Fly me to the Moon
Hace unos días, vimos cómo Televisión Española decidió empezar el año a lo grande. Nada más y nada menos que con una entrevista al Rey de España, Juan Carlos I, con motivo de su 75 aniversario. Para la ocasión, se eligió a un periodista de su generación, Jesús Hermida, conocido por, entre otros hitos, haber transmitido la llegada del hombre a la Luna cuando, en los años 60, ocupaba la corresponsalía de TVE en Nueva York. En aquella televisión de franquismo y NO-DO, el periodista consiguió la popularidad haciendo que los españoles apartaran la vista de la calle y, por una vez, no se fijaran en el fútbol, los toros y Celia Gámez, sino que ampliaran su campo de visión mirando hacia arriba, hacia los astronautas que daban grandes pasos para la humanidad. Jesús Hermida iniciaba, de este modo, el periodismo español contemporáneo, consistente en un despliegue informativo de primer nivel cuando se trata de acontecimientos internacionales e inofensivos, pero que brilla por su ausencia cuando se tiene que explicar el más mínimo asunto conflictivo de nuestra sociedad. Un Gran Periodismo que ha permitido que aún sigan sin explicarse asuntos trascendentales de la historia reciente de nuestro sistema político, como el tamayazo, los motivos reales por los que dimiten los políticos o las entretelas del golpe de Estado de 1981.
Con el tiempo, Jesús Hermida fue derivando hacia el mundo del espectáculo, dirigiendo y presentando programas magazine en radio (Antena 3) y televisión (de nuevo, TVE), programas de debate (es un decir), e incluso ofreciendo sus servicios como directivo de Antena 3 Televisión. Una carrera labrada en el compromiso inquebrantable con el público porque, con Hermida, el aburrimiento y el tedio siempre han estado más que asegurados. Como siempre ha seguido en la Luna y nunca se ha mojado ni una gota, se convirtió, con los años, en un periodista venerado y de referencia, lo que en España significa que nunca ha incomodado al poder. Siempre que Hermida hablaba en televisión, sus invitados asentían con cara seria y gesto grave, corroborando con su silencio las largas peroratas del “maestro”, que introducía sus programas con intervenciones larguísimas que hacían que los discursos de Fidel Castro parecieran greguerías.
Pero esta veneración acrítica y tontorroide se rompió con la llegada del nuevo año y con la entrevista al rey. Sentado frente al monarca, Hermida se mostraba como lo que siempre ha sido, como un pelota redicho y cansino, que simula con tics, gesticulaciones y aspavientos una supuesta cultura de hombre vivido y leído, que puede reivindicar que su generación lo hizo todo por España, y que esa reivindicación no puede caer en el olvido. Ése era el mensaje de una entrevista caracterizada por una pretensión de naturalidad que trataba de disimular lo que ha de ser una entrevista: no una revisión nostálgica del pasado sino una rendición de cuentas. Y máxime si el entrevistado es un político. Porque eso es, eminentemente, el Rey de España, un político. Y camuflar su condición de “político” a través de epítetos como “embajador de España”, “representante de nuestro país” o “figura clave de la democracia” es el mayor eufemismo con el que se ha disfrazado al monarca para intentar venderlo como una figura que está por encima del bien y del mal.
Sin embargo, pese a que todo esto es triste, hay otro aspecto que no podemos olvidar, y es que la profesión periodística española se caracteriza no sólo por su cobardía, sino también por su ensañamiento con el débil. Como Hermida ya está mayor y no tiene el poder que tenía antes, al recibir las merecidas críticas que ha tenido su entrevista, todos sus compañeros de viaje han decidido convertirle en un icono del periodista cortesano y complaciente. Vamos, como si los demás pudiesen demostrar que no lo son.
El ejemplo más divertido es el de Juan Cruz, ese editor-escritor-periodista que, cuando entrevista, por ejemplo en la Cadena Ser, lo que hace es llamar a filas a sus amigos, que acuden a una charla de camadería porque, claro, no vayan a negarse y que Cruz les niegue el saludo en Alfaguara. Es la cultura high-class del Grupo Prisa, que lleva años moldeando los gustos culturales del establishment de un modo similar al de Hermida marcando la pauta periodística. Poco tiempo ha necesitado Juan Cruz para cuestionar a Hermida en un artículo del diario El País en el recoge los consejos de la sabia profesión periodística española. Ahí tenemos a ese periodista al que siempre se le recuerda por formularle, hace décadas, una pregunta incómoda a un presidente del gobierno: Iñaki Gabilondo, convertido en icono del compromiso por preguntarle a Felipe González si era la X del Gal, también opina sobre lo de Hermida. Es lo que tiene haber hecho en tu vida una pregunta obvia a un presidente del gobierno. Qué pasaría con todos los periodistas anglosajones que están a diario haciendo preguntas incómodas a todos los mandatarios. El caso es que Gabilondo lo tiene claro y nos da una de sus lecciones, esta vez sobre cómo tratar al entrevistado: “Has de preguntarle con respeto y con respeto has de esperar que te hable”. Y cuando acabe la entrevista, rezar tres padrenuestros.
Porque eso es lo importante, el respeto. Si entrevistáramos a los dueños de Bankia, respeto. Si entrevistáramos a Iñaki Urdangarin, respeto. Si entrevistáramos a Gerardo Díaz Ferrán, respeto. Respeto para Ignacio González, María Dolores de Cospedal, Duran i Lleida o Felipe González. Es decir, respeto a todos aquellos que han llevado, durante 30 años, a España a una situación de eliminación de derechos sociales mientras ellos, muy respetuosos todos ellos, se refugian en consejos de administración de empresas privatizadas o viven en el calor de multitud de sueldos no declarados. ¿Más consejos sobre cómo entrevistar? En el mismo artículo de Juan Cruz, opina Manuel Campo Vidal: “Humildad, respeto e investigación”. ¿Y qué opina otro gran periodista como Antonio San José? Que hay “que saber escuchar”. Seamos comprensivos, hermanos, porque la entrevista de Hermida, al fin y al cabo, no estuvo tan mal. Siguió el manual de buenas prácticas periodísticas españolas: saber escuchar y respetar. No hay que incomodar con tonos agresivos ni preguntas irritantes, no sea que se vayan a atragantar nuestros gestores y mandatarios. ¿Para qué está hecho el periodismo entonces? ¿Para incomodar? Por supuesto que no. Está hecho como todo en España: para rezar, asentir y obedecer. Y para que, mientras todo por aquí se sigue desmoronando, no dejemos de mirar a la Luna.
Compartir:
Tweet
Comentario de desempleado (14/01/2013 09:27):
Desde el respeto debo confesar que el artículo me ha gustado mucho.
Comentario de karpov (14/01/2013 10:29):
yo, desde mi ignorancia profesional, pienso que ser periodista es (periodista de los que opinan, no de los que machacan la calle, o tienen que redactar notas de prensa) saber contarle a los tuyos lo que quieren oír. la realidad no importa, importa reconfortar a los fieles.
muy buen artículo.
Comentario de Latro (14/01/2013 10:50):
Rematar la entrevista con “la generación del Rey” cantandose loas a si mismo fue el remate. Una desconexión total es lo que tiene dicha “generación”, que en el momento en que las generaciones siguentes ven su futuro mas negro y se indignan cada dia mas con las demostraciones de lo corrupto e inoperante del sistema, a estos no se les ocurre otra cosa que hacerse propaganda, pero mal. Un espectáculo de autocomplacencia con una gota de amargo reproche a quien ose decirles que, a lo mejor, lo bueno que hicieron lo jodieron después con lo malo, y que a lo mejor es hora de retirarse de una vez.
Comentario de JoJo (14/01/2013 10:50):
Un gran artículo, Manuel. Y me alegra que hayas comentado varias cosas: 1) Que Hermida es un pelota con los poderosos, 2) Que en España el deporte nacional es el tiro al plato, es decir, ascender a una persona a lo más alto y cuando está bien arriba, disparar y 3) Que los periodistas, al menos en los grandes medios de comunicación, no son más que propagandistas y se cuidan mucho de no molestar a los políticos, no vayan a caer en desgracia.
Comentario de Cossack (14/01/2013 12:47):
Del reportaje salvo a Soledad Becerril, que tuvo la decencia de admitir que la Constitución, y en general el proceso de la Transición “fue un comienzo, pero sobre el que se debía de haber avanzado y no se hizo”. Es la única chispa de autocrítica que hay en una representante de esa generación.
Comentario de Jewel (14/01/2013 13:40):
Sublime.
Todo lo que sean zascas en la cara al Juan Cruz, es sublime.
Saludos
Comentario de danniel (14/01/2013 13:43):
Esa generación del Rey, precisamente, es la que está hipotecando nuestro futuro, empeñados en seguir votando religiosamente y asegurando que la mierda de los suyos sabe mejor que la mierda de los del otro partido.
Esa generación y sus hijos más crédulos son los que están poniendo a esa casta de delincuentes en cargos públicos.
Y así estamos, en la democracia de los delincuentes, el Borbón es el Rey.
Comentario de lalo (14/01/2013 14:31):
felicidades por el articulo, breve y conciso
Comentario de CharlyJohn (14/01/2013 16:38):
Standing ovation de casi 2 minutos ,para este estupendo artículo.
Comentario de Latro (14/01/2013 18:08):
Comparemos por ejemplo con los británicos. Jeremy Paxman, que lleva décadas en la BBC entrevistando peña y al que no le tiembla el pulso ni un segundo en poner en un compromiso, cuando no directamente burlarse, del entrevistado. En una ocasión llego a repetirle la misma pregunta unas 12 o 14 veces a un político que no hacia mas que darle respuestas evasivas.
Aqui, en cambio, que Ana Pastor haga su trabajo mas o menos profesionalmente es ya un escandalo y a la calle que estorba.
Comentario de l.g. (14/01/2013 20:05):
Bien, bien…
Por cierto, ¿qué le pasa al rey en la cara? No sé qué medicación le están dando, pero vaya pasada.
Comentario de galaico67 (14/01/2013 20:48):
Tiene pinta de una de dos:
Se ceba como un tocino
Está tomando cortisona a paladas ¿Cancer? ¿ Esos huesos suyos tan recios?
Comentario de l.g. (15/01/2013 15:14):
Tiene más pinta de lo segundo que de lo primero, pero con el tiempo que se le lleva dando vueltas al asunto se ve que recio sí que es
Comentario de lolo (15/01/2013 16:36):
pero… vamos a ver: Hermida y Juan Car “I de Bourbon, luego de lo que sea”. Era todo muy previsible, hasta las 3 horas que tardaron en conseguir que el Campechano acertara a leer las respuestas.
¿Acaso esperabais preguntas del tipo “Corinna lo escupe o se lo traga, majestad”?
Comentario de mismendas (15/01/2013 17:57):
Al amigo de Corinna se le está poniendo cara de Louis XVI.
Cuidado con el barbero, Majestad!
Comentario de mismendas (15/01/2013 18:00):
Olvidé el enlace:
http://www.answers.com/topic/king-louis-xvi
Comentario de Beda el venerable (15/01/2013 19:58):
Hablando de Juan Cruz, ¿alguien se ha leído el libro de Bosco Esteruelas Todo Empezó con Obdulio? No sé que tal estará el libro como novela, pero la historia que hay detrás de su creación es muy esclarecedora.
Comentario de de ventre (15/01/2013 22:14):
yo he oído hablar de la historia (en Mongolia), pero con tanto seudónimo y tanto double entendre, no pispe nada, plis, explíqueme
gracias
j
Comentario de John Constantine (15/01/2013 22:25):
Amén a todo, incluidos los comments. Sólo apostillar que Hermida debe andar pasando algo de hambre, o estar a la espera de alguna presidencia de academia de TV o incluso un título nobiliario. O a lo mejor es que es subnormal. Porque cualquiera que le tenga un mínimo de aprecio debe haberle advertido que meterse en semejante jardín sólo iba a servir para quien alguna vez no se hubiese escojonado de él, lo hiciera ya a mandíbula batiente. Y para que las nuevas generaciones se dieran cuenta de una vez por todas de lo que es el periodismo de masas en este país.
Lo dicho, con su historial, con esta entrevista, no tenía nada que ganar (salvo lo ya hipotetizado arriba). Y a cambio ha dejado su imagen a la altura del metro de MAdrid.
Comentario de David (15/01/2013 23:44):
https://www.dropbox.com/s/2o199u9r4hscifb/Un%20rey%20golpe%20a%20golpe%20%28biografia%20no%20publicada%20del%20Rey%29%20%5BB3lf3g0r%5D.pdf
Comentario de lo pescador del Fluvià (16/01/2013 09:23):
Dedica un artículo a Victoria Prego, se merece uno pare ella solita.
Comentario de AriBenCanaan (16/01/2013 18:37):
Ojo, que si obvias la Megapapada de Su Majestad te encuentras con el jeto de…. Federico Jiménez Losantos. Será Fedeguico hijo de Borbón?
http://www.abc.es/Media/200906/16/10929237–253×190.jpg
Comentario de Beda el venerable (16/01/2013 21:16):
Número 18
Bosco Esteruelas trabajó como corresponsal de EFE y luego de El País en varias capitales extranjeras desde los 70 hasta el 2004, cuando se incorporó al equipo de editorialistas de El País. Parece que escribió un relato en el que caricaturizaba a Juan Cruz, Obdulio. Este relato circuló entre algunos miembros de la redacción del periódico hasta que, seguún dicen, la mujer de un escritor, Elvira Lindo?, se lo enseñó a Javier Moreno, el director-escudero o al propio Juan Cruz, no recuerdo ahora muy bien. A raíz de esto, le apartaron del equipo de editorialistas y luego fue despedido del medio.
Todo Empezó con Obdulio es una novela en la que aparece el relato de marras y luego se describe el acoso al que fue sometido el autor. Los nombres han sido cambiados y el final de la novela ya no tiene nada que ver con la historia original.
Aquí una entrevista al autor en la que se habla de los nombres reales y ficticios:
http://www.periodistadigital.com/periodismo/prensa/2012/09/28/bosco-esteruelas-grupo-prisa-juan-luis-cebrian-obdulio-todo-empezo-javier-moreno-elpais.shtml
Y aquí una reseña literaria de la novela:
http://criticoestado.blogspot.com.es/2012/12/la-caida-del-imperio-romano-contada-por.html
Comentario de Andrés Boix Palop (17/01/2013 09:36):
¿En serio Juan Cruz ha salido a la palestra a criticar a Hermida?
I love Spain
Comentario de Holofónico (17/01/2013 21:04):
No sabéis cuánto me tranquiliza saber que el rey está siempre ahí, velando por todos nosotros, y espantando con su sola presencia a los enemigos de la democracia. Cada día doy gracias a Dios por habernos dado como rey a este superhumano tan gracioso, tan valiente, tan entrañable y que tanto bien ha hecho y hace por la felicidad de nosotros sus vasallos.