Para que no se me duerman con el párrafo siguiente, haremos una declaración de principios: a Cotino, y a los gerifaltes del Metro en la época del accidente, la combinación entre Salvados y la crisis económica les ha jodido pero bien.
Y ahora, el ladrillo prometido: la eficacia de los medios de comunicación viene determinada por su capacidad para marcar en la agenda del público qué es noticia y, en un segundo nivel, cómo debería interpretar las noticias el público. Así han funcionado siempre los medios. Y, desde que las nuevas tecnologías multiplicaron las fuentes informativas, los canales de transmisión y la capacidad del público para interactuar con la información, resulta directamente crucial conseguir captar la atención del público sobre un hecho específico, puesto que hay muchos y todos compiten entre sí para adquirir aunque sólo sea unos días de notoriedad.
Y nadie tiene, hoy por hoy, más capacidad que Salvados para llamar la atención sobre una noticia en concreto, sacarla a relucir y convertirla en tema de debate. Inicialmente este programa labró su suerte realizando reportajes sobre temas de actualidad, algunos logrando entrevistas y declaraciones muy meritorias (pienso, por ejemplo, en la entrevista a Eguiguren anticipando el final de ETA; o la inefable entrevista con Cayetano de Alba; o la larguísima entrevista con Jaume Matas, que incluso tuvo consecuencias judiciales).
Con la llegada al poder del PP, Salvados aumentó su audiencia y, al mismo tiempo, se volvió más sesgado. Entre otras cosas (como pudimos ver, sin ir más lejos, ayer), porque los representantes del PP son cada vez más renuentes a hablar con Évole, en particular viendo cómo suelen quedar (como idiotas, o impresentables, o ambas cosas a la vez) sus compañeros de partido. Y, sobre todo, se volvió más y más influyente. Hoy en día, no es que Salvados hable de la actualidad. Es, más bien, que Salvados decide qué temas va a poner de actualidad.
Eso es, exactamente, lo ocurrido con el programa de ayer, sobre el accidente del metro de Valencia en el que perdieron la vida 43 personas. Se trata, probablemente, del momento más infame de todos los años de Camps en la presidencia de la Generalitat. Porque con otras realizaciones Camps ha podido parecer un inepto, un corrupto, un lunático, … Lo que ustedes quieran. Con su comportamiento, desde el principio hasta el final, con los familiares de las víctimas del accidente de la L1 de Metro de Valencia, Camps acreditó ser un miserable. Con todas las letras. Hay que ver, qué inoportuno, ya podía esta gente morirse en otro momento, y no en los prolegómenos de la visita del Papa en la que nos hemos dejado tantos millones de € que ni se sabe, que lo mismo nos compramos un sistema de Estrellas de la Muerte de oro para defender a la Comunidad Valenciana de los catalanes y nos sale más barato.
Lo grave del caso fue que la situación que vimos en Salvados no era en absoluto desconocida. La prensa (primero el Levante y después El Mundo) destapó la estrategia concertada de los comparecientes en la comisión parlamentaria más breve de la historia para dar carpetazo al asunto echándole toda la culpa al maquinista, que estaba muerto y no podía protestar. Los familiares de las víctimas desarrollaron una larga, durísima, a menudo solitaria, protesta contra la estrategia de ocultamiento y olvido a la que la Generalitat pretendía someterles. La oposición, como es su deber, protestó y exigió responsabilidades. Incluso se había realizado ya un magnífico reportaje, claro y concienzudo, sobre el accidente, …
Pero aquí parecía que no había pasado nada hasta que llegó Évole y en 45 minutos de programa puso el tema de nuevo en la palestra, generando una corriente de opinión, movida por la indignación ciudadana, que busca, en última instancia, reabrir el caso. Al menos, a nivel parlamentario. Tal vez resulte algo frustrante, para la gente que llevaba años trabajando, desde diversos puestos y perspectivas, para que este asunto no cayese en el olvido, que tenga que llegar un programa de TV nacional para reavivar el asunto, especificando incluso en el título (“Los Olvidados”) que ésa, sacar el accidente de Metro del olvido, va a ser su función. Pero, en todo caso, bienvenido sea.
El programa ha servido a mucha gente, incluso en Valencia, para descubrir un horror que ignoraban. ¿Cómo es posible que un Gobierno autonómico, ante un accidente de esta envergadura, reaccione así? ¿A quién se le puede pasar por la cabeza llevar a cabo semejante estrategia de comunicación / engaño?
Por desgracia, todo era posible en la Generalitat Valenciana de Camps, ésa que la gente votó entusiasmada en 2007, menos de un año después del accidente. Ante casi cincuenta muertos la preocupación primordial era “cómo puede afectarnos esto políticamente”. Como ante cualquier asunto. De manera que la Generalitat se puso a trabajar. Y trabajar significaba comprar a los familiares de las víctimas, con indemnizaciones y ofertas de trabajo, y también comprar a las personas que en Ferrocarrils de la Generalitat tenían que seguir el guión marcado por la consultora HM & Sanchis, con ascensos y aumentos de sueldo (o con amenazas en sentido contrario).
El éxito fue parcial con los familiares de las víctimas, y absoluto con los cargos directivos de FGV. No en vano eran “sus” cargos. A mí, personalmente, me resulta increíble que el famoso informe de HM & Sanchis no se filtrase inmediatamente a la prensa, se publicase el mismo día en que comenzaron las comparecencias, y generase un escándalo mayúsculo. Yo quiero pensar que si estuviera en una situación así, aunque fueran “los míos”, aunque decidiera hacer lo que me conviniera (pillar los ascensos y cargos a cambio de cerrar la boca), como mínimo cogería ese documento y se lo filtraría a la prensa. Pero, por lo visto, eso era mucho pedir. Toda esta gente estaba bien aleccionada en la actitud que convirtió al PP de Camps en lo que hoy le sigue creando tantas dificultades: un búnker insensible a cualquier cosa que no fuese su interés político, incapaz de leer nada en otros términos.
Por eso, tuvo que llegar Évole, y sobre todo tuvo que llegar el ERE en FGV que se llevó por delante al jefe de seguridad del Metro, para que éste comenzase a largar. Muy indignado con la situación. En 2013, siete años después, y despido mediante. Es un poco, por desgracia, lo que ha pasado con la sociedad valenciana (y española) en su conjunto. Hoy la gente está muy indignada con la clase política, con sus prebendas, sus abusos, su incompetencia, su arrogancia y su corrupción. Pero todo esto ya lo teníamos antes de que llegase la crisis, y entonces a la gente le parecía maravilloso. O más bien lo veían como un mal menor, carente de importancia. Es una actitud muy española. Si el “qué hay de lo mío” va bien, entonces todo perfecto. Que roben, que sean demagogos, irresponsables, pésimos gestores, … pues bueno, no me gusta, pero si a mí me cae algo…
El relato de 2006 era el de una sociedad que iba hacia arriba a un ritmo vertiginoso. Una sociedad de cartón piedra, obsesionada con los eventos, con inaugurar cosas y con la apariencia. Luego las cosas, claro, se caían a pedazos, porque el mantenimiento de los servicios públicos no luce tanto como salir en la tele inaugurando la Ciudad de… lo que se tercie. Y, sin duda, el accidente del Metro, imputable fundamentalmente al mal estado de la vía y a la ausencia de mecanismos de control de seguridad para prevenir accidentes, evidenciaba ese problema. Por eso, en 2006 el President de la Generalitat podía permitirse comportarse como un ser indigno, miserable, e inhumano, con los familiares de las víctimas. Porque la gente, el gran público, tampoco iba a protestar. De hecho, no protestó.
Ahora la situación ha cambiado radicalmente. Por no cargar las tintas, diremos de Juan Cotino, el actual presidente de Les Corts (otro regalito de la era Camps), que es tan ignorante como mentiroso. Por eso, por mentiroso que sea, es relativamente fácil pillarle en falso, sea haciéndose pasar por su hermano, ofreciendo trabajo a los familiares de las víctimas (como desvelaron los portavoces de la asociación de familiares de víctimas del accidente del Metro) a cambio de su silencio, urdiendo la genial estrategia de negar la vinculación de Camps con El Bigotes, que acabó con Cotino y Camps políticamente amortizados, o montándose una absurda red de comunicación basura en Internet.
La diferencia es que ahora la gente le tiene ganas. A él y a todos los dirigentes políticos con mando en plaza. Intenta Évole sacarle unas declaraciones a Cotino y, ante su previsible negativa (particularmente surrealista, con sus constantes “encantado” y sonrisa de plástico), a la gente le falta tiempo para exigirle respuestas. Un escrache en toda regla, de esos de la ETA Auténtica del III Reich de Al Qaeda suní, en la feria del vino. Lo triste es pensar que el motivo de fondo sea la crisis económica, que ha cambiado totalmente la percepción ciudadana en todos estos asuntos. Cuando las cosas iban bien, a pocos parecía importarles cómo se gestionaba la cosa pública. O, si nos importaba a muchos, desde luego no nos hacíamos oír. Ahora, con los políticos convertidos en parte del problema (y no pequeña), la situación sólo puede ir en un crescendo. Al menos, mientras perdure la crisis.
Por otro lado, las redes clientelares se le desintegran al PP a paso acelerado. Muchos paniaguados a sueldo del poder político, colocados en un sinfín de puestos chollo o promocionados por su mansedumbre y complacencia, ahora comienzan a quedarse sin el pesebre y, por tanto, comienzan a hablar. A fin de cuentas, ellos también están indignados. Sobre todo, por lo suyo.
Desde luego, si yo fuera Fabra convocaría elecciones mañana mismo. Porque los dos añitos que le quedan al PP hasta agotar la legislatura van a ser mel de romer.
Etiquetas Accidente de Metro, Camps, candidatos municipales PP, Generalitat valenciana, Juan Cotino
Lo que está claro es que si el accidente hubiera ocurrido en otra fecha, por ejemplo a partir de 2009, cuando se abre la veda para criticar al Consell, la reacción no tanto de la gente sino de los medios de comunicación, nacionales y autonómicos hubiera sido bastante distinta, lo hemos visto con el Madrid Arena, El Mundo por ejemplo ha estado sacando una exclusiva cada pocas semanas, exclusivas que han acabado en los telediarios y en todas partes.
¿Con la crisis la sociedad (personas, medios de comunicación) se ha vuelto más exigente con los gobernantes? Es probable, pero es más probable aun que mientras el PP valenciano era fuerte, nadie se atrevía a criticarlo, bien por dependencia de subvenciones, bien por convencimiento propio, bien porque no creían que detrás de esto hubiera tanta mierda, Vaya usted a saber.Una vez que se abre la veda con el caso gürtel, la cosa cambia, a pesar de las llamadas de teléfono, recordemos que Camps en el juicio reconoció que llamó a El País para evitar salir en una portada, solo lo evitó durante un tiempo, pero si sobre el Gürtel hubo esas llamadas, qué otras habrían habido con lo del accidente? Pues eso.
Criticar al gobierno valenciano ahora se puesto de moda a nivel nacional, y a eso se ha sumado Salvados.
¿En 2006 quien criticaba al gobierno valenciano? 4 gatos, y los valencianos tan felices, y los medios de comunicación tan felices, todo era maravilloso, en 2007 me acuerdo que se hizo un documental genial, el de Ja en tenim prou, y su reproducción en distintos sitios fue censurado, tuvo que rular de cd en cd y por el emule, y si no me falla la memoria ni un solo medio nacional dio la noticia, y el Levante-EMV la puntita nada más.
¿Hablamos del chantaje de Ecclestone con la Fórmula 1? Si no ganaba Camps no había F1, pues más de lo mismo, no fue noticia, y los valencianos tan contentos, «ey nano!, que si votamos al Camps tendremos al Alonso en Valencia, y ha dicho que no nos costará nada, nano!», ¿quien se iba a acordar de esos muertos en el metro teniendo la promesa de que vendrá Alonso? Aquello olía mal, al igual que olían mal las adjudicaciones de la visita del Papa para cualquiera que tuviera dos dedos de frente y se leyera el DOCV, ¿adjudicaciones con carácter de urgencia si la visita se sabe desde hace meses?
En España los medios de comunicación están muy vinculados con los partidos políticos, ahora no paran de sacar escándalos, uno tras otro, en el peor de los casos lo que han sacado ya está prescrito, en el mejor son casos muy difíciles de investigar y sin casi pruebas, ¿pero dónde estaban mientras sucedían? Vuelvo al accidente de metro, desaparece el libro de averías, y también desaparecen las copias, tanto en papel como informatizadas en varios ordenadores. Que bueno, si desaparece en papel pues vale, pero si se borra algo de un ordenador se puede recuperar, incluso hasta tras un formateo del disco duro ¿Y eso no es digno de salir en los medios nacionales durante semanas? Es muy patético.
PD: Sobre Cotino yo creo que no hay mucho más que decir, es el mismo que se molestó en investigar a Monica Oltra para poder llamarla hija de puta con fundamento, si ya de por sí eso es alucinante, que vaya a tu casa días después del accidente a decirte que tu hijo ha acabado ADE, que si necesitas algo, es ya para confirmar lo mafiosos que pueden llegar a ser esta gentuza. No pretendo justificar a nadie, pero es normal que los familiares o los trabajadores tuvieran miedo de denunciarlo.
Que se haga pasar por el hermano es tan tan surrealista que no puede ser verdad, me pega con el personaje pero no me lo quiero creer.
Lo que sí es evidente es que tiene muy poca vergüenza, no ya por no decir nada sino por la reacción de chulito ante Jordi Évole y las demás personas. Eso de «¿y tú de dónde eres?» a la chica como si estuviera pagada (cree el ladrón…) es de ser un macarra.
En un país normal este hombre ya estaría expulsado de la política. Aquí seguramente no pasará nada y seguirá dando pena como presidente de las Cortes.
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Totalmente de acuerdo . Muy clarito . Gracias
Muy bien el artículo, pero hay una cosa que mirando desde el frío norte duele en lo más hondo: ¿dónde estaba la sociedad valenciana en general, para no montar un follón del carajo, y además cómo se olvidan las cosas con tanta facilidad?
¿Por qué los “currelas adoctrinados” de FGV, no se llamaban por las noches a sus casas, para plantarse ante las “instrucciones para el juicio”?
¿Era tal el acojono? ¿O cada cual es más hipócrita?
¿Por eso se les sigue votando?
No acabo de entender a la sociedad valenciana.
Y un aplauso con las orejas a J. Évole por su inteligencia en exponer los temas que toca y por su sangre fría haciendo preguntas sin parar al Cotino en plena calle. Chapeu!
En mi modesta opinión, la sociedad valenciana compró la idea-fuerza del pp porque:
a) la vendieron pero que muy bien (al César lo que es del César).
b) la izquierda, digamos, «posible» (o sea, el pspv) fué derrotada en toda línea en la «batalla de Valencia» y de aquellos polvos vinieron estos lodos. Bien es cierto que la derecha blavenciana puso toda la carne en el asador y se apuntó a la kale borroka y todo (atentados con bomba incluídos). Libros como «el roig i el blau» son hoy más necesarios que nunca.
Auskalo, creo que estamos perdiendo parte de la objetividad al asumir la tesis del programa de que las victimas fueron olvidadas por los valencianos. O como mínimo completa y totalmente olvidadas por los valencianos. Aquí la mayoría de la gente sabe lo que pasó -el accidente- si bien los que se indignaron y se han mantenido pertinaces en estos siete años manteniendo la protesta y la voz de las víctimas han sido los de siempre. Y la prensa valenciana, y la sociedad civil, ha ido informando puntualmente.
Tu pregunta de por qué los trabajadores de FGV y los valencianos no se plantaron peca de cronocentrismo; es muy fácil hacer juicios de hechos pasados con posiciones ideológicas del presente. No es una crítica hacia tu persona, pero me explico: los que somos valencianos recordamos como era el 2006, el poder del PP valenciano era absoluto y lo detentaba de manera obscena. Y lo peor de todo es que no había visos de cambio. Desde ese punto de vista, vale, se les pide a los trabajadores -ahora- que se plantaran -entonces- pero cuantas personas se jugarían cabrear a la posición hegemónica de poder, al único ente con posibilidades reales de mando, quién se señalaría por una causa que, objetivamente, no se iba a llevar por delante al partido de gobierno? Y no lo digo por defenderlos, puesto que el mismo planteamiento de la pregunta es descorazonador para con el género humano. Y siguiendo con mi razonamiento, el mismo hecho de que ahora -ahora!- se esten filtrando cosas -el mismo capo que en Salvados hizo el mayor outing de un paracastuzo jamás visto en televisión- justo cuando el pesebre no da para más y las redes clientelares se caen a pedazos -un ERE ha hecho falta para que hablara, el señor- es prueba de que la gente tiende a preferir estabilidad a enarbolar batallas contra gigantes.
Dicho esto, para mí la gran pregunta no es porque los valencianos olvidamos -puesto que todos no lo hicimos- ni por qué los trabajadores no se plantaron, sino por qué desde el ámbito nacional se le dio tan poca cobertura. Es lo que más me intriga y, objetivamente, no soy capaz de comprender. ¿Por qué no hubo seguimiento? ¿Por qué esa dejación de funciones de parte de la prensa nacional a la hora de informar sobre una catástrofe objetivamene tan grave? Intuyo algunas respuesta, y las respuestas me dan asco.
Atentamente,
el único fallo que han tenido es que se ha visto
no es menos grave que aznar llamando a los directores de los periódicos diciendo: ha sido eta
la manipulación política forma parde de la desvergüenza de la casta política que nos parasita. Ellos están muy por encima de los ciudadanos y no dan explicaciones más que a dios y ese tiene unos delegados en el vaticano que miran sólo por la pasta, por su pasta
Creo Francesc que eres muy benévolo con la sociedad valenciana y que no le aplicas la misma exigencia como por ejemplo haces con la prensa nacional(estando de acuerdo contigo en el caso omiso de los medios españoles en este suceso).
Que no hubieran visos de cambio o que el poder del PP valenciano en 2006 fuese socialmente tremendo,no es excusa para ser coparticipe,figurante o secundario de un suceso en el que se quiere poner por debajo de la alfombra la muerte de un montón de personas.Podría serlo a la hora de luchar contra los excesos,despilfarros,etc…de la época,pero ante la muerte de 45 seres humanos?..venga ya,no hay atenuante que valga para eso…
El borreguismo es una característica consustancial de las sociedades y la valenciana es el máximo exponente del mismo.La fábula de las uvas del Lazarillo de Tormes que presidió la vida española se hizo aquí mas patente que en cualquier parte…Pero hay cosas que no se pueden justificar.Aunque más vale que la dignidad haya aparecido por el despecho por un ERE,la rabia por la crisis ,etc…que que esta gente haya permanecido para siempre en el olvido.
Es curioso como el PP no solo ha esquilmado «económicamente» a la sociedad valenciana, dejándonos con una deuda galopante…sino que lo más significativo ha sido, en mi opinión, el esquilmamiento «ético», esto és, la clara ausencia de un pensamiento mínimamente crítico sumado a una total ausencia de valores propios de cualquier país civilizado.
La conducta del ex-jefe de Seguridad de FGV lo dice todo. Una vez es cesado, no le importa un ápice expulsar mierda…pero antes, la boquita callada, que la letra del Audi Q7, la matrícula del Colegio Guadalaviar de la chiquilla y el amarre en Javea no se pagan solos!
Con 43 muertos a las espaldas, me resulta inconcebible que mucha de esta gente durmiera por las noches. Y mucho más, lo de irse a celebrar la «no imputación» a Picanya con mariscada regadito con blancos del país.
Otra muestra más de nuestra particula deriva (por no decir naufragio) moral…
Yo no tengo ni idea de las razones por las que el Gobierno valenciano dio toda la prioridad a eso de la visita del Papa frente a analizar con cuidado y respeto qué había pasado y atender debidamente a víctimas y familiares. Puedo tener mis sospechas, pero en el fondo da un poco lo mismo. Sea cual sea la razón, ese Gobierno es un Gobierno impresentable. Punto.
Y eso no tiene nada que ver con culparlos del accidente. Nadie duda de que si hubieran sido mínimamente conscientes de que con una baliza y mejor silicona en las ventanas te ahorrabas 43 muertos lo habrían previsto. Estamos hablando de otra cosa, caramba, mucho más sencilla y obvia que la causalidad de accidentes y el arbitraje que toda sociedad hace entre costes y riesgos.
Por lo demás, yo no creo que la sociedad valenciana y sus medios de comunicación haya olvidado u obviado, ni mucho menos, este tema. Es más creo que aciertan los muchos que señalan que aquí empezó el principio del fin de Camps. Tanto en cómo su gobierno actuó desde entonces como en la percepción que todos los no fieles, adictos o a sueldo tuvieron desde ese momento del mismo.
Todo ello no quita para que, como cuenta muy bien Cuixa de Pollastre, el episodio sea profundamente aleccionador sobre las caras más miserables de la naturaleza humana, sea valenciana o no. Y cómo buenos sueldos callan bocas y hacen a todos cómplices o cómo una supuesta bonanza de cartón piedra es suficiente para una inmensa mayoría de electores con tal de que a ellos les lleguen algunas migajas. Al coste, ético, ambiental, económico, de solidaridad o de humanidad que sea. Eso sí, bendecido por el Papa.
Oigan, que me he encontrado unas letrillas de un quevedo apócrifo y se las reproduzco:
De las cortes presidente
y pepero cortesano,
sabe cortar por lo sano
muy cortés y sonriente.
Se sale por la tangente
y huye por otro camino:
un cobarde y un cotino
es juan cretino.
Del opus y no es cristiano
quien de manera indecente
hace daño a tanta gente,
tira piedra, esconde mano
y responde por su hermano
en otro gran desatino:
un cobarde y un cotino
es juan cretino.
Siempre será un fariseo,
mandó de la policía
y lo lógico sería
que el hubiera sido el reo
y que en la purgante seo
se lo encontrara el divino:
un cobarde y un cotino
es juan cretino.
Numerario por sus cuentas
y cazando concesiones,
familiares procesiones
siempre han vivido de rentas.
No encara ni las afrentas
que le depara el destino:
un cobarde y un cotino
es juan cretino.
En este momento amargo,
teniendo tanto dinero,
vamos a ponerle un “pero”:
¿Para qué aferrarse al cargo?
¿No es mejor pasar de largo
sin purgarse con ricino?
Un cobarde y un cotino
es juan cretino.
Y yo a este escrache saludo,
pues no habiendo quien le venza,
Que pase, al menos, vergüenza
y quede del todo mudo,
que el fiero león, tan rudo,
se ha convertido en minino:
un cobarde y un cotino
es juan cretino.
Lo que más me aterroriza es pensar que este señor fué Director General de la Policia. Si es capaz de mentir con una cosa como lo del teléfono me da por pensar que barrabasadas hizo cuando tenía un cargo tan peliagudo.
Visentico, no intento justificar la actitud de nadie; a mí me parece deleznable y ruín que muchos callaran para mantener su pesebre calentito. Solo intentaba apuntar un aspecto más a la ecuación para que no nos quedemos con el típico los valencianos somos unos mesinfots y estamos aborregados.
Además, justamente lo que quiero decir es que no toda la sociedad calló y tragó, y los valencianos lo sabemos. Pero el poder omnímodo y omnipotente del PP de entonces propició que esa parte de la sociedad se viera minimizada y invisibilizada. Si el 95% de las propuestas de comparecencia de la oposición se tumbaron -los mismos maquinistas sindicalistas que hablan ahora y que ya antes del accidente se quejaron del mantenimiento hubieran expresado su opinión en la Comisión de investigación SI les hubieran llamado- si la jueza solo requirió un perito y solo le hizo una pregunta -y no le preguntó nada a los maquinistas, ni ordenó diligencias para encontrar las copias del libro de averías, ni cito a declarar a los mismos que se habían ido de comilona para celebrar la comisión de investigación para que tuvieran, como mínimo, los bemoles de sotener lo mismo en sede judicial… y podría seguir- decía, que si desde los poderes reales solo se hizo eso, que posibilidad real tenia la ciudadanía concienciada para cambiar ese atropeyo? Y lo pregunto no porque no crea que no hubiera alguna, sino porque me gustaría saber cuales había porque todo es muy indignante.
Atentamente,
Muy buen artículo. En lo demás lo clava pero es cierto que en Salvados exageraron el grado de olvido del accidente. Recuerdo que en la época El Mundo hasta intentó echarle la culpa al PSOE mencionando que la curva se debía a la eliminación de una estación intermedia hecha por un gobierno socialista. Claro, esto era antes del asalto al poder de Aguirre parado por el apoyo de Camps a Mariano y que al diario de Pedrojota le entrara la repentina ansia por investigar la corrupción valenciana..
Yo lo que veo sobre todo es miedo, mucho miedo por todas partes. Miedo de la gente a los poderosos y a las represalias por significarse. Así que a aplaudir, a reir las gracias, a seguir votando y virgencita que me quede como estoy. Miedo de los poderosos a la opinión pública. Así que a comprar y amenazar a la gente, a escaparse de los periodistas y a censurar lo que se pueda. La española es una sociedad que tiene miedo de sí misma, que no ha aprendido a vivir el libertad y democracia.
Es una larga tradición que podría remontarse hasta los tiempos de la Inquisisción, uno tiene miedo del «qué dirán» de los vecinos, de que alguien se chive en el trabajo de los detalles de tu vida privada. Miedo a la represión durante el franquismo, miedo a que se repita la GC durante la transición y miedo la exclusión social si pierdes tu trabajo, haya crisis o no. Porque esa es otra, las cifras de desmpleo en España nunca han sido normales, un 8% que sería una crisis tremenda en cualquier país supone en España el pleno empleo. A veces creo que las cifras de paro se exageran para acojonar a la gente.
No creo que Salvados exagerara el grado general (no solo valenciano) del accidente.
Hoy sale un articulo en eldiario.es que habla sobre el tema: No sucedió en Madrid: http://www.eldiario.es/zonacritica/sucedio-Madrid_6_127097323.html
Como muy bien explica el artículo en eldiario.es que menciona Francesc, las víctimas del metro nunca fueron olvidadas. Hubo diversas iniciativas con el fin de concienciar a la sociedad valenciana sobre la gravedad del accidente.
Doy dos ejemplos.
En el año 2007, durante la campaña electoral para las elecciones autonómicas, la plataforma «Ja en tenim prou» elaboró un vídeo que criticaba duramente la gestión del PP en la Generalitat. La proyección pública del vídeo fue censurada por la Junta Electoral a instancias del PP, decisión que fue recurrida por la plataforma ante el Tribunal Supremo:
http://www.youtube.com/watch?v=PAArCOvNFkU
Más reciente es la mesa redonda organizada el año pasado por la Fundació Valencianista i Demòcrata en la Universitat de València con motivo del sexto aniversadio de la tragedia:
http://www.youtube.com/user/FundacioValdem?feature=watch
Sin embargo, hay que reconocer que el impacto del reportaje que emitió el programa Salvados el pasado domingo ha superado con creces al que tuvieron todas las iniciativas anteriores.
Des del principi, el comportament del PP front als familiars irreductibles ha sigut d’un sectarisme i una inhumanitat ratllant amb la psicopatia. A tall d’exemple, recordem que quan el sisé aniversari de la tragèdia, des de l’Ajuntament de València pretengueren que la concentració no tinguera lloc a la plaça de la Verge, amb l’excusa que es molestava als fidels que acudien a la Basílica. Toca’t els collons, Maria Manuela!
Quizás me acusen de conspiranoico pero, ¿no les parece a Vds. que 47 muertos son demasiados muertos en un accidente de metro en el que se supone volcó un vagón del mismo?
¿No les parece raro que no haya NI UNA SOLA IMAGEN de cómo quedaron el/los vagones?
¿Que no haya ningún dato minimamente fiable de las investigaciones?
Y que esto pasara con tan poca diferencia de tiempo con el 11-M
No sé, pero para mí que aquí hay mucha, pero que mucha tela que cortar y no nos quieren decir nada de nada de nada. A la masa, cuanto más aborregada la tengamos, mejor.
Perdón, acabo de comprobar que sí hay algunas fotos del siniestro, y que no son 47 sino 43 los fallecidos.
De todas maneras, sigo diciendo que me parece sumamente raro todo esto.
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