Hoy, en “Empresas Viejunas”… El Corte Inglés
En las últimas semanas se van anunciando noticias que causan perplejidad en el lector. Se trata de noticias sobre El Corte Inglés. Esto, en sí, constituye una gran sorpresa. Porque, durante décadas, El Corte Inglés no ha sido noticia en ningún medio de comunicación. Las informaciones referidas a esta cadena de centros comerciales, sencillamente, no existían. El Corte Inglés sólo aparecía en los anuncios, cuando se ponía a hacer campañas anunciándonos el Día de la Madre, o la Navidad, o que ya es Primavera.
La política de la empresa se basaba en asegurar que, bajo ningún concepto, dicha empresa apareciera nunca como objeto de la información; sólo como acompañamiento de la misma. Como publicidad. Y, dado que, durante décadas, El Corte Inglés ha sido el principal anunciante de España, los medios de comunicación tragaban y callaban (como tragan con otras empresas, aunque en este caso la cosa va más de hablar bien de ellas y ocultar cualquier forma de crítica).
La demostración más clara del poder de El Corte Inglés se vio el 10 de enero de 2010, cuando TVE emitió un reportaje sobre la cadena de supermercados, que incluía referencias a su dictatorial política de personal, sin sindicatos y con un machismo rampante, así como al libro del periodista Javier Cuartas sobre El Corte Inglés, publicado en los años noventa y que nunca pudo leer nadie, puesto que los ejemplares fueron comprados por El Corte Inglés y, acto seguido, destruidos concienzudamente. Este reportaje se emitió el 10 de enero de 2010 no por casualidad, sino porque, apenas una semana antes, TVE había comenzado su nuevo modelo sin publicidad. Y, desaparecida la publicidad, desaparecido el chantaje. Lo contó José Antonio Pérez en Mi Mesa Cojea, y lo contó allí porque le censuraron la columna en Público (que, como quedó claro, sí que tenía publicidad de El Corte Inglés).
Por eso, que El Corte Inglés sea noticia es, en sí, noticia. Significa que los espacios en los que se informa sobre esta empresa no reciben publicidad de El Corte Inglés. Significa que yo aún no tengo el saco de doblones de oro en la puerta de mi casa (con el símbolo del € sobreimpreso, si puede ser), y por eso les suelto este rollo en lugar de un hermoso banner anunciando las vacaciones en El Corte Inglés, o lo que sea. Y, dado que cada vez son más los espacios informativos en los que pueden leerse informaciones sobre El Corte Inglés, quiere decir que esta empresa está invirtiendo menos en publicidad. Y eso, a su vez, es indicativo de que ya no es lo que fue. Ya no es todopoderoso.
La constatación de esta decadencia queda aún más clara si nos fijamos en el contenido de las noticias: negociaciones con la banca para renegociar su deuda de 5000 millones de € (¡El Corte Inglés casi parece un equipo de fútbol de mitad de tabla!); cierre de la mayoría de locales de OpenCor; emisión de deuda de El Corte Inglés, por primera vez en su historia. El titán las está pasando putas, en resumen. Y esto, que no es que sea muy llamativo en el contexto de crisis que vivimos, sí que lo es si hablamos de una empresa cuya solidez y prosperidad, en España, han tenido siempre proporciones mitológicas.
¿Por qué se está hundiendo El Corte Inglés? Desde luego, la crisis económica tiene mucho que ver, pero para mí que ya antes de la crisis la cosa comenzaba a embarrancar. Precisamente por eso, me da la sensación de que, con crisis o sin crisis, va a ser complicado que escapen del estancamiento y la decadencia. Se me ocurren, fundamentalmente, dos razones:
Expansión y diversificación erróneas. O lo que podríamos llamar “La contribución de El Corte Inglés a la burbuja económica española”. Hace trece años, El Corte Inglés comenzó a abrir una serie de supermercados con régimen horario especial. Los Opencor abrían todos los días del año y con un horario que abarcaba de 8 de la mañana a una de la madrugada. La idea quizás no era mala, pero nunca funcionó demasiado bien. Tengo (tenía, lo cerraron hace unas semanas) un Opencor cerca de mi casa y la verdad es que, cuando iba, no solía haber apenas gente, salvo si jugaba el Valencia o era domingo por la tarde, cuando la gente volvía del fin de semana (lo cual, si coincidía en horario con el partido del Valencia, sí que podía generar colas considerables). El resto del día, muy poca gente.
Fundamentalmente, porque el Opencor era, y es, carísimo, lo cual no sólo implica que la gente no fuese a comprar, sino que, si compraba, sólo compraba lo indispensable, lo que necesitaba: una caja de leche, tabaco, el periódico, unas cervezas, una pizza congelada, …
Cuando se generalizó la liberalización de horarios, los OpenCor comenzaron a cerrar en masa. En Valencia, que fue la primera ciudad donde se implantó este modelo (si no me equivoco), y que en consecuencia llegó a tener muchos de estos centros, en las últimas semanas se han cerrado dos, y dos más hace un par de años.
Lo mismo que digo de los OpenCor podría decirse de los SuperCor, los supermercados “convencionales” de El Corte Inglés, que tampoco es que se hayan comido el mundo precisamente (también cerraron uno cercano a mi casa, aunque esto no puedo cotejarlo con los que hay en el resto de la ciudad; sí sé que cerraron otro por el barrio de Patraix, y que actualmente, según figura en su web, sólo queda uno en Valencia ciudad).
Cambio en los hábitos de compra de la gente: O lo que podríamos llamar “El Corte Inglés, empresa viejuna”. El Corte Inglés basó siempre su éxito en una amalgama de factores: eran fiables, tenían de todo, estaban en el mejor sitio posible (el centro de las ciudades) y, por razones que yo nunca entendí, mucha gente pensaba que comprar ahí era símbolo de status socioeconómico. A mí hay gente que me ha presumido de que le habían dado la tarjeta de compras de El Corte Inglés como si fuese un gran privilegio que él, y sólo él, con el sudor de su frente y su afán por trepar, había conseguido finalmente (a ver: que te la dan para que te gastes TU DINERO, genio).
Este último factor, el símbolo de status, está casi completamente amortizado, y se está viendo sustituido, a marchas forzadas, por uno mucho más preocupante: El Corte Inglés como empresa pasada de moda, anquilosada y defectuosa, en una palabra: viejuna. Y no es que nunca fuese otra cosa (bueno, quizás en los años 40 aún no era viejuna), con esos empleados repeinados y empleadas con más laca en el pelo que Esperanza Aguirre. El problema es que antes el público veía eso como síntoma de su importancia y ahora cambiarían al señor repeinado por una chiquilla llena de piercings del Springfield o del Pull & Bear, que al menos les hace creer que están a la última y son hipsters de esos. Ir a El Corte Inglés comienza a ser como comprar el ABC y leértelo porque realmente te gusta hacerlo: lo hace la gente mayor, cada vez más mayor, y cada vez menos gente. Pero los jóvenes, y por tales deberíamos entender, probablemente, menores de 40, no parece que vayan mucho por ahí (seguro que hay excepciones y eso, pero nada que ver con las oleadas de jóvenes que asolaban El Corte Inglés en los años ochenta y noventa).
Al menos, eso parece estar pasando en el que es el centro de negocio más importante de El Corte Inglés: la ropa. Y otros sectores, como las agencias de viajes, tampoco es que vayan a estar muy boyantes con la proliferación de ofertas y posibilidades que ofrece la puñetera Internet y su manía de abaratar cosas que en los buenos tiempos costaban lo que al señor del Corte Inglés le salía de los huevos.
Por otra parte, estar en el centro de la ciudad ya no es garantía de éxito, o no tanto. Los horripilantes centros comerciales que han surgido como setas en las grandes (y no tan grandes) aglomeraciones de población con el objeto de que puedas estar todo el fin de semana embutido en un apolíneo chándal les han quitado el grueso del negocio. Ahora ir de compras ya no es irse al Corte Inglés, es irse al centro comercial. No sabría decirles qué es más horroroso, pero, desde luego, está claro que esta última opción es la más horrorosa para El Corte Inglés.
En resumen: que la cosa pinta muy mal, me parece a mí que el saco de doblones de oro no va a llegar, y ante la evidencia no he tenido más remedio que unirme al cada vez más nutrido club de medios que hablan de El Corte Inglés dado que El Corte Inglés no les pone publicidad. Y lo peor de todo el asunto es que El Corte Inglés lo pasa mal, curiosamente, cuando su repugnante modelo laboral (sin sindicatos, sin derechos, con oscurantismo, con machismo carpetovetónico) comienza a revelarse como un adelantado a su tiempo.
Amén, como siempre , D Guillermo. Un poco en plan de coña, pero ¿si se derruma El Corte Inglés, no empieza esto a oler a derrume del sistema entero?
Eso si, a mi los precios de El Corte Inglés en ropa llevan años no pareciéndome excesivamente caros, ni mucho menos. En rebajas he comprado artículos de calidad muy aceptable a precios realmente bajos. Y fuera de ellas, había muchas cosas que tampoco era la exageración personificada.
Lo que asquea ad infinitum es el hecho de que ahora que no se pueden gastar pelasen publi, si comience a hablarse de sus metodos hipermafiosos, pérdidas y similares. Luego Cebrián o Marhuenda se quejarán de que no venden periódicos.
Comentario escrito por John Constantine — 11 de junio de 2013 a las 12:20 am
Yo soy joven, de esos que apenas ha ido a ECI, y no sé si los de otras generaciones tendrán la misma sensación, pero al Corte Inglés siempre se le ha visto como caro. Y eso pues puede funcionar cuando no hay competencia, pero una vez que la hay la cosa empieza a naufragar…
Por otro lado, no sé si tendrá algo que ver, o si soy el único pero a mi me agobia el formato de sus edificios en vertical, y con pasillos estrechos, si quieres comprar cosas distintas el tener que ir de una planta a otra sin saber muy bien donde está cada cosa, etc, eso hace que sea más incómodo, en los nuevos centros comerciales pues simplemente vas paseando y ya encuentras todo, lo hace bastante más agradable, además de que hay mucho más espacio y no tienes tanta sensación de cerrado, que algunos ni eso por estar al aire libre.
Otra sensación que me dio la última vez que fui, hará casi un año, es que había demasiados empleados, no fui a una hora punta, y casi podría decir que había más empleados que clientes. No sé si esto siempre ha sido así o qué, pero vamos, comparado con otras tiendas que tienen a los justos pues no parece una buena idea.
Y en el caso de Valencia estaría guay poder analizar los balances de Nuevo Centro, porque seguramente sea uno de los pocos Corte Inglés que hay en un centro comercial como los de ahora por decirlo de alguna forma, y habría que ver quien gana a quien…, pero dudo que podamos ver las cifras.
Comentario escrito por almujul — 11 de junio de 2013 a las 12:38 am
Yo recuerdo que de crío el cole nos llevó una mañana a visitar el Corte Inglés de Zaragoza. Nos invitaron a chocolate con churros mientras un señor engominado nos contaba la fascinante historia de esa empresa. Será que en Zaragoza no había más sitios a los que ir.
Lo de ‘soy de buena familia y lo demuestro comprando en el Corte Inglés’ en los 90 es terrible pero cierto. Ahora ese concepto lo tiene solo Hipercor.
Comentario escrito por Durc — 11 de junio de 2013 a las 1:35 am
has dado en el clavo. Pero debes insistir en un dato muy importante: inditex los ha matado. La ropa, la moda que imponía el corte inglés se ha terminado. Y Inditex ha dejado en evidencia a los gurús del sector. Mandan ellos y desde el corte inglés a lo más que han llegado como respuesta es a contratar a personal de inditex (e inditex del corte inglés)
la situación del corte inglés es tan penosa que su página web es copia de otra ya existente. Hasta intentaron llevarse a la persona que la dirigía!
No hay ideas y ese es el problema. Los opencor no funcionaban porque estaban fuera del mercado. Yo es que cada semana que iba veía a personal diferente. Han pasado ciento y la madre de empresas para gestionar eso y nada
Comentario escrito por Nemigo — 11 de junio de 2013 a las 1:44 am
yo cuando tengo que comprar ropa me paro en la puerta de la tienda, cojo aire, entro y trato de ejecutar la operación con la rapidez y efectividad de los que se cepillaron a bin laden. por eso odio el corte inglés, porque me obliga a meterme en el corazón de la bestia, dar vueltas, subir, bajar y su pm para hacerme con dos pares de calcetines. si bien como dice el primer comentario hay ofertas decentes, hay una docena de alternativas al mismo o menos precios en tiendas de entrar y salir, que es lo que me obsesiona. lo que sí que tengo por ECI son los lupos y cada vez que hablo con la tipa que me gradúa la vista de sus horarios alegales me hierve la sangre.
Comentario escrito por Álvaro — 11 de junio de 2013 a las 9:25 am
A mi siempre me ha llamado la atención que empleen prácticamente el mismo CIF para todo, desde las tiendas de ropa hasta la constructora… si eso no es viejuno en el mundo de las subcontratas ya me contarán.
POr otra parte también me tiene pinta de que ECI ha burbujeado mucho, no tanto con ópenes y súperes como con los híperes… y no hay tarta para todos. Bueno, eso y que sólo invierte en las Españas y Portugal.
Pero renegociada la deuda y «recortados» su convenio (ya lo hicieron) y un par de legiones de trabajadores (no sé como será por ahí adelante pero en esta tierras que despidieran a alguien era raro, raro y ahora es de lo más normal)… tiene margen bastante para encontrar de nuevo su camino. Al fin y al cabo las modas pasan… y siempre hay quien le gusta lo clásico.
Me preocupan un poquillo más los rumores recurrentes de que las pagas de diciembre de consejerías y servicios de sanidad varios eran adelantadas por el ECI…
Comentario escrito por pululando — 11 de junio de 2013 a las 9:25 am
[…] eso… me da cierta pena lo que le está pasando a El Corte Inglés. Puro sentimentalismo, claro. Nada serio; al fin y al cabo, la melancolía es la antesala de todo […]
Pingback escrito por Historia de la decadencia y caída del Imperio Inglés | elDronte — 11 de junio de 2013 a las 9:28 am
y sin embargo, ahora me veo obligado a entrar a Sánchez Romero porque es de los pocos lugares donde puedo encontrar pasta filo. cabrones.
Comentario escrito por Álvaro — 11 de junio de 2013 a las 9:35 am
Eduardo Mendoza comentó una vez que quiso saber en qué año se construyó el edificio del ECI del centro de Barcelona (para entendernos, tiempo ha casi tan emblemático como la Sagrada Familia). Para su sorpresa, nadie sabía cuándo había aparecido esa construcción gigantesca al ladito de las Ramblas, parecía que alguien se había esforzado en borrar las huellas de un crimen. O sea, que la opacidad siempre es un juego que han buscado.
También hay que comentar que su logo es sintomático de lo poco que se han adaptado a los tiempos: viejuno a tope y parece que nunca han tenido ganas de actualizarlo.
Comentario escrito por peregrino — 11 de junio de 2013 a las 11:24 am
Una vez viví una escena cercana al esperpento en ECI. Como los vendedores van a comisión según las ventas que hagan, vi discutir a dos vendedores entre ellos por ver quién de los dos me llevaba al huerto.
Comenté la jugada con un familiar que trabajaba en Hipercor (ahí no van a comisión) y nos contaba que había compañeros que se habían pasado de ECI a Hipercor porque no aguantaban la presión.
Comentario escrito por Torcuato — 11 de junio de 2013 a las 11:40 am
ECI es un acertadísimo indicador y predictor de la evolución del país. En vísperas de cualquier manifestación de las de antes, en las que honrados trabajadores de azul pedían mejores condiciones laborales o nos ser víctimas de una cruel deslocalización, el Delegado de Gobierno se cuidaba mucho de impedir el bloqueo de ECI local. Si ECI no conseguía abrir, la huelga había sido un éxito. El efecto multiplicador de esa imagen contrarrestaba cualquier estudio de personas por metro cuadrado, consumos de electricidad y demás. Si el ECI cierra ni Marhuenda, Pedro J., Cebrián y resto de especuladores de la verdad poseen ningún Mcguffin posible para contrarrestar que esa huelga ha sido un éxito. Eso viene en el manual revolucionario clásico, antes de las Colau, Talegón y demás indignadas posmodernas. Ahora el éxito es convertirse en trending topic, que tu hashtag rule y que, para bien o mal, te peten el Facebook.
Aparte de una estrategia comercial que haya fallado, el consumidor ha cambiado. Hay muchísima mas información (uno de los intangibles que proporcionaba el ECI) y el consumidor es mas exigente y mas difícil de «satisfacer» (como diría algún creativo de los Madmen). Eso es algo que no ha sabido manejar correctamente la empresa o al menos su Fuerza de Ventas.
La política de atención al cliente, durante años,muchos, fue excelsa. El servicio posventa era practicamente inalcanzable por cualquier competidor. Y como todos los titanes, sólo otro podía derribarlo. Y efectivamente fue Inditex. La prueba de su victoria es que con unas prácticas comerciales muy distinta a ECI consiguió batirlo ( que en el país del » que inventen ellos» tiene mérito). El recorte en posventa fue casi ineludible para contrarrestar. Y la cuenta de resultados comenzó a resentirse.
Pero durante mucho tiempo ha sido un signo de estatus (como tener el 600 o la segunda residencia en la playa).
Probablemente sobrevivirá. Y las malas decisiones estratégicas, tomadas por esos pulcros y brillantes egresados de las mejores escuelas de negocio, las pagaran, como siempre, los de abajo. Y cuéntale a hombres y mujeres con 45 – 50 años, que en su CV sólo van a poder poner que llevan trabajando desde los 16,18 años en ECI, su futuro inmediato. Que les vengan de Recursos Humanos diciendo que no dan el perfil,después de 25 años vistiéndose y asistiendo al cliente según las normas, con una familia adaptada a esos horarios tan conciliadores. Que les venga uno a decir como en la película del Clooney, que cuando la empresa te despide es que tu te habías borrado hacía tiempo. Ellos sólo concluyen el proceso que tu iniciaste.
Ojalá no hagan mucha sangre, pero habrá damnificados. Lo siento profundamente por ellos. Con lo que han aguantado en esa empresa.
Comentario escrito por ocnos — 11 de junio de 2013 a las 11:51 am
Como comentario, quizás complemento me gustaría pegar un texto de un post mítico de otro blog,
http://www.rankia.com/blog/fernan2/364326-asesoramiento-financiero-banco-no-amigo :
Bienvenidos a la cosmética de El Corte Ingles
Fase 1
Nos hemos trasladado a la perfumería de El Corte Inglés, donde nos atiende Pepita, una empleada que conoce como nadie el producto, y que está encantada con su empleo: Es fija, bien remunerada, y le encanta ayudar a los clientes a elegir lo mejor. La verdad es que su asesoramiento es inmejorable: ni aunque le pagáramos a un especialista para que nos aconseje, podríamos elegir con más acierto que con el asesoramiento de Pepita, que El Corte Inglés nos ofrece gratuitamente. ¿Y El Corte Inglés qué obtiene a cambio? Pues lo más valioso que puede obtenerse a largo plazo: clientes contentos.
Fase 2
Sin embargo, sus jefes son presionados para mejorar los resultados, y cuando Pepita se jubila, su sustituta será Juani; es casi igual de competente, pero va a cobrar bastante menos, y a cambio obtendrá un variable en función del volumen de ventas. Y así, Juani tiene ahora otro criterio: además de buscar el producto óptimo, en interés del cliente, trata también de que haga el gasto máximo, en interés propio; a veces les «coloca» productos que no necesitan, o ante la duda en dos productos similares, ella recomienda el más caro (al contrario de lo que hacía Pepita), afirmando que es más caro porque es mejor. Y no sólo lo hace por ganar más: Juani tiene contrato temporal, y sabe que si no vende lo suficiente…
Por otra parte, los clientes tampoco pueden quejarse… ahora gastan más que antes, pero siguen llevándose los mejores productos para ellos. La situación podría resumirse como que ahora El Corte Ingles cobra por ese asesoramiento que antes daba gratis.
Fase 3
Un día, Juani es convocada a una reunión: El Corte Inglés ha llegado a un acuerdo de distribución exclusiva con Yves Saint Laurent, y hay que tratar de vender sus productos… lo que no le hace mucha gracia a Juani: «Pero si L’Oreal tiene una crema mucho mejor!!» – «Pues da igual, la crema de L’Oreal se pone en el estante del rincon, y la de Yves a la entrada. Y si alguien pide consejo, le recomiendas la de Yves!!» Ahora, en el consejo de Juani ya pesan tres criterios: lo mejor para el cliente, lo mejor para ella (lo más caro) y lo mejor para El Corte Inglés (Yves). Y además, Yves tiene la estantería principal, y es lo primero que ve el que entra buscando un regalo y sin saber.
La situación va degenerando… ahora ya, además de que se paga el asesoramiento, resulta que dicho asesoramiento viene en ocasiones sesgado!!
Fase 4
Las reticencias de Juani respecto a Yves han provocado que no le renueven el contrato; en su lugar, han colocado a un aprendiz, Rafa. «Total, para decir que Yves es mejor, no hace falta saber», piensan sus jefes, «Y de paso, me ahorro la mitad del sueldo!!» Pero a Rafa se le nota su falta de «tablas»; la gente no confía demasiado en su consejo, y aunque es cierto que vende más Yves que L’Oreal, las ventas flojean y los clientes no quedan muy contentos…
Eso sí, aunque Rafa no tenga muchas tablas, como va a comisión, sabe que le interesa maximizar el gasto del cliente. Y ahora ya no quedan más que dos criterios: lo mejor para Rafa (lo más caro) y lo mejor para El Corte Inglés (Yves); no se asesora en función de lo mejor para el cliente… porque Rafa ni sabe qué es lo mejor para el cliente!!
Fase 5
Rafa lleva ya tres años en su puesto, y ha mejorado; de tanto estar entre cremas, y oyendo comentarios de clientes y proveedores, va teniendo más idea del producto que vende. Pero sobre todo, ha mejorado en su faceta comercial: De ser un chico sin tablas, ha pasado a ser un vendedor de primer nivel, capaz de colocarle una crema antienvejecimiento a una chica de 15 años que buscaba un anti-acné. Las ventas están más altas que nunca, y en su departamento se vende hasta el fango envasado, si está en promoción. Además, con la idea de alinear los intereses de Rafa con los de El Corte Inglés, Rafa sigue vendiendo a comisión… pero con un plus adicional si consigue superar un umbral de ventas de Yves, y con una penalización si las ventas de Yves no alcanzan un mínimo. Ahora, cuando Rafa habla con un cliente, no es Rafa quien habla… es el propio Corte Inglés quien le dice al cliente lo que es mejor. Lo que es mejor para El Corte Ingles, claro, no para el cliente!!
Comentario escrito por asertus — 11 de junio de 2013 a las 12:10 pm
Yo no puedo decir mucho sobre ECI, por la sencilla razón de que donde vivo es la única provincia en la que no hay ECI. Bueno, miento. Hace no muchos años, en el 2010, en plena crisis, abrieron un ECI. Pero apenas nació, ya le diagnosticaron la enfermedad mortal, y ahora mismo está en esa situación en la que están algunos enfermos, «tirandillo», pero sabiendo que a la menor ráfaga de aire se les complica la neumonía y la acaban palmando.
Respecto a la capital de provincia, decirles que esto ha sido y sigue siendo una lucha intestina por ver dónde se pone ECI, más que nada porque según donde vaya, esos terrenos son míos o tuyos, y como al ECI siempre se le ha presumido una solvencia y un «aquí están mis cojones para poner un centro donde a mí se me antoje, al precio que sea», pues ya podrán figurarse vds. los tiras y aflojas que hay. Además, tenemos al comercio minorista que ve a ECI como el Leviathan que se les va a devorar. Con lo cual, el cóctel está servido.
Por último, pues decirles que sí, que como en esta provincia hasta no hace apenas nada no había ECI, irse a las provincias limítrofes a comprar en ECI era signo de tener un status social muy por encima del resto. Era sinónimo de tener dinero, mucho dinero, de decir «aquí no hay nada que esté a mi nivel; necesito ir a ECI para poder adquirir bienes que estén acordes con mi status»
Ah, y antes de que se me olvide: en los 70, 80 e incluso metidos en los 90, comer en el restaurante de ECI era como ir al mejor restaurante de la ciudad. Todo un lujo decir que has comido en ECI.
Comentario escrito por DeTomaso — 11 de junio de 2013 a las 12:24 pm
Para comprar discos de series medias (cualquier disco de más de un año de cualquier grupo medio decente), al menos en Valencia, eci de la calle colón se sale. En la fnac creo que los renuevan cada glaciación más o menos.
Respecto al servicio postventa, comparar al eci con mediamarkt, por ejemplo, es de risa. El de estos últimos es una auténtica tortura.
Comentario escrito por desempleado — 11 de junio de 2013 a las 1:05 pm
Como bien han dicho otros comentaristas, las ventas a comisión son lo que ha matado al ECI. Yo también me pondré autobiográfica y diré q
Comentario escrito por JoJo — 11 de junio de 2013 a las 1:13 pm
Como bien han dicho otros comentaristas, las ventas a comisión son lo que ha matado al ECI. Yo también me pondré autobiográfica y diré que de joven sólo entraba en ECI tres veces al año: a comprar un abrigo, unas botas y algún vestido para una boda, es decir, lo que eran inversiones, ropa de calidad. El resto de la ropa la compraba en Zara y Mango. Lo curioso es que, a pesar de que iba a gastar bastante dinero en la compra, ninguna dependienta venía a atenderme. En cambio, veía un montón de dependientas pololas detrás de las señoras mayores muy arregladas a ver si éstas soltaban la pasta. A mis amigas (teníamos 20 años) les ocurría lo mismo. Una vez, incluso, una dependienta me giró la cara cuando le hice la pregunta porque prefería atosigar a una anciana. Cuando salí de allí, con mi abrigo carísimo recién comprado, la vi recogiendo todo lo que la anciana había removido y no había comprado. Le solté la misma frase que suelta Julia Roberts a las dependientas de la tienda cara en Putty Woman. Desde entonces no he vuelto a comprar ropa en ECI.
Respecto a la boutiques de marcas internacionales y los stands de cosmética, sólo decir que estas marcas obligan a que haya un dependiente mínimo en su stand o boutique y una cantidad máxima de productos en cada stand para dar sensación de exclusividad (como si uno se llevara un producto único) por eso en la sección de cosmética hay un montón de dependientes en pocos metros cuadrados. Lo cual es contraproducente, en lugar de exclusividad da sensación de agobio como si uno estuviera en una feria.
Comentario escrito por JoJo — 11 de junio de 2013 a las 1:30 pm
[…] Empresas Viejunas:… El Corte Inglés […]
Pingback escrito por Empresas Viejunas:... El Corte Inglés — 11 de junio de 2013 a las 3:04 pm
En memoria de don Guillermo, cuyo cuerpo probablemente aparezca en los cimientos del próximo ECI, les sugieron qeu meneen la noticia, testimonio imperecedero de nuestro homenaje al valor (porque meterse con esta gente hace llorar a los hijos de González Pons y probablemente sean prácticas que recuerden al matonismo de la ETA): http://www.meneame.net/story/empresas-viejunas-corte-ingles
Comentario escrito por sinanpacha — 11 de junio de 2013 a las 3:16 pm
Pequeña puntualización: el libro de Cuartas no fue destruido, como dices, aunque sí está descatalogado, pero aún puede encontrarse en algunas librerías de Asturias o, con algo de suerte, comprarse en Amazon. Vamos, que yo lo tengo en casa.
Eso sí, sólo me he leído la mitad, más o menos (y supongo que aún no he llegado a lo jugoso), porque el texto es UN PUTO COÑAZO, mal escrito, repetitivo, desordenado y sin estilo literario alguno. He pensado que lo mismo este verano le intento dar un tirón y leerme lo que me queda, pero francamente no apetece en absoluto.
Vamos, que si se hubiera vendido, seguramente tampoco se lo habría leído nadie.
Saludos.
Comentario escrito por Otis B. Driftwood — 11 de junio de 2013 a las 3:59 pm
Otro de los tiros-por-la-culata de ECI creo que ha sido su politica de contubernio/extorsion con las marcas. Alguna mente brillante debio llegar a la conclusion de que, si al final los vendedores van a intentar colocar el producto que mayores reditos deja a la casa ( y que se joda el cliente) por que no cobrar tambien a la propia marca que se esta vendiendo. Y aunque lo cierto es que nunca me he preocupado de saber si lo que me contaban era verdad, cierta persona que era jefe de ventas en uno de sus centros catedralicios me fue comentando cuanto le costaba a cada marca «colocar» un stand en un lugar privilegiado de la tienda. Si a eso le sumas que ECI «negocia» los precios de venta con sus proveedores de una forma bastante agresiva (vamos, que se los impone básicamente) , tenemos un modelo de negocio perfecto: jodemos a los clientes, jodemos a los proveedores, jodemos a los trabajadores…todo el beneficio para mi!
Supongo que esto funciona bien mientras eres el Corte Ingles y acudir a comprar alli es mas importante para tu prestigio social que ir a misa de doce. Pero cuando ese modelo empieza a flaquear y la situacion economica hace que al comun de los mortales se la sude su «prestigio» social frente a unos precios competitivos…bueno ya sabemos lo que pasa. Para mas INRI tienes que competir con Zara en ropa, con Carrefour en alimentacion, con IKEA en mobiliario…gigantes especializados que ademas tienen un mercado internacional, mientras que en ECI lo unico internacional que tiene son centros en Portugal y Andorra.
Comentario escrito por InVino(Veritas) — 11 de junio de 2013 a las 7:52 pm
#20 Lo que comentas es parecido a lo que hace Mercadona pero de una forma aún más fascista. Mercadona no sólo impone los precios a los proveedores si no también los productos que quiere y cómo los quiere y luego los vende al consumidor final a un precio desproporcionado respecto a su calidad y su coste y sin dar la alternativa de escoger otros productos, tamaños… porque en los últimos tres años Mercadona ha barrido los productos de marcas ajenas para ofrecer un 90% de producto de marca blanca. Al menos ECI tiene como gran punto fuerte la variedad que se ilustra con la frase famosa de «si no lo encuentras en ninguna parte, ve al Corte Inglés».
Comentario escrito por JoJo — 11 de junio de 2013 a las 9:28 pm
Sin ironía el artículo sería mucho más interesante. Saludos.
Comentario escrito por Javier — 11 de junio de 2013 a las 10:03 pm
Esa es la forma general de negociar de todas las grandes empresas de distribución: lo que antes se denominaba la plantilla. Si quieres vender en A, a tragar con unas condiciones determinadas – desde pagar la reposición a cobrar a 180 días, pasando por regalar mercancia para ciertos días- a cambio de asegurarte que x miles de personas pasen por delante de tus productos.
Pero bueno, hasta hace unos años ECI se permitía unos precios en alimentación un 15-20% por encima de la media en la cesta básica y funcionaba….
Y Mercadona se está empezandoa columpiar con sus marcas blancas, lo mismo que Carrefour.
Comentario escrito por galaico67 — 11 de junio de 2013 a las 10:30 pm
Solo el nombre que tiene, ya es anacrónico, pensadlo bién… tenian que haberlo cambiado hace tiempo por ECI o algo asi mas moderlo como hizo por ejemplo la empresa Lucky Goldstar que pasó a denominarse LG Electronics…
Comentario escrito por cesar canomanuel monje — 11 de junio de 2013 a las 10:47 pm
#18 Y finalmente ha entrado en portada de Menéame. ¡Muchas gracias, sinanpacha! No es un saco de doblones de oro, pero casi :)
Comentario escrito por Guillermo — 11 de junio de 2013 a las 11:35 pm
[…] See on http://www.lapaginadefinitiva.com […]
Pingback escrito por Hoy, en “Empresas Viejunas”… El Corte Inglés | Chapapote Discursivo | CCOO-UGR - NEGOCIACIÓN — 12 de junio de 2013 a las 12:23 am
A todo lo que se ha comentado, y no menos importante, añade el hecho de que El Corte Inglés ha estado, en época de vacas flacas, devolviendo favores previos a los mandamases de la Generalitat Valenciana, en forma de MUY generosas aportaciones de dinero, aunque sean en concepto de préstamo, para pagar servicios como Sanidad, Educación, etc. (mi médica de cabecera me comentaba como era ECI el que les pagaba las nóminas, lo mismo que un amigo, profesor de grado superior de automoción.)
Y por eso ECI tiene gran parte de los problemas que tiene, porque la Generalitat no les ha devuelto el dinero prestado, y como los bancos ya no le prestan a la Generalitat, tiene que ser ECI el que negocie directamente con ellos su déficit.
Comentario escrito por Jan Smite — 12 de junio de 2013 a las 3:07 am
[…] Hoy, en “Empresas Viejunas”… El Corte Inglés […]
Pingback escrito por Enlaces compartidos — 12 de junio de 2013 a las 8:00 am
Yo vivo muy cerca de un ECI en el norte de Madrid y durante años en diciembre no se podía ni circular por el barrio por la campaña de Navidad – hasta este año, que salvo tres días aquello ha sido de placidez inusitada. Siendo un ECI bien tocho, tienen medio parking cerrado y otrosí dos puertas de acceso. Teniéndolo a un pasito andando, lo uso a menudo, en parte porque forzaron a las casas de alrededor a no poner bajos comerciales y no hay más tu tía.
Coincido en que es una tienda viejuna, diseñada para señoras y señores de +50, y que su decadencia empezó tiempo ha, aunque no creo que sea del todo achacable a ellos. Ofrecían estatus, si, pero estatus accesible a la clase media. Siendo laminada esta, solo quedan dos salidas, o vender mucho muy muy barato, o vender poco muy muy caro. Lo de tener calzoncillos, sartenes, sábanas o cortinas de ducha «de calidad ECI» funcionaba antes, ahora la gente compra lo más barato salvo para sus caprichos, que compra lo más caro.
Tarjeta de compra no he tenido, que solo se la dan exclusivamente a todo quisqui (unos 11 millones leí que habían emitido – son el mayor prestamista de créditos al consumo en España). Si tengo en cambio múltiples tarjetas regalo, que me las regalaban mis padres -miembros de la generación «ECI es nuestra forma de vida»- para que me renovara la ropa y no fuera como un vagabundo por la vida.
El HiperCor en cambio, si te fijas en ofertas y lo combinas con una compra en el Mercadona, te puede salir muy bien de precio y tienen algo más de variedad, que Hacendado puede llegar a cansar.
Comentario escrito por Regularizado — 12 de junio de 2013 a las 8:34 am
El otro día, por azares de la vida, disponía de un crédito ajeno para gastar cien lereles en el Corte Inglés de Zaragoza. Allá que fui tan contento, bajo la premisa marital de «cómprate algo de ropa, anda, que ya va siendo hora». Como uno ya es un señor, directo a la planta de Hombres, con mayúscula. Pero joder, qué encuentro. Uno es señor, pero no tanto. El modelo del cortinglés, parece ser, ha consistido en copiar la moda de los satirizados peneuvistas de Vaya Semanita, caballeros uniformados de marrón y azul, con el inevitable jersey anudado al cuello.
Así que bajé un par de pisos y me lo gasté en libros, que al menos eso no lo pueden vestir.
Comentario escrito por Kanu — 12 de junio de 2013 a las 9:25 am
Muy buena entrada y muy buenos comentarios.
Básicamente, a ECI le han comido la tostada por todos los sitios que se le puede comer la tostada a una empresa.
Como empresa, tus márgenes están definidos por arriba (proveedores), y por abajo (clientes y empleados).
Se ha podido considerar que hasta la década pasada ECI tenía poder de mercado, definido éste como la capacidad de imponer condiciones y precios a los demás operadores ya comentados.
Se ha dicho que la base del negocio de ECI era el textil, pero también es cierto que ECI ofrecía en los demás servicios que no eran textil un servicio que justificaba el alto precio.
Tu querías un Macintosh en los 90 en Madrid, y el sitio más fiable donde podías comprarlo era ECI. De hecho, sabías que el mayor experto de Macintosh, teclados Roland, y tantas otras marcas estaba en ECI. No te preocupabas en ir a tiendas especializadas en informática porque sabías, primero, que otros sitios en caso de existir, no eran más baratos, y si lo eran, que no iban a darte un servicio post venta igual de bueno. Comprabas calidad del producto y calidad del servicio añadido.
Siguiendo el ejemplo, de repente Steve Jobs vuelve a Apple e implanta un modelo de negocio basado en asegurarse la exclusiva de los canales de distribución. De ser la referencia ECI pasa a ser revendedor. Eso supone que es Apple quien tiene de repente la sartén por el mango: impone las condiciones a ECI y a todo el que quiera vender alguno de sus productos en España.
ECI traga, e intenta competir en el mercado de los ordenadores con inves, a la que convierte en su marca. No todo es malo, puesto que se lanza a prestar servicios punteros de informática con IECISA (Informática el Corte Inglés), y que parece de lo poco salvable que todavía queda. Pero poco a poco va perdiendo al gran público.
En cuanto al público, ECI pierde a los jóvenes, porque pudiendo aprovechar el potencial de tener una tienda internet, desperdicia la oportunidad y casi la pone por obligación. Ni siquiera se usa un modelo mixto (lo puedes pedir aquí, pero que sepas que lo tenemos en stock en tienda, que seguro que tienes una cerca de tí). No todos los centros tienen el mismo stock y cuando alguien compra por Internet a veces también valora la inmediatez.
Qué decir de la compra online, donde el mayor valor es el precio, y uno puede aprender lo necesario en dos tardes, y sin que te lo explique Jordi Sevilla!
El servicio post venta se ha perdido, en la medida de que el «satisfacción garantizada o le devolvemos su dinero» está prácticamente generalizado.
El modelo publicitario llegó hasta donde pudo. Hacer una campaña de navidad con Tony Leblanc supone mandar un mensaje muy claro al consumidor de cual es el target de consumidores que pretendes tener. Es un modelo que funcionó muchísimo tiempo, pero ya no sirve poner mucha publicidad si ésta acaba siendo de Sederías Carretas.
Y finalmente, en cuanto a los empleados, parece ser el único hueco en el que ECI impone sus condiciones. Pero llega un momento en el que el calcetín no da más de sí. Por cierto, ha visto alguien alguna vez a un negro vendiendo en ECI?
Comentario escrito por Pedro Tomás Reñones Alcalde de Alhaurín — 12 de junio de 2013 a las 10:44 am
Lo nunca imaginado, aquí vengo yo a romper una lanza en favor de tan reverendo sitio:
– Yo sí he visto a un negro vendiendo en ECI, planta de deportes del de Nuevos Ministerios, Madrid. Como eso es una ensalada de marcas, lo mismo no era empleado de ECI, sino de Nike, Adidas o lo que fuera, pero ahí estaba y haciendo bien su trabajo: logró colocarme una camiseta… a mí, cielos.
– Si alguna vez vuelvo a comprarme un producto Apple, será en ECI: mismo precio, pero cumplen la garantía europea de 2 años. Apple en sus tiendas te da un año, y a partir del día 366 estás jodido: tienes que pagar un perito para que certifique que el defecto es cosa suya. ECI, en cambio, te cambia el cacharro por uno que funciona, y alegría.
Por lo demás, muy de acuerdo con el artículo y muchos de los comentarios. Recuerdo cuando llegaban las fiestas patronales en mi ciudad y las vecinas de la laca aprovechaban el día de fiesta para coger el tren de las 7 de la mañana a Madrid y volver cargaditas de bolsas de esos triángulos verdes y negros: eso era poderío.
Comentario escrito por mictter — 12 de junio de 2013 a las 12:05 pm
Mcitter, mito cazado, gracias!
Comentario escrito por Pedro Tomás Reñones Alcalde de Alhaurín — 12 de junio de 2013 a las 12:11 pm
A mandar, don Guillermo! En otro orden de cosas, en Castilla y León, ECI ha estado adelantando nóminas al SACyL, el servicio de salud autonómico, amén de ser el proveedor de referencia en cosas como folios, grapadoras y material de oficina en general, con pagos diferidos a largo plazo. Hay una imbricación con oligarquía política evidente. Es lo que más me jode del susodicho sitio, incluso más que sus prácticas de sindicalismo amarillo. Que ya es decir.
Comentario escrito por sinanpacha — 12 de junio de 2013 a las 4:50 pm
Tengo un amigo que trabaja en mesas de contratación de una comunidad autónoma y dice que siempre se acaban llevando los de ECI el gato al agua, aunque no siempre sean los que mejor oferten y el servicio postventa deje mucho que desear. Por ejemplo, cuenta que si compran uniformes para ordenanzas las pasan putas para que ECI sirva las tallas que necesitan, mientras que si es una empresa pequeña no tienen ningún problema.
No hay que olvidar por otro lado el gran servicio que brinda ECI a señoronas de todo pelaje, que van el jueves a por un vestido nuevo, el sábado a una boda de postín y el lunes de nuevo a devolverlo «porque mi hija dice que me hace gorda». Habría que considerar si ECI no es más que una tienda de segunda mano carísima.
Comentario escrito por Torcuato — 12 de junio de 2013 a las 5:43 pm
Don Guillermo: efectivament el SuperCor de Patraix el van tancar farà mig any més o menys. Estava concretament a Uruguai amb Jerónimo Muñoz (just al costat de l’Estacioneta). La veritat és que darrerament no anava massa gent, tot i que a l’empleat li vaig sentir dir que el tancaven perquè el lloguer del baix era molt alt. Ara només en queda un a València, em sembla que per Campanar.
Comentario escrito por Pacou — 12 de junio de 2013 a las 5:50 pm
Lo comentado sobre la manzanita es verdad verdadera.
Comentario escrito por desempleado — 13 de junio de 2013 a las 9:54 am
Algunas gestas triunfales de esta empresa-régimen:
Madrid, 1970. Demolición del barrio de Pozas (s.XIX) con motivo de ser «infraviviendas». Ahora alberga el ECI de la calle de la Princesa.
Poco después. Demolición de la iglesia del Buen Suceso, en la misma calle. Se hizo una enorme campaña en la prensa para decir que el edificio «amenazaba ruina», y a pesar de pertenecer a un patronato del Patrimonio Nacional, cayó ante las excavadoras. Resultado: pelotazo de edificio con un ECI en los bajos.
Años 90. Se cae la marquesina del Cine Bilbao y aplasta a algún transeunte. Resultado: El cine deja de ser cine y ahora es un Opencor.
Edificio Windsor, incendio todavía no aclarado. Resultado: Sobre sus ruinas se edifica una ampliación del ECI que ya había.
Quedan otros dos «incidentes» sin resolver: el de los Almacenes Argüelles, edificio que casualmente se cae él solito cuando no había nadie dentro… En esta ocasión se les adelantó Inditex. El otro incidente es un sustancioso soborno que intentaron meter a uno de los alcaldes del tardofranquismo, no recuerdo si Arias, para haber metido un ECI en la Plaza de Colón, cuando se tiró la Casa de la Moneda para hacer los Jardines del Descubrimiento. Al parecer el soborno no fue lo suficientemente alto.
Comentario escrito por PedroMix — 13 de junio de 2013 a las 7:32 pm
Puestos a hablar de «incidentes» históricos, recuerdo haber visto un documental sobre el ECI de la Plaza del Duque de Sevilla,
http://feteju.wordpress.com/2010/08/19/plaza-del-duque-de-sevilla-o-como-destruir-joyas-urbanas-por-un-punado-de-ropa/
Para construir tal monumento sólo hubo que tirar el palacio del Marqués de Palomares, el palacio Cavalieri, el Hotel Venecia, el Teatro Duque y el Colegio Alfonso X El Sabio…
Mejor que se lo hubieran llevado los ingleses al British Museum…, que algo quedaría..
Comentario escrito por asertus — 13 de junio de 2013 a las 9:21 pm
Siento ser reiterativo, pero aunque ECI use tácticas del maligno, todas las empresas de la dsitribución usan las mismas tácticas..al menos en la vieja Zaragoza. Continente hizo desaparecer, como por ensalmo, decenas de camiones con tierras contaminadas por plomo y acidos, aprovechando el sueño de varias noches de verano – aparte de una sospecha maniobra urbanistica que les acabó costando unos cientos de millones- mientras que Alcampo hizo sus maniobras orquestales con su local de Utrillas…
Asi que metamonos con ECI por su planta de caballeros/señoras, más que viejuna, por el acoso al cliente merodeador, por su resistencia numantina a que se usaran más tarjetas que la suya, por cien cosas..pero no por hacer la guerra donde todos hacen la guerra y como todos hacen la guerra
Comentario escrito por galaico67 — 13 de junio de 2013 a las 9:30 pm
Bueno, lo de Sevilla si es un puntazo, al Cesar lo que es del Cesar…pocos pueden tener tanto poderío
Comentario escrito por galaico67 — 13 de junio de 2013 a las 9:42 pm
#33 Hablando de cazar mitos, aquí se ha mencionado uno que yo creo que existe en numerosas ciudades españolas, el de ECI pagando las nóminas de los empleados públicos locales (En Sevilla, lo he oído acerca de los trabajadores del Ayuntamiento). ¿Alguien tiene algún tipo de detalle que de verosimilitud al tema? porque conociendo un poco el funcionamiento presupuestario de las AAPP, me parece un «hoax» como la copa de un pino.
Comentario escrito por Behan — 13 de junio de 2013 a las 10:50 pm
Buena entrada y comentarios.
Por comentar, contradecir a DeTomaso, porque por aquí, tras las montañas del frío norte, en la repúblika arnaldotarra de Gipuzkoa, nunca ha habido un El Corte Inglés. Un puñado de agencias de Viaje ECI, no más.
Pero me acuerdo que de chavalín, en la primera excursión de la escuela que pasó por Bilbao, el ECI era parada obligatoria. Allá aprendimos los pueblerinos como yo que había escaleras mecánicas: un flipe.
Comentario escrito por auskalo — 14 de junio de 2013 a las 3:12 am
#22 Sin ironía no sería LPD, y muchos no lo leeríamos.
#43 No exagere con lo de frío. (Muchísimo) Más frío es Madriz en invierno. El norte lo que es es húmedo y lluvioso de cojones.
Y en Gipuzkoa SÍ hay El Corte Inglés, en mi pueblo natal, concretamente. Investigue y verá.
Comentario escrito por Karraspito for President — 15 de junio de 2013 a las 2:56 am
Buf, qué difícil es conseguir el libro maldito ese de Javier Cuartas, sí. Están todos destruidos y descatalogados. Entro en Agapea, tecleo «Javier Cuartas» en el buscador, y después de todo ese esfuerzo inhumano, me sale esto:
http://www.agapea.com/libros/BIOGRAFIA-DE-EL-CORTE-INGLES-9788488171061-i.htm
Comentario escrito por Karraspito for President — 15 de junio de 2013 a las 2:57 am
Coño, Carraspito,
Hace años que no voy a Eibar (cosas de la A-8 y que Chalcha es caro para lo que hay), pero cualquier cosa se puede esperar de la cuna del partido socialista español y de los socialistas vascos euskaldunes, y cuna de la República.
No esperaba que en “la quinta provincia gallega” hubiera un corte inglés como dios manda. Y eso que mi sobrino ahijado estudió ahí parte de su peritaje, hace poco (sólo le va el mambo).
Mi padre, como conductor de autobús del franquismo, odiaba entrar a Eibar. Todo atascos, en su día. Le gustaba Arrate.
Pero sé que es un pueblo con marcha y buen ambiente de sociedades gastronómicas y poteo. La última vez que estuve, vi el bautizo de un chaval de 15 años, que sus padres no lo habían bautizado de bebé y lo tenía claro.
Tuve una novia de Eibar que era bastante flaca pero tenía unas hermosas pantorrillas, que decía que eran de tanto subir escaleras en la infancia. Ahora creo que hay muchas mecánicas e incluso ascensores públicos, como en otros pueblos.
Gracias por la corrección.
PS: Lo del frío norte es metafórico, como los montes nublados de Ansar. ¡Gora Eibar!
Comentario escrito por auskalo — 15 de junio de 2013 a las 4:03 am
Disculpe ud. Karraspito
Comentario escrito por auskalo — 15 de junio de 2013 a las 4:07 am
Uf, qué de cosas:
– Restaurante Chalcha. Hablando de establecimientos viejunos… Ese local tenía bastante prestigio cuando yo tenía 5 años o por ahí. No sé si habrán evolucionado con los tiempos.
– Y cuna de la tauromaquia, o al menos eso es lo que proclaman los de la Peña Taurina Pedrucho, con sede en el Arkupe de la plaza de Unzaga.
– La quinta provincia gallega es Ermua, el pueblo donde me crié, pegado a Eibar pero perteneciente a Vizcaya.
– «Todo atascos, en su día». Y en la actualidad. Ermua y Eibar yo creo que ostentan el record de Euskadi de atascos, de hecho.
– Escaleras, cuestas, montañas, desniveles y edificios en localizaciones imposibles. Cuenta la leyenda urbana que los estudiantes de arquitectura y urbanismo japoneses iban a Eibar para tomar ejemplo de cómo NO hacer las cosas. Leyenda urbana, pero perfectamente verosímil.
– Karraspito o Carraspito, tanto da. Al fin y al cabo es sólo un nick, y la estúpida ortografía actual vasca, un invento posmoderno deliberada y maliciosamente contrapuesto a la ortografía española que se había usado de toda la puta vida de Dios para escribir un idioma sin tradición escrita.
Un saludo.
Comentario escrito por Karraspito for President — 15 de junio de 2013 a las 8:34 am
@Karraspito, tío, que te complicas mucho la vida. ENTRA EN EL MAL: http://www.amazon.es/dp/8488171064
Comentario escrito por Otis B. Driftwood — 17 de junio de 2013 a las 11:50 am
periodista malo tienes que ser cuando solo denuncias los malos tratos a los empleados ,vendedores con mucha laca y repeinados y otras cosas mas ,y al final lo que se deduce es que como ECI a dejado de tener publicidad con » tu empresa » todo es malo , muchos buenos periodistas se han jugado su puesto de trabajo y algo mas importante ,denunciando en el momento de conocerse la situacion asi que no seas oportunista
Comentario escrito por pepito — 17 de junio de 2013 a las 1:30 pm
Los de Agapea no me cobran gastos de envío en UK.
Comentario escrito por Karraspito for President — 17 de junio de 2013 a las 3:59 pm
Y tienen 8 millones de títulos disponibles. Para que te hagas una idea de la magnitud, en Casa del Libro el catálogo no llega ni a un millón…
Comentario escrito por Karraspito for President — 17 de junio de 2013 a las 4:02 pm
#50 Sí que deduces bien, Pepito, sí. Sobre todo, teniendo en cuenta que mi «empresa», suponiendo que te refieras a este blog, o a LPD, nunca ha tenido publicidad de El Corte Inglés. Este blog, en concreto, no ha tenido publicidad de ninguna empresa. ¡Todo por la libertad!
Comentario escrito por Guillermo — 17 de junio de 2013 a las 6:58 pm
no he querido referirme a ti karraspito si no a guillermo que es quien firma el texto principal
Comentario escrito por pepito — 19 de junio de 2013 a las 9:15 pm
Pepito, ¿qué te has fumao? Yo estaba respondiendo a Herr Driftwood.
Comentario escrito por Karraspito for President — 21 de junio de 2013 a las 6:06 pm
Por cierto, Pepito. Existen unas cosas muy útiles en el lenguaje que se llaman mayúsculas, suelen ir al principio de las frases. También puntos, que van al final. Busca en Internet, verás qué bien. Y de paso, repasa el uso de los espacios, que tienes un lío importante en la cabeza.
Comentario escrito por Karraspito for President — 21 de junio de 2013 a las 6:08 pm
los espacios son para ti capullo
Comentario escrito por pepito — 22 de junio de 2013 a las 11:14 am
Mal, Pepito. Para que veas la importancia de los signos de puntuación, no sé si lo que querías decir es «Los espacios son para ti, capullo», que no sé lo que significa, o «Los espacios son para tu capullo», que tampoco.
En cualquier caso, la primera palabra del comentario debería ir con mayúscula inicial.
Y deberías controlar tus modales. Parecer un analfabeto sin cultura ya es una putada, pero parecer encima un amargado sin educación y sin sentido del humor ya es demasiado.
Comentario escrito por Karraspito for President — 24 de junio de 2013 a las 5:28 am