El 11 de agosto de 2009 fallecía José Ramón García Antón, en aquel momento conseller de Medio Ambiente, Urbanismo, Agua y Vivienda. Por una vez, y sin que sirviera de precedente, un profesional del ramo ocupaba la cartera de la conselleria (excepto economía y justicia, el resto no suele coincidir con su oficio o titulación). Para rizar el rizo, era un buen profesional, muy buen profesional.
Desde 1972 hasta 1993 fue ingeniero en el ayuntamiento de Benidorm. En este periodo hizo numerosas obras y actuaciones encaminadas en dos sentidos: solucionar los problemas de abastecimiento de agua, primero con barcos-cuba y después estableciendo el trasvase Taibilla-Amadorio y el consorcio comarcal, con lo que se ha conseguido evitar los cortes de suministros, incluso en épocas de sequía pertinaz, algo que a pocos kilómetros se considera una utopía; evitar las riadas e inundaciones, canalizando los numerosos barrancos que recorren el término municipal de Benidorm.
Su historia como Conseller ya se conoce. Impulso del tranvía y el metro, construcción de carreteras que vertebran (o se supone) la Comunitat, defensa a ultranza del Trasvase del Ebro, y el accidente de metro del 3 de julio.
Cumpliéndose el segundo aniversario de su pérdida, y casi a la misma hora, en el límite de los términos de Benidorm y La Nucía se ha inaugurado un monumento que homenajea a García Antón y que renombra el tramo de la carretera CV-70 que une ambos municipios como Avenida José Ramón García Antón.
Como tenía una tarde de no hacer nada y, elemento definitivo, había un vino de honor, lo que me permitiría merendar por todo el morro, decidía acercarme a ver que se cocía.
El cartel de la tarde prometía: Agustín Navarro, el alcalde tránsfuga de Benidorm, Bernabé Cano, el gürtel-putero alcalde de La Nucía, Luisa Pastor, la presidenta de la Diputación de Alicante (y viuda de García Antón) y… el molt honorable president Ciudadano Alberto.
La tarde se presentaba bien, pero la realidad fue mejor. Además de los ya nombrados, acudieron los concejales de la corporación benidormí. Entre ellos, claro está, Gema Amor, una de las estrellas, al estar rodeada de excompañeros y repartiendo besos a diestro y siniestro. Hubieron dos encuentros especialmente emotivos, el primero con el exconseller Gerardo Camps, que saludaba a los presentes con un “muy bien ahora que soy senador”, que repetía a modo de mantra (supongo que para que pensaran que no estaba muerto políticamente). El otro encuentro emotivo fue con Ciudadano Alberto. Las miradas de los socialistas de Benidorm se fijaron tanto en ellos que creo que les han desgastado un poco la cara a los dos. Porque además Fabra se ha detenido con ella más que con cualquier otra persona. Intentaban los socialistas leer los labios, adivinar la conversación, pero creo que nada de nada. No creo que fueran tan gilipollas de hablar de una posible moción de censura allí delante de todo el mundo, habiendo despachos, bares, habitaciones de hotel (no penséis mal, guarretes)
También estuvo Genoveva Reig, la socialista expedientada por plantear una propuesta alternativa para ser diputada provincial (y ganar la votación, que en realidad es lo que jode). ¿Apareció (S)Elena Martín? No, y ha sido una verdadera lástima, hubiera sido taaaaaaaaaan grande.
Como tampoco es que estuvieran muy cerca, me entretuve inventándome diálogos entre los asistentes. Y la verdad, creo que es más divertido que la realidad. Me imaginaba a Gema Amor preguntándole a Gerardo Camps si había hablado con Camps y mandándole recuerdos con todo el recochineo del mundo. Supuse a Genoveva estableciendo contacto con los concejales tránsfugas de Benidorm para saber si habían vuelto al PSOE, y si no fundar un nuevo partido al estilo Rosa Díez. Fantasee con que alguno de los presentes intentaba arrimar el ascua a su sardina para que lo situaran en las listas electorales y colocarse en Madrid (excepto Gerardo Camps, claro).
También alguna ausencia, pero claro, estamos en agosto, ¡quien se atreve a pedir a un político que vaya a un acto! A la comentada de (S)Elena, se le sumó la de Ripoll, que también hubiera animado mucho el cotarro. Eduardo Zaplana, algún otro compañero de Consell de García Antón, el propio Paqueque. No sé, el caso es que quería algo de más de morbillo. La reostia hubiera sido El Tigre de Alaquàs, del que hace días que no se sabe nada. Ha dejado la plaza en manos de Carmen Ninet, y algo a cargo de Ximo Puig. El Tigre tranquilo, mientras no le muevan el sillón…
Los intervenciones en la línea de lo que se esperaba. Bernabé Cano se hinchó a hablar de La Nucía y los nucieros, tanto que el nuciometro se ha saturado, que si su padre conocía a García Antón y que García Antón era un gran político y un conseller que sin él ni habría carreteras, ni La Nucia tendría chalets ni rotondas, ni ná de ná. Agustín Navarro fue el más breve, glosando las obras de García Antón en Benidorm, si no tenía más que decir para que alargarlo artificialmente. Luisa Pastor aportó la emoción, no podía ser de otra manera. Por fin Ciudadano Alberto demostró sus bastos conocimientos: García Antón hizo muchas obras en la provincia de Castellón. Eso sí, también saturó el contador de palabras con “diálogo” y “consenso”. El Molt Honorable necesita tablas para saber desenvolverse, el mundo extramuros de Castellón es duro.
Mientras hablaba Fabra de las numerosas obras que García Antón había impulsado, del consenso y el diálogo, repasé mentalmente los sucesores en la conselleria de urbanismo, obras públicas, infraestructuras, etc (como se llame ahora). Mario Flores fue un hombre que no levantó excesiva polvareda. Venía lastrado por el accidente del metro y su gestión podemos calificarla con un aprobado, aunque la linea 2 el metro haya tenido que ser abandonada en la mayoría de tramos, ahora abordados por la maleza. Ahora Isabel Bonig ocupa la cartera. En fín, que si García Antón encarnaba la excelencia, Bonig encarna la mediocridad, y para muestra un botón: sus declaraciones en las que, para no enfadar a nadie de Madrid (hay que ser disciplinado), dice que el corredor mediterráneo y el central son compatibles. No, Bonig, no. Si hay dinero para uno, no lo hay para el otro, y tú, deberías defender el Corredor Mediterráneo.
Al final llegó el vino de honor con cositas saladas que no estaban nada mal. Tal y como se planteaba la tarde, no salió mal del todo, comer, beber y reirme sin gastar un euro, que la crisis está muy malita. Por supuesto no fui el único, que había allí un buen puñado de vecinos y vecinas. ¿Quién dice que los políticos no pueden animarte la vida?
Etiquetas Alberto Fabra, Benidorm, Gema Amor, homenaje, Jose Ramon Garcia Anton, La Nucia
Enhorabona pel blog i per aquesta anàlisi de la figura de García Antón, que a la Marina Baixa és molt volgut perquè sempre va treballar molt bé i amb respecte.