Liga: Jornada XIII
ZARAGOZA 1 – OSASUNA 2: Víctor Fernández, ese tipo descreído que adoctrina con aire profesional, como insinuando que en el mundo hay cosas por encima de Dios (el propio Víctor Fernández, por ejemplo), sufre un severo correctivo a manos de ese equipo de siempre carlista y requeté-católico que es, como buen vascongado, Osasuna de Pamplona.
VILLARREAL 2 – NÀSTIC DE TARRAGONA 0: Duelo levantino, de provincias, mediterráneo. De espiritualidad fofa y amorfa, en consecuencia. Pero los empresarios que con mano de hierro gobiernan el Villarreal han sido de siempre más católicos que los prebostes del Nàstic, aficionados a poner también una vela al diablo (a fin de cuentas, no tenemos ni idea de quiénes son o a qué se dedican, pero si Carod Rovira es de allí han de ser necesariamente tipos sospechosos). O al menos, más reciamente católicos. Lo suficiente para ganar 2 a 0.
RECREATIVO DE HUELVA 2 – VALENCIA 0: En una jornada marcada por Nuestro Señor el Valencia de ese amoral y libertino que es Quique Sánchez Flores sólo podía caer derrotado. La furia divina, para no hacer sangre, no le ha lesionado a nadie. Es extraño. ¿Acaso se habrá alguien ahí arriba apiadado, pensando que entre los fracasos deportivos y tener que soportar a Juan Soler y Carboni ya tenía lo suyo por esta semana? Craso error, de ser así. Mientras en la entidad estos dos personajes, de religiosidad probada y, muy especialmente, sus pías mujeres, nos asuman (más todavía) el mando con todas sus consecuencias, las cosas sólo debieran ir de mal en peor si es que existe la Justicia Divina. Dios quiere al Comando Opus-Prada, de la boutique a misa de ocho, de la sacristía a los desfiles de Milán, al mando. Así que desde LPD, y con la legitimidad que me otorga ser seguidor del Valencia, pedimos a estas dos señoras que den un paso al frente de una vez y se coloquen respectivamente de entrenadora y directora deportiva. Para que se visualice de una vez su importancia y el Señor deje de masacrarnos.
REAL SOCIEDAD 0 – GETAFE 0: Los equipos de Don Bernardo siguen dando espectáculo a gusto de lo que el alemán interpreta que conviene mostrar para aspirar en mejores condiciones al soñado banquillo del MEMYUC. Como ahora la moda es el rigor defensivo, no hay quien marque un gol al Getafe. Dios Abondanzieri, o como se escriba, aparece regularmente para desbaratar cualquier insidia del maligno. Y, mientras tanto, Míchel pena con el Castilla en Segunda División. Tendrá, a este paso, que acabar conformándose con la Presidencia del club como premio de consolación, el pobre.
REAL MADRID 2 – ATHLETIC DE BILBAO 1: Comprueben con qué gracia y salero hemos hecho una transición a las cuestiones que atañen de verdad a Nuestro Señor: la marcha del MEMYUC. En una jornada de Dios como la que comentamos sólo la victoria del Madrid podía ser admisible. De ahí que incluso Ronaldo haya visto cómo se le concedía la gracia de ser tratado como un atleta comprometido por la prensa durante unas horas, hasta que vuelvan a lloverle palos por enchufar incluso los balones que le sirve Míchel Salgado. No ha de encomendarse el Madrid, con todo, demasiado a los diablillos descreídos que copan su organigrama: Mijatovic, el propio pre-ex-Presidente Calderón… Afortunadamente Capello sí parece ser un buen depositario de las pías esencias que aseguran la correcta administración de la identidad de España.
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Comentario de imprescindible (14/12/2006 20:47):
A ver si nos aclaramos, porque Osasuna igual es católico, apostólico y romano (o lo que es lo mismo, español de pura cepa, con certificado COPE de autenticidad), que de repente es parte de la Antiespaña y Rub Al-Kabba es presidente de honor. La liga es un tema serio y no valen esas dualidades.
Comentario de Andrés Boix (15/12/2006 13:27):
En lo que a mí respecta, como creo que en su día expuse, desde que adoptaron ese carlista nombre de Reino de Navarra para su estadio y empezaron a convertirlo en un club de descanso para las visitas del MEMYUC, pasé a entender que Osasuna estaba perdida para la causa de la Antiespaña.
Pero tienes razón en que a veces ns dejamos llevar, confundidos, por ramalazos de esa Navarra ahora felizmente enterrada en el marco de consenso impuesto por la UPN. Mea culpa.