza desde hace años y que no es otra que considerar a toda empresa/trabajador relacionado con la «Demoscopia «de palanganero del que le paga las habichuelas que bien podría dedicarse a predecir el futuro viendo las entrañas de un bóvido o lanzando unos huesos al aire.
Preguntas tendenciosas, incontables sesgos, metodología chapucera…¿de verdad que hay alguien que se crea esto? Y peor aun…¿alguien de allí arriba toma decisiones en función de esto?
PD. Yo apoyo el puticlub de la Pista de Ademuz.
Jo del baròmetre de 2013 em quede amb la pregunta del partido que defiende mejor a la Comunidad Valenciana. (preg. 17)
http://www.argos.gva.es/fileadmin/argos/Documentos/Encuestas/201305A_cruce.pdf
Lo sorprenent no són les xifres de Compromís, sinó que hi haja un 4,9% que pense que UPyD defensa als valencians… o eixe vora 20% que elegix al PP.
Sembla que el Molt Honorable Fabra no s’ha llegit els resultats de l’enquesta de 2004. Fa tants anys…! Em pregunte com dimonis van a poder ara conformar la seua opinió la majoria dels valencians sense Canal 9. Per favor, que torne Camps…!