Ayer nos despertamos con la desesperante noticia de que todas las denuncias presentadas al poder judicial, con motivo de las brutales cargas del viernes pasado de los Mossos contra las indignadas en Plaza Catalunya, serán archivadas. Parece ser que la ausencia e ilegal identificación de los agentes, dificulta enormemente las tareas de investigación. Mientras éstos, continúan incumpliendo la obligación de llevar el número policial en un lugar visible, tal y como indica su normativa interna, el Conseller de Interior de la Generalitat de Catalunya, Felip Puig, comparece en los medios de comunicación manifestando actitudes violentas de las manifestantes y asegurando que si pudiera dar marcha atrás en el tiempo, daría las mismas instrucciones.
Ante la impotencia y rabia que emergen de estos hechos inadmisibles, tan solo nos queda la batalla de las ideas que por suerte, y gracias en buena parte a la democracia 2.0, aún no ha sido censurada…por el momento. Y en este sentido, querría hacer dos reflexiones.
En primer lugar, aclarar al señor Puig que, como habrá podido comprobar en los materiales audiovisuales y fotográficos que corren por internet, la violencia emanó precisamente de los supuestos cuerpos de seguridad que, en teoría, estaban para proteger a la ciudadanía de altercados que pudiera desencadenar la celebración de la posible victoria del Barça.
También, por motivos de salubridad pública de la Plaza, de los cuales ni la Conselleria de Sanitat o Medi Ambient ni la de Interior han hecho ningún comunicado previo ni posterior al respeto. Puesto que pagamos con nuestros impuestos a estos agresores, exigimos que se abra una comisión de investigación des del Ayuntamiento o desde la propia Generalitat que facilite el esclarecimiento de los hechos. Más que nada, para evitar relacionar el sistema democrático actual, cada vez más lejos de la ciudadanía, con un sistema opresor que acalla voces disidentes…y encima, las tacha de “violentas”.
Por otra parte, el señor Puig ha quedado totalmente deslegitimado para ejercer su cargo público y debería dimitir. El señor Mas, como President de la Generalitat y líder de un partido que hace cosa de un mes, pregonaba “Portem Catalunya al cor” (vaya manera más romántica de ponerlo en práctica…) debería tener la honestidad de no correr un tupido velo y tomar posición en este asunto.
Precisamente, cualquiera que haya participado en este seminario de ideas, en este laboratorio de la democracia que conforma el Movimiento 15 de Mayo, sabe que uno de los valores que más lo impregna, es la resistencia pacífica no violenta. Justamente, para aglomerar el mayor número de luchas sociales, colectivos y personas y para evitar categorizaciones como la del Mosso Ferran Teruel, que en su facebook tachó a las indignadas de «perroflautas» y «guarras»: «Fue como entrar en una pastelería y no poder comer ni un trocito de pastel. Tanto hijo de puta y ni una colleja he podido pegar…”.
En segundo lugar, mencionar el triste papel del canal público catalán TV3 en la “no” retransmisión en directo del intento de desalojo por parte de los Mossos. Mientras que Antena3, motivado eso sí por el morbo de la violencia y del sufrimiento, dio cobertura completa. De hecho, en los pocos momentos en que el programa “Els Matins” conectó con los crueles acontecimientos de Plaza Catalunya, los y las comentaristas tuvieron ciertos debates desafortunados, alegando la falta de civismo y respeto de las manifestantes ante los cuerpos de seguridad. Conmovedor…
Uno de los momentos más épicos de la dura jornada, ocurrió justo después de que la Plaza quedara totalmente desmantelada de las paradas, emblemas y elementos de protesta que vestían el espacio liberado. En este instante de rabia, miedo y frustración..de silencio… desposeídos de todo lo material, un chico se subió encima de una silla con un cartel y gritó: “Comisión de Cocina”. Inmediatamente, otra chica situada en la otra punta de la plaza, gritó: “Comisión de contenidos”…”Aquí, comisión jurídica”. “Aquí, comisión de medio ambiente”…A continuación, todo el mundo se fundió en abrazos y lágrimas de emoción, al ver la capacidad de resistencia e insistencia, más allá de los intentos de disipación por parte del sistema.
Y así, desafiando la violencia física y psicológica que habían recibido, la confluencia de la determinación e ilusión revistieron de nuevo el contenido y los ámbitos de acción de la Plaza. A las 19:00 horas, el espacio ya estaba repleto de nuevas pancartas, las lonas estaban resituadas, las flores multicoloridas eran repartidas por doquier. Y la revolución por un cambio real, por una democracia que como epicentro, tiene a las personas, CONTINUABA. Con más apoyo social que nunca. Con más legitimidad internacional que nunca.
“No quiero imponer mis ideas. Quiero que pienses.” “Guanyarem la champions de la llibertat i de la democracia”. “Estem canviant el món. Disculpeu les molèsties.””Ahir dormíem. Avui somiem un món nou.” “Aquí també cal neteja (grafiti de un cerdo con un sombrero de copa y un puro que simboliza las grandes riquezas).
Mentiras de Felip Puig
quisiera recalcar mi dolor con todos los golpeados. no solo fisicamente eso se cura. sicologicamente cuesta mas. llega un moento que no tiene curacion. porque nunca pagaran. a lo mejor les dan medallas. es asin. cuando llege el dia nos cobraremos con creces. es mi esperanza lo que me anima….
Totalmente de acuerdo en la dimisión o cese de Felip Puig. Solo comentar que Ferran Teruel no és Mosso, es miembro de la Guardia Urbana de Barcelona.
Cada vez que actuan antidisturbios en manifestaciones considerables en el mundo occidental tenemos una gran cantidad de imágenes de brutalidad policial. Sin ir más lejos, creo que en inglaterra están estudiando el caso de un muerto tras una agresión gratuita de un antidisturbios durante una manifestación.
Aparte de energúmenos como el de los comentarios de facebook o el de la porra de metal (no reglamentaria), puedo entender, que ante una situación en la que eres el «enemigo» de un montón de gente enfadada (aunque esta se limite a mirarte mal y chillarte) en el momento en el que la tensión aumenta y te ves amenazado, hay algún empujón (aunque sean pocos), hay algún lanzamiento de piedra (aunque sea solo uno), veo normal que la adrenalina se les dispare a esta gente.
Soy consciente de que el primer golpe lo pegaron ellos a la gente que estaban haciendo la sentada. Pero a partir de haí, ser el centro de una escalada de violencia debe ser jodido… vamos que no me cambio por ellos.
También entiendo que si la orden es desalojar la plaza y la gente está sentada, la única manera de desalojarla es recurrir a la fuerza (no olvidemos que las fuerzas de seguridad son las depositarias de la «fuerza social» en aras de hacer cumplir la ley.
Con esto no quiero decir que se tenga que este hecho se tenga que asumir y ya está. Lo que quiero decir es que creo que hace falta profundizar el debate. Hay unos protocolos de actuación, ¿son estos correctos? es decir, garantizan una proporcionalidad de la fuerza utilizada ante una situación. ¿Los efectivos destinados eran suficientes para garantizar la seguridad de los mosos sin que estos se viesen amenazados e impelidos a utilizar una fuerza desmesurada? (independientemente de si el desalojo eraapropiado o no, a esta gente se le había dado una orden, ¿la podía cumplir sin generar las imágenes que se han visto?), ¿hay suficientes medidas para garantizar la sanción de los antidisturbios que actúan fuera de protocolo y de la legalidad?¿hay voluntad de sancionar estas conductas o prevenir que sucedan? (en este sentido, que se archiven las denuncias me parece una pésima noticia, si no se puede denunciar al policía en cuestión la responsabilidad debe saltar al responsable de que no fuesen identificados. Pero en todo caso alguien tiene que «pagar»).
Evidentemente, una vez contestadas estas preguntas que, además, creo que son aplicables a todas y cada unas de las actuaciones de los antidisturbios, está el debate de si en este caso era legítimo querer desalojar la plaza. Esto último no me parece un debate menor ni mucho menos, pero creo que centrarnos sólo en esto y mezclarlo con los otros aspectos (que la actuación de los mossos fuese ilegal no tiene por qué significar que la orden de hacerlos actuar no pudiese ser legítima, de la misma menera, que todos los mossos actuasen según el protocolo no legitima la orden de echar a la gente de la plaza) , hace que, en mi opinión, el debate no deje de ser algo pobre.
En todo caso, lamento el dolor de todos aquellos que fueron víctimas de violencia durante esa situación y me solidarizo completamente con su causa y con sus acciones. Sencillamente creo que se debe debatir de la manera más objetiva y más racional posible.
A más de una persona le he oído decir «es que cumplen órdenes». Y yo les respondo, a ver, si tú trabajas en un restaurante y tu jefe te dice que eches veneno en la comida, ¿lo harás porque son órdenes de tu jefe?.
Las imágenes no dejan lugar a la duda y las excusas sobran, aquí ha habido unos elementos agresivos que se supone que pagamos con nuestros impuestos, digo se supone, porque como no iban identificados, quizás eran ultras de algún equipo de futbol disfrazados de antidisturbios, que aprovecharon la ocasión para dar rienda suelta a sus aficiones violentas.
Esto es una vergüenza.
A mí no me parece un problema de «cumplir órdenes». A tarados como los que actuaron el otro día se las sudan las órdenes, las formas, los reglamentos, la Ley… Diréis que los acampados estaban violando también esa Ley y que la sentada es una forma de resistirse a una orden que te da un agente de dicha Ley, pero para mí es mucho más relevante (y peligrosa) la miseria moral e intelectual que rezuman comentarios como los que el tal Ferran Teruel colgó en su Facebook (que hace falta ser hábil, además). Esta gente sale a dar hostias. Lo mismo les da que sean los canis del peor tugurio del peor barrio de BCN, que perroflautas en Plaça Catalunya, que chavalillos del PCPE. El fin es el siguiente: dar hostias.
Es una cuestión tan simple que casi se reduce a lo biológico: a liberar adrenalina. Y que un perroflauta te haga el «fuck you» por lo bajini mientras está sentado y te dice que no se levanta ni de coña puede hacer saltar los cables de cualquiera de estos tarados, porque es gente que debería ser apartada de todo cuerpo que se diga llamado a proteger a los ciudadanos. Es una auténtica aberración, un insulto a las instituciones que todo Estado que se precie debería preservar. Que un tío que se muere de ganas por «dar una colleja» vaya a hacer el choni a Mujeres y Hombres me da un poco lo mismo, porque todo queda entre la cabeza-buque que lo presenta, el resto de chonis que asisten y el entregado público que lo vea. Pero ¿esto? Esta gente va con porras, uniforme oficial, velan por hacer cumplir las normas, ostentan una determinada autoridad… Por favor. No se trata de que los acampados tengan más o menos razón: se trata de que este tipo de seres sale a la calle a liberar tensión y dar yoyas, y ése es el fin, dicho lo cual da lo mismo si el medio pasa por ser Mosso, portero de discoteca, hincha del Farça o acreedor de José Luis Moreno.
Y dirán que volvemos a los tópicos de siempre, pero al político desaprensivo de turno le viene de puta madre tener una cierta extracción de la sal de la tierra a sus órdenes para decir hacer el «dirty business». A mí siempre me parecía que el gran Drenthe siempre corría tanto porque le ponían las tetas de Malena Gracia al otro extremo del campo. Y joder si corría el cabrón. Pues a esta gente también les tienen muy cogida la medida y saben cómo «motivarles».
Estoy totalmente de acuerdo con el punto de vista de Eugenio. A muchos polis les va la camorra. Recuerdo una disco en la que trabajé, había muchos clientes que eran polis, curiosamente también eran numerosas las peleas. El día que le partieron la nariz al Deejay dejé el trabajo.
Viendo un día pasar a un nutrido grupo de policías, en moto, un señor mayor que tenía al lado me murmuró –Mira, una pandilla de gamberros con uniforme–. Cuánta razón tenía.
Por supuesto que esto es generalizar, que no todo el mundo es igual y que la naturaleza del trabajo requiere algo de esa mala leche, pero hay muchísimas anécdotas que muestran el «talante» de las fuerzas de seguridad. Lo grave es que individuos como Puig den carta blanca a ese «talante». Que dimita o lo dimitan.
Yo levanto la mano para apoyar el cese de Felip Puig. Me importa poco el perfil psicológico de los mossos, porque entiendo que en una organización de ese tipo el rango marca mucho y es más natural seguir las órdenes. Y si las órdenes no se pueden cumplir sin emprenderla con las personas que te pagan el sueldo tienes un problema. Pero si tus jefes YA veían la contradicción en la que te estaban metiendo y su solución, su enfoque estratégico y sus pollas en vinagre han sido «pues te quitas la identificación», tú, que sabes sumar, pues haces lo que haces.
Esto es criminal. Si los mossos no iban identificados era por órdenes de arriba, porque los jefes ya venían con las intenciones claras y con la salida de emergencia preparada. Las declaraciones posteriores, en las que el miserable Felip Puig nos llama imbéciles a todos, son un bonus track, para que los que aún no estaban indignados se vayan calentando también.
La pregunta ¿se les puede (a Puig y a los responsables de la actuación de los mossos -a mi los violentos en particular me dan bastante igual, siempre existirán y el objetivo es que estén controladitos) denunciar?
Saludos,
Con permiso: dimisión no: DESTITUCIÓN. Lo que no puede ser es que el «molt honorable» se ponga honorabilísimamente de perfil, no ya ante los graves sucesos de Plaça Catalunya, sino ante la actuación y declaraciones posteriores de Puig. A mi modo de ver, si Puig sigue en el cargo es porque Artur Mas está apoyando sus actos.
No se ha puesto de perfil, ha apoyado la salvajada. Vamos, que con más motivo.
Oygan, pregunta tésnica: no se puede identificar a los mossos por no llevar la reglamentaria plaquita con el número, ergo no se les va a juzgar. No se puede sancionar a TODOS los presentes por no llevar el número identificativo?
Por que esto es la leche. Me recuerda a mi compañero de piso que, trabajando para el gobierno australiano, no votaba (allí es obligatorio) y para que no le multaran, pues tampoco pagaba impuestos. Asi, decía, «no me tienen fichado».
CusCus, la cuestión es que de acuerdo con la normativa actual no llevar la identificación, no es que sea motivo de sanción, es que podría ser incluso un delito. Los agentes no lo llevan porque hay una política interna dentro del cuerpo que aconseja explícitamente no llevarla para evitar la identificación. Tocando con los pies en el suelo, no se puede sancionar a medio cuerpo de policía, ya que nunca llevan la identificación. En su defecto se debería actuar legalmente contra los responsables del departamento que han promovido este incumplimiento de la normativa. Tal vez alguien pedirá que la fiscalía actúe, no lo se, pero sería factible.
Por este motivo Felip Puig ha propuesto cambiar la normativa para que los mossos no tengan que ir identificados, en teoría para protegerles.
Pues yo sigo pensando que afirmar que lo que pasó pasó porque todos los antidisturbios son unos descerebrados como el guardia urbano del facebook es el comodín de lo fácil y, además, no creo que se corresponda con la realidad.
Respecto a lo de la identificación, lo que no entiendo es que no haya actuado ya la fiscalía ante una violación tan fragante de la ley. Cosas como estas son las que nos dan motivos para estar acampados en las plazas.
«Por este motivo Felip Puig ha propuesto cambiar la normativa para que los mossos no tengan que ir identificados, en teoría para protegerles.»
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