Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo: Javier Fesser y su misión

 

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Hay personas con una misión en la vida, con un destino. Bien guiados por los dioses, bien espoleados por las voces, no cejan en su empeño de hacer algo. Y ese algo no es cualquier algo, es Algo. Contra viento y marea. Sin descanso. Nada los aparta de lo que ellos llamarán su empresa y el resto del mundo su obsesión. Lograr esa meta llena sus días y sus noches. Y así insisten e insisten e insisten. Sólo ven un rumbo y allá al fondo la única meta posible. En el mundo del cine español tenemos a una de estas personas constantes en su esfuerzo por llevar a cabo la gran tarea.

En el año 2003, Javier Fesser puso todo su armamento creativo al servicio de la aniquilación de unos mitos del tebeo. “La gran aventura de Mortadelo y Filemón” suponía una bomba negra con mecha en el universo creado por Ibáñez unas veces con un dechado de imaginación y trabajo estajanovista en Bruguera, otras por la vía del plagio. La radiación convirtió la risa en mueca, la gracia en vergüenza ajena, tornó aquello que era entrañable en estúpido, el canto a la fantasía en estupor, el talento del tebeo en un estropicio dificil de calificar, la nostalgia en dolor de muelas con el nervio ya muy a la vista. Mortadelo y Filemón, antaño una muestra magnífica del cómic de todos los tiempos (especialmente algunos álbumes), era un cadáver en mitad del asfalto. Es decir, Fesser hizo una película habitual de Fesser, o sea, una forma apabullante y barroca para el contenido más ridículo, infame e imbécil que un ser humano es capaz de concebir por sí solo con o sin ayuda de sus amigos (dejemos “Camino” a un lado).

¿Qué es eso que se mueve? Se preguntó Javier Fesser al ver lo que creía cadáver. Un dedo, el meñique, temblaba ligeramente. Al amasijo de carne mortadelofilemoniano le quedaba un hilillo de vida. ¡Habrá que rematarlo! Eso se dijo Javier Fesser, porque Javier Fesser no sólo se habla a sí mismo como hacemos todos, sino que también se exclama mucho para adentro. Entonces supimos de que su gran tarea, su misión, su empeño, su destino y todos los avíos con los que uno ha de pertrecharse en el rumbo para llegar a ello se encaminaban a derruir Mortadelo y Filemón.

Así que durante años planificó cuidadosamente cuál sería la película con la que daría el tiro de gracia a los míticos agentes de la T.I.A. Si golpeando con saña el carácter del tebeo le quedó algo de aliento, planificó algo mucho más ladino. Ser tan fiel al tipo de gags del cómic que su exterminación llegase por familiaridad. Un plan así es digno de Spectra. Seguramente acariciaría mientras lo elaboraba no a uno, sino a dos gatos. Doble maldad de malo que piensa dando la espalda en su sillón.

Y de esa manera pasó de la imagen real a la animación, ofreciendo en “Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo” un monumento a la crueldad pocas veces visto desde el gulag o los campos de concentración nazis. En esta ocasión los chistes son tan parecidos al original, tan como debían de ser… que dejan de ser porque acaban con la elipsis y el ritmo propio del cine. Y el espectador se encuentra con una acumulación adrenalítica propia de quien hubiese escrito y dirigido el despropósito tras esnifarse la montaña de coca que hizo famosa Tony Montana.

Uno tras otro, sin descanso, se suceden esos gags sin que se haya podido asimilar el anterior, a una velocidad en ocasiones caricaturesca, hasta tal punto que parece que quisieran batir algún tipo de récord Guinness. La rapidez es tal que, lejos de disfrutarse, los propios chistes estorban la narración, que parece dejar de existir acribillada por estas ráfagas de ametralladora a la que no se le acaba la munición. Junto a este montaje anfetamínico, una de las peores músicas que jamás han martilleado los oídos de los espectadores en mucho tiempo, algo peor que tener a Kiss FM en el hilo musical todo el día. Para rematar, las voces escogidas, como la de Carlos “Brucegüilis” Langa o un Karra Elejalde impostado tampoco funcionan.

El resultado lo resumió un espectador que tenía al lado al terminar la película: “Es que ni Mortadelo tiene gracia”. Tal cual, el traslado del tebeo al lenguaje del cine intentando mantener la fidelidad a ciertos códigos y cadencias del cómic termina por ser un sin Dios que no sólo resulta aburrido, sino que agobia e irrita. Por momentos se convierte, sin exageración, en algo insoportable. Como guinda hay un gag que implica cierta práctica sexual en el que se reitera hasta límites incomprensibles, algo que además choca por la cantidad de niños que verán la película, y además de chabacano no tiene la más mínima gracia.

En resumidas cuentas, Fesser no sólo logra cargarse definitivamente a Mortadelo y Filemón, sino que en la parte final saca sin venir a cuento a Rompetechos, dentro de una línea argumental sin sentido, donde le adjudican como hijo a un personaje que no lo es y ambos lo aceptan (algo demencial si algún desafortunado espectador llegó hasta ahí atento). Es decir, que los planes de Fesser parece que ahora se centran en continuar reventando el resto de personajes de Ibáñez. Los mataba uno a uno, como decía la publicidad de Depredador en los años 80. Pero aquí no va a haber Swarchzenegger que salve ni al Botones Sacarino. Debe de tratarse de algún trauma infantil. Yo que Ibáñez empezaba a presentar demandas.

Eso sí, la peli visualmente impecable.


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  1. Comentario de Alfonso (24/02/2015 16:33):

    Señor Alfredo; conocí y me suscribí a esta fabulosa güeb tras leer su fabuloso artículo alertando del tren de la bruja que galopa inmisericorde contra la cordura de occidente. Estuve a diario muy atento de la horda de comentarios en todos los sentidos que se escribían.

    Éste es el primero que escribo yo: me alegra verle de vuelta. Me gustó la primera película de MyF de Fesser (me gustó, sin más), y no he visto esta última, pero qué más da.

  2. Comentario de pau (24/02/2015 19:01):

    “Mortadelo y Filemón, antaño una muestra magnífica del cómic de todos los tiempos”

    Esto es haber leído poco cómic.

  3. Comentario de jose (24/02/2015 19:33):

    Yo aprendí a leer (literalmente) con Mortadelo y Filemón. Con apenas 5 o 6 años me descojonaba especialmente viendo los berrinches del Super y de Filemón que muchas veces terminaban las historias.
    Con el tiempo me parece que es una forma gráfica de parodiar lo español solo equiparable a cómo Groening ha retratado lo americano con Los Simpsons.

  4. Comentario de Destripaterrones (24/02/2015 23:28):

    Bueno, a mí “El Milagro de P.Tinto” me gustó, y de hecho me parece una gran película de humor absurdo. Tambien “Camino” me parece una gran película, si bien parece ser que Fesser hizo algunas trampas con la historia real.

    Respecto al cómic de Mortadelo, pues está bien, y creo que aquí la mayoría le tenemos un apego sentimental, pero me parece un poco triste que los mejores álbumes sean invariablemente de la primera etapa. “El Sulfato Atómico”, “La Caja de los 10 cerrojos”, “Contra el Gang del Chicharrón”, “El Caso del Bacalao”…tienen una frescura narrativa (y en el caso de “El Sulfato Atómico”, una calidad gráfica) que no se ha vuelto a repetir. Es una lástima, pero la historia de “Mortadelo y Filemón” tal vez sea la de lo que pudo haber sido y no fue.

  5. Comentario de Trompeta (25/02/2015 08:43):

    A ver cuantos gafapastas salen diciendo lo de ” Mortadelo es para crios”, a ver…
    Esto es como el debate linea clara vs linea chunga, que peña y que plastas…
    Gracias por la crítica otra película para ver por la tele, es bueno ahorrar dinero.

  6. Comentario de de ventre (25/02/2015 13:49):

    a mí también me encantó el milagro de p tinto. tardé mucho en ver el secleto de la tlompeta y me decepcionó un poco, pero la de p tinto, sea por luis ciges o sea por su estética casposa me dejó flipado (fui a verla dos veces en un mes).

    la primera de mortadelo me pareció graciosilla y nada más. bastante fiel al tebeo pero sin conseguir el aire desmadrado que me tenía sorbido el seso desde mi infancia. tampoco me pareció mala y la escena del autobús sacada de el sulfato atómico era perfecta.

    prof. von Nasen

  7. Comentario de emigrante (25/02/2015 14:22):

    A mí también me enseñaron a leer Mortadelo y Filemón. Sin haber visto la película voy a salir en defensa del Sr. Fesser.
    Creo que el estilo de cine del hermano del de Gomaespuma no es un intento de adaptar el comic de Ibáñez al cine tal cual sino que ya le venía de antes. No he visto “Camino” pero “El milagro de P. Tinto” o cortos anteriores como “Aquel ritmillo” o “El sedcleto de la tlompeta” son tan epilépticas y descacharrantes como “La gran aventura de M&F”. De hecho el tipo de historias de los agentes de la TIA me parecían inadaptables al cine. En todas ellas se repite machaconamente el mismo esquema ocurrencia-resultado desatroso-persecución. Vamos, que Fesser es probablemente el único realizador capaz de llevar la obra de Ibáñez a la gran pantalla con éxito. Por otro lado, los efectos especiales caricaturescos no son exclusivos de las pelis de Mortadelo, ya lo hicieron antes los franceses con Asterix y Depardieu.

  8. Comentario de emigrante (25/02/2015 16:50):

    Y si alguno tenía dudas de si Mortadelo y Filemón están todavía de actualidad, aquí están preparandose para hacer campaña en las próximas municipales y autonómicas de vía lenta.
    http://www.publico.es/culturas/barcenas-protagonista-del-proximo-numero.html

  9. Comentario de Pacou (26/02/2015 21:41):

    yo siempre he sido más de Rompetechos

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