Javier Pradera

El gurú del Imperio del Monopolio

Reclínense, señores. En el universo PRISA no se puede mentar a Javier Pradera en vano. Su palabra es ley, guía de la estrategia de todo el grupo durante los días siguientes.

Quienes estén acostumbrados a escuchar a Pradera en la radio, o a leerlo en El País, convendrán conmigo en que el hombre tiene un carácter un tanto avinagrado. Siempre parece que a Pradera la grúa se le acaba de llevar el coche, o se le ha muerto su mujer, o acaba de ver a su hijo Máximo haciendo el payaso en Canal Plus.

Pradera no es un periodista del grupo PRISA, así que quizás no debería estar aquí. Es un ideólogo, el encargado de fustigar a los enemigos mediáticos y políticos de Polanco y de fijar los temas de opinión del periódico. Pradera tiene encargada una misión divina: extender los preceptos de PRISA allá por donde pasa, haciendo siempre gala de un tonillo displicente y soberbio que le granjea muchos enemigos, pero, sobre todo, le asegura que todos sus subalternos en PRISA (es decir, todos menos Cebrián y Polanco) le sigan como los corderos siguen al pastor, es decir, por miedo a los palos de Praderita.

En la tertulia de Iñaki Gabilondo todos los que participan tienen que someterse a los turnos establecidos por Gabilondo. Todos menos uno, Javier Pradera, que no sólo habla cuando y cuanto le da la gana sino que también decide si el propio Gabilondo puede hablar. La intervención de Pradera convierte, por un momento, al programa Hoy por hoy en una imitación de la Cadena COPE por el tono de autoridad eclesiástica que utiliza el interfecto. Todos los feligreses escuchan fielmente las pláticas del gran vate.

Pradera dirige, junto a Fernando Savater, una revista casi tan intelectual como la de Alfonso Guerra, llamada “Claves de razón práctica”, que si fuera una película habríamos incluido ya en Títulos de películas lamentables. Es el tributo que paga Polanco a Javier Pradera por sus desvelos: Tú pon a parir al PP y a Pedro J., que luego yo te dejo que satisfagas tus ínfulas de intelectual de medio pelo en esta revistilla, que, total, no lee nadie (ni siquiera los periodistas de PRISA, siempre que puedan escapar a los ojos del Gran Periodista).как продвигать бренд на рынкесколько стоит поддержка сайта

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