Españazas 1: Islas Baleares – Illes Balears

Antes, una legislatura era una legislatura. Vamos: una eternidad. Pero desde que Dios decidió jugar la década 2020 en el nivel “difícil”, los acontecimientos parecen atropellarse, y nada, que ya estamos de nuevo aquí, tras las ediciones especiales de 2019, 2015, 2011, 2007 y 2003, con nuestro clásico repaso a las elecciones locales y autonómicas en España. Si alguno de ustedes, estimados lectores, quiere contribuir con una crónica de su burgo, terruño o circunstancia territorial particular, aquí les esperamos con los brazos abiertos. Pueden contactar con nosotros en Twitter, en Mastodon, o por mail, y les pagaremos con toda la visibilidad que tengamos y aún un poquito más.

 

¿Queda algo sin edificar?

Allí donde el sol se levanta primero sobre el horizonte (excepto entre abril y agosto), cuatro islas habitadas se alzan sobre el mar Mediterráneo. Consideradas por todos los foráneos como una unidad, lo cierto es que lo único que parecen tener en común es el prefijo telefónico: 971. Aún así, la Constitución que nos dimos entre todos arrejuntó estas cuatro idiosincrasias en una única autonomía, con la que abrimos nuestro carrusel informativo de las Elecciones Locales.

Las Islas Baleares no fueron objeto de análisis en nuestro repaso a las elecciones locales de 2019, aunque sí en 2015. Como quiera que desde 2015 me pasé una vez por Mallorca (¿2018? Fue una boda y mis recuerdos son borrosos), me considero cualificado para explicarles todos los detalles del archipiélago, aunque lo cierto es que me he puesto a buscar cosas en la Internete… y no sale mucho. Lo que indica que el gobierno actual, en manos de la socialista Francina Armengol, ha logrado acercarse al Nirvana del Rajoyismo: la eterna repetición de la Nada, presidida por la misma persona, durante 20 años o más. Armengol lleva 8 años, y ahora va a por los siguientes 12.

 

Y ya saben lo que eso significa en España: obras y eventos.

 

Como sabrán por nuestro análisis del 2015, la política balear es un partido “gentes de orden” vs “batiburrillo de progres”, pero con una serie de giros (insularidad, demografía pujante, muchos alemanes…) que le dan un inconfundible sabor local. Durante muchos años, el partido estuvo bastante animado (cuatro cambios de gobierno en 20 años), pero en 2015 llegó Armengol y culminó una hazaña que parecía imposible: la domesticación del batiburrillo. Hay nueve partidos en un parlamento de 59 escaños, y sin embargo la política es una balsa de aceite, o al menos los escándalos no salen en la primera página de resultados de Qwant.

Parte del mérito, sin embargo, es demérito del rival, pues las gentes de orden (un PP antaño hegemónico, instalado entre 1991 y 2015 por encima del 43% del voto) se han dividido en sectas que pierden el tiempo afirmando ser, respectivamente, gentes de más orden que las otras gentes de orden. En una absoluta inversión del orden natural de las cosas, ahora tenemos un batiburrillo de orden enfrentado a unos progresistas de bien. ¿Baleares, una vez más, espejo de una España futura?

 

Candidatos

Francina Armengol (PSOE): presidenta actual. Lleva varios años en la política, a la que llegó con todos los requisitos necesarios para triunfar: un padre que ya fue alcalde del séptimo municipio de la isla, una farmacia en propiedad, y -¿por qué no?- algo de ilusión. En su momento, fue le únique barone socialiste que no se alineó ciegamente con “Sultana” Díaz, sino que (tras un breve flirteo con Patxi López) apoyó a Pedro Sánchez, nuestro querido presidente Vacío, lo cual la honra, o al menos denota que en Cá Armengol los padres, además de licencias farmacéuticas y la tabla del siete, transmitieron olfato político.

 

¡Qué bonito es heredar (hablamos del talento, Señor Fiscal)!

 

Nos gustaría comentar algo de su gestión, pero no encontramos demasiado (recuerden que estas crónicas política se hacen desde el sofá de casa y con Google+Qwant como única ayuda – ¡implicarnos más allá de eso pondría en peligro nuestra objetividad!). Entre lo poco reseñable, lo que más nos ha tocado el “corazoncito PSOE” ha sido una ayuda de 100€ mensuales para los jóvenes de 18-34 años y emancipados: una medida pata negra socialista porque, a) no distingue por renta sino por edad (aunque hoy en día haya una importante correlación – ¡pero precisamente por ello los que se hayan emancipado con menos de 30 casi siempre lo habrán hecho con apoyo de familias pudientes!), el millonario de 34 la cobra y el pordiosero de 36 ya no; b) lo justifica en que “a los jóvenes les cuesta mucho emanciparse” – ¡joder, precisamente por eso los que más lo necesitarían no podrán cobrarla porque no han podido dar el paso (salvo que alguien en el PSOE realmente crea que, a la vista de esta medida, y en apenas unas semanas, los jóvenes isleños van a emanciparse en masa)!; c) es solo para un año – en 2024, pasadas las elecciones, volvéis a buscaros la vida; y d) va dirigida a un público -los jóvenes- que a estas alturas o no vota (y no lo va a hacer por 100€ que no le solucionan nada), o vota “por joder” (y en esto cabe incluir también el voto joven a VOX). Que un joven vote al PSOE ya solo parece posible si tiene dentro a cinco familiares y una promesa de carguito. Y quizás ni por esas. En cambio, tiene el tufillo suficiente de populismo barato para que suficientes Boomers, que en un despiste podrían haberse mantenido fieles a la marca, opten por un partido de orden. Si el resto de la gestión de estos 8 años también es así, habrá que concluir que el PSOE-IB ha contado hasta ahora con la ayuda de un PP más impresentable de lo normal.

 

Marga Prohens (PP): la candidata del PP es mujer, joven y dinámica, joven y dinámica, joven y dinámica, mucho más no hemos podido averiguar. Pero siendo el PP, ya parece un seísmo que alguien nacido post-1980 logre ser candidato. En el caso de Prohens, parece que lo que le abrió el camino fue la divertida deriva de los barones anteriores, primero Jaume Matas y su conocido recorrido judicial, y después el de Jose Ramón Bauzá, al que vamos a dedicar un párrafo por los loles.

Pepero de toda la vida, alcalde de Marrachí, presidente balear 2011-2015, y candidato en las elecciones de 2015, Jose Ramón Bauzá abandonó el partido en 2019 porque este se había “catalanizado” (recuerden: hablamos del Partido Popular de las Españas), y se manifestó dispuesto a defender su ideal desde la sociedad civil, “como un simple farmacéutico” (un comentario a la altura del de Feijóo de creer que un piso de 90 metros cuadrados es pequeño). La sociedad civil, tristemente, perdió su atractivo a los cuatro meses, cuando Bauzá -con un olfato político finísimo- fichó por Ciudadanos, ese partido joven y pujante con ganas de comerse el mundo, y acabó de eurodiputado, puesto desde donde defendió que el Mundial de Qatar era la pera limonera. Y aquí todos pensaríamos que Bauzá se vendió a los jeques en previsión de que igual el futuro de Cs no era tan boyante como cuando fichó, y que los ingresos que provee una farmacia en propiedad pueden ser suficientes para un socialista pero no para una persona de bien… pero no: al contrario que el resto de miembros del comando Grupo de Amigos UE-Qatar, ¡Bauzá lo hizo gratis! ¡El poder de la sociedad civil (y de tener una farmacia en propiedad, a pesar de todo), que te permite despreciar el vil metal y defender la distopía islamo-capitalista de los jeques como un modelo a seguir porque te parece co-jo-nu-da! ¡Un modelo para España, si me apuran!

 

“En mi país las mujeres no pueden casarse sin permiso del padre o tutor legal.” “Mira Mohammed, lo importante es que las mujeres no se catalanicen, el resto son pecadillos.”

 

Volviendo a Prohens, tras la espantá de Bauzá parece que el PP ha preferido a alguien sin farmacia propia – es decir, alguien que dependa al 100% del partido y sea controlable. Prohens, hasta donde puedo ver de su declaración de bienes y de su currículum, no tiene el riñón particularmente cubierto, aunque no sé si porque es genuinamente clase media trabajadora o si su familia está esperando a que deje la política y sus responsabilidades civiles subsidiarias para empezar a poner cosas a su nombre (pero ya saben: “piensa burgués y acertarás”). Como lo de la democracia está un poco sobrevalorado porque lo importante es estar Preparado y venir de Buena Familia, Prohens fue elegida presidenta del PP balear en un congreso a la búlgara (99.72% de los votos), tras ser arropada/designada por Pablo Casado, y con la augusta presencia de Isabel Díaz Ayuso. Es decir, es todavía un vestigio del periodo casadista del PP, y su supervivencia dependerá o de una victoria en estas elecciones, o de caerle bien a quienes cortan la publicidad institucional el bacalao en Madrid.

 

“Ay, ¡pero que achuchable eres!” “Isabel, por favor.” “En serio, eres más achuchi que Miguel Angel Rodríguez, ¡y él es literalmente un peluche!” “Isabel, me haces daño.” “Mira, como me has caído bien, cuando empiece la purga tú te libras, ¿vale? La consigna es “Madrid y cierra España”. ¿Decías algo?” “Que aprietas mazo fuerte, tronca, y me mola mazo.”

 

Las propuestas de Prohens son de las del PP de toda la vida: igualar autónomos con familias numerosas (es decir, igualar a la clientela del PP de toda la vida con un constructo social de la derecha de toda la vida, la “familia numerosa”, que por alguna razón hay que proteger al margen de cualquier consideración de renta, para que la madre soltera ecuatoriana le subvencione a los Urdangarín-Borbón sus cuatro vástagos), captar y fidelizar médicos porque la Sanidad Pública está muy mal (que probablemente lo esté, pero el Libro de Estilo Facha en Restoespaña insiste en que esto se debe al requisito del catalán, no a la pandemia o a que por ejemplo en Ibiza un funcionario ya no encuentra un alquiler decente, se ve que Prohens aquí está dispuesta a apartarse de la Fe Pura Madrileña, por las razones que sea, ¡igual incluso porque la Fe Pura no es cierta!), y quitarles el bozal a las constructoras, que alguien ha detectado una cala no urbanizada al 100%. Dada la penduleante naturaleza de la política balear, tres legislaturas seguidas de Armengol serían una aberración contra las leyes de Dios, y Prohens tiene muchas papeletas de acabar en el Consulado del Mar. Por otro lado, tanto Jaume Matas como Francesc Antich repitieron presidencias en legislaturas no consecutivas, así que igual tenemos un clinch Armengol-Prohens de aquí a 2035, momento en que la familia ya podrá empezar a ponerle pisos a su nombre, a ver si la niña sienta la cabeza y se deja de tonterías.

 

Jorge Campos (VOX): el partido de la gente que más radicalmente está con el orden, con la ley y con el rey. Pero esto es Baleares, donde se ha invertido la política tradicional, y ahora los fachas se parecen al enésimo partido de Berdadera Hizquierda sumido en agónicas luchas fratricidas. En este caso, el candidato Jorge Campos está denunciado en un juzgado… ¡por sus compañeros de partido! Que metió la mano en la caja, dicen. También se pasó a declarar por una denuncia de violencia de género, pero aquí entendemos que el partido le arroparía.

Igual el problema es que Campos está renegando de las esencias, como se puede apreciar en esta surrealista entrevista “Tengo fotos en el Valle de los Caídos, pero también en Bellver y no soy un rey feudal”. La campaña parece consistir mayormente en mandar recados al PP y agitar los Greatest Hits comandados por la directiva en Madrid. Cosas concretas para Baleares no logro encontrar, ni siquiera en la cuenta de Twitter del grupo parlamentario.

 

Diría que esa bandera tiene el escudo incorrectamente situado en el centro. O a lo mejor es el estandarte del presidente del gobierno.

 

Patricia Guasp (Cs): muerto y enterrado el partido Ciudadanos-C’s (piensen por un momento: si a Albert Rivera no le hubiese sentado mal el cubata en 2019, ahora sería vicepresidente del gobierno – y si encima hubiese jugado sus cartas con inteligencia, el PP habría quedado reducido a un partido agrario-pensionista de la España noroccidental), llega la hora de los idealistas. Los que no están por el carguito porque este ya es imposible sino por los ideales liberales. Idealistas que se tienen que pluriemplear: Patricia Guasp, además de candidata en Baleares, es portavoz política a nivel nacional. Esto, francamente, suena a jugada ideada desde Madrid (“esto le beneficia a Patricia – ¡porque aparecerá mucho en Madrid”), pero tengo mis dudas si en Baleares, donde ya te miran raro si vienes de la isla de al lado, esto tenga el tirón deseado.

Guasp ha afirmado que darán libertad a sus candidatos para pactar a izquierda y a derecha, lo cual nos choca un poco: ¿acaso no tenían ya esa libertad? Todo eso de pactar SIEMPRE con la derecha (excepto en aquellas circunstancias donde no era posible y se pactaba con La PSOE para evitar que esta pactara con la ULTRAIZQUIERDA), ¿venía impuesto desde la Dirección? El hecho de que, incluso tras abandonar el barco naranja, todas las ratas hayan acabado en el mismo bote, ¿es pura casualidad? ¿Nada de esto nacía de fuentes insondables en el subconsciente naranja? Vamos a tener que revisar nuestra imagen de este partido.

Guasp parece haber elegido la defensa del castellano como eje de su programa. Nada nuevo, y en línea con el ideario habitual de C’s en Madrid. Pero ese ideario tiene un problema: que de un tiempo a esta parte la política lingüística no se plantea como una “opción” modulable, sino como un desafío existencial a lo que somos los españoles, la razón de ser de la Monarquía de Octubre en la que nos encontramos. Un desafío ante el que solo cabe estar unidos, firmes e inquebrantables cual falange macedonia, o cual puño cerrado, o cual manada de lobos, o la metáfora recia y viril de su elección. La apuesta de Albert Rivera era ir con todo con esta narrativa porque C’s sería el macho alfa de esa manada, el centurión de la Falange (sí, sí, ya lo sé, no hace falta que comenten), y el pulgar en el puño – y esa apuesta, pues la perdió por pestañear cuando no tocaba. Los lobos españoles, por alguna razón, han elegido a otros machos alfa (quedan dos en la competición, fortalecidos tras merendar hígado naranja, estas elecciones locales dirán si solo queda uno). Insistir en el mismo aullido solo acelerará el proceso. Pero este es un país libre, señora Guasp.

 

“Cataluuuuuuuuuñaaaaaaaaaaa.”

 

Guasp, en todo caso, se ha referido al Pacto de Progreso (la “marca” de los pactos entre el PSOE y el batiburrillo) como “Pacto de Retroceso” tantas veces que parece claro que no van a pactar con Armgenol. Ya saben: veinte años del PP en Murcia, Madrid o Castilla y León apenas son un suspiro, pero ocho años de socialismo son suficientes, y si me apuras hasta demasiados.

 

Lluís Apesteguia (MÉS per Mallorca): plataforma/alianza electoral reconvertida en partido político. Sobre su ideología, dice la Wikipedia que: Socialdemocracia, Ecofeminismo, Nacionalismo catalán, Laicismo, Republicanismo, Soberanismo, Autonomismo regional, Pancatalanismo. Su página web, de hecho, solo está en catalán, lo que constituye ya una declaración en si mismo, y entre los logros que presentan ante sus electores está el haber logrado la exigencia del catalán a los trabajadores de la sanidad pública balear.

Sobre su estrategia, no le han hecho ascos a alianzas con Podemos para las Generales. También están metidos en el Acuerdo del Turia, ese toque de atención al PSOE que el PSOE ha encajado como encaja todo lo que le llega desde su izquierda: con risas contenidas. Por ahora solo existen en Mallorca, aunque ya hay MES de mes Iles (perdón), por ejemplo Menorca. Su candidato, Lluis Apesteguia, a pesar de ese apellido tan vasco, es nativo -y alcalde- de un pueblecito de 700 habitantes, en la montañosa costa del norte.

Para el futuro, ya anuncian revisión del Estatut y de los Decretos de Nueva Planta. Del ecologismo, que parecía ser bastante importante en los inicios de la coalición, ya queda poco. Esto parece ser la deriva de muchos partidos que llegaron para cambiar el mundo y han acabado virando a cosas cultural-identitarias porque… ¡son las únicas donde se puede hacer algo! Si al final dichos partidos pese a todo reciben votos… es, quizás, solo quizás, porque la gente está desesperada por lograr algún tipo de cambio. Que el mundo actual les asquea, vamos.

 

(NOTA para extremocentristas: igual en vez de criticarlos por adanistas identitarios de Tractoria, sería buena idea adaptar el sistema político para que se puedan lograr cambios democráticos en más áreas. Porque cuando no hay alternativa al final pasan “cosas”.)

 

Antònia Jover (Unidas Podemos): Unidas Podemos (con Esquerra Unida dentro) presenta a Antònia Jover, diputada en el Congreso en las dos elecciones de 2019. 65 años y Diplomada en Empresariales, dice su ficha en el Congreso. Uno espera que pongan a un jovenzuelo imberbe deseoso de quemar telares de jacquard y abolir el trabajo asalariado, y se encuentra con Manuela Carmena reloaded concediendo entrevistas a El Mundo.

Sobre el programa, pues en la web sigue puesto el de 2019. Sin embargo, Jover parece querer tomar el toro inmobiliario por los cuernos y apuesta por limitaciones de compra a no residentes. Una medida que permite a los jóvenes confiar en que, a ver si de una vez, les toca algún piso porque la familia ya no consigue vendérselo a un Gunther cualquiera de Düsseldorf. Quizás el resto de la familia no esté tan entusiasmado, pero es de agradecer que Podemos deje un poco de lado la hegemonía y se concentre en esta clase de cosas. Hasta ahora, estaban presentes en el Govern de les Iles, con dos cargos: Vicepresidente y Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática (Juan Yllanes, el primer juez que le tocó a la Infanta, y candidato en 2019), y curiosamente, Agricultura, Pesca y Alimentación (Mae de la Concha, una librera). Como logros de su etapa de gobierno, Jover señala al Instituto Balear de la Energía, la apertura de fosas de represaliados, cierto reconocimiento a la insularidad, y un plan de carreteras.

Refuerza a Podemos como “most balearic party” que parecen pasar un poco de Madrid y sus cosas, lo que les ha dado una cierta fortaleza local, aguantando en un rocoso 10% del voto, con participación en el govern insular, pactos a varias bandas, e incluso hablar de las cosas de comer y de la vivienda. ¡Si incluso ha habido dirigentes que han dimitido pasada su etapa! Con este programa tan baleárico, no podemos descartar que se mantengan e incluso saquen músculo.

 

Posiblemente el partido más baleárico de todos.

 

Sílvia Tur (Gent per Formentera): lo que podría ser el asiento más seguro del Parlament, el solitario escaño que elige la circunscripción de Formentera (11500 habitantes), ha estado sin embargo bastante disputado. Gent per Formentera ha logrado ese escaño, con apenas 2000 votos, en las tres últimas elecciones. Las dos anteriores, lo logró la conservadora Agrupació Independent Popular de Formentera, y antes de esta la también progresista Coalició d’Organitzacions Progressistes de Formentera. Retrocediendo aún más al pasado nos encontramos nombres aún más largos, como Federación Independientes de Ibiza y Formentera, y ya de 1987 para atrás ganaba las elecciones el PSOE.

 

El territorio se cruza en una hora en bici.

 

Sílvia Tur, parlamentaria desde 2015, es, pues, la única y genuina representante de un “territorio” en todo el Parlament, y como tal pues hace lo que hace un diputado “de territorio”: pedir cosas para “el territorio”, ya sea la hemodiálisis, mediciones de la calidad del aire, o ambulancias. Impecablemente democrático, aunque aquí no seamos amigos del sistema de distritos uninominales. Lo bueno de ser de “un territorio” en vez de “una ideología” (o quizás es lo malo, eso supongo que ya depende de la ideología de cada uno o incluso de su carencia) es que puedes pactar con todo el mundo. 59 asientos tiene el Parlament, así que uno solo puede volcar la balanza. Sílvia Tur aspira a ser ese diputado, y si llega a serlo, pues fiesta en Formentera.

 

Previsiones

Pues por ahora la cosa parece muy igualada. Las gentes de orden están purgando a los que no eran lo bastante puros (Cs), y concentrando sus votos en solo dos partidos. Eso ayuda. No obstante, la existencia de cuatro circunscripciones separadas con mucha identidad local, así como de partidos localistas que igual no sintonizan con la construcción del eco-socialismo, pero a los que el centralismo que vende VOX les da grima, en principio juega a favor de Francina Armengol. Porque si PP+VOX no suman, habrá que ver si es posible un pacto con los regionalistas. Aún así, la tradicional inestabilidad de los gobiernos baleares hace que ya toque un cambio.

En suma: que no tenemos ni repajolera idea, pero venimos a pasarlo bien. Tampoco nos va a afectar mucho quién gobierne en Baleares. E incluso si hubiera sorpresa gorda (que no ganen los de siempre, básicamente), Baleares es la comunidad autónoma donde yo, proporcionalmente, más tiempo paso borracho durante mi estancia en ella, así que no creo que en mi próxima visita me entere de mucho. Pero sí nos interesa la tendencia, saber si la ola extremocentrorreformista que se intuye logrará anegarnos a todos, o romperá antes de rebasar el espigón. Así que la pregunta es: siéndolo ya geográficamente, ¿será Baleares también políticamente la primera de las Españas donde empiece a amanecer?

 

Amanecer Gris: aunque cueste creer, en 2024 tendrá la edad a la que Rajoy se retiró.


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