Con gran tino, Guillem comenta en twitter que mejor hablar de otra cosa (mucho más importante/relevante/constructiva) que de lo que pasó ayer, cuando los indignados barceloneses, olvidando la historia, trataron de tomar la fortaleza de la Ciudadela, creyendo que la razón les bendeciría.
Pero el relato, en este caso, es el de Felip Puig, que hizo sus deberes y consiguió que una protesta contra los presupuestos de la tijera y el FMI se convirtiera en algo que los medios manejan muy bien, que entienden mucho mejor que lo del último mes. 20.000 muertos por un terremoto y un tsunami en Japón, pero el titular es la radiación.
Así, se puede argumentar que había policías infiltrados entre los manifestantes, pero no hay vídeo en el que salgan haciendo todas esas cosas que se les hizo a los parlamentarios ayer. Que cada uno reflexione sobre lo que eso significa y que el movimiento en conjunto aprenda algo.
El sistema lleva mucho camino ya, y sería absurdo creer que no ha aprendido nada en estos años. El Brave New World, ese mundo feliz, tiene que enfrentarse y vencer a sus fantasmas, que todavía caminan y les queda cuerda para rato. Al fin y al cabo, si no fuera así, no haría falta ni movimiento, ni protestas, ni camino.
Una pena no poder ver en ningún vídeo a los infiltrados en acción, es extraño, por cierto, ¿cómo los detectaron?. ¿Hubo detenidos y se sabe qué ha sido de ellos?. Según lo que decían esta mañana en els matins de tv3, lo que algunos hicieron ayer está penado con de 3 a 5 años de cárcel.
Sólo verlos se ve claramente que son policías. Cachas, looks incoherentes y caras de estar vigilando/querer pasar inadvertidos. Si además están todos juntos, aún se nota más.
Entonces no estaban pasando inadvertidos, me falta verlos entre los indignados y haciendo algo. ¿Nadie tiene imágenes?.
Dejando de lado que me parece delirante que se pueda condenar a alguien a 3-5 años de cárcel por lo que pasó ayer, que fue grave en un sentido político y/o moral, pero no en un sentido «legal», yo aún no he visto imágenes en las que se vea que la única violencia fue la ejercida por los mossos infiltrados.
Y ya digo que da igual. El discurso ganador del día es el del señor del bate de béisbol. Las imágenes y los textos que explican que un cargo electo de ICV se llevó la del pulpo son demasiado elocuentes, demasiado reales, aunque sean (y digo que no se si lo son o no) una manipulación.
Y añado: Igual que un solo violento desautoriza a todos los pacifistas, un solo mosso infiltrado debería desautorizar a toda la consellería de interior, un actor mucho más sospechoso de poder forzar una cierta narrativa de los acontecimientos. Pero, precisamente por eso, el sentido común no triunfa y ganan los malos. El señor del bate.
ya tienen al movimiento donde querían. ya pueden decir que son lo que intereconomía lleva cantando desde el 16m. ya pueden sumarse todos al coro.
el otro movimiento, como bien dicen aquí, el de la construcción del mundo moderno, lleva muchos siglos repartiendo estopa como para que ahora por unas acampadas se ponga a temblar. antes queda mucha basura por ver y oir.
aún así, habrá que ir a la mani del 19, ¿no?
Sí, y no creo que lo tengan tan bien como pintas…
Divertida la reacción de los políticos, todos a una, demostrando una coherencia y una conciencia de clase admirables: «buuh, son unos violentos y unos malvados, obstaculizando nuestra labor sagrada por la democracia, ¡si hasta nos tiraron plátanos!».
El «movimiento» lo tiene realmente crudo, porque contra los medios –especialmente la televisión– no se puede luchar; son ellos los que fijan los términos del debate. Curiosamente, en programas como el de Ana Rosa Quintana casi todos los colaboradores dicen apoyar a lo que queda del 15M, supongo que porque queda así como molón y moderno.
Violencia: el eterno discurso sesgado
Respeto el último comunicado de la #acampadabcn en relación al bloqueo del parlamento. Lo hago por su posicionamiento claro en cuanto a de dónde ha prodecido la violencia, ya que se destaca en primer lugar, y en posición preferente, las acciones ultraviolentas de los policías antidisturbios.
Sin embargo, creo que a tenor de las circunstancias tenemos que plantearnos cuál va a ser nuestra reacción en adelante a este asunto tan peliagudo de la violencia y plantearnos si queremos seguir celebrando el ritual de la condena de la violencia método generalizado de respuesta.
Unas cuantas consideraciones al respecto:
No podemos condenar la violencia de unos “exaltados” intentándolos separar del resto de manifestantes. Eso divide al movimiento y entra totalmente en la lógica discursiva dominante de los mass-media y las instituciones dominantes. Me explico:
Efectivamente, en la jornada de bloqueo al parlament se ha cargado todo el peso de un concepto que tiene una connotación negativa enorme (“violencia”) en una acción política, y totalmente legítima. Dicha acción ha consistido en un rechazo simbólico a una casta política antidemocrática. Recordemos que nunca implicó violencia física contra ningún diputado: ¿la energía cinética de un escupitajo a la cara de un político llega a un nivel reconocible de violencia física? ¿Debemos en serio usar el mismo concepto para hablar de los treintaipico heridos que recibieron porrazos y pelotazos de goma?
Este concepto (violentos-violencia) sirve para descalificar de manera automática a cualquier colectivo; mientras al mismo tiempo evoca un imaginario determinado de brujas, comunistas, masones, italianos (¡visto en Antena3!) y mala gente en general (-¿antisistemas? -¿dónde?).
Tenemos una prueba de este funcionamiento en el hecho de que el poder evita referirse a sus propias actuaciones violentas mediante dicho concepto (“violencia”).
Como ejemplo de ésto, el president Mas se refiere a la violencia necesaria para despejar el parlamento como un acto de “fuerza legítima”: <> <> descartando en todo momento de su vocabulario el concepto “violencia”. Es decir, se está pretendiendo que quien se lleve todo el marrón asociado a la violencia sea un determinado bando.
En definitiva, el calificativo de “violento” es una herramienta estigmatizadora tan efectiva, que el president no lo quiere utilizar para hablar de la propia acción de la policía, prefiriendo usar conceptos anodinos, casi inscritos en la física Newtoniana: “los mossos aplicarán una fuerza centrípeta de 20 g sobre el encéfalo de los manifestantes”. En fin…
Por lo tanto, si lo que se la hecho a algunos diputados (zarandeos, empujones, pintadas, insultos, escupitajos…) es violencia; como movimiento tenemos dos opciones:
Inventar una palabra mucho más contundente para expresar, sin ir más lejos, la violencia policial que se vivió en las jornadas del bloqueo del parlamento. A este respecto se encuentra disponible en la web una escena altamente ilustrativa: Un grupo de gente abuchea y persigue a un diputado. Le cercan con las manos en alto, insultándole sin tocarle con las manos en ningún momento. Objetivo claro: que el diputado dé la vuelta y no pueda acceder. Resultado: El diputado pide ayuda a un grupo de mossos, que empiezan a golpear y empujar violentamente a los manifestantes, que, hasta ese momento, no habían casi tocado al diputado. Violencia, ¿dónde?, ¿y por parte de quién?
No entrar en el juego discursivo de la condena de la violencia. Negar rotundamente que haya habido violencia en el bloqueo del parlamento y denunciar lo que, por una simple cuestión de grados, sí que es violencia (la carga policial, los deshaucios, etc.). Lo que han hecho los manifestantes contra los diputados no puede ser considerado violencia; porque estamos utilizando el mismo concepto (con toda la carga que tiene) para un escupitajo que para una carga policial con pelotas de goma; lo que es totalmente incoherente y debilita otras acciones similares que algunas personas, tengan a bien realizar dentro del seno del movimiento.
Hay otra cosa que me preocupa. Parece que hay un grupo de los que estuvieron que prefiere pensar que hay grupos de infiltrados provocando disturbios (que puede ser), que aceptar una respuesta violenta justificadísima a una masacre perpetrada por parte de los mossos a la gente pacíficamente sentada. No podemos, como movimiento, hacer comulgar a todo el mundo con la dogma de la resistencia pacífica; simplemente por la razón de que implica un riesgo físico enorme (¿cuantas cabezas abrieron en el 27-m y cuántas el 29-s?) que no todo el mundo está dispuesto a asumir; y en segundo lugar, porque la autodefensa es una acción totalmente legítima. La resistencia pacífica tiene que ser una estrategia; si tenemos en cuenta que el efecto que provoca es el de una masacre, algo que puede ser útil en ciertos momentos (como el 27-m), ya que se visualizó la violencia estatal en toda su crudeza; pero no debe ser una estrategia extrapolable a todas las situaciones y debemos valorar su pertinencia en función de la acción que nos planteemos.
Un pequeño aporte «bibliográfico».
http://www.casadellibro.com/libro-la-quema-de-la-asamblea-cronica-periodistica-de-la-mayor-crisis-industrial-vivida-en-cartagena-en-el-ultimo-siglo-1991-1993/2900000993020
Saludos
No es sólo por la quema de la Asamblea. Es un símbolo. Después de eso, en Murcia, y casi toda España, sólo nos quedaba ser albañiles o «camareros» (homenaje a Ibarreche).
Saludos
Hola,
Gracias por el link, asertus, el departamento bibliográfico del Club Pobrelberg está muy interesado en este tipo de aportaciones.
marc, lo primero gracias por el comentario. Creo que abordas varios puntos que son importantes. El problema que hay es que los medios no los controla ni la verdad, ni la honestidad, ni el pueblo, los controlan los anunciantes, entre los que se encuentran las instituciones públicas. Y son ellos los que dicen «violento tú», «policía adaptado a los tiempos modernos tú» etc… Y, además, existe un consenso según el cual el monopolio de la violencia es del estado, y esto no legitima cualquier acción, pero sí que hace creíble que en alguna situación alguien pueda usar la violencia sin ser condenado por ello, y ese alguien sea un mosso. Si a eso le añades que la injerencia la estaban causando los manifestantes (y eso ya se puede entender de alguna manera como una acción, casi violenta sólo por ser activa), tienes un cóctel en el que es fácil que los medios digan lo que están diciendo y haya que pensar que algo se ha hecho, que algo hemos hecho mal.
Hola Johnnie, gracias por la respuesta.
En cuanto a los medios de comunicación, la cosa está clara: participan del consenso sobre la violencia; lo cual creo que está muy relacionado con la célebre CT de tu compi Guillem Martínez (uno de los análisis más reveladores de la cultura en este país). La pregunta pertinente es: ¿cómo nos vamos a relacionar de ahora en adelante con las acciones «violentas» como el acoso a diputados?
Como he apuntado antes, se debe evitar a toda costa utilizar el concepto «violencia» para valorar nuestras propias acciones, porque significa entrar en un juego de condenas que debilita el movimiento por excluir una serie de prácticas, como la autodefensa o la violencia simbólica o psicológica que cualquier persona, en un contexto justificado, podría estar en condiciones de utilizar.
Otra cuestión que deberíamos recordar: los violentos no existen (en todo caso son los profesionales de la violencia: la policía), sino que cualquier persona en un contexto determinado puede decidir actuar con violencia. Por ello, carece de sentido condenar a los «violentos» y tratar de excluirlos como si fueran una raza de humanos psíquicamente perturbada. ¿Cómo se tiene que sentir una persona que vió en el insulto, el escupitajo y la pintura la única manera de interpelar a una clase política que vive en su mundo de yupi (pero blindado hasta las cejas)? ¿Queremos reprobar a a esa persona? Planteémoslo.
En definitiva, los políticos viven en su torre de marfil custodiada por 50 furgonas de mossos. ¿No es normal, comprensible, revigorizante e incluso saludable que los increpen y les escupan y les tiren pintura? Realmente no nos podemos oponer a este placer orgásmico, y quien lo hace cae en un tipo de neopuritanismo que ha aparecido en algunas ocasiones en las acampadas: !no cedáis a las bajas pasiones! ¡recordad que nuestra fuerza es la razón! ¡si hablamos con ellos les convenceremos!, todo esto mientras los robocops encocados hasta las cejas abrían cabezas como melones.
Hay que realizar un debate serio en la comisión de discurso de la acampada. El discurso pacifista/ciudadanista estaba funcionando más o menos hasta ahora con alguna que otra «pega»; por ejemplo: ¿qué puto miedo tenemos de los perroflautas y a qué viene la voluntad de todo el mundo de distanciarse de elementos «marginales», así como de los «antisistema»? Me revuelve las tripas cada vez que una persona sale diciendo por la radio o por la tele, que ella es una persona indignada normal y que no tiene nada que ver con los perroflauta/antisistema/leprosos. Eso sí que es indignante, y no que haya gente que se enfrente y escupa al tándem policía/diputados (es un tándem desde que la violencia policial se concibe como único recurso para entrar en el parlamento).
Insisto, cabe replantear seriamente el discurso de la movilización o nos veremos atrapados en un modelo de acción que, estando tan lleno de líneas rojas, nos va a acabar asfixiando por inmovilismo.
Cambiando de tema, me pedir humildemente asistir a alguna reunión del Club Pobrelberg (salir a tomar algo, ejem…). Si hay que realizar algún tipo de prueba iniciática humillante, estoy más que preparado (glups). Sería ya en Julio, porque estoy de exámenes…
Un saludo a todos y otro momento orgásmico de recuerdo: un diputado trajeadito pidiendo ¡¡»auxili»!! mirado al infinito sin entender lo que pasa. Sólo por eso ha merecido la pena: han bajado por un día al mundo real, han tenido que enfrentarse por un momento y sin posibilidad de escape con la miseria que han estado generando y que ahora explota por acumulada. Chapeau! youtube.com/watch?v=_q5aAPQ3QDo
Marc,
Estamos interesados y localizables en pobrelberg@gmail.com. Eso sí, hasta el fin de semana no me lo miraré. Igualmente no corre prisa, ya que el pobrelberg de este mes fue ayer y hasta dentro de un mes no repetimos.
Saludos,
Hola marc,
Yo estoy violentamente en contra de la violencia, y creo que hay un motivo muy bueno para que el monopolio lo tengan unos. Habrá que poner sistemas de control y exigir más y más para evitar que esa autoridad no se use en contra de los que la hemos cedido para secuestrarnos, a nosotros o a nuestras opiniones/libertades. Pero si crees que es defensa propia darle cera a un empleado, burócratas armados que los llamaba aquél, vas a encontrarte muy sólo en tu opinión, y vas a encontrar una enorme y justificada incomprensión por parte de los que hace dos días te daban la razón. Y si eso no te convence, piensa que vas a estar jugando a su juego con sus reglas.
La semana pasada se colgaba en este blog el artículo «Como no hacer la revolución». Así, no.
Un saludo,
¡Hola Johnnie!
Creo que has sacado alguno de los temas que pensaba consensuados pero que quizás no lo están (los presupuestos a veces matan el entendimiento):
La razón por la que existe el monopolio de la fuerza por parte del estado es defender las grandes propiedades privadas y el sistema político que la garantice; en este caso la democracia parlamentaria, pero puede ser el que convenga en cualquier momento. La propiedad privada precede y determina el sistema político, y no al revés, creo que es un supuesto básico para entender el funcionamiento de la vida social.
Mi fin, sea utópico o no, es la desaparición del monopolio de la fuerza del estado, no su regulación. Como decía, las FSE tienen como fin proteger las grandes propiedades privadas (o lo que es lo mismo: el fin de proteger la economía neoliberal). La asamblea de Pl. Catalunya se ha declarado abrumadoramente anticapitalista y me identifico claramente con esta posición al pedir la desaparición de las FSE como elementos que garantizan la economía capitalista.
Con respecto a la segunda cuestión, quizás me he explicado mal: autodefensa no es repartirle cera a un empleado público (¿te refieres a diputados?). Lo que quería decir es que acciones como escupir, pintarrajear o insultar a un diputado, en ese contexto, sólo pueden ser consideradas (como mucho) violencia simbólica; simplemente atendiendo a lo que pasaba dos calles más abajo 10 minutos antes; cuando personas uniformadas y armadas golpeaban y herían a más de 30 personas sentadas.
Cuando hablo de autodefensa, me refiero a lo que podrían haber hecho estas personas que estaban sentadas recibiendo: devolver el golpe. Algo que creo que nadie podría descalificar como inapropiado / ilegítimo / injustificado a no ser, como decía antes, que se caiga en un cierto puritanismo de condena de las bajas pasiones.
Siguiendo con el hilo, ¿puedes detallar en qué juego estaría entrando cuando hago qué? Creo que he detallado con precisión en mi anterior aportación el juego en el que sí estaríamos entrando si condenamos nuestra propia «violencia»; en definitiva, construirnos a nosotros mismos una red asfixiante de «líneas rojas» que acabe cayendo en el inmovilismo.
Como última cuestión, yo no me fiaría mucho de los textos de Engels sobre el anarquismo, atendiendo a los prejuicios que siempre han mostrado al movimiento anarquista la otra ala de la internacional (los marxistas). En todo caso, no veo la relación con el tema que estamos tratando. Engels nunca se opuso a la violencia como medio, sino que más bien era una de las bases de su programa revolucionario; simplemente hemos de recordar conceptos como la «dictadura del proletariado» o la toma del poder necesariamente violenta que pregonaba junto a Marx.
Al respecto, me gustaría aportar a la bibliografía Pobrelberg un libro que habla sobre las reacciones «marxistas» hacia la revolución española de 1936: «El corto verano de la anarquía» de Hans Magnus Enzensberger .
http://www.anagrama-ed.es/titulo/PN_393
Un saludo y gracias por la atención. Por cierto, he vivido la mayor parte de vida en Cartagena, y el episodio de la quema de la asamblea regional es uno de los episodios más notables de nuestra historia reciente que han sido olvidados.
Marc.
Por contextualizar el mensaje de Marc. Palabras clave: psicópata, violento, autodefensa. No he visto una sola imagen de un manifestante mostrando la agresividad del protagonista, y añado que me parece infinitamente más grave un señor que cobra de nosotros que pueda convertir a Pepe en Gandhi que uno que se representa a sí mismo.
Vídeo, cámara y acción:
http://tinyurl.com/697jclk
¡Hola Pep! Creo que con el vídeo se ilustra perfectamente lo que he querido decir en mis argumentos. La resistencia pacífica es una táctica que puede ser útil en algunos momentos. Sin embargo, pretender que todo el mundo vaya a (y deba) reaccionar como lo hace el señor que aguanta porrazos estoicamente me parece una exigencia desmesurada, aparte de utópica. Lo último que podemos hacer es deslegitimar a la persona que no pone la otra mejilla simplemente porque no se quiere dejar partir la cabeza; si es así yo me bajo del carro.
Muy de acuerdo con el artículo de Vicenç Navarro.
http://www.attac.es/analisis-sobre-los-sucesos-frente-al-parlament-de-catalunya/
a mi me admiraba profundamente de compañeros abertzales del instituto y la uni la capacidad de movilización que tenían, no conocían la pereza ni el miedo, y para ellos luchar por lo que querían no era una opción, me dejaban siempre flipada, aunque no compartiera sus fines o medios
la crisis en España es lo suficientemente grave (5 millones de parados, endeudamiento brutal por bienes básicos que no cuestan producir ni una quinta parte, retroceso de las prestaciones básicas públicas, etc) como para salir a la calle, y empezar a demostrar los afectados por esta situación que ya basta de pisotearles
es triste, pero los poderosos y sus mamporreros si no se les molesta no van a hacer ni caso; de siempre, para cambiar las cosas y para que los que tienen la sartén por el mango hagan “lo que deben” tienen que sentirse un poco “amenazados”, sea en su vida, sea en sus propiedades, un poquitín de miedo siempre ha servido de acicate para el cambio
la violencia sobre las personas está descartada, claro, pero los improperios, los bloqueos, el lanzamiento de frutas, me parece hasta poco si te van a desahuciar, no tienes curro, tienes que ir a caritas a pedir comida y otras lindas consecuencias de la crisis, eso sí es violencia de la buena
en mi opinión, esto debería ser el principio y el camino a seguir, esa actitud de “protestar, sí, pero sin molestar” es una majaderia
La crisis va para largo, largo. Así que esto es una carrera de fondo y hay tiempo para organizarse e ir clarificando punto por punto el programa de reformas. Habrá muchas ideas en las que haya diversidad de opinión, lógico. Pero creo que a medida que pase el tiempo, la identificación entre crisis y política económica se hará más fuerte, especialmente con el PP en el poder. Así que creo que en realidad esto es sólo el principio.
Por cierto, he leído las quejas sobre el sesgo españolista en la organización de DRY de Barcelona, al negar explícitamente incluir el derecho de autodeterminación de Cataluña. Para mí queda claro que se han autodescalificado rotundamente, pues no se puede pedir más libertad acallando por la fuerza a los que no te gustan.
http://www.cronica.cat/noticia/El_responsable_de_comunicacio_dels_indignats_es_exmilitant_de_Cs_i_UPyD
Además tengo la sospecha de que los más agresivos con los parlamentarios eran afines a esta ideología, recordando los comentarios de Alfons Tena. Está claro que hay un problema muy grave que hay que resolver. O bien se arregla este desaguisado o bien la izquierda debería ir desvinculándose de DRY.
El #15M es pacífico. Y horizontal. Es decir, no hay manera de transmitir una idea verticalmente. Lo que, a su vez, es fantástico. La no violencia se debe de transmitir horizontalmente, por hegemonía. Creo que, tal y como ha quedado el patio después de 15J, quién se distancie de la no-violencia e intente conquistar el Palacio de Invierno -que, por cierto, igual está en Illynois-, no trabaja para el movimiento #15M. Es incluso posible que trabaje para el Estado a tiempo completo.
¡Hola Guillem!
Creo que, en este nuestro estado, hay una imposibilidad de hablar de la violencia desde el debate argumentativo. En definitiva, una incapacidad de intelectualizar la violencia y de metabolizarla como material discursivo. Se constituye, básicamente, en un tabú. Tabú que se conjura, como si de un mal espíritu se tratase, recitando el siguiente mantra:
-violencia; la condenamos; son una minoría
-violencia; la condenamos; son una minoría
-ommm
.(bis)
Como he señalado antes, esta anomalía constituye una especificidad geográfica, y creo que tiene que ver con el consenso cultural de la transición (CT) que tú tan fabulosoestupendamente analizas.
Efectivamente, este «mantra» lo he visto recitado tres veces y en directo: manis anti-bolonya (por parte de los medios de comunicación y partidos políticos); huelga general y disturbios del 29-s (sindicatos mayoritarios, medios de comunicación y partidos políticos); y por último, el «asedio» (es que da gusto decirlo) al parlamento.
Sin embargo, en otros países «cercanos» no parecen tener ese problema. O al menos nadie se ha hecho eco de la «violencia» como una problemática específica. Ni en Francia, cuando trabajadores «asediaron» refinerías para paralizar el país durante la huelga general del año pasado; ni tampoco en Grecia, cuando se acepta como algo natural y propio del paisaje que haya gente que se enfrente a la policía delante de un parlamento y no deje pasar ni a Dios en patinete.
De esta manera; los medios de comunicación locales, pueden enseñar sin ningún atisbo de moralina (no como sucede aquí: ¡no seáis violentos niños!; ¡así, no!) las mobilizaciones en la pl. Syntagma, donde luce un pancartote que homenajea nuestro «asedio»: «No Pasarán»; y mostrar al mismo tiempo los enfrentamientos entre los griegos y la policía como algo «natural». (visto en el periódico y en la vanguardia)
¿Alguien entiende algo? ¿Alguna hipótesis sobre el peculiar tratamiento de la violencia en esta nuestra cultura? ¿No va siendo hora de superarlo de una pastelera vez?
Marc,
La violencia no es un método democrático de resolver conflictos, no se trata de un mantra es una convicción personal. El motivo principal es que para ejercer la violencia no necesitas una mayoría o argumentos que convenzan, necesitas un grupo de cualquier tamaño, que puede ser pequeño, organizado, con capacidad de repartir leña y sin problemas morales para ejercerla. Cualquier banda de barrio puede usar la violencia y conseguir éxitos.
Si aceptamos tus argumentos a favor de la violencia y consideramos que podemos aceptarla para defender «nuestras» ideas, inmediatamente deberemos aceptar otras violencias de «otras» ideas. ¿O solo pueden repartir leña tus amigos? Una vez se demuestre que la violencia es útil para imponer ideas políticas la aplicará todo dios y te aseguro que al final serás el primero en cagarte encima.
Por otra parte es verdad que hemos cedido prácticamente el monopolio de la violencia al estado, y por ello podemos pedir la dimisión de Felip Puig si pensamos que la policía no la ejerce correctamente. No es un mantra o una tara democrática, es una medida que nos permite vivir. Lo ideal es que no hubiera esta necesidad, pero de momento la hay. No se puede trivializar la extensión de la violencia con la alegria que lo haces porque no es un juego.
Gekojujo, respecto a lo que comentas del sesgo españolista del movimiento en Barcelona por lo que sé (i.e hablo de oidas, puedo equivocarme) creo que te equivocas o que al menos las cosas no son tan blancas y negras. Yo también creo que en una democracia sana el derecho de autodeterminación debe ser reconocido. Pero igualmente creo que en una democracia sana las reglas del juego de las que partimos previamente deben ser aceptadas por todos. En este sentido, en un principio se decidió que las asambleas tomarían sus decisiones pro unanimidad, unanimidad que no existió ni de lejos en los debates sobre el derecho de autodeterminación. Así que yo aquí no me decido entre la necesidad de empezar desde abajo por no mover los palos de la portería según nos interese como suele hacer el régimen borbónico y el reconocimiento de un derecho que considero inalienable. En esas estamos.
En cualquier caso, sea como sea considero que te equivocas gravemente al pedir la desvinculación de la izquierda de DRY. O mejor dicho, para dejar las cosas claras, quizá el movimiento del 15-M no se acabe en DRY ni DRY abarque todo lo que ha florecido al albor del 15-M y eso sería bueno. No te ofendas, pero tus palabras parecen venir motivadas por las mismas coordenadas que han determinado el discurso de los partidos parlamentarios tras los sucesos en el Parlament. A mí me dió la impresión de que López Tena, como todos los demás, demostró con sus palabras la esclerosis de nuestra élite política al ser incapaz de articular un discurso acorde con los acontecimientos en curso, esto es, al escudarse en un discurso manido que más merecería calificarse de sucesión de eslóganes que de discurso. ante una sirtuación totalmente nueva, no han podido ofrecernos más que sus consignas de siempre, los unos acusando de españolismo, los otros asimilandonos a ETA, a la kale borroka y los de más allá, como el abuelo cebolleta, mandándonos callar porque ellos corrieron delante de los grises.
Mientras tanto, en el otro extremo de la galaxia, hay una sociedad civil que parece estar despertando, entre esa España que duerme y esa España que bosteza, y esto me parece más importante que todo lo demás, también por lo que implica con respecto a tus palabras. Me la suda que el portavoz de lo que sea de DRY sea de Ciutadans o del club de cocina de su pueblo, porque no es cuestión de ser seguidor de DRY, ni DRY es un club de fans o un partido político español, que viene a ser lo mismo y porque el movimeinto 15-M es, como bien dice Guillem, un movimiento horizontal etc y eso es fantástico. En resumidas cuentas, que no veo incompatibilidad entre tu defensa del derecho de autodeterminación y tu deber de movilizarte junto con el 15-M, ni creo que esto te vincule con nadie si tú no quieres que así sea. Este tipo de vinculaciones automáticas por arrimar el hombro con otro en una causa común es otro subproducto más del discurso memocrático del borbonismo que tan cómodamente ha vivido hasta ahora sin sociedad civil. Pero yo creo que, al igual que en el debate sobre la violencia, deberíamos intentar huir de caer en estas trampas discursivas. A no ser que tus palabras vayan por otro sitio, claro, pero prefiero pensar que no es así. En todo caso, te animo sinceramente a que acudas a todas las asambleas del movimiento en tu zona a dar la matraca con el derecho de autodeterminación.
Por lo demás, y lamento el ladrillo, veo mucho pesimismo con respecto al efecto que haya podido tener el 15-J en el movimiento y su solidez. Desde luego, como ya se ha dicho, esto es una carrera de fondo y habrá tiempo de aprender y necesariamente se cometerán errores. Tampoco considero que un movimiento que pretenda verdaderamente cambiar algo deba aspirar a gustar a todo el mundo, porque para empezar existen sectores sociales inmovilistas que nunca se van a apear del burro si no es cambio de la bolsa y la vida, como en la Transición. Además, la calidad democrática conlleva derecho a incomodar y del riesgo a ser incomodado como suele ocurrir cuando se mueven las neuronas de diferentes individuos y se problematiza, aún incluso el riesgo de ser incomodado desde las propias filas. Lo contrario me suena mucho a algunos presupuestos de la CT.
finalmente, para valorar el efecto que el linchamiento del complejo político-mediático haya podido tener en la fuerza del movimiento quizá sea necesario esperar hasta mañana y ver qué sucede con las movilizaciones previstas. Yo quiero ser optimista, soy optimista, y quiero creer que un cada vez hay más razones por las que los martilleos propagandísticos habituales son menos efectivos y sus receptores más escépticos.
Un saludo.
Bah,
A favor con un solo matiz: la unanimidad con que se han ido aprobando las cosas no ha sido 100-0, sinó 90-10, y la primera votación sobre la autodeterminación fue con esos números. Posteriormente se fueron aplicando maniobras dilatorias que suponían nuevas votaciones con intentos de cepillado al más puro estilo del hermano de Juan Guerra. Item más, para crear la comisión al uso les pusieron muchos problemas.
Saludos,
De lo que protesto enérgicamente es que aparezca la más mínima sospecha de pucherazo en el movimiento. Quizás muchos consideren que el tema de la autodeterminación no es ni prioritario ni, lógicamente, compartido en toda la geografía española. Pero está claro que en Acampada BCN sí, y eso se ha de respetar como una ley.
Yo entiendo que para muchos el independentismo es una lata. Pero vuelvo a recalcar que lo visto en Barcelona se corresponde plenamente a los tics españolistas, que aceptan todas las libertades hasta que les tocan la unidad de España. Es como decir que todas las mujeres son unas furcias menos mi hija.
De todas maneras aplaudo que el sentido común haya prevalecido y se haya permitido incluir el punto en el programa de reclamaciones. Eso son tres gallifantes.