Capítulo LXI: Ramón Berenguer, Berenguer Ramón

Año de nuestro Señor de 1076

Y como no podía ser de otra manera, los gemelos le salieron bastante mal al Viejo; y eso que, curándose en salud y para que no le acusaran de comunista, Ramón Berenguer había llamado a sus hijos según los “Usatges” familiares más rancios y tradicionales, casi como si sonase de cachondeo: “Ramón Berenguer” y “Berenguer Ramón”; ¿se imaginan las dificultades que tendría el Viejo, habida cuenta de su (suponemos) visión escasa, para diferenciarlos a ambos, habida cuenta de que (no lo olvidemos) encima eran gemelos?
No es de extrañar que tal cúmulo de similitudes pusiera esquizofrénico no sólo al Viejo sino también a sus hijos, apodados, respectivamente (algo había que hacer), “Ramón Berenguer II, el Cabeza de Estopa”, y “Berenguer Ramón II, el Fratricida”. No sabemos si el Fratricida hizo lo que hizo para hacer honor a su título, o (lo más probable, a menos que consideremos a los Antiguos como unos malpensados) el mote se lo ganó a pulso, pero el caso es que el Fratricida, en 1082, harto de que todos los parabienes de los súbditos fueran para el Cabeza de Estopa (“Él es el auténtico Conde, un Ramón Berenguer como Dios manda, su hermano, Berenguer Ramón, es un advenedizo”, etc.), decidió tomarse la justicia por su mano y, de paso, instituir los Usatges de su padre el Viejo de una manera, hay que reconocerlo, muy española: Berenguer Ramón II eliminó, aprovechando una cacería, a su hermano Ramón Berenguer II y se hizo con el poder absoluto, permitiendo, al mismo tiempo, que la dinastía de los Berenguer siguiera siendo totalmente simétrica (Berenguer Ramón, Ramón Berenguer, Berenguer Ramón, Ramón Berenguer, etc.), justificación histórica de calado que suponemos que arguyó ante sus súbditos.
Además, como buen cristiano, el Fratricida cedió el trono a su hijo, Ramón Berenguer III (obsérvese como la simetría sigue ante todo) y se fue a la Primera Cruzada con Pedro el Ermitaño (1096), donde, naturalmente, murió como sólo un español sabe hacerlo (a hostias).
Y su hijo, Ramón Berenguer III El Grande, hay que reconocer que fue Grande, al menos el más Grande de todos los Berenguer que en este mundo han sido (que ya es decir); y no sólo porque conquistase las islas Baleares, aunque luego los almorávides (que eran unos moros muy malos, nada españoles al principio, de los que ya hablaremos en su momento) las reconquistasen, ni siquiera porque lograse rechazar la invasión almorávide de sus territorios peninsulares, ni por sus casi 40 años de próspero reinado (1096 – 1131); no, todo esto palidece ante dos hechos fundamentales, dos auténticas hazañas no ponderadas en su justa medida:
En primer lugar, al convocar a los nobles a la lucha con los almorávides, Ramón Berenguer III el Grande utilizó el vocablo “Catalunya”, demostrando que los orígenes del Imperio Catalán son casi tan antiguos como los del ser español, de hecho estaríamos dispuestos a asegurar que, después del País Vasco y España, Catalunya es el país más antiguo que existe; los actos fundacionales de la nación catalana, contrariamente a los deseos de algunos envidiosos que aseguran que es una invención de los Jocs Florals del siglo XIX, ya estaban insertos, sin duda, en el inconsciente colectivo de los siervos del sistema feudal, que serían siervos, sí, pero siervos catalanes.
Por otro lado, y esto es lo que a nosotros verdaderamente nos maravilla de Ramón Berenguer III, es que el tío era tan Grande que renunció incluso a continuar con la simetría de los Berenguer; como sólo los Grandes hombres saben hacerlo, llamó a su hijo Ramón Berenguer IV, en lugar de Berenguer Ramón III, como habría sido deseable; a fin de cuentas, los Grandes hombres son así.
En el siguiente capítulo haremos una reflexión sobre los orígenes del “ser catalán” a través, cómo no, de la proliferación de las iglesias románicas, así como su temprana diferenciación del resto de los españoles (motivo por el cual hemos podido configurar un devenir histórico diferenciado hasta el momento en nuestra Histeria medieval); a continuación debería seguir el capítulo dedicado a Ramón Berenguer IV, “El Pederasta”, pero ya saben Ustedes que contar la Histeria de España medieval es un problema no sólo para el Ministerio de Educación sino incluso para nosotros, así que nos tememos que para llegar al Pederasta tendrán que esperar unos 40 capítulos más, porque por el camino nos hemos dejado “algo” (Castilla, León, Navarra, Aragón, el Cid, …); y si Usted ha venido a parar aquí no por tener cierto interés en nuestra Histeria, sino tecleando en algún buscador la palabra “pederasta”, sentimos decirle que este no es su sitio; ni ahora ni dentro de 40 capítulos encontrará aquí satisfacción a sus (impuros) deseos; según haya sido su educación, y con el fin de curarle, le recomendamos una visita, bien a nuestra sección de Sexo, bien a Teología.birthday party in new yorkфото дизайна комнаты


Compartir:

Nadie ha dicho nada aún.

Comentarios cerrados para esta entrada.

В 1вин зеркало каждая ставка может стать выигрышной. Простая регистрация, зеркала для безопасного входа и щедрые бонусы ждут всех азартных игроков!