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Decíamos hace unos días que llamaba la atención la pasividad de la oposición política en Valencia respecto de los múltiples desmanes urbanísticos que se preparaban en el solar de Mestalla y con respecto a las permuutas y operaciones varias que acompañan a la construcción de un nuevo campo, por parte del Valencia CF SAD, en la ciudad.
Unos días después puede decirse que la cosa ha cambiado. Afortunadamente, por higiene democrática y ciudadana. A la oposición de Esquerra Unida se ha unido, al parecer ya como grupo municipal y no como meras actuaciones a título individual de algunos concejales, el Partit Socialista del País Valencià. Y ello a pesar de que quienes no se bajan del burro son los medios de comunicación, que desde su acrisolada independencia siguen bramando contra los «antivalencianistas» que osan poner el más mínimo pero. Mientras tanto, el President de la Generalitat Valencia y el conseller que utiliza el PP para decir en Valencia aquellas cosas que harían sonrojar a otros, Esteban González Pons, emplean a fondo esta misma acusación, con la evidente intención de sacar rédito electoral y poner contra la pared a quienes están, en general, señalando cuestiones cuya evidencia obliga al propio Ayuntamiento a recular. Es lo que pasa en estos casos: que si la oposición empieza a cumplir con su papel es más fácil que las garantías y controles que velan por el cumplimiento de la legalidad urbanística sirvan de algo.
A todo esto, parece que conviene recordarlo, obligar al Valencia a cumplir unos mínimos no es un capricho. Si ya la recalificación le va a permitir patrimonializar a costa de la ciudad enormes plusvalías, ¡qué menos que eso se haga respetando unos críterios, insisto, de mínimos, que buscan garantizar la calidad ambiental y la habitabilidad urbana!
14 comentarios en Santo Ladrillo en Mestalla (II)
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¡Qué ilu! Un lugar donde contar batallitas de la aldea propia.
Me pido primer para relatar a toda la Internet la indecible corrupción de la aldea natal de mi suegra, donde el alcalde ha recalificado unas gorrineras como suelo urbanizable, pues ahora la arpía de la Ernestina quiere levantar un garaje en el que guardar su sucio tractor. Y todo eso con la connivencia de la oposición, en manos del cuñado de la Lupe, que mete cizaña para que los Freixeiro dejen de espantar a los cuervos a base de pedos. Es obvio que pretenden ahuyentar a los vecinos de la ribera del huerto, que me ha dicho la del bar que todo es por dinero, que está a punto de palmar el abuelo, el suegro de la Concha, y quieren derribar el viejo pajar para levantar un adosado con vistas al maizal, y bla bla bla.
Comentario escrito por Bocanegra — 27 de octubre de 2006 a las 3:30 pm
Debemos entender, entonces, que a Bocanegra la escandalosa connivencia de los poderes públicos con empresas privadas, a las que les permite lucrarse saltándose todo tipo de normativas en pro del espectáculo, le parece una cuestión menor. Qué insultantemente infantil-dogmática puede llegar a resultar la parroquia, de verdad.
Un cordial saludo
Comentario escrito por Guillermo López — 27 de octubre de 2006 a las 4:11 pm
Me ofendes, Guillermo. No imaginas cuán dolorido está mi corazón al ver desaparecer esas hermosas cochineras. Pero posiblemente te importe tan poco como a mí las miserias de tu pueblo, por muy grande que sea.
Comentario escrito por Bocanegra — 27 de octubre de 2006 a las 6:02 pm
Estoy sorprendida de que, desde que leo estos comentarios, un tipo con un espíritu crítico tan despierto como el que manifiesta tener Bocanegra se limite sólo a criticar, siempre agudo, por esto o por aquello y no nos deleite con sus puntos de vista sobre las diferentes cuestiones, que han de ser necesariamente ilustrativos e instructivos.
Creo que Andrés le pierde aquí un poco el espíritu de clan, porque olvida uno de los más ominosos silencios: el de los juristas. Son ellos quienes saben de estas cosas y quienes deberían dar la voz de alerta, pero para el gremio es mucho mejor ofrecer en el mercado a suculento precio sus conocimientos, en vez de emplearlos en avivar el debate público e informar a la población. Porque, la verdad, no veo cómo se pretende exigir a un valenciano normal, más si es del Valencia, que sepa si la repercusión en polígono de Mestalla ha de ser x o 6x, o las implicaciones de una u otra alternativa, si nadie se lo explica.
Comentario escrito por Marta Signes — 27 de octubre de 2006 a las 6:57 pm
Bocanegra, pues si tanto te preocupan crea tu propio blog y nos lo cuentas allí. Mientras tanto, Andrés hablará de lo que le dé la gana.
Comentario escrito por jasev — 28 de octubre de 2006 a las 8:14 am
Cómo se te calientan los fans, Andrés. Aunque causa sorpresa la actitud severa de Guillermo, que ya debería conocerme, y lo que pienso sobre las aldeanadas y corralas de vecinos; eso sí, siempre con el «cordial saludo» como firma, al mejor estilo de Olafo-bot.
Marta: yo no deleito aquí con mis ilustrativos puntos de vista, porque ese papel corresponde al autor del blog, que es a quien la gente va a leer y releer, y no a un comentarista como yo. Para instruir con mis ideas, espero a que se reabra el foro LPD, o me monto un blog, como sugiere jasev (¿eres el mismo jasev de Paradox?). Por desgracia, ya tengo un blog de etimologías, y no tengo tiempo para repartir piropos en otro sobre política, por muchas ganas que tenga. Primum laborare, deinde philosophare.
Comentario escrito por Bocanegra — 28 de octubre de 2006 a las 11:58 am
Es verdad que los juristas, y más los especialistas en la materia, suelen preferir poner sus conocimientos al servicio de quienes más pagan y más réditos de otro tipo garantizan. No puedo decir, al respecto, otra cosa. Incluso los universitarios, en ausencia de contrato, muchas veces prefieren no opinar, por lo que pueda llegar en el futuro. Es la llamada «reserva de dictamen».
Por lo demás, Bocanegra, sin ánimo de polemizar, quizá sería más interesante, si de una preocupación sincera por el curso del blog se trata, que me comunicaras este tipo de temores y críticas por e-mail, dado que no veersan sobre el tema tratado. No pretende este comentario más que incitarte a la reflexión sobre el sentido de publicar cosas como la de arriba, pero obvio es que quizá para ti lo tiene más allá de lo que otros podamos pensar.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 28 de octubre de 2006 a las 5:24 pm
Por lo demás, últimas lindezas al respecto, que ilustran a las claras el nivel de debate que nos están deparando las instituciones:
– El Valencia CF SAD, directamente, echando a su afición contra el PSPV: http://www.valenciacf.es/noticias/prelimin.asp?idnoticia=11442&idioma=1&IdBanner=Aleatorio
– El conseller González Pons sacando los colores al PSPV porque, dicen, quieren «vender Valencia y lo valenciano», como demuestra que no se opuso (¡el PSPV!) al escándalo del Real Madrid. Para ilustrar de qué va su rollo dice que la gente ha de optar entre ser del Valencia y ser del PSOE, así de clarito. Y llama a Joan Ignasi Pla, a partir de ahora, Joan Mijatovic Pla.
Así están las cosas.
Yo, si tengo que optar entre ser del Valencia CF SAD y ser ciudadano respetuoso y responsable de la ciudad de Valencia, obviamente dejaré de ser, con mucho dolor, del Valencia CF SAD.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 28 de octubre de 2006 a las 5:28 pm
Para completar la faena, escucho en radios y teles locales un clamor unánime, secundando al President de la Generalitat Valenciana, en la línea de señalar como indignos y antivalencianos a quienes osen denominar «pelotazo» a lo que se está haciendo.
Es preciso recordar, porque esta gente se olvida, que el que así denominó todas estas operaciones fue el ínclito presidente del Valencia, con la franqueza de los de su ramo, pero sin calcular bien las repercusiones de expresarse con tanta sinceridad ante las cámaras de televisión. Luego, aclaró, que el «pelotazo» era para el Valencia, como si eso suavizara las cosas. Debe de ser que no sabe quién es el accionista mayoritario de la entidad.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 28 de octubre de 2006 a las 5:44 pm
Es que no estás criticando nada en concreto, Bocanegra. A menos que te parezca mal que Andrés hable de una cuestión de la que, obviamente, cuenta con conocimiento de causa. Además, el ejemplo que saca a colación Andrés no es un caso aislado, sino la tónica general. Y tiene mucha importancia (la tendria aunque fuera un caso aislado), en lo económico, en lo social y en lo político. Tu comentario, más que una crítica, es un intento de incordiar a lo troll.
Un cordial saludo – bot
Comentario escrito por Guillermo López — 28 de octubre de 2006 a las 10:32 pm
No sé por qué os molestáis, Guillermo y Andrés, en contestar a tales comentarios…
Comentario escrito por Camarada Bakunin — 30 de octubre de 2006 a las 12:49 pm
Copio y pego de la prensa autóctona de hoy (Levante-EMV):
Real Madrid y Barça, campeones de los pelotazos
JULIÁN GARCÍA CANDAU
Los clubes de fútbol, cuando han podido, han recurrido a las recalificaciones de terrenos para pode sufragar nuevas instalaciones y pagar sus deudas. La historia de los hechos más sobresalientes en cuestiones urbanísticas han tenido como protagonistas a los grandes clubes. Fútbol Club Barcelona y Real Madrid, aunque no hayan sido denunciados por los partidos políticos, encabezan la clasificación de las grandes obras.
El Barça, en tiempos del más puro franquismo, decidió cambiar Le Corts por el Camp Nou. El presidente del Club, Francisco Miró Sans, reconocido falangista, encontró en el Ayuntamiento de la Ciudad Condal el apoyo necesario para que los terrenos del viejo recinto se convirtieran en edificios de viviendas.
Miró Sans no quiso ser menos que el Real Madrid que, con Santiago Bernabéu, ya había convertido el viejo Chamartín en un recinto para cien mil espectadores aunque por entonces eran muchos los que veían los partidos en pie. Miró Sans llegó a enviar a sus arquitectos a Madrid por si podían tomar modelo del edificio madridista.
El Barça, posteriormente, tuvo gran visión y convirtió los alrededores de su gran estadio en zona deportiva de primer orden. Entre otros edificios, levantó el Ministadi y el Palau Blaugrana, además de oficinas y el palacio del hielo.
El club adquirió también terrenos fuera de la ciudad para crear su ciudad deportiva en Sant Joan Despí. Los terrenos en los que está ubicada la fábrica de futbolistas del club azulgrana es inversión con vistas al futuro, tanto en lo deportivo como en lo urbanístico si llegara el caso.
José Luis Núñez, que es constructor, llevó ese espíritu al Barça con las ampliaciones el estadio y otras obras. Adquirió, en 1997, varias parcelas en la finca denominada Can Rigalt, en el término municipal de L´Hospitalet. Los 50.000 metros cuadrados le costaron 280 millones de pesetas. Transformada la cantidad en euros son 1,68 millones.
Can Rigalt se ha convertido en operación urbanística con proyecto de construcción de 1.100 viviendas, parque de 80.000 metros cuadrados y la rehabilitación de la masía. Cuatrocientas de las viviendas están destinadas al cupo de protección social y el Barça se embolsará el beneficio de las otras setecientas. En total, entre sesenta y ochenta millones de euros de beneficio neto. El alcalde de l’Hospitalet, Celestino Corbacho, siempre se mostró encantado con la operación. Como José María de Porcioles en otros tiempos o Pascual Maragall en época más reciente.
Joan Laporta quiere acabar con la deuda del club. Pese a los créditos blandísimos de La Caixa, que le han permitido levantar cabeza, tiene previsto derribar el Ministadi para construir viviendas y un hotel. El Palau será derruido y construido otro del tipo multiusos. Al tiempo aumentará el Camp Nou en 15.000 localidades.
El proyecto ha de ser negociado con el Ayuntamiento y los vecinos de Les Corts y se ha unido, en favor de la remodelación del barrio, la Universidad de Barcelona. El nuevo alcalde barcelonés, Jordi Hereu, se ha reunido con Joan Laporta y trata ahora de concretar el proyecto. La Universidad, que ha pedido en ocasiones la reforma urbanística de la zona, en la que coincide con la Universitat Politécnica de Catalunya, está dispuesta a colaborar para que haya consenso general. Jordi Portabella (ERC) pide atención para las reivindicaciones ciudadanas; Alberto Fernández (PP) reclama zonas verdes y equipamiento y Xavier Trias (CiU) solicita la reestructuración de la zona de manera que pueda ser apoyada por todos. Nadie discrepa violentamente.
Tampoco hubo ningún gori cuando el Espanyol, arruinado, vendió Sarriá y La Chatarra para poder seguir existiendo. Ahora está levantando estadio propio, pero fuera de la Diagonal, que ya es únicamente culé. Su nueva sede estará en Cornellá.
El Real Madrid pretendió, en los años setenta, cambiar el Bernabéu por campo nuevo en los aledaños de El Pardo. Se opuso a ello Carlos Arias Navarro, alcalde, y al general Franco no le gustó que el autor del nuevo estadio fuera Félix Candela, arquitecto de fama mundial, pero socialista exiliado en México. El proyecto lo lideraba el grupo Zeckendorf que había levantado en Estados Unidos el famoso edificio del Watergate. El proyecto llevaba aparejada la construcción de chalés de lujo.
Ramón Mendoza remodeló el estadio y construyó, en 1991, «La Esquina», recinto comercial que le ha proporcionado buenos beneficios al club. La transformación de las localidades de pie en asiento fue una de las operaciones arquitectónicas de la época de Mendoza. Para facilitar el acceso de los espectadores a las zonas altas de los graderíos fueron construidas cuatro torres en plena vía pública, en las aceras colindantes que redujeron el espacio vital para los transeúntes.
La concesión del Ayuntamiento madrileño para «La Esquina» no fue respetada y el propio Mendoza, en asamblea de socios compromisarios, no tuvo empacho en declarar que el club había engañado al Ayuntamiento porque se había construido mayor volumetría de la declarada. El alcalde, José María Álvarez del Manzano, mostró su enfado y no mandó derruir el exceso. «Caló el chapeo, miró al soslayo, ciñó la espada, fuese y no hubo nada».
«La Esquina» fue alquilada a Urbis por veinte años, plazo que acaba en 2011, y 1.200 millones de pesetas. El club y la empresa constructora podrían renegociar el contrato, naturalmente al alza, aunque también se maneja en el club, por parte de su actual presidente, Ramón Calderón, la posibilidad de levantar en ese espacio un nuevo edificio, de 3.000 metros cuadrados, para oficinas, que le daría al club un ingreso espectacular. La directiva calcula que puede tener 400 millones de euros de beneficio. Una empresa especializada tiene el encargo de estudiar cuál puede ser la mejor solución, o sea, la más beneficiosa.
La zona era un campo de fútbol de tierra donde jugaban los veteranos, la clínica del doctor Neyra, el espacio en el que aparcaban los autobuses de los visitantes, y una capilla en la que se decía misa en ocasiones. Detrás del espacio construido aún quedó otro en el que había frontones.
Florentino Pérez, a la chita callando, sin dar tres cuartos al pregonero, construyó en la zona citada varios centenares de metros cuadrados para oficinas y hasta un restaurante. Sin dar apenas publicidad aumentó considerablemente la volumetría construida que el día de mañana le daría derechos en la venta si se levantara otro en Valdebebas donde tiene la nueva Ciudad Deportiva.
Toda la zona de «La Esquina», y los nuevos edificios, estaba catalogada como zona deportiva. En el Plan General de 1988 figuraba como tal y, un año después, el club, con el apoyo incondicional del concejal de Urbanismo (PP), consiguió la modificación del mismo y se definió la zona para usos coadyuvantes. PSOE e Izquierda Unida no apoyaron la medida mas tampoco hicieron campaña furibunda contra el hecho.
La gran operación final fue la conseguida por Florentino Pérez. Se le permitió recalificar la Ciudad Deportiva con el fin de poner al club en manos de sus socios porque con 50.000 millones de pesetas de deuda estaba a punto de pasar a poder de los acreedores. Tampoco hubo pleitos políticos. Se supone que hay muchos votos en el campo madridista.
El club, en la primera venta de una parcela de la Ciudad Deportiva, a Ayuntamiento y Comunidad, se comprometió a levantar un pabellón polideportivo, pero el trato no se cumplió como tampoco la construcción de un aparcamiento subterráneo en el Bernabéu.
Las obras de Barcelona y Madrid se han hecho sin levantar ampollas. Ahora parece que el único club que se sirve de los pelotazos es el Valencia. En Madrid se han escandalizado. Y en Barcelona, también. Té collons.
Comentario escrito por Marta Signes — 04 de noviembre de 2006 a las 3:34 pm
Ha pasado algún tiempo de este hilo de debate y aún no ha podido demostrarse la existencia de ninguna irregularidad en las permutas efectuadas por los terrenos de la Av. de las Cortes Valencianas, creo señores que las irregularidades se demuestran ante los tribunales…
Comentario escrito por abogado — 13 de junio de 2007 a las 5:35 pm
Es que no hay mucho que demostrar porque la doctrina en materia de permutas del TS es bastante clara. Por no hablar del esperpento de pagar por un solar que vale X con solares que no valen ahora sino que valdrán X caso de que el Ayuntamiento los reclasifique.
Con todo, los tribunales, en efecto, serán los que hablen. ¡Pero habrá que darles tiempo, digo yo! Recordemos que sobre el actual Mestalla pende amenaza de derribo de toda la nueva grada, declarada ilegal en sentencia firme del TS que, de momento, el Ayuntamiento de Valencia (que fue el que perpetró o consintió, según se prefiera, la ilegalidad) no ha tenido a bien ejecutar.
Comentario escrito por Andrés Boix Palop — 13 de junio de 2007 a las 6:02 pm