Tomás Roncero
Un aspirante más a presentador del Telediario
Siguiendo con nuestro pequeño repaso a ese ramillete de profesionales del periodismo deportivo que hacen gala de una abigarrada estolidez, hoy sentamos en el banquillo de los acusados a D. Tomás Roncero.
Es Roncero un efecto perverso (eso que ahora llamamos daño colateral) del estilo periodístico de José Ramón de la Morena. Esa forma de dirigirse a la audiencia como si todos fueramos “coleguis”, exhibiendo las fobias y filias particulares como demostración palpable de la tremenda “humanidad” del periodista que en De la Morena tuvo su gracia al ser el pionero, se transmuta en algo dificilmente soportable cuando es puesto en práctica por la legión de sus continuadores.
El caso de Roncero es quizá el más patético de todos, dado que utiliza como guiño a la audiencia algo tan controvertido como un especial fanatismo deportivo con el Real Madrid. Cualquiera que escuche sus comentarios durante las retransmisiones deportivas de la COPE, estará de acuerdo en que un espectáculo tan lamentable como el de Roncero exibiendo su hooliganismo merengón sin ningún pudor, es algo que provoca vergüenza ajena más que la sonrisa cómplice que pretende (suponemos) conseguir en el oyente.
Evidentemente alguien ha debido decirle que esta forma de conducirse es extremadamente graciosa, o quizá se haya mirado al espejo llegando a esa misma conclusión. Sea como fuere, si lo que pretende es ganarse el aplauso de la audiencia intelectualmente más presentable va por muy mal camino. Si por el contrario, su deseo es ser jaleado por el Madridamen más descerebrado o incluso hacer oposiciones para ese puesto entrañable de “tonto del pueblo”, desde luego no podría estar haciéndolo mejor.
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