PROSPECTIVA:
Ourense ha sido una provincia históricamente olvidada
por la opinión pública, pues al carecer de mar
ha resultado imposible incautar importantes alijos de contrabando
y de la misma forma resultaba demasiado oneroso derramar toneladas
de petróleo en la provincia, factores ambos que justificasen
el envío de periodistas a un lugar tan remoto. Por
no tener, Ourense no tiene siquiera equipo de fútbol
de importancia, y si no fuera por la salvífica labor
de publicidad del terruño efectuada por Israel, el
más significado de sus conciudadanos, desde la privilegiada
tribuna de Gran
Hermano I, la inmensa mayoría de los españoles
ignoraría la existencia de esta provincia.
Y
lo cierto es que tampoco el análisis electoral puede
salvar a Ourense, en apariencia, de su ostracismo. Pasada
la emoción vivida por este analista al observar los
datos de Lugo, Ourense en principio
no puede generar la misma emoción, ni siquiera emoción
alguna, pues aunque importante, la presencia del PP en las
tierras orensanas es ligeramente menor a su aplastante superioridad
en Lugo. Y una vez alcanzado el Cielo de la sociología
electoral, las pálidas imitaciones difícilmente
alcanzarán a perturbarnos lo más mínimo
(el análisis por circunscripción efectuado por
orden alfabético "éh lo que tiene").
Y
sin embargo, el grado de compromiso de la ciudadanía
orensana con el PP, ligeramente menor que el habido en Lugo,
puede ser suficiente para que aquí las cosas sí
cambien. Porque aquí los ciudadanos, desesperados al
ver que nadie les hace caso, han comenzado a perder el norte,
hasta el punto de abandonar en parte los cálidos brazos
del PP, auténtico concesionario de prebendas, para
irse hacia los no menos cálidos brazos del BNG, que
viene a decirles "con nosotros haréis una inversión
de futuro, imagináos que algún día Galicia
consigue su independencia; un país lleno de escuelas
enseñando nacionalismo gallego en todas sus vertientes
y creando un puesto de funcionario para cada uno de vosotros,
que pagará Bruselas".
Asumiendo
que es imposible que cualquiera de los dos partidos de izquierda,
PSOE y BNG, consigan dos escaños, la cuestión
es si el que no tiene representación actualmente, el
BNG, le arrebata al PP su tercer escaño. Para ello
bastaría una reducción de tres puntos en la
distancia que separa a ambos. Y contrariamente a lo que Ustedes
pudieran pensar, la tragedia del Prestige tendrá en
Ourense una incidencia mayor que en las otras provincias gallegas,
pues al carecer Ourense de mar, ¿dónde están
las generosas subvenciones del Gobierno del PP a los orensanos
para compensarles por su sufrimiento? En ningún lado.
Así que nuestra apuesta, revolucionaria para los cánones
de la provincia, es: PP 2, PSOE 1, BNG 1. |