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Vixca Valencian Pregnancy!

¡Para que luego digan que en la Comunitat no estamos a la última en políticas sociales! Paso a describir una noticia que me ha sorprendido muy gratamente, sobre todo teniendo en cuenta cuánto confirma que en Valencia estamos más unidos que nunca al hecho diferencial británico. En septiembre del año pasado, llegué a Londres dispuesto a disfrutar de una beca Erasmus en la University of London (Queen Mary and Westfield College). Ya sabéis que Londres es una ciudad muy cosmopolita y que está llena de extranjeros que vienen aquí a encontrar su lugar en el mundo, porque, la verdad, aquí se encuentra de todo. Yo soy uno de ellos. Escogí Londres porque me sentía cercano a la clase política de mi tierra, y sabía que allí lo último que iba a hacer era hablar en inglés. Yo quería huir un poco de la rutina y del tópico, y descubrir mi potencial, conocer gente nueva, vivir experiencias y sobre todo aprender de la vida. ¿Qué mejor sitio que una beca Erasmus con mis amigos de la facultat, cuyo disfrute compagino trabajando en un hotel por 6 libras la hora, en el este de Londres, para ponerme a prueba? A mí la aventura siempre me gustó, y Londres, con sus leyes bizarras, su insalvable barrera idiomática, sus hooligans, su comida extraña, sus pubs, su forma de conducir o su forma de ligar, es un lugar rabiosamente moderno. Así que para aquí me vine. Eso sí, yo llevo meses intentando huir del estereotipo, porque en España se conoce muy mal Reino Unido, y me he hecho una imagen personal del lugar, lejos del alcance de lo que se dice de él en España.

Pues bien, me hallaba yo en busca de mi yo propio, limpiando la sink de la cocina – soy camarero en el hotel pero como soy también fluent en English, me dan trabajos extra en la cocina, ¡para que luego digan que saber idiomas no sirve! – y cuál es mi sorpresa cuando, el viernes pasado, en un renuncio a mi Britishness incipiente, me escapé de la faena que me habían asignado para conectarme a Internet en el ordenador del hotel. Tras bucear en mil artículos de trabajo temporal, me da por leer El País y encontré un titular que me dio un respingo en el espinazo. La noticia rezaba así: « El Consell prima a las bachilleres embarazadas para becas de idiomas”. ¡That’s so cool! Hay gente muy cursi que se dedica a describir lo que yo sentí de mil maneras, porque hay que llenar los sillones de una Academia tan grande y con tantas letras, pero para sintetizar, os contaré, simplemente, que fue una mezcla de alegría, morriña, y ante todo, orgullo. Orgullo, sí. Porque cuando uno está fuera, como cuando se está dentro de Gran Hermano, los sentimientos se magnifican. Y yo, el otro día, me sentí orgulloso de mi Comunitat. Más que nada, porque vi que, con esta medida, la Comunitat se alineaba en toda regla con el país europeo que más ha hecho en política social con sus jóvenes: ¡UK! (Reino Unido).

Cualquiera que sea un poco cosmopolita, – es decir, que haya venido a Londres; París no cuenta, porque a Francia uno va a ver monumentos y admirar el arte y la historia que rezuman sus calles, ¡Viva Haussmann!, mientras que a Londres se viene a ver mundo y a viajar hacia dentro de sí, desde fuera – sabrá que aquí, además del megachollo que es cobrar el paro – otro día lo cuento, que hasta junio tengo beca – lo que más mola es quedarse embarazada/o (adjunto el masculino porque los beneficios los disfrutan ella y él, que hay igualdad) a una tierna edad. Si te pasa eso, aquí, además de abortar, también puedes tener el hijo/a. Y si decides seguir ese camino es muy probable que aparezcas en el programa de Jeremy Kyle (un señor que se dedica a hacer pruebas de test de ADN a jovencitos que reniegan de su paternidad y a enfrentarlos a sus parejas…¡¡todo eso a las 9 de la mañana!! Óptimo para Canal Nou); o que te sumes al buenrollismo de medidas que hay en este país para que te ayuden con el alojamiento. Porque claro, aquí la peña se va de casa superpronto, y con una mano delante y otra detrás. Mis colegas brits, bueno, los dos que me hablan porque el resto ni me mira – se piensan que soy turco porque soy moreno, pero a mí me da igual porque eso evidencia el mestizaje cultural del que soy resultado, y yo, ante todo, soy global, que para eso estudio en Londres – flipan con que siga viviendo en casa de mis padres en España, a mis 27 añazos, pero yo paso de ellos y del qué dirán. Bueno, el caso es que como la peña se larga de casa pronto, y van muy cachondos y borrachos todo el día – como en Benidorm – pues se embarazan a la mínima que se descuidan. Y, acto seguido, pues reciben un porrón de ayudas del Council, que está casi obligado a alojarte automáticamente si eres menor, vives de alquiler y te quedas en la calle, tus padres pasan de ti, o te lo montas bien. En España – menos en la Comunitat – vamos mucho más retrasados en eso, pero aquí somos la locomotora del mundo. Y para muestra de la juventud británica, las series de televisión ya popularizan la imagen de un joven comprometido con su país como son Vicky Pollard (Little Britain) o Lauren Cooper (The Catherine Tate Show), señero de una franja de edad vinculado a la repoblación. ¡Ni los cristianos hicieron tanto!

A mí me parece un paso de gigante que las embarazadas disfruten de esas becas más que nadie. Por el bien de mi Comunitat y por fomentar ese pluralismo de lenguas del que siempre ha hecho gala. Porque, a todas luces, la medida es un vector ineludible y favorable a la incorporación de idiomas en el currículo del estudiante y del trabajador. He comentado la noticia con mi profe de psicología y me ha dicho que, bajo su punto de vista, esa discriminación positiva del embarazo puede ser resultado de alguna parafilia por parte de algún conseller o asesor, y me ha mencionado no-sé-qué de unos videos de Internet. Pero no. Yo creo que eso es una muestra más de que Oxford Street y la Calle Colón son, cada día, más gemelas. Porque no nos vamos a engañar, lo que el Conseller de turno evidencia con esta medida es:

i) Que tenemos que aprender inglés fuera de España, y eso en Valencia, lo sabemos bien. Mejor en Londres que en un pueblo del sur de UK, que ya que hacemos el sacrificio de irnos fuera de la Comunitat a realizarnos como plurilingües, pues qué mejor que ir a un sitio que suene bien y con prurito, y que sea de todos conocido luego cuando lo contemos en navidad a los amigos. No es lo mismo ir a Londres que ir a Swansea, que se pronuncia raro y nadie sabe dónde está.

ii) Que, puestos a valorar, que sea el colectivo de embarazadas quienes aprendan y se lleven la beca sin importar su expediente o méritos formativos, porque qué mayor mérito hoy en día que ser madre en las circunstancias en las que vivimos, con este paro y esta crisis, que nos tiene a todos en un ay.

iii) Que existe una imperiosa necesidad de que sean las embarazadas, más que nadie, quienes se beneficien de la medida, pues de todos es bien sabido que son precisamente ellas quienes suelen solicitar becas de aprendizaje de idiomas durante el periodo de gestación, para poder, en el caso de que combinen su formación con algún trabajillo, evitar un despido inminente, o dar a luz en algún lugar exótico, desde un avión hasta St John’s Hospital. Lo que sigue lo he escuchado yo en la calle en más de una ocasión:

– ¿Dónde nació tu nene? –
– En el Nou d’Octubre.
– ¡Uy! ¡El mío en St John’s!
No hay color.

Si esto sigue así, va a llegar un momento en que no voy a saber si estoy en London o en Museros, en North London o en l’Horta Nord, de lo mucho que se está pareciendo mi Comunitat a Reino Unido (¡y ya desde la denominación misma!, pues ¿qué Reino más Unido que el “Nostre Regne”?) Sin duda, con medidas como ésta, ya podemos decir, de cara al próximo mayo, que la nuestra es una comunidad más grande. Thanks!

Una aplicada vecina de Orriols se encamina a formalizar su solicitud telemática desde el ciberlocutorio más cercano

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3 thoughts on “Vixca Valencian Pregnancy!

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  2. asertus

    La iniciativa parece bastante interesante.., para mí que se trata de seguir la estrategia de la inmigración turca o magrebí en Alemania o Bélgica…

    Se exporta la embarazada, para que al dar a luz allí, acapare las ayudas…

    Tampoco es tan original, salvo que los otros países no subvencionan el viaje…

    Saludos

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  3. Jack Padilla

    Estamos tan seguros de todo lo que hacemos que ni siquiera tropezando cien veces en la misma piedra con tamanos diferentes somos capaces de tener conciencia de nuestro error ni siquiera aunque esas piedras adquieran la forma de deflacciones crack del 29 crisis de las puntocom escandalos financieros quiebras de estados crisis subprime crack bursatiles continuos fracasos sociales evidentes Estoy tan convencido de que no podemos seguir con el mismo ritmo y las mismas reglas del juego que voy a empenar mi vida en demostrar que nuestro modo de vida no es ya poco rentable sino completamente absurdo. Joan Mele subdirector general de dio en mayo del ano pasado una charla magistral en la que alertaba -como otros lo habian hecho antes- de la aceptada y escandalosa division entre la economia el dinero y la vida real uno de los errores que mas caro estamos pagando en nuestro tiempo.

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