PROSPECTIVA:
La provincia de Huesca ha logrado salir en los últimos
veinte años de la lamentable degeneración moral,
intelectual y sobre todo poblacional a la que parecía
abocada gracias a lo que ha convertido este país en
un país moderno, dinámico, "un país
de 43 millones de habitantes de alto poder adquisitivo":
el turismo.
Cuando
el turismo de sol y playa había sido ya suficientemente
explotado, las nuevas clases medias extendieron sus miras
hacia un fantástico mundo de posibilidades que se extendía
ante ellos: apartamento o chalet en la playa, viajes "give
me two" por todo el orbe, consumo desaforado de productos
culturales (Gran
Hermano y Bisbal) y todo lo demás que la opulencia
comporta. Sin embargo, faltaba algo: para estar "in"
había que practicar un deporte que, al parecer, sitúa
a uno en la cúspide social, lo convierte en sujeto
de la admiración de todos. Ese deporte, amigos míos,
es el esquí.
El
esquí es un deporte caro, pero no lo suficiente como
para que la clase media no pueda permitírselo en ciertas
circunstancias. A diferencia de la vela y la hípica,
los otros deportes practicados con ahínco por nuestra
Familia Real en cumplimiento de sus pesadas obligaciones institucionales,
el esquí resulta un deporte accesible (además,
imagínense cómo mirarían los vecinos
a sus hijos, practicantes habituales de hípica, el
deporte de S.A.R. la Infanta Elena).
Pero
España era, como habíamos quedado, un país
de sol y playas, así que el esquí constituía
un problema. Y por fortuna para Huesca esta provincia, en
connivencia con otras pero quizás en mayor medida que
ninguna otra (atendiendo a la ratio nieve/población,
y sobre todo "otros sectores potenciales de crecimiento
económico"/población), tenía nieve
para dar y tomar. Luego se puso de moda decir que en realidad
la gente iba porque el Pirineo "es superbonito",
que en Huesca eran uno con la naturaleza desde la ventanilla
del 4x4, etc., pero "en el principio fue la nieve".
En
estas condiciones, LPD va a hacer una apuesta electoral arriesgada.
Ya saben que el Gobierno del PP se quiere llevar el agua de
los aragoneses con el PHN, y cuando no hay nieve suficiente
para las pistas de esquí, ¿de dónde creen
Ustedes que saca la población oscense más nieve,
cañones mediante? Pues sí, amigos, del agua
"que nos quiere quitar el PP". La cosa, claro, no
se centra en lo de la nieve, pero ya vimos en las pasadas
elecciones Autonómicas
hasta qué punto el PP había perdido apoyos en
Aragón a
raíz del PHN. Aragón fue, de largo, la región
en la que el PP sufrió un castigo más considerable.
Con estos antecedentes, aunque la ventaja del PP en las elecciones
de 2000 fue más que cómoda (casi diez puntos),
tenemos tal confianza en las profundidades identitarias de
lo aragonés que creemos que el castigo electoral será
suficiente para dar un vuelco. Así que PSOE 2, PP 1.
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