ADAPTATION
Spike Jonze, 2002
Un guionista recibe el encargo de adaptar al cine una novela. El guionista, incapaz de realizar una adaptación coherente, se sumerge en una crisis creativa de la que no puede salir. Su hermano gemelo, mucho más optimista y más identificado con escribir historias comerciales, decide ayudarle, investigando a la autora de la novela y descubriendo que ésta escribió un falso relato autobiográfico: la autora de la historia original abomina de su novela y se dedica, en realidad, a mantener una relación de sexo y drogas con el personaje al que retrata en su libro. Al final, el guionista decide escribir todo este proceso creativo como el guión de la película.
Éste podría ser el resumen de “Adaptation” (titulada en España “El ladrón de orquídeas”) una película tan estimulante como inclasificable, que supone una compleja reflexión sobre la autoría y la naturaleza de la narración. El entramado de relaciones entre realidad y ficción se dificulta si pensamos en que el personaje que interpreta Nicolas Cage (el guionista Charlie Kaufman) es un personaje real, que adapta una novela real, “El ladrón de orquídeas”. Los elementos de ficción, como el personaje del hermano gemelo, aportan todo un rosario de matices para contar una conmovedora historia de amor en una película de una estructura muy elaborada. Resulta un mecanismo recurrente en cierto modelo de cine americano independiente, el del rompecabezas que esconde la adaptación más cercana posible a los textos literarios que utilizan como fuente: pensemos en “Looking for Richard”, de Al Pacino, una de las mejores lecturas de Shakespeare que ha dado nunca el cine.
Otro punto son los actores, en especial Nicolas Cage, que realiza un tour de force realmente encomiable, al encarnar a dos hermanos gemelos de personalidades opuestas. El encontronazo final entre sus respectivas filosofías de vida (“Uno es lo que ama, no lo que le aman”, le recuerda Donald a su hermano Charlie) conmueve por la interpretación de Cage, que se enfrenta a una planificación sencilla basada en el plano/contraplano, es decir, basada en un mecanismo básico de la escritura cinematográfica norteamericana. Cage realiza, en definitiva, uno de sus mejores trabajos para el que se empleó a fondo, abordando el estudio de sus personajes de una manera opuesta a como lo había hecho hasta el momento, incluso en el apartado físico, ya que llegó a engordar varios kilos para representar las ansias existenciales de Charlie Kaufman.
Y un nombre que apuntamos como la última esperanza blanca del cine independiente americano: el director Spike Jonze, que confirma con esta cinta las expectativas que había creado con su personalísima película “Cómo ser John Malkovich”. Los apuntes de aquella obra aparecen dibujados plenamente en “Adaptation”, todo un prodigio narrativo que vuelve a plantearse la naturaleza del perspectivismo y la fragmentación del cine americano: no olvidemos que el cine moderno americano arranca en una película de una composición tan compleja como “Ciudadano Kane”.
Así, ante un abanico de estrenos en que los directores independientes, tanto americanos como europeos, tienden a repetirse (desde Woody Allen a los hermanos Coen, desde Nanni Moretti a Lars von Trier), “Adaptation” supone un magnífico ejercicio de reflexión y diversión. Porque, por si se nos ha escapado, la película es también divertidísima. El cine también se trata de eso.
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