El buen alemán, Steven Soderbergh 2007

El buen alemán pretende dejar ese saborcillo añejo e inconfundible de películas como Casablanca y El Tercer Hombre. De hecho, al igual que éstas,  se ha filmado en riguroso blanco y negro y, por si alguien no pillara el conceto del todo, hasta se ha incluido alguna que otra escena más que evocadora de esos dos clásicos de todos los tiempos.

Decimos blanco y negro riguroso porque Steven Soderbergh para esta película ha utilizado únicamente aparatos de los años cuarenta y ni un solo efecto digital propio de las computadoras y el progreso que, como buenos cinéfilos sabrán, terminarán destruyendo a la humanidad el día que las máquinas cobren vida y habrá que plantarles batalla en bucles espacio temporales y toda la pesca que si bien es muy épico, resulta un engorro considerable.

Hasta aquí, los logros del director son notables. Se trata de un ejercicio revivalístico de primer orden. Que le den un premio. Una pastilla de naftalina de oro o algo. Y que se conforme, porque más allá de esta consideración, señoras y señores, El Buen Alemán es una puta mierda.

La mitad de la película está elaborada con planos grabados en la época, por lo que al guapo Clooney con la frente arrugada mirando al horizonte hay que superponerlo. De esto, que a veces está muy bien, es preciso que subrayar que más de la mitad no. Que parece una atracción de feria comarcal. Nosotros no somos quiénes para celebrar que Soderbergh no utilice ordenadores y luego quejarnos de que se le nota el truco a la legua, tanto que da cosa hasta mirar. Pero tampoco nos lo vamos a callar: esto con Franco no pasaba.

En segundo lugar, tal y como hemos leído en la red a gente que se leyó la novela en la que la película está basada, parece que la adaptación se ha llevado a cabo con la intención de matar al autor de la misma de un disgusto y heredar sus bienes o alguna otra oscura intriga palaciega. Pues, por lo visto, los personajes que mueren en el libro, viven en la película, y los que están de paso por la novela, no se callan en el filme. Un sin Dios que lo mismo que desnaturaliza la trama podría engrandecerla, pero oye, qué le vas a hacer, aquí da como resultado un argumento un tanto difuso.

Porque, y tres, la historia no va a ninguna parte. Si nosotros supiéramos a ciencia cierta qué hay que hacer exactamente para que una película entusiasme como los clásicos anteriormente citados, obviamente, estaríamos haciendo cine y no farfullando desde el sofá sobre el que hacen los demás. Pero esto no es óbice para que, conforme la película se va rematando con los desenlaces, a uno no le quede otra que decir: po vale.

Y mira que el autor de Traffic hace buen acopio de elementos interesantes. Toma como marco la Conferencia de Postdam, donde los aliados se repartieron Alemania (el mundo ya lo apalabraron en Yalta); habla de la caza del hombre, tanto el criminal como cerebros tipo Von Braun, que como premio por la fabricación de la bomba V2 luego desarrolló la carrera espacial americana; inyecta conspiranoia para sugerir lo malo maloso malévolo sin escrúpulos que fue en determinados temas el Gobierno americano y surte generosamente de lo típico en estos casos, pasados oscuros, sentimientos de culpa, “lo hice por sobrevivir”: el eterno deja vu en todo lo relacionado con lo nazi.

Pero es curioso, con tantos ingredientes el pastel sólo sabe a maizena y alguna nota floral en el retrogusto sólo al alcance de los grandes gourmets pederastas del Rosellon. Se trata de un desglose argumental que no perturba, que no sorprende ni a un enfermo cardiaco hipertenso puesto de speed en pelotas solo y abandonado en mitad de la selva amazónica a las cuatro de la mañana. Ni que el montaje lo hubieran hecho funcionarios a punto de prejubilar del Ministerio de Vivienda. Todo resulta gris, insulso y soso.

Tal vez si se hubiera mostrado algún aspecto personal de los protagonistas habría más ganchos con los que zambullirse en una embriagante ficción. Si nos sacasen, qué sé yo, a Clooney leyendo el Marca en el váter todo feliz señalándose a si mismo en el espejo porque ha empatado el Palamós a domicilio. Pero nada, llegan, hablan, van y vienen a lo sumo con dos o tres muecas faciales. Más o menos lo mismo que con Buenas noches y buena suerte, que no estaba mal, peeeeeero era como hacer el amor con la oveja de otro, que sí, que te gusta, pero que no bala como a ti te pone.кастрюля ценараскрутка группы в соцсетях


Compartir:

  1. Comentario de Javi (22/03/2007 10:22):

    Yo creo que nuestro problema es que estamos tan flipados con todo lo que huela a 2GM que normalmente solemos quedar decepcionados con lo que se hace, porque nunca alcanza nuestras expectativas.

    Aún así, sin haberla visto, no quiero opinar.

  2. Comentario de de ventre (22/03/2007 10:44):

    Hay una peli del soderbergh ese que se llama “the limey” y que tradujeron como “el halcón inglés” (jarl!).

    era como un thriller de serie b con terence stamp mayorzote, que siempre mola. hacía de ladrón de vuelta de todo que decide retirarse del mundo y recuperar el amor de su hija y bla, bla, bla. la hija la palma y él ha de averiguar quién ha sido y vengarse.

    lo curioso es que soderbergh compró los derechos de una peli del stamp de segunda fila de cuando era jovencito e intercalaba imágenes a modo de flash-back. le daba un aire meláncolico muy conseguido por el contraste entre la resignación del personaje mayor y las esperanzas del jovencito.

    la vi en los aragón, qué nostalgia!

    vaya, no sé si me gusta mucho soderbergh así que no creo que vaya a ver la peli. y eso que cate blanchett tiene grandes dosis de morbo pelirrojo!

    j

  3. Comentario de paco (25/03/2007 12:08):

    Álvaro anhelamos una crítica tuya de 300.

  4. Comentario de Jorge Galindo (27/03/2007 18:41):

    Totalmente de acuerdo. Joder. Por fin alguien lo dice. Sobre todo la cansina repetición en el tópico que mentas, el “lo hice por sobrevivir, todos éramos nazis de alguna forma” etc. De todas formas, he de decir que a mí “Buenas noches y buena suerte” sí me puso. Mi novia se durmió en el cine, todo sea dicho, pero yo estaba ahí en la butaca, emocionao. Supongo que es para hacérselo mirar. Lo mío, digo.

Comentarios cerrados para esta entrada.

888starz poland melbet download