¿Para qué sirven las diputaciones provinciales? ¿Tienen sentido hoy en día? No es nuevo, desde hace un tiempo (más o menos desde que a los partidos políticos se les llena la boca con la palabra austeridad) se oyen voces que claman por la supresión de las diputaciones provinciales.
Las competencias que tienen las diputaciones pueden ser asumidas en su mayoría por la Generalitat Valenciana. ¿Cultura? Gestionar museos, servicios de publicaciones, y otorgar subvenciones no es nada ajeno a la Conselleria de Cultura ¿Carreteras e infraestructuras? Si no hay una Consellería que gestione esta área que me fulmine un rayo ipso-facto. ¿Agua? ¿Consorcio de Bomberos? ¿Turismo? En fin, lo dicho, las distintas Consellerías pueden asumirlo, o al menos deberían hacerlo. Además aquí se han sacado de la manga las Delegaciones de la Generalitat, como si del Gobierno Central se tratara (así sí que se le hace una buena oposición a ZP). Vamos que se multiplican y solapan distintos órganos de gestión. La única función clara de las diputaciones podría ser la de ser un colaborador con los ayuntamientos, sobre todo los más pequeños, y ser el «ayuntamiento de ayuntamientos». Pero, perfectamente, puede ser sustituído por mancomunidades que se dediquen únicamente a la gestión de servicios y a funciones administrativas, formadas por técnicos, no por políticos.
Porque no vayamos a engañarnos, hoy por hoy las diputaciones sólo sirven para enchufar a gente, para que cobren un sueldecito y tener a unos cuantos contentos y con el piquito cerrado. Y a la vista está que por los follones que tanto PP como PSPV tienen en la Diputación de Alicante, esto es así. Podemos deducir que es además una herramienta para tocar los cojones dentro del partido, especialidad súblimemente realizada por el PSPV, en la que el PP (envidiosillos ellos) no va a la zaga, al menos por el sur.
Tras las distintas zancadillas, puñaladas, desaires y deserciones en el ala zaplanista del PP, la venganza se consuma y Sonia Castedo y Paqueque Camps al alimón se chotean de José Joaquín Ripoll y de los ripollistas de toda la provincia. Solo les hacía falta un poderío como el que tienen ahora y cerrar lo que estaba abierto (es decir, los ayuntamientos y Corts Valencianes) para hacer un poquito de limpieza en casa. Y así, de un plumazo, le cortan la cabeza a Ripoll, como si de unos jacobinos adictos a la guillotina se tratase.
La pérdida de poder municipal de los ripollistas finalmente le ha pasado factura al líder de los populares alicantinos que no ha conseguido los suficientes avales para que la lista que encabezaba para dirigir la Diputación de Alicante fuera la más apoyada y así no pudiera revalidar su cargo. Casi al mismo tiempo, Sonia Castedo lo deja sin cartera dentro del reparto de funciones de la Corporación municipal. De repente J.J. se queda sin curro y sin sueldo, pero con obligaciones, que digo yo que deberá de ir a los plenos a votar como un corderito. Para que después digan que el PP no es responsable del paro, pues al menos de este sí que lo es.
Preguntado por los periodistas aceerca de cómo va a reaccionar, a Ripoll no se le ocurre otra cosa más que: «Voy a dedicarle más tiempo a mi mujer». Evidentemente lo abordaron en plena calle cuando iba con su santísima a la vera, y claro, queda feo decir que en verdad lo que le gustaría sería liarla parda e inmolarse en plan talibán. Pero no, Ripoll ha perdido muchísima fuerza, ya no es lo que era, y es que las escisiones en Benidorm, Villena, Calpe, Elche, Orihuela, etc., han acabado pasando factura.
Imagino que como un Mourinho cualquiera estará durante unos días llorando por las esquinas y llamando a sus afectos (o similares) para reprocharles que le hayan dejado con el culo al aire yéndose a otra casa, o que la hayan liado para ser incapaces de mejorar resultados cuando lo tenían a huevo ante un PSOE que se descose por las costuras. Zaplana estará negro (perdón por el chiste fácil) y no es extraño que un día de estos vuelva de su retiro dorado a tirar de las orejas a los suyos.
Los periodistas, que son mala gente y preguntan a quien no deben, deciden entrevistar a Gema Amor para recabar su opinión acerca de esta jugarreta que le han hecho a su ex-presidente provincial y, suponemos, todavía amigo José Joaquín Ripoll. Pues ella, fresca y campechana como tormenta a media tarde, responde que es una putada lo que le han hecho a Ripoll y que, encima, van a premiar a Pérez Fenoll que pillará un chollete. Todo porque es un lameculos de Camps, y eso Paqueque lo sabe agradecer. Cuando Gema despacha, despacha de verdad. A la postre Pérez Fenoll es uno de los nombres que suenan con más fuerza para presidir la Diputación, el otro es Luisa Pastor, alcaldesa de Sant Vicent del Raspeig y viuda de García Antón, y que lidera la lista de L’Alacantí que ha vencido a la encabezada por Ripoll.
Gema está dolida porque, claro, bastante esfuerzo hizo ella pirándose del PP de Benidorm para montarselo por su cuenta y acabar doblegando a Pérez Fenoll, que renunció a ser candidato en el pleno de constitujción de la Corporación de Benidorm para dejar a su segundo de abordo al mando, para que ahora vengan la Castedo y Camps a tocar las narices y ningunear a Ripoll. ¡Malditos bastardos!
Se avecina una guerra civil en el PP que puede ser dramática, sobre todo para las filas ripollistas-zaplanistas. No es sólo el PSPV el que se hunde mirándose el ombligo y afilando cuchillos para pasarse por la piedra al compañero de piso, no, el PP empieza a transitar por la misma vereda. Solo que existe una ligera diferencia, el PP aplasta electoralmente, el PSPV no.
La Nucía es uno de esos municipios donde el PP ha arrasado. Bernabé Cano ha obtenido un 70% de votos (72% en 2007), uno de los porcentajes más elevados de España. Pues bien, al Pajín Power (Ana Barceló y (S)Elena Martín) no se les ocurre mejor premio para la candidata nuciera Pepa Iborra, que hacerla diputada provincial. ¡Normal, se lo merece!
El pollo se monta porque la ex-diputada autonómica y regidora de L’Alfàs del Pi, Genoveva Tent, decide (o le hacen decidirse) que es la idónea para ser la diputada sociata que represente a la Marina Baixa en la Diputación. Parte de razón lleva. No es lo mismo que te aplasten como a una cucaracha, como pasó en La Nucía, que ganar por mayoría absoluta, como ha pasado en L’Alfàs. El caso es que llega la hora de votar, los socialistas que, ¡oh, sorpresa!, no se ponen de acuerdo y se lía. 29 votos para Genoveva, 28 para Pepa. Ya tenemos follón.
A todo esto la dirección del PSPV acude como bomberos y (S)Elena Martín junto a Fede Buyolo le van a abrir un expediente a Genoveva por no acatar lo que dice el partido. Zasca trasca, si no volies caldo, dos tasses. Expulsada por incumplir estatutos (alega Martín). ¡Injusticia!, exclama Tent, que cree que le ampara la ley. Cojonudo ver como los que más hablaban de democracia interna son los que a la hora de la verdad aplican el «ordeno y mando». Pero, ¿puede haber algo detrás? Puede. Vicente Arqués es el ungido por el Tigre de Alaquàs en la Marina Baixa, y cabe la posibilidad de que sea una maniobra para restar fuerzas a los acólitos de Hipatia. ¿Paz interna? ¡Jamás!
El caso es que huele a chamusquina tanta movida interna por conseguir puestos en la Diputación. Sospechamos (¡sabemos!) que pueden más las razones económicas que no las políticas. No sé si se han dado cuenta los políticos, pero, en la calle hay grupos de ciudadanos protestando por cosas como estas, y en vez de aportar soluciones, los partidos se encierran más en si mismos y se lían más a ostias si cabe. Lamentable.
PD: Los socialistas quieren que Alejandro Soler sea el portavoz en la Diputación de Alicante (necesitará el hombre donde caerse muerto…), si las dos alas del PP no se ponen de acuerdo y los campsistas por si sólos no tienen la mayoría absoluta, los ripollistas, en castigo pueden apoyar al PSPV y Soler sería el Presidente de la Diputación. ¡Acojonante!
Etiquetas Alicante, Diputación, Elena martín, Francisco Camps, Genoveva Tent, Jose Joaquin Ripoll, La Paella Rusa, líos internos PP, líos internos PSPV, Luis Pastor, Pepa Iborra, Sonia Castedo, Zaplana
Enhorabuena, una vez más, a Coca boba por este estupendo artículo sobre el sarao de la Dipu alicantina.
No hay nada más que decir, excepto pedir que no nos quiten nunca a (S)Elena, que ha sido, sin duda, el descubrimiento de estas elecciones.
Por cierto, que está ya en todo su apogeo, y este fin de semana se promete dramática, la conocida como «batalla de los asesores» del PSPV en el ayuntamiento de Valencia. Hay 11 ex-concejales que se han pedido sitio, pero el PSPV pasa de tener 20 asesores a una decena exigua. Es decir, 3 maromos o así (más algún espontáneo) por cada silloncete a 3.500 euros limpios al mes. Las puñaladas, las llamadas, los lloros… están volando como nunca. Porque, además, parece ser que Salva Broseta ha pedido meter a uno o dos amigos de la infancia , nostálgico que es el chaval, y la cosa ya se ha acabado de liar.
A mi (S)Elena me ganó con su tweet de «Ya somos 8 concejales socialistas en el Ayuntamiento de Alicante».
Yo todavía no me explico como no han presentado su dimisión, es de cajón joder en 4 años han pasado de casi ganar la alcaldía de Alicante, a perder 6 concejales. Es que no hay sangre=huevos=mala leche= orgullo, en la agrupación de Alicante, para no se ir un sábado por la mañana una docena de afiliados almorzar en el bar de enfrente y una vez hecho entrar en la sede con cuchillos jamoneros y rebanar el pescuezo a toda esta panda de zoquetes.
No hay nada que explicarse: es lo que se ha hablado por aquí en repetidas ocasiones de los políticos de profesión. Gente que entra en la política casi justo después de echar los dientes y que no han hecho otra cosa en su vida. Se está muy cómodo calentando banquillo pero cobrando como si fueras titular. Porque claro, sales y ¿qué haces? Nada, porque no has hecho otra cosa en tu vida. Es más, ¡no saben hacer otra cosa! Me recuerdan a cerebritos estudiantes de ingeniería que acaban la carrera y se quedan en un departamento de la universidad, porque fuera de ella no saben siquiera dar dos pasos.
Es de poca vergüenza, desde luego, aplicable sobre todo a los cabezas de lista, pero también a los que van por detrás… que digo yo que alguno debería de tener la dignidad de decir «no sigo en este proyecto de perdedores». Pero tampoco; es más, estoy seguro de que ellos mismos se autoconvencen de que hacen lo correcto y de que así trabajan para los ciudadanos. Perdón, quería decir «para el partido».
Saludos.