Real
Sociedad
ANÁLISIS
EQUIPOS TEMPORADA 2002 - 2003
OBJETIVO:
Sobrevivir. A punto hemos estado de que descendiera la Real Sociedad
a Segunda División en sucesivas temporadas, con todo lo que
ello conlleva: pérdida, aunque fuese momentánea, de
uno de los clásicos del fútbol español y, sobre
todo, reducción del número de derbies vascos por temporada,
es decir, emoción, buen fútbol y partidos enormemente
competitivos, "a cara de perro", sobre todo si un equipo
se lo jugaba todo y el otro nada.
TRAYECTORIA:
Descendente hasta llegar a un abismo de decadencia inexplicable
en un equipo vasco como Dios manda, cada vez con más extranjeros
e incluso con algún español disfrazado de vasco (De
Pedro, por ejemplo). Accesoriamente, la trayectoria también
es descendente en cuanto a resultados, consecuencia lógica
de lo anterior, sustituyendo dos ligas consecutivas mientras la
Real sólo admitía a vascos en el equipo (primeros
años 80), alguna clasificación para la UEFA en los
años de la Liga con tres extranjeros, hasta llegar al patetismo
actual.
FIGURAS:
Nihat, un turco que demuestra la pujanza de su fútbol (recuerden:
Turquía semifinalista del Mundial) oficiando de ariete de
la Real Sociedad, que para manifestar su solidaridad con el pueblo
kurdo y otros pueblos oprimidos contrata opresores turcos sin cesar,
con el fin de que fracasen en Europa y regresen a su país
con el rabo entre piernas.
NUESTRO
CONSEJO: Nuestro consejo es taxativo:
eliminen a toda la calaña española del equipo, vascos incluidos.
Teniendo en cuenta que el fútbol actual permite jugar con
11 dabeses o fineses, ¿por qué llenar el equipo de
tipos que mientras Euskadi no sea independiente siguen teniendo
pasaporte español? Eso era admisble, e incluso entendible,
cuando no había más remedio. Pero ahora que las cosas
han cambiado una Real Sociedad como Dios manda debiera recompensar
a quienes nacieron en España con el trato que merecen sus
padres, unos traidores que no tuvieron inconveniente en alumbrar
a su hijo en el Estado español: el más absoluto de
los desprecios.
COMENTARIO:
La Real Sociedad ha roto una tradición que se remonta a tiempos
ignotos (dado que por entonces no existía el fútbol
y, por tanto, todo en la vida carecía de interés)
contratando a un jugador, Sergio Boris, que mancilla el vestuario
cuando lo pisa diariamente, pues se trata de un auténtico
españolazo, un maketo nacido en Avilés (bueno, De
Pedro es de Logroño, pero se crió en la Real Sociedad
y la tradición integracionista y el gusto por el mestizaje
inherente a lo vasco hizo el resto). Creemos que, al menos, los
gestores de la Real Sociedad deberían gestionar, para lavar
la imagen del club, que Boris jugara ocupando plaza de extranjero,
pues si asumimos que Euskadi no es España Boris es extranjero,
y si Euskadi no es España tampoco forma parte de la Unión
Europea y por tanto se acaba el chollo de los comunitarios. Claro
que por el momento la Real Sociedad forma parte de la Liga española
y por tanto Boris, en principio, no ocupará plaza de extranjero,
posibilitando, de paso, que "Nuestro consejo" pueda cumplirse
al no exceder el cupo de extranjeros mientras haya suficientes comunitarios
por ahí.
EL
COMENTARIO DE NUESTRO TÉCNICO: Esteee, todo el encanto que
tenía la Real Sociedad como equipo que sabía que el
fútbol es un elemento de cohesión social, un juego
de la calle que aúna voluntades y nos enseña la gran
verdad universal de que el objetivo en esta vida es ser mejor que
el vecino, se ha roto con la contratación de un individuo
que opera radicalmente en contra de la tradición localista
del club. La Real Sociedad se ha convertido en un equipo de mercenarios
que ni siquiera son argentinos y para los cuales el toque y el manejo
del cuero se practica lo menos posible y siempre en balones largos,
antítesis del verdadero sentido del juego: tocar, tocar y
tocar hasta que amanezca un espacio de creación de belleza,
como diría mi discípulo Valdano.
COMENTARIO TEMPORADA
2001-2002
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