Mad Max Road Fury: la película muda más ruidosa de la historia
En los últimos años Hollywood ha tendido un hábil anzuelo para asegurarse la asistencia de público a las salas. Consiste en atraer con el gusanito de la nostalgia a aquellos treintones largos y cuarentones cortos que eran niños en los 80 y ahora papás tardíos gracias a los avances en el mundo de la reproducción asistida. Mediante remakes o continuaciones de sagas, las productoras consiguen que padres y futuros huérfanos tempranos acudan a ver unos a los personajes preferidos de la infancia, otros a las luces, sonidos y mamporros que con profusión de efectos especiales les pusieron sus avejentados progenitores en una tablet o móvil mientras exclamaban mira, mira, mira. Una vez se ha puesto en marcha el mecanismo de la añoranza, el resto viene por añadidura. Como aquel que se va de viaje, jamás prodrá reconocer que su aventura ha sido aburrida. Todo lo contrario, la realzará. En estos casos pasa lo mismo, y secuelas de trilogías o tetralogías que ya dejaban mucho que desear si no se tienen alteraciones en el cromosoma 21 (o cualquier otro cercano), quedan exageradas por cada crítica personal, pues el atribulado ser humano se siente impedido para reconocer que aquello que tanto le gustó era una tontería y lo que le sigue años después directamente un disparate. Y entonces veremos un entusiasmo raro, como el de aquel que viene ya vomitado, con la cabeza a punto de estallar, con un solo zapato, tambaleándose al amanecer y sin follar pero asegurando que se lo pasó en grande y que ha vivido una noche impresionante y pródiga en anécdotas que se empeña en contarte. Mad Max Fury Road ha quedado presa de este fenómeno y se oyen voces que la colocan como obra maestra, como película cumbre del género de acción o como trabajo sociológico profundo. Las risas se pueden oír en Sebastopol si tal ciudad existe todavía.
Mad Max Fury Road continúa la saca apocalíptica iniciada en 1979 con Mel Gibson y concluida años después con Tina Turner en la Cúpula del Trueno por la vía de situar al personal en un futuro similar, no repetir a ningún actor, no ligar la secuela con las anteriores y, de hecho, eliminar todo argumento. No se sabe por qué están ahí. No se sabe quiénes son. No se sabe a dónde van. No se sabe nada. Los personajes son planos. Y lo importante es la acción por la acción. De hecho es una extraña película muda. La película muda más ruidosa de la historia. Se puede considerar como una especie de París-Dakar en coches tuneados de cuando el París-Dakar pasaba por París y por Dakar. Y como pilotos tenemos, en lugar de a Carlos Sáinz, a todos los componentes de un circo del siglo XIX. Está el enano y el gordo mórbido. Está el forzudo. Está la mujer barbuda que aquí no lleva barba y es manca. Está el viejo endemoniado con enfisema pulmonar. Está el músico ciego. Están las criaturas eunucas. Sólo se echan en falta a Patán y Pierre Nodoyuna en motocarro y a Penélope Glamour en segway. Empieza la película y se da el pistoletazo de salida.
A partir de ahí es todo persecución y efectos especiales. Explosiones y tiros con montaje adrenalítico del que muchas veces impide disfrutar de lo que estás viendo. Un sin Dios de un par de horas capaz de producir sesenta ataques epilépticos a una persona adulta hasta entonces sana y de crear un inminente trastorno con déficit de atención e hiperactividad en un niño hasta entonces pachón.*
Y ahora hemos de hablar del mejor actor de su generación, Tom Hardy. Nacido en el distrito de Hammersmith, Londres, ha alcanzado un gran prestigio gracias a interpretar siempre el mismo papel. Consiste en mirar hacia abajo casi toda la película mientras se articulan balbuceos y, de pronto, más bien tirando al final, explotar en un estallido de violencia para volver a la reserva anterior. Es lo que se conoce como reflejar una gran vida interior con limitadas pero decisivas muestras al exterior de esa vida interior anteriormente citada. En un Batman aportó novedosos matices y le pusieron alzas, una careta, aumentaron sus músculos por ordenador y le deformaron la voz, dando lugar a su mejor actuación hasta la fecha. En otra peli en la que va en un coche habla mucho más pero por teléfono, que eso no le da corte. Tiene por tanto dos registros: sin máscara y con máscara. Algulos críticos le definen como camaleónico, de cuando el camaleón se queda quieto en la misma rama esperando a un insecto despistado. En Mad Max le da una vuelta de tuerca a su interpretación clásica, y sigue con el mutismo pero esta vez con el estallido de violencia a la vez. O sea, es tímido enfermizo, pero reparte hostias con extremada introspección. En varios pasajes del film ofrece una serie de gruñidos que sólo un gigante de la actuación puede emitir. Su mirada muestra un conflicto interno inenarrable, y sobrecoge por momentos pues consigue ralentizar bastante el pestañeo. Cualquier persona normal parpadea en intervalos de 2 a 10 segundos y a una velocidad de entre 300 y 400 milisegundos. Hardy, tras un severo entrenamiento, ha conseguido bajar esa frecuencia a límites insólitos, pudiendo parpadear dos veces por minuto a la mitad de la velocidad habitual. Eso no reseca sus ojos, pues consigue mantenerlos húmedos mediante ejercicios de las glándulas lacrimales de la vieja escuela del Actor’s Studio. En resumidas cuentas: un titán y un crack a la vez. Un titancrack.
El resto del reparto tampoco habla mucho pero parpadea un poco más, salvo los personajes que carecen de párpados. Aparece Charlize Theron haciendo de la Teniente Ripley en su versión rapada, pero para diferenciarlas le han cortado un brazo. Y luego está el resto de la tropa mencionada donde unos son expertos en salto de longitud y otros en salto con pértiga.
El director, George Miller, y vamos a hacer como que nos creemos que él ha dirigido esto, intenta ofrecer algo así como un espectáculo puro y genuino de acción, sin más, una especie de obra de arte contemporánea, como la de esos poetas que sólo hablan de poesía en sus poemas o la de los pintores que te plantan un lienzo monocolor que no obstante encierra un dilema existencial ya desde el mismo marco. El resultado es una película fallida a medio camino entre el truño vernáculo y el bodrioculón, pues para ser bodrioculón tiene que tener más instantes de vergüenza ajena o comedia involuntaria. Resulta aburrida en muchos momentos, moderadamente divertida en otros y, en general, bastante insoportable por su enloquecida saturación. Equivale a ver una película sin palabras montado en el Látigo Macareno. Puede contentar a todos aquellos que se empeñan en tergiversar su infancia y a los que disfrutan subiéndose al Ratón Vacilón tras la ingesta de tres hamburguesas Uranga y varios vinos dulces baturros. Por supuesto, el despliegue de efectos especiales y diseño de producción es apabullante. Pero es sólo eso: el ruido, la furia y la pamplina.
Esperamos nuevas secuelas que apuesten por este tipo de cine mudo, con rótulos para los escasos diálogos y grupo heavy en directo en la sala del cine, recuerdo de aquellos pianistas de principios del siglo XX.
*Antídoto recomendado: maratón en casa con “La carrera del siglo” y “Aquellos chalados en sus locos cacharros”.
Compartir:
Tweet
Comentario de Garganta Profunda (29/05/2015 20:11):
Ya sabemos que la critica de jotdown no le gusto…
Deje que le diga algo: disfrute como un enano viendola, como hacia tiempo y lo confieso y asumo.
Ya estaba hasta la pepa de pelis de genero con trasfondo filosofico. Buscaba piños, persecuciones y destruccion, mucha destruccion. Y la puta peli me la dio. ¿Y QUE?
Comentario de Alfredo MG (29/05/2015 20:43):
No he leído todavía la de Jotdown, sí otras cuantas que le ven trasfondo.
No tengo nada en contra de piños y destrucción, de ahí que disfrute cual tonto con la serie Banshee, por ejemplo, pero en este caso me parece que el montaje estropea todo y que se requiere una mínima base de guión. Me parece un derroche de efectos mal planificado y sin el más mínimo atractivo en los personajes, que eso requiere unas mínimas líneas y diálogos.
Por poner un ejemplo reciente y modesto en comparación, la película Dredd. Tiros, destrucción, pero buen montaje y la base suficiente para que los personajes tengan un mínimo de solidez. Y es pura acción sin más, sencilla, muy bien hecha.
Comentario de Imperator Pepona (29/05/2015 23:04):
Gran reseña. Respecto a las elucubraciones sobre el papel de la mujer yo saqué una conclusión bien clara: si no fuera por el hombre que las guía ellas habrían acabado muertas en medio del desierto… Como para dejarlas salir de la cocina entonces.
Además pensemos en esto: ellas salen de la Ciudadela ansiosas por emanciparse, pero fuera solo hay desierto y amenazas, así que a mitad de la peli deciden que lo mejor es volver al acogedor hogar. ¿En serio hay alguien que no vea un mensaje tan ovbio? Y aún dirán que es feminista y no sé qué vainas.
Comentario de Ani Lopez (29/05/2015 23:09):
Así es como pestañean los mayorquines. No tiene merito lo de Hardy.
Comentario de Alfredo MG (30/05/2015 11:16):
#3
Yo creo que el asunto del análisis feminista parte de un contagio a partir de la crítica de Jordi Costa en El País. Para mí es uno de los más nefastos críticos que hay, de lenguaje ininteligible, pedantería máxima y gusto por el relleno a falta de imaginación. En este caso vio un cacho en blanco donde no sabía que poner y tiró por ahí para “vender” entre un público receptivo que ha ido repitiendo esa perspectiva como un meme. Pero es cierto que no sólo no hay reivindicación de ese tipo, es que no hay nada de nada salvo acción frenética de principio a fin.
Al margen de eso, la heroína de acción está masculinizada y efectivamente la supervivencia del grupo de madres termina siendo responsabilidad del héroe masculino. Es que además en eso es completamente tradicional.
O sea, dentro de que no hay nada que rascar en esta peli, si se rasca lo que encuentras es lo contrario de lo que afirman muchas críticas, tanto de El País, como de Fotogramas como a título particular.
Ya digo, creo que es puro meme ante la dificultad que entraña hablar de una película que no tiene contenido salvo el salto, el puñetazo y la velocidad. Y que además está ligada a una saga conocida. A ver quién es el guapo que dice que es un poco cacafuti.
En cierto modo, lo que tratan de hacer los autores es interesante, una peli de acción sin el más mínimo argumento de principio a fin. Medio segundo de planteamiento, todo nudo de acción, y medio segundo de desenlace. Pero la monotonía, el montaje y el estilo se la cargan.
De hecho preveía desde hace tiempo que tarde o temprano llegaría un intento de este tipo. El primero ha sido fallido, veamos el siguiente.
Comentario de Narciso (30/05/2015 12:56):
Una peli de acción acción sin el más mínimo ergumento de principio a fin ya lo fue en su día Cranck.
Por cierto Alfredo, nos vemos en la feria ;-)
Comentario de PedroMix (30/05/2015 13:00):
La cultura del refrito va llegando a extremos delirantes. Los libros de Harry Potter pueden gustar o no gustar, pero hay que reconocer que Joanne Rowling se ha esforzado en sacarse de la chistera toda una serie de personajes y escenarios 100% nuevos, que luego han sido aprovechados por el cine.
Sin embargo, gran parte de la industria audiovisual (salvo algunas productoras de TV) se basa en el refrito. Refritos versión 2015 de películas o series de 1980, que a veces son a su vez reinterpretaciones de cómics de la era Roosevelt. La imaginación parece que no abunda.
Comentario de Johnnie (30/05/2015 17:40):
La película está llena de contenido y de imaginación, crea un universo completo y lo pone en marcha, con varios grupos que interaccionan entre ellos con sus propias dinámicas, costumbres y tendencias. Lo que pasa es que no le dedica ni un segundo al clásico “Eh, allí vienen los de la ciudad de la gasolina!””¿Quienes?””Ah, sí, los encargados de la antigua refinería de petroleo que han montado una ciudad aparte y con los que mantenemos una relación comercial fluida y política de tipo vasallaje””Sí, esos”. Va dejando caer los conceptos de tal manera que te haces una idea de que trasfondo, lo que se dice trasfondo, algo hay y si se te escapa y no lo pillas, da igual, porque te están disparando, persiguiendo y presentando a una banda de locos nueva. Los conceptos son cafres, absurdos y propios de un mundo postapocalíptico que siempre fue más de un cómic que del típico mundo postapocalíptico-pero-realista.
En cuanto al mensaje, en mi opinión se limita a utilizar personajes femeninos como parte de una cierta normalidad. Las mujeres están ahí y tienen sus papeles. La protagonista es una mujer que salva la situación unas cuantas veces, Max es un espectador que, por circunstancias, se une a la chupipandi y también salva la situación unas cuantas veces. Y el resto de “buenos” también aportan su granito, no hay ni uno solo que se comporte de principio a fin como la princesita a la que hay que salvar. Supongo que eso en algún círculo se puede considerar un mensaje feminista radical, pero yo opino que no.
Comentario de Juan Miguel (30/05/2015 18:24):
A mi me gusto, me pareció una peli muy entretenida, sin ausencia casi de argumento, las secuencias de acción carentes de toda dosificación se suceden efectivamente como una catarata de orgasmos múltiples que puedo entender no gusten a todo el mundo.
Afortunadamente todo el cine no es así.
Pero aquí funciona bien, es innegable.
Aparte de eso me importa un pito si pasa o no el test de bechdel (http://es.wikipedia.org/wiki/Test_de_Bechdel) ya que hay munchaspiniculas que no lo pasan y no dejan de gustarme o incluso hasta ser buenas. Aquí lo que prima es el salir de la sala con diez o quince euros menos (con lo que cuesta ganarlos) y pensar: la semana que viene vuelvo a verla en 3D.
He dicho.
Comentario de Eye (31/05/2015 21:27):
No he leído aún el artículo, ahora me pongo a ello. Sólo decir que la nostalgia por los ochenta, con sus yonquis y sus calles repletas de mierdas de perro y su reconversión industrial, es como todas las demás nostalgias: tramposa y tonta. Y sí, los chicos de Eskorbuto molaban, y ver a Gorbi por la tele tenía su gracia. Pero todo eso ya pasó y tampoco fue tan especial.
Comentario de Pep (31/05/2015 23:35):
Pues yo disfruté como un enano,que quieren que les diga.Y eso que las macarradas hollywoodienses me aburren un montón.Pero esta funciona.
Comentario de Marsupial (01/06/2015 11:04):
La película es demasiado rápida como dicen. Pero a lo mejor hubiera estado potable si incluso con acción frenética se varía un poco. Es todo persecución y saltar por los coches, y eso cansa a cualquiera. Imaginemos una peli del oeste que fuese todo luchas en el tejado de un tren. Hombre, veinte minutos vale, pero no dos horas. Méteme un poco de indios con flechas, méteme un tiroteo en el saloon, méteme un duelo en mitad del pueblo. Desde mi punto de vista esto es lo que más lastra a la película, que la acción es la misma todo el rato. Es como una escena alargada.
Comentario de PacoZGZ (01/06/2015 22:25):
Buenas noches, pues para los que vivimos en el Reino de Aragón la película tiene un mensaje muy claro.
El malvado aragonés los tiene esclavizados a todos y pasando sed, mientras que el tiene agua y regadíos a cascoporro, los pobres valencianos en un secarral sin un solo campo de golf para sus emprendedores y emprendedoras .
Tras una ingrata travesía por los Monegros, los protagonistas consiguen liberar el agua de la tozudez baturra.
No olviden la escena final en la que una rejuvenecida Rita Barbera abre las compuertas del trasvase para todos al grito de “Agua para todos y para todo y fresca que es del Ebro”
El mensaje es claro, si al trasvase y el único que lo puede conseguir es el PP , vota Rita alcaldesa, lastima que su estreno no llego a tiempo para salvarla, el resto es historia.
Saludicos .
Comentario de Paisano (02/06/2015 06:39):
Saludos Alfredo:
No la he viso, ni tengo claro si acudiré.
Prefiero recordar al bueno de Gibson recortada en ristre o a los megavillanos enmascarados estampándose contra un camión en huecorrelieve. O dejando esposado al malo que abrasó al Ganso a un coche que arderá en instantes con una sierra de metales (las esposas de acero 10 minutos, el tobillo 5. ¡Empieza!).
¿Macarradas ochenteras? (si, del 79). Y tanto. Pero qué le voy a hacer. Las recuerdo con agrado. Con sentimentalismo. Jamás con nostalgia o melancolía, pues eso sería una falta de madurez por mi parte. Pero no reniego de mi pasado, considero que es inútil hacerlo.
Y mucho podríamos discutir sobre la percepción que tiene uno de sus propios viajes. Si me vas a contar que solamente visitanto hoteles de megalujo, sorbiendo por garrafas donperiñones, y encamándose con sextetos de clones de Elsa Pataki, pues te acompaño en el sentimiento. Los míos tampoco son así. Estoy triste, nuestros viajes son detritus de hipopótamo.
Lo lamento por los culturetas exquisitos. Los recuerdos de cine basura no estorban y no es malo rejuvenecerlos de vez en cuando. Para nada incompatibles con productos más elevados.
Es como Chuck Norris. Sus títulos eran infames, pero ¿a que el señor Alfredo disfrutó en su día en los videoclubs de barrio? Seguro que ahora presencias “Desaparecido en combate” o “Invasión USA” y te entran arcadas. Yo, simplemente paso de verlas o recuerdo alguna escena concreta (de esas que te hacían soñar con dar igual tratamiento al chulito del cole) y cambio de canal. Pero creo que les debemos un recuerdo, no necesariamente un respeto.
Y si ahora resulta que tengo otro cromosoma fundido. Pues oye, me alegra saberlo. Imagino que si empiezo a aullar a la Luna, ya tengo la causa.
P.D. Yo también disfruté con la versión de Juana de Arco de Dreyer.
Comentario de Alejandro (02/06/2015 08:25):
Qué grande hamburguesas Uranga! Imprescindibles para “empapuchar” el alcohol que en exceso se alojaba en el estómago después de un día (y noche) en la feria de mi pueblo.
P.D: A mí la película me gustó…en particular el chute de acrílico que se pegan en la boca antes de inmolarse en nombre del dios máquina al grito de “sed testigos”.
Comentario de keenan (02/06/2015 16:58):
A mi me gustó, aún con las evidentes carencias de contenido. La fotografía es espectacular y apropiada, y el tono delirante es muy “Mad Max”. Todos los años se hacen tropecientos remakes, reinicios, y demás rés que no llegan a la suela al original. Bien, no es el caso de Mad Max. Es una digna heredera del concepto original.
A algunos críticos lo que les molesta es que otros críticos han creido ver en ella algo así como un tour de force espectacular, un uso exquisito de lenguaje visual… y les jode, porque piensan que se están tirando el moco (para ligar, claro, que al final es lo único que importa). Así que ellos tienen que contraatacar defenestrando una pelicula de acción que para el espectador no resabiado es cuanto menos divertida y diferente al típico blockbuster.
Comentario de Iván (06/06/2015 16:08):
Alfredo, te quejas de Jordi Costa pero tu crítica es muy mala, esfuerzate y hazlo mejor, la mayor parte es una exposición de las filias personales del autor pasado por el filtro de estilo LPD, por favor, busca un estilo propio.
Comentario de Immortan Rita (29/06/2015 23:59):
Saludos caballeros. A todos ustedes que les parezca vacía o carente de plot, les recomiendo acudan a su buscador de Torrents favorito y busquen los 2 comic books (sí, yo tampoco me creo que los haya escrito Miller, el director) y bajen ustedes los siguientes títulos (en Inglés):
-Mad Max Fury Road Furiosa 001
-Mad Max Fury Road Nux Immortan Joe 001
No son todos lo que acompañan a la película en su estreno en la anglosfera pero algo es algo. En su interior pueden encontrar las respuestas a todo el argumento.
Por lo visto el señor Miller ha decidido expandir su universo mientras no le dejaban estrenarla (o lo que fuera que haya tenido esta película año y medio en la nevera al estudio), quedando la cosa así:
-Cómics
-Película
-Videojuego (Septiembre 2015): en el cual Max tiene que recuperar su V8 para así tenerlo otra vez para…
-Mad Max: Wastelands. La nueva película a estrenar en 2016-2017
-Y terminar con una novela (o última película-fin de la trilogía si la próxima película triunfa).
Como ven, el señor Miller planea jubilarse a costa de nosotros, nostálgicas marionetas del heteropatriarcado opresor de Hollywood.