CENA CON RAIMUNDO VIEJO VIÑAS

Raimundo Viejo nacía en Vigo mientras en Woodstock Richie Havens cantaba aquello de sometimes I feel like I’m almost gone, a long, long, long, way, way from my home… muy apropiado para recibir a un gallego. Viene a caer en una familia de tradición marxista, con un abuelo que participó en la revolución del 34 en Asturias y algunos primos que andaban en la lucha armada gallega. En el instituto aprende alemán y se va a estudiar a Alemania, prestando especial atención al proceso de unificación, de cuando el grito de somos el pueblo pasa al más monolítico somos un pueblo. De vuelta al sur le hubiera gustado quedarse a vivir en la Universidad, pero no va a poder ser. Es profesor de Ciencias Políticas en la UPF hasta que Ferran Requejo tiene su epifanía soberanista y pasan la escoba. Ni el pueblo, ni un pueblo, aquí abajo seguimos siendo de pueblo. Ahora ejerce en la Universitat de Girona y es una de las tres mentes pensantes tras Artefakte.

Hemos quedado para que os cuente sobre Podemos. Raimundo habla deprisa y en abundancia. Tanto que las notas se me desbordan de la libreta y acaban desparramadas por la mesa del reservado del Bar Domingo (Poble Sec). La dueña se jubila esta noche y mañana ya no abre, así que sólo puedo rescatar algunas de las muchas cosas habladas.

Raimundo es gallego. Galicia es lo más parecido al Big Bang, hay gallegos en todas partes. Si eres gallego, la teoría de los seis grados de separación se queda en la mitad. Un biotopo raro. En Galicia no hubo Guerra Civil, sólo fusilamientos y tiros en la nuca, por eso la gente del campo aún va a votar un poco así con la cabeza gacha. La sangría demográfica es brutal y constante. Ha habido otras sangrías. La droga provocó en el Vigo de los 80 un estrangulamiento demográfico de la población joven sólo comparable al del período 1936/39. Galicia tiene un buen número de alcaldes del PP encarcelados por narcotráfico. Galicia es el sitio distinto, en fin, en el que un tipo que gasta eslóganes electorales como ‘Moncho es mucho’, ‘Moncho y Sada, qué pasada’ y ‘Moncho, es lo que hay’, puede pasarse 28 años de alcalde. Es lo que hay.

Raimundo Viejo habla mucho y bien, y además es buena persona, así que dice lo que piensa, lo cual lo convierte en un excelente profesor y un pésimo agente comercial de la marca Podemos, a día de hoy sin proyecto ni organización y sustentado por la figura de Pablo Iglesias, que de tanto salir al balcón mediático consigue sintonizar con mucha gente que le aplaude. Ahora mismo Podemos anda en círculos, generando un proceso de movilización, eppur si muove, llenando pabellones en los que se pide a la gente que ejerza la democracia y encontrando a gente a la que ya le vale con ejercer el voto y delegar responsabilidades en los que mejor saben hablar, que para eso tienen estudios.

Podemos es fruto en buena parte de las luchas internas de IU en Madrid, con una generación más joven y renovadora que se las tiene con el PCE, una especie de abuelo con síntomas de esclerosis que se aferra a las llaves del cuarto donde están las herramientas que permitan poner en marcha mecanismos de profundización democrática. Un abuelo rentista que sobrevive gracias a un rico patrimonio inmobiliario y un exiguo patrimonio electoral. Y Podemos puede actuar de revulsivo en IU, atraer el descontento de votantes tradicionales de izquierda, ofrecer una posibilidad a escépticos, abre la puerta a grupos minoritarios pero activos que ven la oportunidad de hacerse más visibles y quiere interpelar a una demanda social creciente no articulada por la izquierda clásica que fácilmente, a falta de otras opciones, puede recalar en los diversos herederos de Falange. Gestionar todo eso sin implosionar es la cosa. O igual la cosa se queda en echarle un pulso a IU en Madrid en vista de las autonómicas de 2015 y pasar del podemos cambiar las cosas a podemos negociar lo nuestro, abuelo. Pasar del somos el pueblo al somos un Parlamento autonómico. A saber, por poder…

Y es que el Régimen será casposo y torticero, pero funciona. Cuando el difunto general dejaba escrito aquello del todo está atado y bien atado, no era un farol. La ley electoral quita las ganas de votar. PP y PSOE se reparten las posibilidades de acceso al gobierno y el resto salta de alegría cuando rebaña cuatro migajas y en el mejor de los casos lo contratan de palanganero. El resultado es una democracia que se pasa por el forro cualquier demanda ciudadana. Y no sólo eso, el Régimen ha creado tal precariedad en toda una generación que, llegado el caso, la liberación de cinco cátedras universitarias puede amansar al más combativo. Puedes irte con el señor de los caramelos sin necesidad de chupársela, pero no te saques el caramelo de la boca.

La Universidad. Otro biotopo remarcable. Una Universidad que se entrega alegremente a los dictámenes del mercado, poblada de profesores asociados a la espera del contrato comme il faut mientras caen recorte tras recorte y en la que impera la solución individual del sálvese quien pueda. Escribía Walter Benjamin, ‘la duda radical, la crítica de los fundamentos y, lo más importante, vidas provistas del anhelo de dedicarse a la reversión del status quo, están excluidas de la Universidad’. Benjamin hizo la maleta y se suicidó ingiriendo morfina. A muchos profesores universitarios también les toca hacer la maleta. La morfina ya es opcional.

No le des el poder a un gallego porque ya no lo suelta, asegura Raimundo. Y si le das la palabra pasa lo mismo, lo cual, cuando se viene a escuchar, es una bicoca. ‘El derecho a expresar ideas -buenas, malas, perversas, disparatadas, imposibles- es el derecho más preciado que puede tener un individuo’, aseguraba Dalton Trumbo. Sobre la mesa del Bar Domingo quedan muchas palabras e ideas que ya no me caben, con la inevitable parada en el tema proceso secesionista catalán. Un muy sucinto resumen: la independencia es un imposible metafísico, es institucionalmente imposible por la propia naturaleza de la UE y su diabólico entramado de tratados asimétricos y el proceso es pura distracción en aras de mantener la actual gobernanza.

Ahora bien, si quieren saber más sobre el tema, y de paso saber también como acaba la frase de Trumbo, un buen consejo. Pasen por Artefakte y apúntense, por ejemplo, al curso ‘Nación, independencia, poder constituyente’, para el 29 y 30 de marzo. Un curso de 10 horas por 25 euros, mucho menos de lo que le he pagado a la canguro para poder venir a la cena. Y podrán escuchar, y discutir si quieren, con este vigués que con un día de vida, mientras en la maternidad lo atribuían a hambre de teta, en realidad le estaba haciendo los coros a Canned Heat que allá en Woodstock cantaban I said I believe…yeah ‘bout a change is gonna come. I said I believe… yeah people the change… will surely come…yeah!

La Boca d’Or

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3 respuestas a CENA CON RAIMUNDO VIEJO VIÑAS

  1. Xavi dijo:

    «Moncho, tu ya sabes» Mítico.

  2. «Moda Gorras Baratas» hi,icheck your blog named «CENA CON RAIMUNDO VIEJO VIÑAS | Club Pobrelberg» like every week. Your story-telling style is awesome,keep up the good work!thx «Moda Gorras Baratas»

  3. muy buenas, soy Ramon, un placer pasarme por aqui, da gusto leer algo asi
    tan bien argumentado la verdad

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