Durante las últimas semanas se ha venido hablando de RTVV: que si hay que cerrar Canal 9, que si hay que hacer un ERE, que si la privatizamos -a propuesta del presidente del Consejo de Administración, incluso-.
Abramos las puertas del Centro de Producción de Programas de Canal 9 en Burjassot y detallemos lo que nos vamos a ir encontrando.
Por un lado vamos a ver platós y estudios equipados con recursos materiales de última generación, renovados constantemente, cuya actualización permanente y constante permite a los que allí desempeñan su labor profesional poder “tocar” tecnología no disponible en ningún otro medio en la Comunidad Valenciana.
Seguimos la excursión virtual y nos encontramos a los mejores profesionales, tanto de perfil técnico como periodístico, pero cuya baja productividad y abulia por el trabajo que desarrollan alcanza cotas alarmantes. Posiblemente sea culpa de los gestores o de los que ocupan puestos directivos, pero la realidad es esa.
Muchos de ellos, la práctica totalidad, son conscientes de esa situación, pero cuando reciben la nómina a final de mes y la comparan con la de algún compañero de cuando estudiaban y que ahora trabaja en la empresa privada, lo primero que piensan es “virgencita que me quede como estoy”.
Entre ese grupo de trabajadores se encuentra un subgrupo, el de los llamados a sí mismos “represaliados” (trabajadores con plaza en propiedad que entraron en la época del PSPV y frente al cambio de color político su situación en Canal 9 se vio alterada en su desempeño). Su día a día pasa por estar quejándose ante los compañeros absolutamente de todo. Eso sí, a partir de las 11,30 de la mañana, porque desde que entran a las 8-8,30 hasta las 10 están en el departamento de documentación escrita “poniéndose al día” con la prensa, luego bajan a cafetería a almorzar y antes de ponerse a trabajar dotan de contenidos a sus blogs de viajes, twitters, webs de asociaciones y demás.
Si subimos algunas plantas del edificio nos vamos encontrando a los directivos. Los que mandan. Cada vez son más. Canal 9 se va convirtiendo en una estructura de pirámide invertida, donde los que se ganan el buen sueldo organizando son más que los que tienen que cumplir sus órdenes. Se van acumulando puestos directivos, cada vez con menos funciones, pero con igual valor retributivo.
Lo más divertido de Canal 9 es la sensación que tienes constantemente de estar siendo espiado. No tienes absolutamente ninguna libertad de hablar claramente con nadie. No terminas de fiarte al 100% de nadie. Con la de historias que han contado y seguramente serán ciertas, que si tal directivo tiene espías en todos los departamentos, que si los sindicatos van haciendo listas con afines y no afines,…
Y hablando de los sindicatos… los dos sindicatos mayoritarios en Canal 9 históricamente vieron perdida su hegemonía en las últimas elecciones sindicales. Están tremendamente politizados, tanto que ni los propios trabajadores ponen en sus manos las defensas de sus intereses. Si los sindicatos no pueden defendernos en los problemas laborales a los periodistas, si la Unió de Periodistas insiste en la inutilidad de un Colegio de Periodistas (palabras suscritas recientemente por el catedrático de Periodismo Gómez Mompart),… ¿en manos de quién quedamos los plumillas?.
En los últimos pisos de Canal 9 vienen los despachos nobles. El que más, el del Director General, López Jaraba, debe echar humo con todos los problemas que tendrá sobre la mesa. Recientemente, en un foro reducido, admitía el ex trabajador de Vocento que “sólo se tocaría a los trabajadores como último recurso”. Pocos recursos me parece a mi que quedan (hasta gastó el recurso de mentir en sede parlamentaria con el tema del supuesto, más que supuesto, acoso de Vicente Sanz a tres “trabajadoras”), pero quedó usted muy bien al afirmarlo.
A colación del tema de Vicente Sanz, la Paella Rusa se ha enterado por fuentes de toda solvencia que los abogados de las denunciantes han presentado a la jueza que instruye el caso la renuncia a defenderlas. Y son letrados con una trayectoria impecable. Claro, las pobres no han podido todavía demostrar nada de lo que decían sobre Sanz…
Para concluir el análisis, deberíamos hacerlo en el despacho de las contrataciones externas. Por un lado, el hecho de que Canal 9 deba ser “dinamizador” del sector audiovisual valenciano queda muy bonito, pero hay que matizarlo. Canal 9 debe dinamizar el sector, no mantenerlo. El sector, que vive desgraciadamente de las ayudas públicas, no ha conseguido ser referente (salvo honrosas excepciones) en el panorama nacional, ni mucho menos en el internacional, y eso que Canal 9 ha ido subvencionando creaciones, documentales, ficción, que podía haber servido a las empresas del audiovisual (últimamente reunidas en clúster) para ser competitivas en un mercado ya de por sí agresivo. Sin embargo, las productoras han optado por el cortoplacismo y dedicarse a obtener beneficios de los programas que les contrataba RTVV, en lugar de reinvertirlo en productos competitivos en ferias nacionales e internacionales del sector audiovisual. Consecuencias: más profesionales en paro y más deuda acumulada de Canal 9 con proveedores.
Al final nos encontramos con el resultado de una gestión incalificable, que el pobre López Jaraba se la ha encontrado encima de la mesa pero no sabe resolver, que ha generado un agujero negro (según el DRAE: lugar invisible del espacio cósmico que, según la teoría de la relatividad, absorbe por completo cualquier materia o energía situada en su campo gravitatorio) y que la Generalitat sólo puede resolver poniendo un dinero que no tiene. Pues eso, una buena gestión, y para todo lo demás, Mastercard.
Etiquetas Canal 9, crisis económica, Generalitat valenciana, medidas económicas, medios públicos, modelo económico valenciano
Precisamente escribí un texto (más complaciente con las productoras que el tuyo) hace un mes sobre los problemas económicos de RTVV, su deuda y personal desmesurados, etc: http://valenciaplaza.es/ver/17555/RTVV-y-la-industria-audiovisual-valenciana-enfermos-dependientes-de-un-cad%C3%A1ver.html
Un cordial saludo
No es cierto que Canal 9 disponga de equipamientos de última generación.
Per a quan un remake de Les Dues Torres amb esta temàtica? La de Canal 9 és la de Saruman, per cutre xD
Compromís ha dado una solución, que la deuda la pague el PP:
http://www.elpais.com/articulo/Comunidad/Valenciana/Compromis/propone/PP/pague/deuda/RTVV/elpepiespval/20110201elpval_13/Tes
He llegado a este blog de rebote desde el Facebook de una amiga, animado por el recuerdo del gran Joan Monleón, profesional del espectáculo donde los haya.
Poco me ha durado la alegría.
Sr. Pelota, ¿tú con quién has hecho la visita a Canal 9? ¿Con el cole y la azafata?
Para empezar, y como bien dice johndemol, sólo hay un estudio medianamente bien dotado, (el 3, donde se realizan los desinformativos prime time), pero cuya tecnología es de antepenúltima generación, diría yo. En cuanto a lo de “actualización permanente y constante” te diré que hay programas informáticos que hay que reiniciar cada 15 minutos porque no se han pagado las licencias de renovación correspondientes.
El retrato que haces de la plantilla de Canal 9 también te ha quedado un poquito distorsionado, sesgado e ilógico. En un párrafo hablas de los “mejores profesionales” inmersos en la abulia, para luego incluir entre ellos al siniestro grupo de los “represaliados” que toman café y leen periódicos. Curiosamente, esa gente (unos 600) que entró en la época del PSPV lo hizo en su mayoría por oposición, fíjate.
Sr. Pelota, desengáñate: no hay 600 represaliados en Canal 9. Sobre todo porque no cabrían en el departamento de documentación escrita (además, como tú dices, es una empresa tan bien dotada técnicamente que incluso tiene internet y uno puede leer la prensa sin moverse de la silla). Represaliados los hay, y con casos sangrantes dignos del peor mobbing, pero no son estos precisamente los que están todo el día de charla panfletaria e improductiva.
No sé qué le ves de divertido a la sensación de estar “constantemente vigilado” y espiado. ¿Te hace sentir Anacleto agente secreto o algo así? No se trata de no fiarse de nadie, sino de saber de quién fiarse. Hazlo ahora de mí: había un directivo, el ínclito Vicente Sanz, que tenía su propia red de espías y UN sindicato, USO, creado en Canal 9 bajo los auspicios de este mismo señor, que hace listas de afines y no afines. Los otros 4 sindicatos (CGT, UGT, CCOO e Intersindical) aunque quisieran no podrían, porque carecen de los medios para mantener esta red, los pobrecitos.
Y hablando del personajillo, no he entendido el significado de las comillas que has puesto en “trabajadoras” cuando hablas del tema del acoso. ¿Qué quieres decir, que no lo son (eran)? O hay algo más… No hace falta tener fuentes de toda solvencia, que de todas formas creo que no es tu caso, para estar bien informado de los avatares del temita en cuestión. Basta con visitar las webs de cualquiera de los sindicatos (incluso USO ¿?!) para estar al día. Incluso puedes entrar en la web que se creó en su momento para recoger firmas en contra del acoso sexual en RTVV, noestasola.org. Aunque seguro que un tío bien informado y solidario como tú ya habrá firmado hace meses.
Salvaría de tu escrito la parte en la que hablas del audiovisual valenciano, aunque parece raro que acabes tu análisis virtual (como eres amigo del DRAE aprovecho: virtual. 1. adj. Que tiene virtud para producir un efecto, aunque no lo produce de presente, frecuentemente en oposición a efectivo o real.) de Canal 9 hablando de cosas que no son responsabilidad suya. Las productoras valencianas, incluso antes de Canal 9, siempre han sido cazadoras de subvenciones, sin importarles demasiado el producto, y mucho menos el futuro.
No anda desencaminado Guillermo López, aunque no hacen falta tantos números ni darle tantas vueltas. La gestión de Canal 9 se reduce a tener un poderoso departamento de informativos para manipular conciencias y un paupérrimo departamento de programas y producción ajena para pagar favores de amiguetes. Y punto.
Sr. Pelota, por favor, un poco menos de virtualidad y un poco más de realidad, que si no más que para plumilla vas para juntaletras.
Te lo digo yo, que trabajo en Canal 9 desde 1989, nunca voy al departamento de documentación escrita, meriendo de 18.00 a 18.30 porque trabajo de 15.00 a 22.00 (a 24.00 los martes), y no me siento ni represaliado, ni abúlico, ni improductivo, sino más bien desencantado.
Totalmente de acuerdo con todo lo expuesto en el comentario anterior de Antón. Corroboro palabra por palabra pues también trabajo allí y conozco la situación que se está viviendo.
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