Todos conocemos el relato del origen del dinero. Lo cuenta Adam Smith en La riqueza de las naciones: primero intercambiábamos las cosas mediante trueque, cuatro gallinas por un cerdo, tres cerdos por una vaca, tres vacas por dos caballos, un caballo por mi reino, pero cuando la complejidad de lo social llegó a un máximo, pasamos a la moneda para simplificar las transacciones.
Un cuento muy bonito, que aparece en cualquier tratado introductorio de economía hoy en día (Begg, Fischer, Dornbuch 2005, Maunder et al 1991, Parkin and King 1995, Stiglitz and Driffill 2000). Pero falsísimo: ningún etnógrafo hasta ahora ha podido confirmar el relato de Smith, sino justo el hecho contrario: el trueque como forma de intercambio habitual es virtualmente inexistente en todas las sociedades del mundo, desde las más pequeñas a las más postmodernas. El intercambio se produce normalmente vía mera reciprocidad (en sociedades más pequeñas), redistribución centralizada o vía mercado, pero nunca por trueque, que sólo ocurre en casos extremos de colapso social, como Argentina cuando el corralito, o en el contacto casual entre extraños de tribus diferentes (por ejemplo, el encuentro inicial de Colón con nativos?).
Una pequeña discordancia sin importancia, diría el crédulo. Pero esta anomalía, divorcio entre hecho y discurso, es en realidad totalmente fundamental en el relato de Adam Smith, porque de lo que se trata es de desvincular moneda y Estado, de considerar la invención de lo primero como algo previo y ajeno a la existencia de un gobierno, aunque la realidad histórica lo contradiga y atestigüe que desde la invención de la moneda en el primer milenio antes de Cristo por allá Anatolia, lo habitual es que el Estado acuñe moneda (o al menos ceda el monopolio de su producción) y luego cree el mercado. En el libro Deuda: Los primeros cinco mil años, el antropólogo libertario David Graeber («líder» de Occupy Wall Street -¡!- según la editorial castellana -bravo) desmonta así el mito liberal del trueque, anomalía en forma de afirmación supuestamente científica sin base empírica con una particular agenda política. Casualidad? Lo dudo.
Nueva York, universidad de Columbia, hace un año. En clase de teoría de juegos, el profesor Morelli, más de dos metros y ciego, podría ser un personaje de David Lynch pero es brillante académico TOP de la economía política de uno de los mejores departamentos de economía del mundo nos describe el modelo matemático de la ‘guerra de desgaste‘. Resulta que en este juego cada uno de los dos agentes racionales evalúa la utilidad propia y ajena de ganar la guerra en función del modelo. El que obtenga más provecho aguantará más tiempo el desgaste, así que lo lógico para el otro es entregar las armas ipso facto. Pues muy bien. Al terminar, un alumno pregunta: «así que, según la teoría de juegos, la guerra de desgaste nunca se juega«. Morelli asiente.
Pues vaya mierda la teoría de juegos, si uno tiene en cuenta la multitud de guerras de desgaste que ha habido a lo largo de la historia. La justificación habitual es que se trata de una idealización, una mera aproximación a la realidad empírica, como cuando los físicos ignoran la fricción del viento en las caídas y les sale casi el mismo número. Pero es que esta peculiar aproximación se queda tan lejos de la realidad como mi abuela de Manhattan. Otra casualidad? En absoluto. Resulta que, en otro juego, el del ultimátum (donde un jugador ofrece una partición de cien dólares y si el otro acepta los dos se quedan con lo decidido y si no pues nada y la puta al río), los chimpancés se comportan de un modo mucho más racional que los humanos, ya que éstos últimos demuestran tener un sentido innato de justicia; rechazando ofertas demasiado injustas y ofreciendo particiones demasiado justas – lo racional sería aceptar la oferta 99-1, porque un dólar es mejor que cero.
La enésima casualidad? Lo dudo mucho. Resulta que desde Samuelson en la década de los 1940 la ciencia económica se ha dedicado a construir complicados modelos matemáticos inaccesibles al lego, las conclusiones de los cuales dependen lógicamente de las premisas adoptadas pero es que esas premisas no tienen por qué tener nada que ver con la realidad empírica. Otro ejemplo. En un seminario de economía política, el hijo de Helenio Herrera, el Mago, nos describía su modelo teórico sobre turf wars (guerras de competencias entre agencias del gobierno). Todo muy bonito y consistente. El problema es cuando terminó de explicar las conclusiones del modelo: en ciencias naturales como la física o la biología, lo normal en ese momento es pasar a explicar los resultados experimentales y compararlos con la predicción teórica. En cambio, el hijo del Mago simplemente terminó la presentación, applause y hasta otro día. En esto consiste la teoría económica: ni premisas ni conclusiones son contrastadas experimentalmente con precisión.
Inquietante, ¿verdad? Desde un punto de vista popperiano (sí, el de la sociedad abierta y tal), la teoría económica sólo puede ser considerada una pseudociencia entre la parapsicología y la ufología de Iker Jiménez, no sólo por sus premisas habitualmente erróneas sino también por su metodología tramposa, que la convierte automáticamente en imposible de falsar. Como dijo el spendaholic Krugman, los economistas confundieron la belleza (de los modelos) por la verdad. Hasta Stiglitz, pope alternativo, construyó su modelo ganador del Nobel para justificar la existencia de desempleo en una economía sin salario mínimo usando el deus ex machina de que los trabajadores holgazaneaban en el trabajo (shirking), algo que no tiene base empírica [Schlefer 2012, The Assumptions Economists Make].
Ya que no hay confrontación experimental, muchos críticos han equiparado el model-building a un mero contar cuentos [Gibbard and Varian 1978, Klamer 1992, Colander 1995, McCloskey 1990, Morgan 2001, and Cowen 2007]. Klein y Romero [2007] examinan el prestigioso Journal of Economic Theory y encuentran que un 88% de los artículos no llega al nivel de ser considerado teoría. McCloskey, más radical, reduce la teoría económica a mera retórica: en ser convincente y persuasivo en los congresos, revistas académicas y demás encuentros sociales, que se convierten en un pulso para la hegemonía del discurso. Ormerod afirma que cada vez es más claro que el intento (iniciado por Samuelson en la posguerra) de hacer de la economía una ciencia exacta ha fracasado. Y esto que sólo nos hemos escarbado en la metodología.
«Ninguna teoría económica fue abandonada nunca porque fuera refutada por un test experimental econométrico.»
Aris Spanos, econometrista, Statistical Foundations of Econometric Modeling
Sino que además el test que la refuta se olvida con el tiempo, pero la teoría permanece (Minsky). Eso convierte la economía en la más sutilmente manipulable de las ciencias con fines ideológicos. Mantras mediáticos como que las pensiones son insostenibles, la salud pública es insostenible, la austeridad es necesaria para el crecimiento o mejor controlar la inflación que crear empleo no son más que OVNIs conceptuales a prueba de evidencias-bomba que parten de modelos matemáticos todos con origen en un paradigma teórico, el modelo DSGE de expectativas racionales, uno de sus máximos exponentes, premio Nobel, Eugene Fama, afirmaba tranquilamente (después de 2008) que eso de las burbujas económicas no existía, porque implicaría que los agentes económicos no son racionales. Ah. Pues vale. Si la realidad me desmiente la premisa, es que la realidad está equivocada.
Él era el célebre creador de la hipótesis de la eficiencia del mercado (EMH), que sostiene que como el mercado es siempre informativamente eficiente, los precios siempre indican el valor real y por lo tanto uno nunca puede enriquecerse a partir del mercado (ejem, claro, eso es la paradoja de Stiglitz), aunque hasta haya una fórmula matemática para hacerlo (Black-Scholes). La EMH, con la trickle-down economics, la mano invisible (en macro), la austeridad o la privatización conforman lo que Quiggin llama ideas zombies, que las matas y no importa que vuelven a por ti, porque son invulnerables a la evidencia empírica. En el fondo, todos estos modelos teóricos no son más que creencias supersticiosas frondosamente camufladas intelectualmente, pero supersticiones puras y duras al fin y al cabo.
«Locura es hacer la misma cosa una y otra vez esperando obtener diferentes.» Albert Einstein
Quiggin lo llama económicas zombies, Einstein lo llama locura, Artur Mas lo llama seny, Rajoy responsabilidad y yo lo llamo enfermedad mental. En su base fundamental, ese gran timo de la historia que es la fenomenal entelequia del Homo Economicus, el ser racional que siempre maximiza su utilidad, un constructo histórico de Robinson Crusoe (que nace de los denodados esfuerzos de los liberales de conceptualizar lo que antes era mera avaricia como una noble empresa moral conducida por caballeros con monóculo; Hirschman) y un constructo social, como indican Callon, Granovetter, MacKenzie o Bourdieu. Pero es que la libertad de Robinson Crusoe, la de Hayek, Ayn Rand y Aguirre, la libertad en el vacío, está hecha de la misma materia que los OVNIs de Iker Jiménez, es puro humo: en una comunidad, cada interacción social es un juego de tensiones y tu libertad es mi represión, aunque eso pueda reducirse a un simpático si quedar a las 4 o 4 y media para un café. Una espada de doble filo, porque el derecho de unos es la coacción sobre otros: mi libertad de enriquecerme sin límite es la inmersión en la miseria para otros; la cruel imposición que sufro de pagar impuestos implica la libertad de otros para acceder a una sanidad de calidad; un techo a mis ambiciones y a mis sueños es la salud de mi abuela, etcétera.
Qué novedad, que el hombre sea un animal social. Nos constituimos en sujetos delante de los ojos de los otros y construimos sociedad, que es sobre todo interacción. No sólo sociedad, sino realidad en sí misma: es una hegemonía, un consenso resultado de una compleja lucha de tensiones. El liberal que se enfunda en el disfraz de Robinson Crusoe y reclama para sí una inexistente libertad en el vacío no sólo está exigiendo la imposible emancipación de la red social, sino también otra cosa: la posibilidad de vivir una realidad individual desconectada de la colectiva y consensuada – vivir en una realidad paralela. Es decir, que el liberalismo fuera enfermedad mental no era recurso estilístico, sino verdad de la buena.
UN POCO DE BIBLIOGRAFÍA DESORDENADA AL RESPECTO
Quiggin, J. 2010. Zombie Economics. Princeton University Press
Klein, DB, Romero, P. 2007. Model Building versus Theorizing: The Paucity of Theory in the Journal of Economic Theory. Econ Journal Watch
Stanford, J. 1993. Continental Economic Integration: Modeling the Impact on Labor, Annals of the American Academy of Political & Social Science
Cassidy, J. 1996. The decline of economics. New Yorker
Gibbard, A., Varian, HR. 1978. Economic Models. The Journal of Philosophy.
Klamer, A. 1992. Academic Dogs. In Educating Economists, ed. Colander, D., Brenner. University of Michigan Press.
Colander, D. 1995. The Stories We Tell: A Reconsideration of AS/AD Analysis. Journal of Economic Perspectives
Morgan, MS. 2001. Models, Stories and the Economic World. Journal of Economic Methodology
McCloskey, D. 1998. The Rhetoric of Economics. University of Wisconsin Press
Ormerod, P. 1997. The Death of Economics. Wiley
MacKenzie, D., Muniesa, F., Siu, L. 2007. Do Economists Make Markets? On the Performativity of Economics. Princeton University Press
Mitchell, T. 2005. The work of economics: how a discipline makes its world. Archives of European Sociology
Callon, M. (ed). 1997. Laws of the Markets. Wiley-Blackwell
Granovetter, M. 1985. Economic Action and Social Structure: the problem of embeddedness. American Journal of Sociology
Kahneman, D., Knetsch, J., Thaler, R. 1986. Fairness as a constraint on profit-seeking: entitlements in the market. American Economic Review
Fehr, E., Gächter, S. 2000. Cooperation and Punishment in Public Goods Experiments. American Economic Review
Ariely, D. 2008. Predictably Irrational: The Hidden Forces That Shape Our Decisions. Harper Collins
Excelente artículo, a Mauricio le encantará. En todo caso, respecto al muy libegal invento de la moneda como algo anterior al estado (Un disparate desde el momento en que alguien tiene que garantizar que eso que te cuentan que es oro lo es realmente, y aun así cada vez que habia problemas en caja eso lo manipulaban secretamente como querían los mandamases), quiero romper una lanza en favor de Mr. Smith, que al final del día es un señor del XVIII, donde en Europa lo que estaba de boga era un absolutismo fortachón con una ideología predominantemente mercantilista, y era lo que le toco vivir y contra lo que tocó reaccionar… Lo increíble es que todo lo que cuenta lo pretendan sostener al pie de la letra hoy en un contexto totalmente diferente y con objetivos muy diferentes.
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Hola.
Una pregunta, ¿hasta qué punto te atreverías a llamar un modelo estadístico una pseudociencia?
Pregunto.
Saludos
Ya lo ha contestado el artículo: desde que esa predicción no es falsable porque siempre hay «pero es que…»s
Muy bueno, Parvulesco, lastima que el «lado oscuro» pague mejor y el bando rebelde tenga peores propagandistas y aun peores gestores…
Empecé el artículo con interés. Pero he tenido que que dejarlo antes de la mitad, los errores de redacción son propios de un estudiante de la ESO. Un tema de tal complejidad no puede expresarse tan mal.
Contrasta el gran conocimiento del escritor sobre economía con sus escasos conocimientos sintácticos. Es una falta de respeto al lector.
Es una pena.
¿Podrías, por favor, señalar alguno de esos errores que hacen ilegible el texto? Echo en falta algunos signos de puntuación; poco o nada más. Gracias por adelantado.
De acuerdo contigo, Antonio. Además hay faltas de ortografía garrafales, ¿o es que en español ya no se escriben las interrogaciones iniciales en las preguntas?
Joer, como espero a la segunda parte 😀
Totalmente de acuerdo con Antonio. Un artículo interesante pero con una puntuación imposible. Cuando uno trata estos temas hay que escribir mejor.
Ostras, disculpen, Manuel y Antonio. Os envié un mail para que me indicarais estos errores sintácticos. Voy bastante apretado de tiempo…
Batchdrake, cuando te refieres a un modelo estadístico lo haces, por ejemplo, a modelos matemáticos con múltiples parámetros que se calibran libremente hasta generar el resultado deseado? (que por lo que entiendo es una de las aproximaciones al DSGE)
Nada, hombre. Te he contestado brevemente. Un saludo.
Haz el favor de leer a los profesores y doctores adecuados, y déjate de citar bibliografía, en muchos casos decomonómica, que me consta que no has leído. Si leyeras más y cotejaras más argumentos, y el sesgo ideológico no te impidiera ver el bosque (que ahí está el problema), te darías cuenta de que los grandes economistas, algunos de ellos premios Nobel, ya han dado respuesta a lo que criticas y tiras por tierra.
http://www.youtube.com/watch?v=vE2ym1vXiF8
En fin. Según tú, creer en la libertad económica y personal es síntoma de enfermedad mental; paradójicamente, criticar el capitalismo desde un iPhone o un ordenador portatil como tú haces es tenerla muy sana. Abre los ojos, anda. Un cordial saludo.
Darío, en el docu he llegado al momento en que entrevistan a Bagut y precisamente cae en el mismo mito de la moneda del que habla Graeber – literalmente además, ya que menciona el problema de doble coincidencia.
Obviamente el sector financiero está regulado, pero es que los reguladores están regulados por los regulados; esencialmente porque son los mismos (la puerta giratoria famosa). Lee las historias de la SEC de Matt Taibbi. O quién impuso la Gramm-Bleach-Liley Act, la peña de Harlem? The Economist habla de la peligrosa emergencia de un complejo político-financiero donde políticos salvan el culo a banqueros y viceversa. Obviamente es una economía planificada, pero por este complejo político-financiero de carácter oligárquico.
En todo caso, a lo que iba el artículo es al carácter antipopperiano (anticientífico) de la ciencia económica, precisamente algo que (por otras razones, aunque parecidas) Hayek describe muy bien en su discurso de agradecimiento del Nobel. Mis reservas son por razones metodológicas y por las premisas usadas, una de las cuales es la muy controvertida del Homo Economicus.
Breve: la descripción de la aparición de la moneda, de forma muy parecida a cómo cuanta Smith, ya está en La Política de Airstóteles, en el libro I, si no me equivoco. Por ,o demás, muy interesante y rompedor.
Muy buen artículo, sólo añadir que en la omnipresente Teoría del Equilibrio General, !no aparece el dinero!
Y sobre el liberalismo: no me parece adecuado denominarlo como una enfermedad mental, más bien es una enfermedad moral. Sabemos de su inconsistencia, pero no hay que enfocarlo así, sería tildarlo de algo erróneo, cuando en realidad es perverso; las conclusiones determinan las premisas y la argumentación.
Mmm. Veo que las premisas aparecen en los dos últimos párrafos. Al final…. Inquietante no? Además huelen un poquito a humo…
Parvulesco, aunque de acuerdo en lo sustancial, creo
-El origen del dinero. Aunque es cierto que el relato positivista se «inventa» el dinero como un producto natural de la evolucion economica, lo cierto es que el dinero (o mas concretamente la cuestion de su naturaleza) ha supuesto siempre un grave problema para el desarrollo de la teoria economica. Como dice Antonio, es el gran ausente de la Teoría General ( y de casi toda la microeconomía) y en los modelos macro suele aparecer travestido de conceptos oscuros como «ahorro» o «inversión». La cuestión de que es el dinero y como se relaciona con otros parámetros fundamentales de la economía, como el capital humano o la productividad es una cuestión abierta. Creo que cualquier economista sensato -que los hay- esta de acuerdo en este punto. Como anécdota, contar que hablando con Rob Solow sobre las diferencias y similitudes de los modelos económicos frente a los modelos de las ciencias «duras», este admitía que uno de sus problemas fundamentales es que el economista usa variables «etéreas» cuyas propiedades en el fondo desconoce. Esto marca una diferencia fundamental entre la macroeconomía y la economía financiera, donde el dinero es una unidad definida e independiente, que sigue unas leyes dadas (unas reglas de casino). Solow decía, y creo que en esto tiene razón, que el problema radica en que no es lo mismo la economía de taller que la economía de casino, que seguimos sin entender como se relacionan ambas y , lo que es peor, que el porcentaje de capital (signifique esto lo que signifique) que abandona el taller para dedicarse a juegos de azar es cada vez mayor.
– Sobre el papel de los modelos matemáticos y su ausencia de contraste empírico, también creo que convendría matizar. Es cierto que las capacidades de la econometría dejan mucho que desear, pero no es cierto que las teorías económicas sean inmunes al falseamiento. Por poner un ejemplo, el modelo desarrollado por el sr. arriba indicado tuvo que cambiarse porque el crecimiento observado era bastante distinto al predicho . Otra cosa es que , a menudo, cuando los modelos se modifican esto se haga anyadiendo variables ad hoc. todavía mas oscuras (Capital Humano, p.ej) que a veces se usan como condimento para cuadrar las cuentas. El problema aquí es similar al anterior, medir los parametros del modelo resulta imposible, porque entre otras cosas se desconoce su naturaleza exacta. Solo pueden medirse, por tanto, resultados finales y comparar lo predicho con lo real. Este problema no es en absoluto exclusivo de la economía, pero en economía sufre de un tremendo agravante: a las dificultades técnicas se les suele sumar una dificultad política, pensemos si no en lo complicado que resulta estimar una cosa tan fácil de definir como el paro. Debemos quemar los manuales de economía entonces? Yo creo que no. Aunque el programa Samuelsoniano sufra de apoplejías periódicas, en el fondo intentar desarrollar un conocimiento cuantitativo de la economía es fundamental, si queremos progresar de las explicaciones teológicas sobre el origen de la pobreza. Otra cosa es que no haya política ahí, que por supuesto la hay (no es lo mismo maximizar el desarrollo total que el desarrollo per capita p. ej.)
-Esto me lleva al tercer punto, que es la Fe en la Elección Racional y la Eficiencia del Mercado. Creo que es injusto acusar a todos por igual de talibanismo racionalista. Son fundamentalmente las escuelas neoliberales , en sus sabores Austriaco y Chigaco-Boyz, las que mantienen que estos son Dogmas de Fe. En el caso de los austriacos, no es casualidad que Hayek atacase duramente al análisis económico. Su escuela se basa en la Fe (bueno , ellos lo llaman Praxeologia, pero en el fondo es lo mismo) y es por eso por lo que la escuela austriaca no admite refutación posible. Dado que los principios económicos son axiomáticos y deducidos de la «naturaleza» humana no hay ningún test empírico que pueda negarlos. El mal económico procede del pecado económico (ir en contra de los principios «naturales») y esto sirve para explicar tanto crisis como maremotos. Los monetaristas de Chicago son algo mas light, pero la extranya necesidad de mantener a toda costa que el mercado libre es siempre superior, infalible e inefable, les lleva a sostener, contra toda evidencia empirica, cosas como la Teoria de las Espectativas Racionales o la inexistencia de ciclos economicos. La posición del resto de escuelas sobre la eleccion racional y la eficiencia de los mercados es mucho, mucho mas templada. De hecho Samuelson mismo admitió que creía que las expectativas racionales eran quizá ciertas en micro, pero no en macroeconomía ( y se equivoco, son falsas en general). Aunque es cierto que, en general, el mercado se supone eficiente, esto es en realidad una hipótesis nula. Por supuesto que los rozamientos, inelasticidades y externalidades que luego se introducen para explicar por qué de hecho el mercado no se comporta eficientemente son muchas veces discutibles, pero entre buscar las causas de su ineficiencia o tirarlo todo por la borda y aprendernos los diez Mandamientos de Von Mises, yo me quedo con lo primero.
En el capítulo de evasión de responsabilidades, decir que yo no soy economista, asi que no se lo tomen como una defensa corporativa del gremio. Por cierto, este anyo me habia propuesto escribir posts mas cortos….
InVino, totalmente de acuerdo con lo que dices. Mi formacion es en fisica y biologia y ahora estudio un master de antropologia en Columbia – cursando algunas asignaturas de teoria economica me sorprendio muchisimo la ligereza con la que se tomaban los datos empiricos; el texto viene de esta sorpresa inicial.
En el fondo toda ciencia tiene predicciones anomalas (Kuhn), lo que pasa es que me parece que con la economia estas se exacerban y vienen porque parte de unas premisas ya de por si muy discutibles y con un sesgo ideologico (la del Homo Economicus, basicamente) y que ya son discutidas dentro de la misma teoria (Kahneman o Tversky mismo). Ahora bien, siguiendo la idea de paradigmas cientificos, desde mi punto de vista ahora nos encontrariamos en una crisis del modelo samuelsoniano, que culmina con el DSGE, la critica de Lucas, etc. De hecho iba a citar a Solow mismo, que consideraba que el DSGE era tan solo un enganyo.
El tema esta en que la metodologia es defectuosa de por si porque juega con el principio de infradeterminacion (o como se diga: tesis de Duhem-Quine http://en.wikipedia.org/wiki/Quine-Duhem_thesis ). Se introducen nuevas premisas o se cambian a gusto hasta llegar a las conclusiones deseadas y esto se presenta como ‘descubrimiento’. Un caso claro es el de Stiglitz introduciendo la asuncion de ‘shirking’ para justificar que las wages eran sticky. Lo que pasa es que desde un punto de vista de la antropologia economica, muchas de estas premisas y conclusiones son totalmente bogus. El libro de Jonathan Schlefer The Assumptions Economists Make es muy claro al respecto.
En este sentido, te diria que considero que la evolucion de la ciencia economica presenta muchas mas fricciones y lentitud que las demas por el tema ideologico. Pero en fisica tambien hay incongruencias y los cientificos tambien se pueden adherir por ejemplo a la teoria de los epiciclos de Ptolemeo (y de hecho en su momento se tardo en cambiar por el tema ideologico, tambien).
Un caso muy claro es el dilema del prisionero. Por lo que se, CiU y PSC en Catalunya serian los dos prisioneros y se tapan las miserias (cooperan), al igual que los dealers de The Wire y un largo etcetera, a mi me parece que los prisioneros siempre cooperan y casi nunca hacen free-riding, lo contrario de lo que predijo Nash! Entonces hay que introducir otras premisas: informacion imperfecta, etc. Me parece que mucha teoria economica simplemente no soporta la navaja de Occam, al igual que la cosmologia ptolemaica. Simplemente era eso.
Solo un detallito respecto al final de tu respuesta. Creo que una de las premisas fundamentales del dilema del prisionero es que no haya comunicación entre ambos, y en este caso estoy convencido que comunicación hay, y mucha. En todo caso, entre CiU y PSC, con las vergüenzas que deben conocer uno del otro, el primero que hable no se libra de la cárcel. La situación es más bien parecida a la famosa doctrina MAD.
Por cierto donde dice Espectativas, deberia decir Expectativas.
Ye nen, a ver si te atreves a entrar en este hilo: http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/388611-liberalismo-enfermedad-mental-1-teoria.html a defender tus palabras, que hay unos liberales con ganas de hacerte ver la luz. xD
Perroflauta letrado, jaja, qué cumplido. Sobre el tema del trueque, una cosa es reciprocidad, otra redistribución, pero no son trueque. Trueque es te cambio cautro gallinas por una vaca.
De todas maneras en los trueques se llegó a establecer lo que serían patrones de trueque estandarizados a nivel regional.
Que venían a ser protomonedas antes de que viniese el rey de turno y acabase normalizando una moneda y estableciera unas normas de comercio.
O sea para que se me entienda, las gallinas, las cabras o los camellos han sido típicamente usados como estándar de trueque. Digamos que en las sociedades árabes nómadas por ejemplo el estándar era el camello eso quiere decir que TODO tenía un valor en camellos, naturalmente eso no significa que todo se cambiase por camellos pero sí que ayudaba a saber cuanto valía cada cosa y a intercambiarla de forma que no me timaran, si no tenía nada mejor pues cambiaba por camellos que siempre me podría servir en otra parada para cambiarlo por otras cosas que necesitase.
Lo que quiero decir es que en las economías de trueque la tendencia a establecer sistemas patrón es inevitable en cuanto se vuelven complejos. Es algo que ha sucedido de forma recurrente en todas las culturas hasta que terminan por establecer un estándar monetario que es la solución lógica al problema.
Por supuesto que haya moneda no significa que haya capitalismo puesto que esta es una condición necesaria pero no suficiente. En todo caso la moneda como invento soluciona tantos problemas en el intercambio que no tardó en ser adoptada por casi todas las culturas. Hablamos de la moneda patrón por supuesto, que estaba tradicionalmente hecha de metales más o menos nobles con un valor intrínseco para sus culturas. El más conocido el oro pero no el único.
El paso de la moneda patrón a la moneda fiduciaria actual es ya otra historia que ya se escapa del argumento de mi respuesta pero vamos que el trueque termina por producir espontanemante pseudomonedas para facilitar los intercambios, eso se puede observar.
Yo también soy de la opinión de que la economía no es una ciencia como la física, es una ciencia social y se la utiliza sistemáticamente para justificar un sistema de dominación en el mismo sentido de aquel Derecho Divino que mantenía a príncipes y reyes. Decía el chiste que el economista es aquella persona que mañana nos explicará el por qué lo que ayer predijo hoy no se cumple. Esta disciplina no soporta la prueba definitiva de toda ciencia: la predicción.
Solo hay que ver los dos pilares de casi toda teoría económica:
– La demanda del consumidor como una externalidad.
– La existencia del libre mercado.
Ambas describen una realidad que no ha existido nunca y que hemos tratado en este par de artículos.
Mitos y leyendas económicas I
Mitos y leyendas económicas II
y aquí
Es la economía la religión de hoy ?
Hechad un vistazo a esto….mas maquillaje:
La gran mentira de premio Nobel de economía
Un saludo
Esperando la segunda parte. Leí el libro «Deuda…» que citas y lo cierto es que me quedé de piedra cuando argumentó la falacia que supone una aparición del dinero «porque sí». Cuanto más leo sobre economía más me doy cuenta que todo son cuentos para defender y justificar un reparto del pastel totalmente injusto. De hecho, la única vez que he hablado de todo esto con una amiga que asistió a un mba de esos que enseñan toda la verdad y nada más que verdad, me dí cuenta que ella no argumentaba, me tiraba sus «razones» a la cabeza.
Echo en falta en la bibliografia a Mario Bunge, que caracteriza formalmente la teoria económica como seudociencia coincidiendo en varios argumentos con los aquí expuestos y (en mi opinión) con gran rigor.
Me parece que merece la pena reseñar que frente a las posiciones neoclásicas han habido y siguen habiendo intentos de apoyar las ciencias económicas en un enfoque más empírico.
Por poner algunos ejemplos: Dance of the Meta-axioms, de Yanis Vaourfakis, la Post-Autistic Economic Review, o el trabajo de marxistas y neo-ricardianos sobre teorías de valor y predictividad de las mismas de los precios.
El ser humano coopera casi en la misma medida en que compite, como en general todo bicho viviente. No solo hay tensiones, ni solo ayudas. La economía cientifica es una rama de la psicología. Los procesos de toma de decisiones son tan físicos como cualquier otro y sometibles a contrastación experimental. La teoría económica liberal -y gran parte de la marxista- parten de la inmaterialidad del alma y su semejanza con Dios, es decir, egoista y brutal, pero racional en su ejercicio del egoismo y la brutalidad. El estudio del cerebro muestra que esto es falso.
Saludos
no veo muy bien como ni por que metes en ese parrafo la formula de Black-Scholes
Las conchas como moneda
En en uno de los ultimos parrafos, se afirma que mi libertad para enriquecerme es la inmersion en la miseria para otros… No se desde que punto de vista sostienes esa tesis. Tomando el ejemplo de Bill Gates (que seria de largo el hombre mas rico de mundo, si contamos lo que ha canalizado a traves de su fundacion para pagar las vacunas del tercer mundo), su empresa (Microsoft) tiene una de las externalidades positivas mas altas de la historia, al ser imposible para ellos apropiarse de mas del 4% del valor creado por sus productos (y eso en los calculos mas optimistas). En otros casos, como Rockeffeller que dio luz a la industria petrolera moderna (esta tiene externalidades muy negativas) e incremento la productividad en ordenes de magnitud, generando externalidades positivas que nunca podria apropiarse. No creo que tu afirmacion sea generalizable, porque no es lo mismo el amigo del presi de la republica bananera / baathista que consigue una concesion vitalicia en regimen de monopolio, con el emprendedor que descubre un sector nuevo, crea valor, empleo y mejora la calidad de vida o capacidades productivas de otras empresas.
Joel, a lo que voy es que el origen del derecho es en la comunidad y no algo natural, como dice el liberalismo: definir un derecho implica necesariamente coacción. Por lo tanto, naturalizar el derecho al enriquecimiento sin obligaciones para con la comunidad, que es lo que hizo el liberalismo, tiene sus implicaciones en lo social.
No me meto en discusiones sobre las dinámicas de mercado, si son de suma cero o no, etc.
Su afirmación de que la Economía no es una ciencia es algo que me deja perplejo y su deducción lógica de que no hay que buscar leyes en la Economía más perplejo todavía. Estoy con Vd. en que muchos economistas olvidan la parte de la demostración empírica, pero eso no significa que no hagan ciencia. Einstein, con su teoría de la relatividad, tampoco hizo demostración empírica, pero sí hizo ciencia. Concretamente, considero la Economía como una ciencia exacta, pero bajo las reglas del caos matemático, amén de la componente estadística. Esto implica que los resultados de un sistema pueden ser impredecibles, pero no que no exista una serie de normas matemáticas exactas que guíen la evolución del sistema.
Respecto del dinero como moneda, no es de extrañar que fuese el Estado el que certificase las primeras monedas teniendo en cuenta la componente social de la confianza en el intercambio de la moneda. No es importante que la historia de la aparición de la moneda sea o no sea la que se describe en su artículo. El dinero es lo que es. Científicamente no se define en función del origen. Como mucho el origen sirve para entender el concepto, pero no cambia nada su necesidad y valor en la sociedad actual.
Respecto de las burbujas económicas, mi opinión es que sí existen, obviamente. Se producen por una información sesgada de la realidad percibida por los agentes económicos. Toman la evolución de un periodo como algo sostenible en el tiempo, pero al final, explota. No significa que los agentes económicos sean irracionales, simplemente es que no actúan evaluando correctamente todos los parámetros que intervienen en el sistema económico. En resumen, no se puede decir que el mercado libre es perfecto, pero sí que es el mejor sistema económico para maximizar la creación de riqueza respetando la libertad individual de las personas (toco el tema de la libertad más adelante).
La falta de verdad científica que Vd. defiende en la Economía le lleva a pensar que la mayoría puede definir cuál va a ser la “verdad económica” y que por tanto, la economía debe funcionar como quiera la mayoría de la sociedad. Eso sí es un problema racional. No saber todas las leyes de la Economía no significa que no existen verdades en Economía. No podemos construir la verdad económica en función de nuestra ideología.
Respecto de la libertad, su concepto es un poco sui generis. No es cierto que la libertad de alguien implique la represión de otro. Esto solo ocurre en las mentes avariciosas que se creen el centro del mundo y que por tanto tienen derecho a poseerlo todo por el solo hecho de existir. Pues no, hay una escala de valores y de libertades. Si alguien no me deja entrar en su casa, no me está quitando la libertad. Es simplemente, que yo no tengo ese derecho. Igualmente también es falso, salvo en la mente enferma de los colectivistas sociales, que la riqueza de uno signifique la miseria de otros. Qué absurdo si partimos del hecho que todo intercambio social lo hacemos por interés propio. Si yo compro una revista es porque para mí vale más la revista que el trabajo que he realizado para ganar su precio. Otro tema es si, por el hecho de no tener todos los datos de mi vida en este momento, hago intercambios que a la larga no me favorecen. Por ejemplo, me compro un coche y después me quedo sin trabajo. Quizás si pudiera volver atrás, sabiendo que ahora no tengo trabajo, no me compraría el coche, pero hay dos opciones: o me dan libertad para comprar o no el coche, o me dirigen la vida desde el Estado, asumiendo el Estado el darme lo que necesite si fallan en su elección. Pero qué es “lo que necesite”. Si partimos de la base de que es falso que todos queremos lo mismo, porque no valoramos igual las cosas, recibir cosas del Estado nunca maximizará el valor de las cosas (yo las valoro menos económicamente que lo que yo me compro con mi dinero).
Habla Vd. de “…denodados esfuerzos de los liberales de conceptualizar lo que antes era mera avaricia como una noble empresa moral …..”. Yo, en cambio, veo en la imposición socialista de robar al que ha producido esa falta de moral y exceso de avaricia. No querer asumir como adultos la responsabilidad sobre mis actos. Por razones morales, y nunca económicas, yo abogaré, por ejemplo, por un derecho público a la sanidad universal, pero para que sea más justo, con aportación de todos aunque no sea necesariamente en forma de dinero. No todo se paga con dinero.
El derecho a la sanidad no es un derecho ontológico. Es un derecho que me tengo que ganar. Igual que tener vivienda. Para tener vivienda tengo que generar una riqueza para invertirla en tal vivienda. Para tener sanidad tengo que trabajar, bien sea para pagármela, bien para poder participar en una sociedad que la tiene que pagar para hacerla después universal. Partimos de la base de que si nadie genera riqueza para pagar a los médicos, no habrá médicos. Por supuesto, por razones morales (que no económicas) el que esté imposibilitado para generar riqueza, se le dará sanidad por caridad. El que pueda generar riqueza y no quiera hacerlo, debería quedarse sin sanidad.
Sr. Javier,
Dicen que hacer política es cabalgar contradicciones. Su texto contiene algunas muy importantes. No intento con esto devaluar su exposición, sino más bien analizar con qué líneas políticas (qué axiomas, que sobreentendidos) trabaja el liberalismo como doctrina económica y social. Dicho de otra manera, con que contradicciones trabaja el liberalismo y cómo las cabalga. En primer lugar, tenemos el punto de partida del liberalismo en todas sus versiones: una teoría y una práctica que quiere organizar la sociedad. Estoy hablando de establecer valores, crear una moral del «propietario productor», etc. En todo caso conceptos que ud. ha expuesto y que demuestran la dirección organizativa y social del liberalismo. La raíz de la permanente contradicción del liberalismo es que parte de una premisa de individuo aislado, que existe y deviene gracias a los méritos individuales. Al mismo tiempo, se encuentra en la contradicción de tener que organizar un modo de funcionamiento social que se base en este interés único e individual. Esta contradicción individuo-sociedad ya está presente, al menos, desde Locke. Locke, ese hombre que escribió un tratado perfecto desde el punto de vista lógico acerca del conocimiento como construcción empírica (filosofía), caía en en contradicciones demasiado obvias cuando desarrollaba su teoría (política y económica) sobre la sociedad civil. Sirva como ejemplo el caso de la herencia: Locke era un acérrimo defensor del derecho de las personas de legar sus bienes a sus descendientes. Si nos damos cuenta, este derecho entra en plena contradicción con otro de los axiomas de su teoría: la del mérito individual del productor. ¿Qué mérito tiene una persona que la única cosa que ha «hecho» en su vida ha sido ser hijo de alguien que ha acumulado bienes y dinero, aunque sea con su propio esfuerzo? Por supuesto, Locke no era un idiota y asumía estas contradicciones. Sabía que el poder económico-político no es una cuestión de lógica formal. Sabía que si no asumía la contradicción de la herencia, la clase productora-propietaria a la que pertenecía se quedaría sin base social sobre la que existir. Si ha aprendido la lección, sr. Javier, debería usted dejar de intentar justificar la validez de la economía en base a supuestos «modelos matemáticos» fuera de toda sociedad. Aprenda en lo posible de Locke y asuma las numerosas contradicciones del liberalismo. Y si puede ser, ya sólo por honestidad, asuma que no está haciendo ciencia desde ninguna torre de marfil, sino que defiende y cabalga las contradicciones de una clase social (los productores propietarios) en la batalla cotidiana por mantener el poder. No me malinterprete. No estoy presuponiendo que sea usted un rico propietario-productor. Simplemente digo que, cómo mínimo, les hace el trabajo sucio.
Javier
¿La economía es una ciencia exacta? Es el mejor chiste que he escuchado desde 2008… Exactas son las matemáticas, pero la economía se refiere a cosas que no son solo números ni figuras geométricas.
La economía es una rama de la psicología -teoría del valor, toma de decisiones, etc.- que a su vez es una rama relativamente autónoma de la ecología humana, es decir, como es que los individuos se relacionan económicamente en sus medios creando monedas, créditos, etc.
No se porque los economistas se las dan de científicos. Si desmenuzas sus afirmaciones, como ha hecho parvulesco en esta entrada, ves que no son coherentes con el resto de la ciencia. Y eso en mi pueblo es pseudociencia.
Saludos
Sr. José:
En ningún momento he dicho que la Economía sea una ciencia exacta. Tampoco creo que podamos afirmar que fuera de las ciencias exactas no exista ciencia. Lamentablemente no soy economista, digo lamentablemente por que es una de las Ciencias que me encantaría conocer más. Soy físico, de la rama de la física teórica (teoría nuclear, partículas, relatividad, …). Con esto le quiero indicar que entiéndo perfectamente lo que son las ciencias exactas, de hecho, me fascinan. He luchado dialécticamente para acotar el concepto de ciencia y distinguirlo claramente de lo que es incluso la tecnología, pero no dejo de reconocer el intento de formalizar, utilizando el método científico, otras disciplinas del conocimiento. Muchas veces aplicamos la lógica; esto ya es aplicar una disciplina de las Matemáticas. También la «logica difusa» es desarrollada y formalizada en Matemáticas, sin embargo su aplicación en Sociología y Tecnologías donde el Hombre participa en la toma de decisiones está siendo bastante fructífera. La Economía es un buen sitio donde aplicar esta técnica matemática.
Otro ejemplo muy claro es la Medicina, cuyo ejercicio y conocimiento cae dentro de mi familia. Según la Medicina cada cuerpo es completamente diferente a otro y medicamentos que funcionan en una persona pueden llegar a ser contrapoducentes en otra. ¿Acaso la Medicina está por eso cercana a Parapsicología o la Ufología como defiende el autor del blog? ¿Va Vd. al médico o lo considera un chamán de la tribu?
Por otra parte, si desmenuzo las afirmaciones que ha hecho parvulesco en esta entrada, lo que veo que para llegar a su conclusión de que en Economía no hay verdad alguna (y que por tanto tener una idea antiliberal podría ser tan enfermo como tenerla liberal) juega al juego del «todo o nada»; si no es una Ciencia Exacta, pues no es Ciencia, y no puedo extraer verdades. Si la Ciencia hubiese pensado así, no habría avance alguno.
Espero que por coherencia, el autor escriba otro blog titulado » El antiliberalismo o los colectivistas como enfermedad mental» puesto que su argumento principal es que no existe la verdad en Economía.
Gracias por sus comentarios y un saludo.
Sr Javier
Creo que nadie está defendiendo que «ciencia» sea equivalente a «exacto». Que yo sepa las ciencias exactas son las formales y las fácticas son aproximadamente exactas. Parvulesco simplemente ha evidenciado que la teoría económica liberal no es ni lo uno. No es una rama de la matemática porque las monedas o los bonos no son números sino cosas, pero tampoco de la ciencia fáctica porque no comparte su metodología sino que es explícitamente ignorada.
Usted que es modelador o teórico debería saber que el modelo que diseñe debe testarse para aceptarlo como una teoría científica y no solo especulativa. El tema es que el modelo económico liberal incluye multitud de afirmaciones que no están basadas en la ciencia. Hace afirmaciones de tipo psicológico, histórico, sociológico, etc. totalmente infundadas.
Como psicólogo, lo que siempre me ha llamado la atención es que el liberalismo pretenda construir una ciencia «económica» apoyándose en supuestos psicológicos:
– Cuando la psicología no está en condiciones de «sustentar» nada (totalmente fracasada en su aproximación a las ciencias exactas)
– Y si puede sustentar algo es precisamente la ausencia de «racionalidad» (entendida como lo requiere el «Homo Economicus»).
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Hola, he llegado de casualidad o causalidad a esta charla ya avanzada.
No puedo dejar de sorprenderme de las cosas que se dicen que como alguno plantea, sin carga ideológica alguna en el análisis pero es evidente en su concepción, incurren en ciertas incongruencias.
No termino de entender ya desde el inicio de la nota que es lo qu ese defiende.
Se ataca a Adam Smith para que? para decir que nos engañó y que es mentira que el estado no crea el dinero??
se dice, presupongo que con una mirada comunista o similar, que lo social estaba antes de que naciera el mercado.
cuando ello no es la conclusión a sacar, lo común o comunitario no justifica, ni sustenta el estado. ambas son dos mentiras, la del libre mercado y la del comunismo.
y la economia sea ciencia o no lo sea, da igual; porque parte de premisas falsas.
en primer lugar, en ninguna de las teorias economicas se valora aalgo tanhumano como el dolo, el delito, el engaño, etc. Y ello modifica todo.
Claro que el hombre siempre es racional, otra cosa es que ese razonamiento llegue a una conclusion que no coincida con la nuestra. O con la llamada lógica, o con lo esperado en forma general.
Existen infinidades de variables y condicionantes, desde la info que tengo, mis necesidades, mi experiencia, mis traumas, mis vicios, mis debilidades, mis gustos, etc y etc y etc
pero siempre llego a una deciison que para mi es racional y lógica, mi lógica.
inclusive el delincuente tiene procesos racionales y conductistas, ya sea de guante blanco o un ratero.
sabemos realmente que es el dinero?
In Vino dice;
el dinero (o mas concretamente la cuestion de su naturaleza) ha supuesto siempre un grave problema para el desarrollo de la teoria economica. Como dice Antonio, es el gran ausente de la Teoría General ( y de casi toda la microeconomía) y en los modelos macro suele aparecer travestido de conceptos oscuros como “ahorro” o “inversión”
Y tiene razón, y por eso nadie ha encontrado una teoria del valor del dinero y demás por la sencilla razón que se parte de un error.
el dinero no es un bien, ni una mercancía, ni una cosa. es un simple derecho
los codigos civiles dicen que el dinero es un bien o una cosa, el español dice por mor de vs articulos que es un bien mueble apropiable
eso sí que es una locura
alguieen diriai que la escritura de una casa es un bien inmueble? nadie
la casa es el bien inmueble, la escritura es el titulo que acredita la titularidad sobre el verdadero bien
el dinero es lo mismo
como las policas del hogar que aseguran continenete y contenido
el continente es la moneda y el contenido es la riqueza representada
Javier dice sobre el dinero que;
Científicamente no se define en función del origen. Como mucho el origen sirve para entender el concepto, pero no cambia nada su necesidad y valor en la sociedad actual.
frase por demás enigmática. cual es la definicion cientifica del dinero?
y cual es su origen, no fáctico sino digamos ideológicos o filosófico?
el dinero nace como arma de poder y control social, es el arma de destrucción masiva. ya los gobernantes desde tiempo viejos usan el dinero para tener el poder, cobrar el señoreaje y demas cuestiones
el dinero se construye sobre dos paradigmas: uno es la escasez y otro el monopolio en la emisión.
eso lleva al poder; algo escaso que yo sólo produzco (es igual el mono que el oligopolio, el resultado es similar)
por lo tanto, nadie es libre, ni el mercado, ni las personas, nadie. es todo una mentira.
la única y sustenacial diferencai entre los comunistas y los capitalistas es pelearse por el monopolio de la emisión monetaria. en uno cson 4 vivos del politburó y en el otro 4 vivos del mercado financiero.
ninguno de ambos le interesa la libertad del ser humano, menos su felicidad , ni su bienestar.
rompanse la cabeza con teorias, nombres y autores, que no llegarán a nada, ya que como se inicia la nota, lo natural es la distribución libre.
ambas ideologias tienen parte de razon, sólo que se alejan de la verdad cuando quieren llevar agua a su molino
si los comunistas son tan sociales y humanos, porque eestablecen un estado represor?
si los capitalistas son tan liberales porque no dejan el dinero libre en su emisión??
Lo primero que diré es que el post es una manipulación burda, “muy frondosa intelectualmente” de un economista de nivel medio-alto y de valores socialdemocráticos (de una universidad americana supongo, por lo sesgado del abanico de conceptos y referencias que usa). Digo manipulación por varios motivos. Primero, hace una argumentación bastante incoherente sobre el trueque. Dices que el intercambio se produce normalmente vía
1) mera reciprocidad… Un intercambio nunca se produce vía reciprocidad. Es normal que para que se articule un intercambio haya reciprocidad en el valor de lo que se intercambia pero “vía reciprocidad” no tiene sentido.
2) Redistribución centralizada.. esto no es una forma de intercambio y como práctica, habría que asociarla a la institucionalización de las mafias en Estados modernos y utilización de impuestos. Redistribución no es intercambiar, es distribuir “de nuevo” riqueza a través de transvases entre individuos para alterar el resultado de un reparto. Aquí directamente patinas.
3) Mercados. Ok.
El trueque sólo ocurre en casos extremos. A fecha de hoy ok con el enunciado, el problema es que las situaciones históricas comunes hace unos siglos, son absolutamente extremas desde la perspectiva actual. Dices que sólo se daría en casos de:
1) Colapso social? Si entendemos por colapso social, simplificación de las funcionalidades sociales a un estado básico de complejidad, no tiene sentido la argumentación. Durante la mayor parte de la historia económica las sociedades eran menos complejas, con menos funcionalidades o bien las que se daban, eran menos sofisticadas, luego tendría perfecto sentido usar trueque para estos entornos que vistas desde la perspectiva actual serían de colapso.
2) Cuando extraños de tribus diferentes se encontraban. ¿Y que es la evolución de la humanidad sino un cúmulo de interacciones entre extraños que migraban de un lugar a otro? Recordemos que hasta hace 16mil años éramos nómadas, así que tiene sentido pensar que lo más frecuente durante la mayor parte de nuestra historia eran encuentros de este tipo y establecimiento de lazos y contratos en base a intercambios articulados usando el trueque.
Segundo, trata de atacar a Adam Smith tachándolo de gran manipulador y malvado conspirador. Adam Smith era un regulacionista como la copa de un pino (el tipo se dedicaba al tema de los aranceles). Nada que ver con la distorsión conceptual que pulula en la izquierda becerrona y la mitificación que algunos locos austriacos, estos si intencionadamente, han hecho de la idea de la “mano invisible” nada central en sus escritos (ni en la riqueza de las naciones ni en la teoría de los sentimientos morales) y que por cierto, hoy en día ya se estudia científicamente, es una propiedad de los sistemas dinámicos complejos que recibe el nombre de “autoorganización”.
Tercero, pones dos ejemplos de juegos cuya inadaptación a la realidad empírica simplemente indicarían racionalidad limitada (hay muchos modelos que incorporan esta característica). Los trabajos de Hommes son muy interesantes y van en este sentido.
http://www1.fee.uva.nl/cendef/publications/papers/handbook_hommes.pdf
Cuatro, criticas la no falsabilidad y las pajas mentales matemáticas que muchos microeconomistas desenchufados de la realidad practican (comparto) para luego hablar de los DSGE, en los que cualquier parámetro, forma ecuacional o interconexión precisamente son precisamente falsables (será que no ha llegado a la econometría bayesiana). Cualquier posterior te de un modelo DSGE permite analizar si las características introducidas en la economía artificial modelada que se estima, se adecúan o no a los datos.
Quinto, falla diciendo que no hay hipótesis que se descarten o que vuelvan en base a la realidad empírica y los estudios econométricos. Pues ahí tienes la vuelta de la hipótesis de la renta permanente de los chicago boys, los aceleradores financieros de Mishkin, etc. ¿Y quien sigue creyendo en la superneutralidad del dinero? Ejem.
Sexto, le atribuye a Fama un peso que nadie en su sano juicio le daría, no publica nada relevante desde hace 10 años y ya hay peña tipo Jaume Ventura que ha evolucionado toda la teoría de las burbujas. En definitiva, critica un pseudo
Hombre We Vincenzo la ausencia de falsabilidad en la economía yo sí la veo una crítica lícita más allá de que no tenga que ser una norma universal pero sí algo muy común en economía, mucho más de lo que sería deseable, de hecho es la crítica esencial que se hace a la economía desde las ciencias puras como la matemática o la física en donde los criterios experimentales son totalmente estrictos y el contraste con las observaciones continuado y obligado. Al hilo de todo ese argumentario un artículo que me encantó leer fue este: http://gallir.wordpress.com/2012/07/14/ciencias-economicas/
Finalmente comentarte que la econometría en general se inspira en la mecánica newtoniana. Es decir que a toda fuerza le corresponde una reacción igual en la dirección contraria, que en ausencia de fuerzas un cuerpo se mantiene en movimiento o en reposo. El determinismo mecanicista hace tiempo que debería haber dejado paso ya a la modelización con ecuaciones no lineales, teoría del caos, teoría de la complejidad, atractores… vamos lo que se dice actualizada la economía no lo está, sigue con un tipo de ecuaciones que en las ciencias avanzadas están claramente obsoletas por su ineficacia a la hora de analizar los problemas de la naturaleza, que nunca son lineales sino más bien caóticos.
————–
Por otra parte en lo de las ideas zombies el artículo tiene toda la razón en los casos en que ha habido constatación empírica importante, por lo menos como para poner tales afirmaciones en duda, se han mantenido como credos enseñándose igualmente en las facultades económicas como credos invariables.
La crítica a la doctrina de la «mano invisible» no es porque no haya autoorganización, o sea efectivamente existe en todo sistema una tendencia a alcanzar algún tipo de equilibrio. El problema es que ese equilibrio no tiene porque ser justo. Recuerda las simulaciones de equilibrio en un sistema de intercambio de dinero entre iguales y como se llega a la inevitables distribución exponencial, una distribución sumamente desigual.
http://www.youtube.com/watch?v=1CO90BClUac
Y al hilo de la no linealidad, en economía clásica el concepto de equilibrio es plenamente newtoniano, no es moderno. Los sistemas en equilibrio no son estáticos o estables en realidad, el equilibrio puede depender de la escala temporal en la que miremos el sistema, a una escala más larga podría no haber equilibrio, y por otra parte los equilibrios en subsistemas tan complejos como el económico son siempre dinámicos, como el caso del ejemplo del intercambio entre iguales en el que hay mucha actividad entre los agentes, en la microescala el equilibrio no existe, y el sistema bulle como en el mundo cuántico si lo miráramos escala de partículas.
Bajo mi prisma la Economía aunque lo ha intentado aun no ha tenido éxito en su conversión a una ciencia auténtica, en parte supongo porque no se puede desligar de un cierto enfoque humanista y es que los aspectos psicológicos influyen en los sistemas económicos. Y claro ahí ya la cosa se vuelve muy intratable aunque haya teorías interesantes como aquella teoría que me enseñaste de Kauffman no dejan de ser piezas sueltas de un puzzle enorme que aun hay que armar y que parece que nadie se decide a empezar a montarlo quizá por pereza o quizá por miedo a lo que se pueda descubrir. A veces da la impresión que no interesa avanzar en según qué campos.
Sobre lo que comentas del trueque:
«1) Colapso social? … Durante la mayor parte de la historia económica las sociedades eran menos complejas …»
Graeber no se refiere a sociedades menos complejas, sino el paso de sociedades complejas que ya conocen el dinero, a sociedades que no pueden seguir usando el dinero y pasan a utilizar el trueque.
«2) ¿Y que es la evolución de la humanidad sino un cúmulo de interacciones entre extraños que migraban de un lugar a otro? Recordemos que hasta hace 16mil años éramos nómadas, así que tiene sentido pensar que lo más frecuente durante la mayor parte de nuestra historia eran encuentros de este tipo y establecimiento de lazos y contratos en base a intercambios articulados usando el trueque.»
Puede que tenga sentido, pero la cuestión es si fue verdad, y en que cantidad fue verdad. Nuevamente se usa una teoría que «tiene sentido» sin la más mínima preocupación por saber si se dió en la realidad.
We Vincenzo,
sólo planteo una crítica a cierta metodología habitual en la ciencia económica, donde abundan modelos teóricos no falsables, aunque por suerte esto está cambiando. Cosas como la curva de Laffer o la EMH. El DSGE es no-falsable en el momento en que simplemente cualquier calibración de los parámetros produce una evolución particular de la realidad, pero en el fondo no genera nueva información (lo que implicaría que algo se ha falsado). Ya conozco el concepto de bounded rationality, va en la línea de Granovetter y otros, que precisamente cito.
En ese orden de cosas me parece que la premisa del individualismo metodológico es muy problemática porque precisamente pierde de vista el carácter complejo de la sociedad.
Sobre el trueque, sólo se da en casos como en Argentina en 2001 o cuando sociedades instaladas en la reciprocidad se encuentran. Tus argumentaciones sobre el tema no se aguantan y parece que desconoces qué es reciprocidad, redistribución e intercambio mercantil, la clasificación clásica polanyiana.
En todo caso gracias por lo de economista de nivel medio-alto y de valores socialdemócratas, hahahaha!
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