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Corrupción

RTVV: Ir a por lana y salir triskelado

Hace poco más de un mes, salía a la luz la vinculación de la productora Triskel Audiovisual con el Director de Antena de RTVV, Fernando Quintela. Triskel había obtenido un jugoso contrato con RTVV de (según creíamos entonces) 200.000 € a cambio de tres reportajes. Pocos días después, desvelábamos en La Paella Rusa que los tres documentales pagados a precio de oro ya habían sido emitidos anteriormente por Intereconomía entre octubre y noviembre de 2011. Y el diario El País aportaba más datos: el precio real de los documentales ascendía a nada menos que 600.000 €, 150 veces más de lo que habitualmente paga RTVV por los derechos de emisión de un documental.

Ante tal cúmulo de datos, y merced a los requerimientos de la oposición, la dirección de RTVV acabó por hacer público un comunicado en el que daba su versión de los hechos, y al que también hicimos referencia en su momento.

Un comunicado, como mínimo, peculiar. RTVV comienza reconociendo que el coste de los documentales había sido, en efecto, de 532.000 € más IVA. Pero, según el comunicado, la propia productora Triskel Audiovisual, agraciada con semejante contrato, habría renunciado a casi la mitad del dinero a cambio de compartir los derechos de explotación de los documentales. El precio final, por tanto, se ubicaría en 276.000 € más IVA.

Pero el proceso de disminución del coste inicialmente comprometido por RTVV no acaba ahí. Según la TV autonómica, se habrían vendido los documentales a Intereconomía y a algunas televisiones autonómicas (las de Canarias y de Castilla y León, esta última propiedad de José Luis Ulibarri, empresario sobradamente conocido por estos lares) por un precio global de 210.000 €, de manera que el coste final de los documentales ascendería a unos 67.000 €. Es decir, la décima parte de lo pagado inicialmente. Un auténtico milagro de los panes y los peces, pero al revés.

El milagro de los documentales y los directivos de RTVV

Pero semejante análisis, propio de las cuentas del Gran Capitán, hace aguas por todas partes. En primer lugar, RTVV se ahorra explicarnos por qué razón consideró oportuno gastarse 600.000 € en unos documentales cuyo precio de mercado real se ubica en la centésima parte de ese dinero. Y más inverosímil resulta aún que Triskel aceptase reducir el precio a la mitad a cambio de unos derechos indeterminados y que, previsiblemente, no ejercerá nunca, puesto que los documentales ya han sido emitidos por Intereconomía, y uno de ellos por la propia RTVV.

En cuanto a la venta a otras televisiones, y según explicó el vicepresidente del Consell, José Ciscar, la venta de los derechos a las televisiones de Canarias y de Castilla y León ha supuesto para RTVV unos ingresos de 30.000 € en total. Pero, según fuentes de RTVV, el contrato suscrito con la TV autonómica de Canarias no sería de venta, sino de intercambio de los derechos de emisión de los documentales por otros contenidos de la televisión canaria. De manera que no se producirían ingresos económicos a cambio de los documentales; es decir, un ejercicio rudimentario de ingeniería financiera a fin de aparentar que los documentales suponen un retorno para RTVV en realidad inexistente.

Venus guanche del Museo Canario, en Las Palmas de Gran Canaria. Próximamente, en Canal 9 (Fuente: Wikipedia)

En cualquier caso, de estos cálculos se deriva que Intereconomía habría pagado nada menos que 180.000 € por los tres documentales. Algo que resulta increíble, dada la delicada situación económica que atraviesa. Aunque, dado que la emisión de los documentales por parte de Intereconomía, con una cobertura mayor (nacional) que la de RTVV y en primicia, supone pisotear claramente los derechos de RTVV como principal detentadora de los derechos, la verdad es que deberían pagar significativamente más. ¿Qué es eso de que una TV pública compre un producto para luego cedérselo a una competidora directa en mejores condiciones y a un precio mucho menor?

 

Detrás de este comunicado, y del milagroso “desinflado” del precio de los documentales, está la preocupación que el caso ha generado en la Generalitat Valenciana. El escándalo surge en un momento particularmente inoportuno, una coyuntura de dura crisis económica en la que se está obligando a los ciudadanos a realizar sacrificios cada vez mayores. Y, además, por parte de una institución (RTVV) que se dispone a realizar un durísimo ERE, y que lleva años sin pagar a las productoras audiovisuales. El agravio comparativo para los productores (que, ocioso es decirlo, cobran precios infinitamente menores por sus programas) es particularmente irritante, y genera amargas quejas ante el Consell.

El Consell, con los deseos de libertad del pueblo canario contra la opresión española. Próximamente, en Canal 9

Como respuesta al malestar generado en la Generalitat, desde la dirección de RTVV se busca un sistema que permita reducir el coste asumido. La productora Triskel acepta, sorprendentemente, una reducción sustancial del precio, lo que sólo les perjudica (un dato que refuerza la hipótesis de que su vínculo con la dirección de RTVV no es meramente circunstancial). Y ello a pesar de que, según también indica el comunicado, RTVV aún no ha pagado un solo euro por los documentales. Un mensaje dirigido a los productores: tranquilos, que a ellos también tardaremos años en pagarles.

Pero, aunque RTVV no haya pagado nada, Triskel sí que tuvo que afrontar, el pasado mes de enero, el pago del IVA a Hacienda. Y, dado el elevado precio de los documentales, no es, ni mucho menos, una cuestión baladí. No en vano, los integrantes de la productora han de adelantar casi 50.000 € de su bolsillo a la espera de que RTVV, algún día (que puede tardar años en llegar), acabe pagándoles. Lo cual, según fuentes del sector audiovisual, les ha obligado a pedir diversos préstamos a fin de satisfacer el pago.

Con ello, Triskel Audiovisual ha descubierto en sus carnes una dura realidad que lleva años padeciendo el conjunto del sector: RTVV tarda en pagar. Y puede llegar a tardar años. Mientras tanto, la productora ha de adelantar todo el dinero. En el caso de Triskel, la cosa tiene un matiz surrealista: es tan rumbosa RTVV en los contratos que el coste del IVA (un 18% del total) es muchísimo mayor.

Retransmisiones de interminables combates de lucha canaria narrados por Paco Nadal. Próximamente, en Canal 9

Por supuesto, aunque tarden años en cobrar, al final el asunto resultará enormemente rentable para Triskel Audiovisual. Porque, además, el precio de coste de los documentales no parece haber sido muy alto. Se trata de documentales basados en la realización de entrevistas en estudio, combinadas con una serie de imágenes de archivo. Y, según afirman fuentes de RTVV, dichas imágenes de archivo provienen de la propia televisión pública valenciana. Es decir: es posible que la productora ni siquiera haya tenido que pagar por los derechos de dichas imágenes, que RTVV les habría cedido.

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5 thoughts on “RTVV: Ir a por lana y salir triskelado

  1. Solidamente

    Con estos casos, no tener una televisión autonómica pública (al menos que se sepa) en la comunidad donde uno vive, es casi motivo de orgullo.

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  2. isblagi

    Açò és un off-topic, però per favor, comenteu l’article/entrevista que li han fet a «El Curita» a la revista Telva, que si no ho feu prompte se vos adelantarà Xavi Castillo!

    Salut

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  3. Pingback: Vuelve el glamour, vuelve Bárbara Rey | La Paella Rusa

  4. Pingback: Digueu-li País Valencià! | La Paella Rusa

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