Castilla – La Mancha
La reserva espiritual del bipartidismo
Hace cuatro años, les ofrecimos un completo análisis sociológico-etnográfico sobre Castilla – La Mancha, basado en nuestras experiencias en las estaciones de servicio de la A-4 (una autovía que en 210 kilómetros castellano manchegos y dos provincias la mayor población que atraviesa es Valdepeñas, de 30.000 habitantes). El análisis tenía dos objetivos: uno, mostrar nuestra completa ignorancia sobre Castilla – La Mancha, y dos, aún así ofrecer un análisis mejor que los medios tradicionales. Sobre lo primero, no puede caber duda que triunfamos. Sobre el segundo, veamos: identificamos correctamente a esta autonomía como la reserva espiritual del bipartidismo español, pues la gran esperanza blanca de las elecciones de 2015, los rockanrollers de Ciudadanos, tradujeron su rutilante paso por las encuestas de Metroscopia (17.5% y la mitad de actas que el PSOE) en un erial manchego de cero escaños. Eso por otra parte nos jodió la previsión de “nuevo gobierno de Cospedal con apoyo crítico -¡muy crítico!- de Ciudadanos”. Por suerte podemos usar la misma excusa que Alberto Carlos Rivera: el sistema electoral se comió mis deberes, ya que Ciudadanos se quedó fuera gracias a la segunda reforma-pucherazo electoral de Cospedal, con el primer pucherazo aún habría entrado. O dicho mejor en las poéticas palabras de Guillermo: a los ciudadanos españoles, inermes ante la derecha española y sus usos y costumbres, sólo nos salva del desastre absoluto que su estupidez va siempre muy por delante de su maldad. Dos insolentes escaños de Podemos, sin embargo, afeaban la perfección bipartidista del PPSOE en el parlamento regional (donde desde el fenecimiento del CDS en 1991 la aparición de un tercer partido se había limitado a un solitario escaño de IU), pero ya se ha encargado el PSOE de incorporarlos al gobierno regional y convertirlos, a todos los efectos, en diputados socialistas. Mataron la democracia ¡pero salvaron el bipartidismo!
Sin embargo, en la predicción más importante acertamos de pleno: da igual quien gobierne porque todos harán lo mismo, las diferencias entre un PSOE con gente como Barreda y Bono, y un PP con gente como Cospedal o Suarez Illana (sí, fue candidato regional en 2003, y han hecho falta 16 años para que sus aportaciones pasaran al olvido y se le pudiese poner en otra lista) hay que buscarlas con lupa. Y efectivamente, los cuatro años de Emiliano García-Page han traído… nada. Menos recortes, sí, pero porque Hacienda levantó la mano para todas las autonomías, visto el efecto de la austeridad en el ciclo electoral 2014-2015. Sigue la infame ley electoral, siguen PP y PSOE metidos en todas las administraciones, los políticos locales hablan como en una sitcom de Tele5 y no organizan debates, la tele local emite programas dedicados al toreo, Aznar y Felipe González aún mantienen su influencia… ¡Es como viajar a los años 90!
Los Candidatos
El Page: lleva cuatro años, y ni nos habíamos dado cuenta. En estos cuatro años le ha dado tiempo a apostar por Susanyahu, ver la luz de un nuevo amanecer vacío, horrorizarse ante la deriva okupa-golpista de Vacío, escenificar los lamentos rituales que-se-nos-llevan-el-agua/no-nos-quieren-dejar-agua/hay-ladrones-de-agua, y comerse con patatas a los pagafantas de Podemos. En la medida más “PSOE-CLM” que he encontrado, ha suprimido la tasa de la licencia de caza a las personas mayores y ha alardeado de hacer más por la caza que Cospedal. Algunas encuestas le sitúan al borde de la mayoría absoluta, y si esta se diese merced a la dispersión del voto de derechas… ¡voto útil en 2023! La vuelta al bipartidismo más perfecto de la piel de toro se habrá completado, y Page hasta podría intentar batir el record de seis legislaturas seguidas de José Bono.
Dado el perfil conservador del socialismo castellano-manchego, es difícil para los medios de derechas atacar a Page. Para que no se diga, Libertad Digital montó una “polémica” cuando se hizo una foto con una mujer con Niqab y no criticó la situación de la mujer en los países árabes.
En suma, un político de perfil muy bajo, libre de aristas, perfectamente integrado en su biotopo político, que te pacta con Podemos y luego sigue a su bola, que obviamente no tendría ningún problema en pactar con Ciudadanos, que hasta le hace guiños al PP, que te elabora el Gran Pisto Manchego como te saca al Santísimo Cristo de Ana, y que parte como el gran favorito.
El Núñez: muerta y sepultada la carrera política de María Dolores Cospedal, el PP ha lanzado al ruedo a Paco Núñez, un licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense. Por edad (nació en 1982) hasta pudo haber coincidido con PABLO en alguna clase. Su discurso se limita a pedir una sanidad de excelencia, una educación de excelencia, y suponemos que otras cosas también de excelencia. Un discurso que te lo firma el Page tal cual, solo añadiendo la coletilla “pero yo ya estoy instalado y no perderé un mes en encontrar la máquina de las fotocopias.” Ex alcalde de Almansa y ex presidente de la diputación de Albacete, ganó las primarias internas del PP al alcalde de Seseña (no nos constan otras candidaturas: al bipartidismo se viene entrenado desde casa).
Núñez ha retado a Page a, no a un debate (que entonces deberían estar también otras fuerzas políticas, y eso sí que no), sino un “cara a cara” para hablar del futuro. Resulta cuando menos llamativo que Núñez quiera sentarse a hablar con alguien a quien considera “defensor y colaborador de ETA” y “amigo de Otegi”, o que le ofrezca montar mociones de censura contra Pedro Sánchez a quien, afirma, quiere romper España, por encima de cuya Unidad “no hay nada”. Vamos, que se nota que Núñez ha mamado el estilo de su madre política, María Dolores Cospedal. Page por su parte, con más inteligencia y tacto y para no manchar su imagen de presidenciable, ha delegado en su vicepresidente la réplica, consistente en exigir a Núñez que “deje de hacer política de barra de bar donde parece que uno ha bebido más de la cuenta y se atreve a decir cualquier cosa”, como “el típico borracho de bar que se pone a insultar y a dar gritos”.
El Molina: el hombre de Podemos en CLM. Catalán de origen (ojo con saltar a conclusiones precipitadas: el manchego más universal ahora mismo eligió para si el nombre artístico de Jordi y se ha reunido de un equipo top para conquistar el mundo desde Ciudad Real), lo que le obliga a recordar cada poco tiempo que él no es independentista, aunque lleve 30 años viviendo en Talavera de la Reina. Se inmoló en 2015 como parte del Pacto Rojo-Rojísimo entre Vacío y PABLO para que Colau y Carmena pudiesen ser alcaldesas a cambio de que la Casta de los barones socialistas siguiesen siendo Casta, pero no tanto. Javier García Molina, al menos, lo ha aprovechado para ser vicepresidente autonómico (vicepresidente segundo, eh, para que no se le suba a la cabeza), aunque en línea con la política del terruño no vemos que haya hecho gran cosa. Sí, hubo un acuerdo de gobierno con su auditoría, sus oficinas anti desahucios y su Ley de Transparencia. ¿Y? Pues lo que era gratis y tampoco muy lioso, ha salido adelante, lo que costaba dinero ni se ha olido. Normal que solo 2363 de los 16877 inscritos de Podemos se hayan dignado participar en las primarias (de los que solo el 51,07% votaron a Molina), acompañadas además de acusaciones de pucherazo, en otro guiño a las tradiciones locales. Nueva política no, pero capacidad para mimetizarse con el ambiente desde luego que tienen.
La Picazo: pese a sus cero escaños en el parlamento castellano manchego, no nos resistimos a hablarles de Ciudadanos. Presentan a Carmen Picazo, concejal en el ayuntamiento de Albacete, y ganadora de las primarias con el 94%. Pero las declaraciones jugosas las ha hecho el secretario de organización, Alejandro Ruiz, llamando “partido paleto” al PP y diciendo que el CIS de CLM es “ciencia ficción”. Eso es salir a ganar y lo demás es cuento. Más modestamente, confiarán en sacar al menos un diputado por Albacete. Por supuesto, no se cierran al pacto con VOX, aunque lo disfrazan de “pactos con todos los partidos constitucionalistas”. Las encuestas hablan de una entrada fulgurante con 4-5 escaños… que es lo mismo que decían hace cuatro años. Además, las elecciones del 28A han dejado a Ciudadanos más cerca de VOX que del PP.
El Arias: el 28A, VOX presentaba a un tertuliano de Intereconomía, Fernando Paz, al Congreso por Albacete. Tras salir sus opiniones sobre el Holocausto, el Bombardeo de Guernica y la homosexualidad, le han suspendido (¡En VOX! ¡imagínense! ¡Incluso gente del PP se indignó!). Con todo, el 28A dieron la sorpresa, con un 15%, su porcentaje más alto tras el 18% de Murcia, rebasando ampliamente a Podemos y a solo 26.000 votos de Ciudadanos. Como candidato regional, ponen a Daniel Arias Vegas. Profesor de deporte, nacido en Cataluña (pero él no tiene que repetir cada día siete veces que no es indepe, ¡cosas veredes!), y sin experiencia alguna en política. Un somero repaso de su cuenta de Twitter revela los ímprobos esfuerzos por perfilarse como “la derecha auténtica” frente al PP. Siendo la referencia el PP de Castilla La Mancha, se hacen una idea.
Como en todas partes, VOX saldrá a Reconquistar Al Servicio Del Rey. En eso ya hay precedentes en Castilla-La Mancha, y no muy buenos para la tropa aunque el rey por supuesto salvó el pellejo, pero aunque el conservadurismo innato de la sociedad castellanomanchega debería serles propicio, las marcas de toda la vida probablemente tirarán más (aunque no descarten que en las Elecciones Europeas toda esa gente decida echar una cana política al aire y veamos porcentajes techo-de-Fraga voxeros en varios pueblos y ciudades de la Mancha).
Pronóstico
Nos encontramos ante una región de España que ha logrado protagonismo universal no una sino dos veces. Y todo ello sin dejar de lado sus esencias. Castellanos de una pieza, y como tales dispuestos a convertirse en piedra antes que introducir cambios en su pueblo. Objetarán ustedes que a Cospedal la cambiaron – ¡pero eso es porque ella cambió la ley electoral! No cambies NADA, es la consigna, y nadie te cambiará a ti. Por ello lo previsible es que Emiliano García-Page repita sin demasiados problemas, por la vía morada, o incluso en solitario (la vía naranja, hoy por hoy, parece cerrada mientras Rivera crea que el PP está a tiro). Se da además la circunstancia de que, por variaciones del censo, Ciudad Real pierde un diputado y lo gana Albacete, con lo que ambas provincias, tradicionales graneros rojos, ¡tienen un número impar de diputados! Siendo las elecciones en Castilla La Mancha un juego de pares y nones, no hay mucho más que decir. El 28A, el bipartidismo castellano manchego logró mantener un 55% del voto, por un 44% en el conjunto de España, aunque con evidentes desequilibrios. ¿Lograrán las derechas combinadas el sorpasso al PSOE-CLM, hegemónico en su lado del espectro? ¿O mantendrá Emiliano García-Page en solitario la antorcha del bipartidismo merced a la fragmentación, para que en 2023 la derecha acuda a la llamada del voto útil del PP y se restaure el equilibrio perfecto de la alternancia bien entendida? Castilla La Mancha podría entonces reinventarse como destino turístico de politólogos y estudiosos de la Restauración (la Segunda, bueno, y casi ya también la Tercera), con autobuses fletados desde Madrid hasta Salobre (cuna de José Bono) y Masegoso, y guías disfrazados de políticos manchegos dando discursos sobre la caza, el queso y el trasvase Tajo-Segura. Ahí hay futuro para la región.
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Comentario de Mr. X (21/05/2019 08:26):
Impactante la foto del Sr. Page con la ninja saudí
Comentario de -- (24/05/2019 17:57):
Yo estudiaba en Ciudad Real cuando se pasó de Bono a Barreda (Pepe el del pelo blanco para los amigos) y por aquel entonces en la biblioteca de la Universidad tenían una especie de revista de la Junta, ya saben, el típico panfleto publicitario de los grandes proyectos que se acometían. No se crean, eran unas revistas de 40 y 50 páginas y por supuesto también los periódicos locales.
Llegó un momento que hacíamos porras entre los colegas a ver quién acertaba el número de páginas en las que salía alguna foto el bueno de Pepe. Llegó un punto de culto personal que a nadie le habría sorprendido ver murales del líder en las fachadas de las grandes avenidas como si fuese un ayatolá cualquiera.