ACTUALIDAD DE ESPAÑA ENERO
DE 2003
29/01/04:
Los irresponsables piden responsabilidad:
El
show Carod, en un par de días,
está adquiriendo una dimensión mucho mayor, y mucho
más grave, que la que ya tenía en un principio. Junto
con la generalizada indignación con el aventurerismo político
del ex “conseller sense cap”, surgieron dos argumentos
paralelos particularmente interesantes / preocupantes:
El
primero, previsible: Carod tiene que dimitir, y cuanto antes: se
escenifica el drama de Bambi pidiendo la dimisión de Carod,
con todo el PP detrás soltando gritos mientras efectúa
el recuento de votos. La cosa no resultaría sorprendente
de no ser por la curiosa parcialidad con que los partidos políticos
asumen sus responsabilidades en este país. En ocho años
de Gobierno del PP, que yo recuerde, sólo ha dimitido un
ministro (Pimentel), actualmente liderando un partido político
creado para quitarle votos al PP. El PP nunca consideró conveniente
provocar la dimisión de Trillo por alquilar aviones modelo
“Torres Gemelas” para los militares españoles,
ni la de Álvarez Casos por su brillante gestión del
Prestige, ni, por supuesto, la de ninguno de nuestros altos representantes
que allá por el mes de Marzo nos advirtieron del terrible
riesgo de continuar ignorando el arsenal de armas
de destrucción masiva que Sadam llevaba años acumulando
para lanzarlas sobre el Bernabeu. Por supuesto, Carod ha sido destituido
de sus cargos, pero da igual, “el tripartito debe ser destruido”.
Cabe la duda, por supuesto, de si es acertado continuar un pacto
de gobierno con un partido político cuyo líder se
dedica a ejercer de aprendiz de brujo con el tino ya demostrado,
pero lo que es indudable es que no resulta el PP el partido con
mayor pedigree para pedir la dimisión de nadie.
Pero
junto a este proceso político surge una duda: ¿Cómo
se enteró el diario ABC de una información así?
¿Por sus vínculos con ETA? ¿Por sus vínculos
con personajes afines al entorno de Izquierda Republicana de Cataluña,
como Durán Lérida? A estas alturas ya nadie discute
que el autor de la filtración fue el CNI. Por lo visto, también
según El Mundo, gracias a los espías que tienen los
servicios secretos en ERC, “dados sus vínculos con
Batasuna”; espiar a los demás partidos políticos,
vieja costumbre de nuestro país, pues dado que son partidos
que defienden opciones más o menos distintas a la de la gran
Españaza, son, o pueden ser, cómplices del terrorismo,
y más vale prevenir que curar. Pero, más allá
de que sea lógico ver a los servicios secretos entrando en
campaña electoral, surge una duda: si tienen a la cúpula
de ETA a tiro, ¿por qué no la detienen?
El
primer argumento lógico (el CNI se enteró a posteriori
de la reunión) puede descartarse si seguimos la información,
no desmentida (ya se sabe, en materia antiterrorista el Gobierno
ha de ser reservado, salvo si se trata de putear a la oposición),
del antigubernamental diario El Mundo, según la cual el CNI
grabó dos reuniones de ETA con Carod (el eterno dilema de
la izquierda nacionalista: se supone que es izquierda, pero como
también es nacionalista, a veces tiende a mirar a “los
chavales” con la misma admiración con que lo hace el
PNV, no en vano los chavales son los más acreditados enemigos
de “Madrid”); y si tú tienes la capacidad de
grabar una reunión, también la tienes para localizar
la ubicación exacta de esa reunión, ergo, como diría
el Arquitecto, para
detener a la cúpula de ETA. ¿Por qué no proceder
a la detención y así aumentar el granero electoral
de paso? ¿Estamos esperando a la jornada de reflexión
para ofrecer a toda España la buena nueva? ¿Es buena
idea, si el objetivo es detener “en el momento adecuado”,
proclamar a los cuatro vientos que la cúpula de ETA es un
queso gruyère lleno de topos del CNI?
La
peor duda, con todo, surge al plantearse no ya que el PP utilice
la lucha antiterrorista para su beneficio electoral. Ya hemos disfrutado
de una clara demostración al respecto. Lo grave es plantearse
realmente cuál es la situación actual de ETA, y por
qué el Gobierno, pudiendo desarticular la cúpula de
la organización terrorista, no lo ha hecho. La cuestión
que estoy planteando, por muy burda, improbable y brutal que pueda
parecer, es: ¿le interesa al PP que exista ETA? Argumentaciones
del tipo “mantener la cúpula para controlar a la organización
y adelantarse a sus actos” son incongruentes con la revelación
de secretos a la que acabamos de asistir. Y ante la incongruencia,
surgen las dudas, por muy alocadas que sean. Precisamente por esa
cuestión, por ser la lucha antiterrorista materia por principio
reservada, debería serlo siempre. Porque si no es así,
uno empieza a dudar de cuál es, exactamente, el objetivo
de la lucha antiterrorista. Y la actuación, también
en materia antiterrorista, de nuestro Gobierno en recientes asuntos
de política internacional, no ayuda a ser benévolos.
Destapar la caja de los truenos del terrorismo es peligroso porque
nunca sabes por dónde te va a salir.
Guillermo
López (Valencia)
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