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Es muy interesante el lío que hay montado en Francia, y muy revelador sobre el estrechamiento de los límites de la libertad de expresión en las sociedades europeas, a cuenta de los espectáculos que realiza un cómico francés musulmán , ateo y antirreligioso, de nombre artístico Dieudonné, donde se vierten todo tipo de bromas reputadas por muchos antisemitas (o antisionistas o lo que puedan ser, la verdad es que personalmente creo que es un poco lo de menos) y la prohibición de los mismos por parte del Gobierno que ha sido avalada por el Conseil d’État francés.
Muy interesante desde muchos puntos de vista, incluyendo la inteligencia de la reacción pública consistente en pretender expulsar a sartenazos jurídico-administrativos del debate público a este señor y logrando, así, convertirlo en una especie de abanderado de la libertad de expresión y de la revuelta contra las elites (de manera que empezamos a ver ese símbolo de saludo extraño inventado por el cómico, la ya famosa «quenelle» –concepto que Google images asocia no sólo al gesto sino a un plato de cocina-, haciendo furor entre jóvenes de banlieue, ciertos sectores antisistema e incluso entre futbolistas famosos de origen humilde a los que se quiere sancionar por ello). Que un señor haga bromas de mal gusto (o de pésimo gusto, incluso) y tenga más o menos éxito es algo relativamente normal en nuestras sociedades. Que se pretenda, en su caso, en lugar de criticar esas manifestaciones y ganar la batalla de la opinión pública con razones y argumentos, simplemente proscribir que ciertas cosas sean dichas, que ciertas bromas sean hechas, que cierto mal gusto sea libremente consumido… es muy parecido a lo que hacen los países donde rige el fundamentalismo islámico más consistente cuando tratan de perseguir a dibujantes que hacen viñetas humorísticas sobre su profeta (de nuevo, de mejor o peor gusto según criterios estéticos o éticos sobre esto de qué cosas pueden o no ser usadas para reírse). Obviamente, cambian en uno y otro caso los objetos, realidad, colectivos, personas o ideas que serían intangibles y que no se permite que sean sometidas a maltrato público. En los países islámicos se ponen hechos una furia si se hacen bromas sobre Mahoma, aquí sobre nuestra religión del terruño (lo que siempre juzgamos, claro, más civilizado) o sobre la dignidad humana o la de ciertos colectivos. Pase que pueda ser más comprensible la indignación en este último caso. Pero no, la verdad, que la pretensión de proscribir del debate público esas expresiones sea la medida más adecuada.
Hay muchas cuestiones muy interesantes también estrictamente jurídicas en el caso Dieudonné. No tanto por la discusión sobre si determinadas expresiones que supuestamete inciten al odio contra ciertas personas o colectivos puedan ser reprimidad a posteriori (debate muy interesante del que en España hemos tenido ya algunas manifestaciones, como el caso resuelto por la STC 235/2007 que entendió inconstitucional penar la simple negación del holocausto pero que en cambio consideró posible la pena prevista en el Código penal desde 1995 cuando se considere que hay una incitación al odio racial o xenófobo en ciertas afirmaciones –por cierto que eso permitió una ulterior condena al acusado que fue finalmente revocada por el TEDH por razones procedimentales-). La cuestión aquí es que, además, el tema se agrava porque no es un juez aplicando el Código penal sino la autoridad administrativa ejerciendo sus potestades de orden público la que, a priori, decide disciplinar preventivamente el ejercicio de la libertad de expresión y prohibir espectáculos por su previsible contenido. Éso es lo que ha encargado el gobierno francés a sus Prefectos (ya sea por sí mismos, ya sea instando a los alcaldes a hacerlo) y eso es lo que un tribunal de Nantes entendió, a mi juicio sensatamente, fuera de toda proporción. Pues bien, el Conseil d’État francés, máximo órgano de la justicia administrativa gala, en una decisión de urgencia, revocó ayer por la noche la decisión del tribunal de instancia y dio la razón al Gobierno y a su Prefecto, acordando, pues, la prohibición del espectáculo.
Vale la pena repasar mínimamente los argumentos del Conseil d’État (cuya web ha estado caída todo el día y sigue teniendo problemas en estos momentos, pero donde está disponible ya tanto una nota de prensa explicando qué es lo que ha hecho la justicia administrativa como un enlace a la decisión). Puede verse que los argumentos de fondo son escasos y potencialmente generadores, en Derecho, de más problemas de los que puedan lograr evitar (además de conseguir el increíble hito de que gente como la que compone la siempre preocupada por ser políticamente correcta Ligue des Droits de l’Homme francesa haya de sacar un comunicado que hay quien lee como apoyo a Dieudonné). Así pues, vamos a seguir brevemente su exposición (recordemos que aquí se puede consultar la decisión):
Así, el Considerando Cuarto de la decisión señala que la libertad de expresión es muy importante en democracia pero que es responsabilidad administrativa adoptar las medidas necesarias para el correcto ejercicio del derecho de reunión y que, aunque ambas (expresión, reunión) son libertades importantes, pueden ser limitadas por exigencias de orden público que, eso sí, deben ser necesarias, adaptadas y proporcionadas («nécessaires, adaptées et proportionnées«), lo que equivale al clásico test de proporcionalidad en tres pasos que se ha impuesto en la jurisprudencia europea en estas materias (idoneidad, necesidad, proporcionalidad en sentido estricto). Poco hay que decir a este respecto, más allá de señalar que, una vez más, la tendencia a buscar una solución ponderativa gana la partida en este caso, como casi siempre últimamente (frente a soluciones que pueden ser más drásticas y que apelan a otros modos, en Derecho, de solucionar ciertos conflictos, como podría ser entender que nada tiene que decir la Administración sobre libertad de expresión, por ejemplo).
El Considerando 5 entra ya en materia, y brevemente señala:
«5. Considérant que, pour interdire la représentation à Saint-Herblain du spectacle « Le Mur », précédemment interprété au théâtre de la Main d’Or à Paris, le préfet de la Loire-Atlantique a relevé que ce spectacle, tel qu’il est conçu, contient des propos de caractère antisémite, qui incitent à la haine raciale, et font, en méconnaissance de la dignité de la personne humaine, l’apologie des discriminations, persécutions et exterminations perpétrées au cours de la Seconde Guerre mondiale ; que l’arrêté contesté du préfet rappelle que M. Dieudonné M’Bala M’Bala a fait l’objet de neuf condamnations pénales, dont sept sont définitives, pour des propos de même nature ; qu’il indique enfin que les réactions à la tenue du spectacle du 9 janvier font apparaître, dans un climat de vive tension, des risques sérieux de troubles à l’ordre public qu’il serait très difficile aux forces de police de maîtriser»
Como puede verse el Conseil d’État toma en consideración dos cuestiones, como hacía a su vez el Prefecto en su orden de prohibición del espectáculo. Por un lado, que el contenido del espectáculo es sustancialmente conocido (y se juzga que contiene apelaciones antisemitas, apología de la discriminación, de la persecución y del exterminio de judíos llevado a cabo durante la segunda guerra mundial) y ha dado incluso lugar a algunas sanciones penales (sin que ninguna de ellas, por cierto, haya contenido como sanción la prohibición de desarrollar el resto del espectáculo en el futuro). Por otro, que las reacciones a ese espectáculo hacen prever que pueda darse un «clima de mucha tensión, con riesgos importantes de desórdenes públicos que serían de muy difícil control por parte de las fuerzas de orden público».
«6. Considérant que la réalité et la gravité des risques de troubles à l’ordre public mentionnés par l’arrêté litigieux sont établis tant par les pièces du dossier que par les échanges tenus au cours de l’audience publique ; qu’au regard du spectacle prévu, tel qu’il a été annoncé et programmé, les allégations selon lesquelles les propos pénalement répréhensibles et de nature à mettre en cause la cohésion nationale relevés lors des séances tenues à Paris ne seraient pas repris à Nantes ne suffisent pas pour écarter le risque sérieux que soient de nouveau portées de graves atteintes au respect des valeurs et principes, notamment de dignité de la personne humaine, consacrés par la Déclaration des droits de l’homme et du citoyen et par la tradition républicaine ; qu’il appartient en outre à l’autorité administrative de prendre les mesures de nature à éviter que des infractions pénales soient commises ; qu’ainsi, en se fondant sur les risques que le spectacle projeté représentait pour l’ordre public et sur la méconnaissance des principes au respect desquels il incombe aux autorités de l’Etat de veiller, le préfet de la Loire-Atlantique n’a pas commis, dans l’exercice de ses pouvoirs de police administrative, d’illégalité grave et manifeste».
Es digno de reseñar que en esta decisión el juez administrativo francés no entiende, pues, que haya problema alguno en que la Administración haga una valoración previa que pueda sustituir e ir más allá (prohibiendo espectáculos futuros) de lo que el juez penal sentenció respecto del contenido del show cómico en cuestión (condenando a su autor por algunos de sus pasajes). Simplemente estima que es una obligación de la Administración tratar de impedir la comisión de ilícitos penales, lo que daría carta blanca a la acción a partir de que se considerara inminente e inevitable la misma (afirmación esta de la previsibilidad de la comisión del delito, la verdad, osada, pero también lo es pretender, incluso si esa base fáctica previa que permite tal juicio existiera efectivamente en delitos expresivos, que eso habilite sin más a la Administración a actuar).
Asimismo, llama la atención la precariedad de la prueba respecto de los supuestos desórdenes públicos que impedirían la celebración de la representación (hasta la fecha, éstas se han producido sin tales) o el hecho de que, increíblemente, ni siquiera se realiza en este caso ponderación alguna respecto de medidas alternativas a la prohibición que pudieran minimizar, en su caso, esos supuestos problemas. Aquí basta la evaluación que hace el Prefecto, que se entiende suficiente, y que los «intercambios de pareceres» habidos en la Audiencia pública (que por tensos que fueran tampoco, por lo visto, dieron lugar a incidente alguno) fueron por lo visto intensos. Con eso, por lo visto, es suficiente para avalar la decisión de la Administración de prohibir un espectáculo público. Ni evaluación de medidas alternativas menos gravosas para las libertades. No. A lo bestia.
Esta decisión del Conseil d’État francés es muy criticable por muchas razones. Por poco inteligente en lo político (pero esto es más bien culpa del gobierno, emperrado en prohibir los espectáculos a las bravas) y por poco respetuosa con la libertad de expresión en cuanto al fondo, así como por incrementar inopinadamente la capacidad de intervención de la Administración hasta límites insospechados. Además de todo esto, dice bien Scheidermann hoy que la decisión deja muy tocado el mito de la independencia del Conseil d’État respecto del gobierno. La diligencia con la que ha acudido a rescatar al Prefecto puesto en un breve judicial por haberse extralimitado y su falta de espíritu crítico contrastan con esa leyenda de la que se habla siempre y que te enseñan en Francia cómo funciona su justicia administrativa (y que se ha filtrado siempre a nuestra doctrina jurídico-administrativa, que como es sabido es muy afrancesada en esto del control de la Administración). Algo que, por ejemplo, yo pude experimentar cuando en clase el año que estudié allí me explicaban con verdadera veneración, en efecto, cómo el «heroico» arrêt Canal había parado los pies al gobierno del general de Gaulle en un asunto sensible, por muy impopular que pudiera ser la decisión, poniendo al Derecho frente al poder y las reglas y el procedimiento debido en un Estado de Derecho frente a los atajos. Pues bien, junto a cotas altas como ésa, conviene no olvidar que a veces también ese órgano puede caer muy bajo.
Por último, este asunto permite algunas lecturas en clave española. Me limito a señalar un par:
– En todas partes cuecen habas (decisiones muy cuestionables de tribunales que deben controlar al poder y acaban siendo muy deferentes con éste, sobre todo cuando hay mucha presión política en el asunto en cuestión).
– La Constitución española, como es sabido, impide la censura previa (art. 20.2 CE) y eso ha sido históricamente interpretado como una proscripción general de cualquier intervención administrativa previa de control de contenidos, así como también señala que sólo por un juez puede producirse un «secuestro de publicaciones» (art. 20.5 CE), lo que de nuevo en sentido amplio se ha entendido como que generaba un dominio reservado a la hora de retirar contenidos expresivos en manos del juez. Sin embargo, como es sabido, la Administración española cada vez más ha considerado que tiene capacidad control de contenidos (sobre todo audioviauales, dado que en origen esto era servicio público y permitía un control administrativo claro) para sancionar por diferentes razones y, poco a poco, se ha llegado a normalizar que esas sanciones puedan suponer retiradas de contenidos (y eso que ahora el sector ya no es servicio público). Esto, por ejemplo, lo hace el Consell de l’Audiovisual de Catalunya con frecuencia y aunque ha dado lugar a un intenso debate jurídico no parece que se entienda por nuestros tribunales como inconstitucional. En este contexto de receptividad a las decisiones que permiten una Administración cada vez más poderosa en estos terrenos, ¿es planteable una traslación de las ideas contenidas en esta decisión del juez administrativo francés a España, a partir de esta extensiva manera de entender la cláusula de orden público y las funciones administrativas de control para evitar la comisión de delitos? Sinceramente, me parece que es complicado aceptar que esta potestad no interfiera con las previsiones constitucionales de los arts. 20.2 y 20.5 CE (vamos, que más bien entiendo que los infringe abiertamente), pero a estas alturas de la película cualquier cosa es esperable que pueda ser trasladada a nuestro ordenamiento (o al menos, que haya un gobierno que lo pretenda), vista la tendencia a restringir libertades y aumentar potestades de control y sanción administrativas a que asistimos en los últimos tiempos.
– Frente a estos riesgos, conviene siempre recordar que el hecho de que prefiramos que la Administración no haga estas cosas está en nuestro Derecho y en nuestra Constitución no por un capricho formalista sino por buenas razones. Como vamos a ver pronto en Francia, en términos de incremento de la popularidad de Dieudonné y sus ideas, no es gratuito que los ordenamientos jurídicos liberales haya considerado clásicamente que a las tonterías y barbaridades expresadas pacíficamente se les responde con razones, no con prohibiciones que victimicen y den argumentos a supuestas minorías explotadas frente a misteriosos y poderosos grupos sociales dominantes e indeseables.
25 comentarios en La Administración (francesa) prohíbe hacer (ciertos) chistes
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No sabía que Dieudonné era musulmán. ¿Estás seguro? Es mi primera noticia.
Comentario escrito por Pablo — 10 de enero de 2014 a las 8:20 pm
Yo creo que «Dieudonné» no es su nombre artístico, sino su nombre propio. Apellidos: M’Bala M’Bala.
Comentario escrito por Pablo — 10 de enero de 2014 a las 8:21 pm
No es que la «quenelle» se asocie a un plato de cocina, sino que ES un plato de cocina. Ese es el sentido primero de «quenelle». Es un plato típico de la región de Lyon.
Comentario escrito por Pablo — 10 de enero de 2014 a las 8:23 pm
Muy bien Andrés. Discrepo sobre todo con tu introducción del principio. Creo que Dieudonné es y ha sido de los humoristas que más han hecho avanzar ciertas reflexiones, cierta «suspensión de creencias» por introducir un tema socrático y también husserliano. Que se trata de humor y no de un ensayo de política o filosofía, eso está claro, pero en el registro del humor, donde Dieudonné está, en talento, en técnica, a años luz de otros de su generación (maneja una cantidad de registros impresionante, es un extraordinario actor, mimo, cómico), la profundidad de sus intervenciones, sin abandonar, repito, el terreno del humor, es notable. Yo creo, sinceramente, que en los últimos años ha sido una persona que, desde el humor, ha permitido que se tematicen no pocas cuestiones sacras, blindadas con la corrección política que, llevada a los extremos de hoy, paraliza el pensamiento crítico. Ese es su esfuerzo. El de un compromismo anti-comunitarista desde el humor. Creo que el 95% de la gente que lo critica o tilda de antisemita no ha distraído ni dos minutos para ver dos o tres vídeos de él por youtube. En fin, no sé, tampoco hace falta empezar diciendo: «cuidado, que quede claro que lo que dice este personaje me parece nauseabundo y de mal gusto, pero, jurídicamente, me parece inaceptable prohibir tal y tal…»… tan fuerte es el riesgo de ostracismo, de verse de entrada tildado de antisemita, que sostener que Dieudonné es un grandísimo cómico e incluso un cómico profundo (con su carga de provocación) parece imposible y dejar claro, de entrada, lo contrario, una suerte de peaje obligado. La verdad es que no lo entiendo y descubro en mí mismo (no soy antisemita, ni racista, ni siquiera antisionista) un humor que a día de hoy parece no coincidir con nadie. No sé. No lo entiendo. Esa unanimidad en muchos críticos a Valls en punto al previo peaje: «que quede claro que no suscribo tal y tal… y que personalmente considero que los sketches de Dieudonné no tienen ninguna gracia…» y dicho eso… no vaya a malinterpretárseme, decir que jurídicamente esto y lo otro… . Por lo demás, tampoco es cierto que Dieudonné haga sobre todo furor entre la gente de banlieue. Lo que pasa es que esa gente lo manifiesta más claramente porque el riesgo de ostracismo que sobre ellos se cierne no les hace perder nada porque poco tienen que perder. Yo sí. Concédasele un «me gusta» en facebook a la página Dieudonné y afluyen anatemas de «¡antisemita!» y cosas peores. Eso sí que es algo realmente enfermo y frente a lo que, mediante el humor, Dieudonné trabaja. Me ha HORRORIZADO, en Francia, ver hasta qué punto la corrección política polariza afectivamente los debates y moviliza en palabras argumentos inmediatamente concluyentes. Hubo hace no mucho un debate en el que Beçanson criticaba algunos actos del estado Israelí. No sé qué otro contertulio (Finkelkraut o alguno de esos) le dice algo así como: «lo que usted dice es repugnante, es profundamente antisemita» y con eso la cosa ya está «pliée» como se dice en Francia. El otro -Beçanson- se vino literalmente abajo «no, no, no, no soy antisemita, no, por favor, no se confundan». Un filósofo de la altura de Badiou también lo ha sufrido; también se le ha llamado «antisemita». Contra todo ese sistema de disparaderos sí hay que empezar a pensar. Es intolerable. Dieudonné es un grandísimo cómico y un cómico inteligente que, me parece, hace un aporte francamente importante (a su manera y con su carga de provocación) a la sociedad francesa. Mucho menos zafio que otros. Mucho más leído y crítico que la mayoría. Y ha manifestado de modo genial algo podrido -i.e. ese tipo de reacciones- en las presuntas democracias occidentales (para empezar la colusión entre el poder político, el poder económico, y el mediático; en fin, la PLUTOCRACIA impresentable en la que vivimos de los que supuestamente nos representan). Me parece que ha abierto debates valiosísimos.
Comentario escrito por Pablo — 10 de enero de 2014 a las 9:31 pm
Este es su último vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=B6TW7iKqZwc&feature=youtube_gdata_player
Comentario escrito por Pablo — 10 de enero de 2014 a las 9:34 pm
En el que explica la situación presente.
Comentario escrito por Pablo — 10 de enero de 2014 a las 9:42 pm
Le Ministre de l’Intérieur Manuel Valls, invité de Patrick Cohen sur France Inter ce matin, a confirmé la volonté du Gouvernement de censurer Dieudonné sur Internet.
«Dieudonné effectivement n’a pas besoin de la scène pour se faire entendre. Est-ce que vous pourriez, fort de la décision du Conseil d’Etat, envisager des mesures coercitives à l’encontre de son site internet ou des diffuseurs de ses vidéos ?» a lancé Patrick Cohen au Ministre de l’Intérieur.
«Moi je crois que là où il y a une parole antisémite, raciste, qui se diffuse, la justice doit pouvoir agir», a confirmé Manuel Valls.
«Je crois que nous ne pouvons pas laisser se diffuser cette parole, y compris sur Internet. Il faut en discuter notamment avec les opérateurs.»
«Vous savez qu’on a réussi notamment sur Twitter à ce que la parole antisémite ou homophobe ne se diffusent pas. Mais c’est vrai que sur un plan juridique, les choses ne sont pas simples, donc il faut continuer ce combat».
Sources : France Inter / Le Figaro / Le Journal du Siècle
Comentario escrito por Pablo — 10 de enero de 2014 a las 9:50 pm
Este es uno de los espectáculos que más polémica ha generado. Se puede ver y luego juzgar «lo» que se critica. No creo que se trate de los judíos, sino del uso que de ciertas cosas se hace: aquí, del sufrimiento del pueblo judío en cierta época de la historia: la de la llamada solución final: http://www.youtube.com/watch?v=giQ-yx31t8U
Comentario escrito por Pablo — 11 de enero de 2014 a las 12:25 am
Evidentemente, hay muchas provocaciones. Pero esas revelaciones han manifestado algo. Ahora bien, todas estas prohibiciones son muy tristes porque, en realidad, consignan el fracaso de la enseñanza pública. Prohibir es decirle a ciudadano que no es maduro para protegerse y juzgar por sí mismo. Por eso, la conclusión que debería sacarse de todo esto es que ha llegado la hora de mirar a medio-largo plazo y empezar a hacer inversiones públicas masivas en educación. Así el estado (u otros poderes fácticos, en eso no entro) no tendrá que venir a decirle al pueblo lo que puede o no puede ver u oír. Es increíble. Los estados (y ciertas élites) no invierten en educación y se quedan con el borreguismo para lo que les conviene. Ahora bien, cuando se dan borreguismos de signo contrario al que les conviene entonces interviene la censura para salvar al pobre pueblo analfabeto y manipulable.
Comentario escrito por Pablo — 11 de enero de 2014 a las 4:47 am
A mi toda esta situación del antisemitismo hace tiempo que me recuerda al sketch de la lapidación en «La vida de Bryan» de los Monty Python.
Todo es «¡¡Blasfemia!!»
Comentario escrito por galaico67 — 11 de enero de 2014 a las 8:27 am
Gracias, Pablo, por las aclaraciones. Ya he cambiado lo de musulmán. Y me he estado mirando vídeos, para hacerme una idea más clara.
Como cuando escribí el texto no tenía ni idea de lo que este hombre hacía o decía, por eso me remetía a lo que gente como Scneidermann que es un tipo sensato, decía (en su web no tienen claro que sea justo llamarle antisemita, de ahí que usara ese enlace y esa explicación para dejar claro que, en todo caso, eso es un poco lo de menos). Porque a estos efectos no es muy relevante si Dieudonné es o no antisemita. De hecho, el conflicto jurídico analizado es más interesante sí efectivamente lo es, de modo que no pasa nada, a mis efectos, si tomamos por bueno lo que dice el Conseil d’État (que afirma que sí lo es). Porque la cuestión, justamente, es denunciar y explicar esta corriente que entiende que hay que proscribir, por ejemplo, el discurso antisemita (o antimusulmán, o antiblanco, o antirojo o anticapitalista…).
Obviamente, vistos los vídeos, la cosa es más escandalosa si cabe porque, en efecto, me parece muy dudoso que cualquier persona con dos dedos de frente pueda entender eso como antisemitismo. Pero eso es más escandaloso política y socialmente. Jurídicamente añade, únicamente, un error sobre el supuesto de hecho que permite la aplicación de la norma, pero nada sobre la salvajada de la norma en sí.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 12 de enero de 2014 a las 12:12 am
este es el último video, el de su conferencia de prensa de ayer: http://www.youtube.com/watch?v=iL0qkKhvQ48 . No encuentro el vídeo completo.
Comentario escrito por Pablo — 12 de enero de 2014 a las 12:38 pm
Desde luego, lo que yo discutía en mis intervenciones, más arriba, era el fondo social y político del asunto. Tu análisis jurídico me parece impecable y muy útil.
Comentario escrito por Pablo — 12 de enero de 2014 a las 12:40 pm
ayer estuve ahí, cerca de Bastille, bd st antoine, en el passage de la main d’or. Eso de que son banlieusards los que van a verle es una chorrada (no es que pase nada si fuera verdad, pero es que no es verdad. Sencillamente, ningún banlieusard puede pagar los 40 euros (más o menos) que cuesta ir a ver un espectáculo de Dieudonné (a veces algo menos). Se juntaron en la calle de forma pacífica y enarbolaban piñas con la bandera de Francia. La mayoría eran universitarios; en fin, burgueses, digamos. Violencia ninguna. Al revés: clima distendido con los CRS que había ahí desplegados (del orden de 50 furgonetas), y el «passage de la main d’or» cortado en sus dos extremos. Hoy, en gare de nord, me he comprado el nouvel observateur. Las chorradas que dicen sobre Dieudonné o Soral son notables. No se puede hacer nada contra la fuerza de lo políticamente correcto. Patética desinformación. Igual que El País hablando sobre Dieudonné.
Comentario escrito por Pablo — 12 de enero de 2014 a las 12:44 pm
Es imposible discutir. Hay cuestiones sobre las que no se puede hablar. Por ejemplo: que todo un presunto filósofo, el tal Alain Finkielkraut (que ha tildado a Badiou de antisemita en repetidas ocasiones) en vez de argumentar y razonar se ponga de tal guisa frente al dibujante de Le Monde Plantu manifiesta adónde ha llegado hoy la discusión presuntamente racional cuando queda afectivamente polarizada por la bienpensancia o lo políticamente correcto. Todos esos «c’est intolérable ce que vous dites!» «c’est répugnant!» «vous ne pouvez pas dire une chose pareille!»: http://www.youtube.com/watch?v=LDUh1uZQfbI . Uno no puede decirse filósofo y ponerse a dar esos gritos por esas cosas. No se pueden enarbolar esos espantajos de forma supuestamente concluyente. (Lo peor, claro, es lo de los aplausos en los platós de televisión; realmente vivimos en un mundo lamentable y la única lección que se ha de sacar de todo esto es invertir masivamente en profesores de primaria: creo, sinceramente, que ha de ser la profesión mejor pagada. Y luego los de secundaria, y luego los de universidad y formación profesional). Así la gente puede censurar ella solita lo que le dé la gana.
Comentario escrito por Pablo — 12 de enero de 2014 a las 12:47 pm
este es otro vídeo sobre esa imposibilidad de discutir: http://www.youtube.com/watch?v=jA6a2r8BdZc y la histerización de los debates.
Comentario escrito por Pablo — 12 de enero de 2014 a las 12:49 pm
La verdad es que Manuel Valls es un auténtico zafio. Incluso por debajo de Sarkozy, que ya es decir. http://www.youtube.com/watch?v=xRrOBE3OerI
Bueno, voy a volver a las cosas serias.
Comentario escrito por Pablo — 12 de enero de 2014 a las 12:55 pm
Últimas noticias: http://fr.news.yahoo.com/video/dieudonn-abandonne-le-mur-pour-165604021.html
Comentario escrito por Pablo — 12 de enero de 2014 a las 1:11 pm
Badiou contre Finkielkraut (y la histeria anti-semita): http://www.youtube.com/watch?v=86dtvoo8O8Y
Comentario escrito por Pablo — 12 de enero de 2014 a las 1:28 pm
Si es que al final hay la lucha de clases de siempre y ya está. Joder. Es increíble. Lo de los comunitarismos es una cortina de humo impresentable.
Comentario escrito por Pablo — 12 de enero de 2014 a las 1:29 pm
Aquí es donde estuve ayer http://joelecorbeau.com/2014/01/12/passage-de-la-main-dor-les-dieudonnistes-font-le-spectacle/ .
Comentario escrito por Pablo — 12 de enero de 2014 a las 3:39 pm
No se corte Pablo, ¿por qué caer en absurdos convencionalismos mainstream? No se conforme con publicar comentarios con una sola frase expresando cada idea que se le ocurra. Vaya más allá. Puede y debe escribir comentarios distintos para palabras de una misma frase si se demora demasiado mientras la está pensando. ¡Claro que sí!
Comentario escrito por Otto von Bismarck — 13 de enero de 2014 a las 12:22 pm
Dieudonné, por los vídeos que le he visto, sí hace chistes sobre Mahoma, sobre cristianos y sobre todo lo que se menea.
Por otro lado, recuerda una y otra vez cuando le entrevistan que sus chistes (y por lo que he visto es verdad) se centran en cargar las tintas contra el sionismo, contra el modo en que conduce su política en Estado de Israel y contra los que considera que hacen negocio con el tema del exterminio o lo utilizan políticamente.
Todas esas posturas pueden gustar más o menos pero, a mi juicio, es obvio que no tienen nada que ver con cargar contra los juicios como un todo. También me parece evidente que deben poder ser defendidas en el espacio público.
De hecho, quienes defendéis, correctamente, diferenciar lo que es ser judío, o semita o israelí de la política del Estado de Israel, debiérais poder ver con más claridad que nadie que el humorista, en efecto, carga contra quien carga y no contra el todo.
Por otro lado, y en la discusión generada sobre la manera en que el Estado francés trata estos temas, escudándose en una supuesta mayor civilización de su sociedad y su cultura que le permitiría con más legitimidad, desde arriba, determinar lo que es correcto y lo que no, lo que es admisible en el debate público y lo que no, huelga decir que estoy en absoluto desacuerdo con esa visión.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 15 de enero de 2014 a las 11:29 am
En otro orden de cosas, es interesante ver hasta qué punto el Conseil d’État ha logrado recibir críticas de casi todos los juristas con vierta visión liberal. Incluso de juristas y políticos tan proclives a estar siempre en el bando de la corrección política como Jack Lang:
http://www.lemonde.fr/politique/article/2014/01/13/jack-lang-la-decision-du-conseil-d-etat-est-une-profonde-regression_4346841_823448.html
Pero casi tanto a más significativas que las críticas es la respuesta que han dado los jueces por medio de su vicepresidente, a las mismas. Leer las explicaciones y reproches a los críticos, las excusatios non petitas sobre su independencia y el tono general de las contestaciones es ciertamente significativo:
http://www.lemonde.fr/politique/article/2014/01/11/affaire-dieudonne-le-conseil-d-etat-replique-aux-critiques_4346462_823448.html
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 15 de enero de 2014 a las 11:32 am
Me encuentro esto buscando la fecha en que los diarios hispanos informaron de la Toma de la Bastilla. Hay cierta similitud, ya que después de digamos para caer al nivel del humor dieudonnesco, sodomizar moscas, como dicen los franceses, con detalles como el amigo de Dieudonné Le Pen llama a los campos de exterminio nazis, legales por ejemplo sobre este tema se puede criticar la retroactividad de las leyes de Nuremberg, lo que me imagino que les va a servir para desubrir que Hitler no era antisemita, del mismo modo que predican que Dieudonné ni siquiera es antisemita sino que ateo y anticlerical sin mencionar que califica de satànicos a los judíos, hace bautizar a su hijo con Le Pen de padrino dentro del Catolicismo Tradicionalista Integrista y como Chàvez es amigo de los ayatolas, por lo que se me ocurre que se trata de un ateo anticlerical que es amigo de las religiones por lo menos las que tengan que ver con negacionismo y extremismo. Probablemente van a alegar que los comentarios no son nazis, ya que està Bismarck en vez de Hitler, ignoro si algunos sean de autor, aparte de Dieudonné beatifican a Soral, que se autoproclama nacional socialista y de que ya pude ver como igual que Le Pen, quieren vender los nazicomunistas a retrasados de Latinoamérica en que compran que hasta los Indios son arios, de hecho yo también considero que el mulato Mbalambala, fascinado por no solo el nazismo, sino toda la ultraderecha y los racistas, de cierto modo es un gran payaso aunque de manera involuntaria y màs que negro su humor es pardo, por su revoltura de sangre y las camisas de los SA de Rohm, que sirven de argumento para suponer que el fascismo puede ser de izquierda (lo que no les conviene a Vds. para andar vendiendo su propaganda fuera de sus sectitas a los borregos mainstream normales que odian màs que Hitler a los semitas y Le Pen a los inmigrantes) ya que Soral y Dieudonné andan exactamente donde se unen los extremismos de izquierda y derecha y por la manera en que Vds. maltratan al idioma francés entiendo que no quieran meterse a traducir a sus profetas. Hablando de barbas de islamistas, jipis y conquistadores me imagino que el de la foto tiene menos problemas que yo con antisemitas si llega a ir a Francia, ya que soy lo que Vds. al estilo de la ultraderecha francesa llaman un sudaca, eso de aventar videos en francés para decir misa me recuerda a los Conquistadores leyendo a los Indios la Biblia en latín que pocos eran capaces de leer en castellano para masacrarlos si no se arrodillaban con las manos juntas y me imagino que pronto en solidaridad con Soral y Dieudonné van a hacer chistes sobre el genocidio de los Indios gracias a la bonita libertad de su tierra, en que festejan el 12 de Octubre (me imagino que solo por ser gabachos Soral y Dieudonné no se les ocurre explicar que sus ideas extremistas sobre «holocuentos» son puras Leyendas Negras) con veteranos franquistas del Ejército Nazi, gozan los neonazis, que aunque exporten uno que otro a asesinar estudiantes franceses para que Dieudonné los defienda con su fuhrercillo, por mal que ande Francia se me ocurre que soy como el que se quejaba de no tener zapatos hasta a ver un hombre sin piernas, ya que los pueblos tienen al gobierno que merecen, el catalàn Valls o el gallego Franco.
Comentario escrito por Jean Félix Cochin — 04 de mayo de 2014 a las 12:19 am