El Jugador – Fédor Dostoievski
El que juega con fuego, al final se quema
Título: El jugador
Autor:Dostoievski
Categoría:Novela
Siglo: XIX
Comentario.
Dostoievski era un ludópata, un jugador compulsivo, alguien que vivía siempre al límite (como nosotros), y escribió esta novelita corta por encargo en tan sólo dos semanas. No es para tanto, dirán ustedes. Todos conocemos a locos que escriben una cantidad de texto similar en más o menos la misma cantidad de tiempo, incluso hay gente que actualiza diariamente su página personal. Sí, es cierto, pero no es lo mismo. Al fin y al cabo, esta novela de Dostoievski es una de las obras cumbre de la literatura.
El maestro ruso sintetiza perfectamente los sentimientos, pasiones y decadencia del jugador profesional, todo ello trufado con una de las pocas cosas que pueden ser aún más perniciosas que el juego: las mujeres. Tal cóctel deriva en lo que todos esperábamos, un personaje totalmente arruinado, más ludópata que nunca y abandonado por su amada (que, como es natural, sólo estaba con él por la pasta).
Algunos líderes políticos no han aprendido suficientemente de sus errores y se dedican a pactar con el diablo, en la convicción de que, al final, conseguirán su objetivo. Pero los caminos del señor son inescrutables y, finalmente, la afición por experimentar acaba trayendo enormes problemas, y el (Buru) Batzar se acaba convirtiendo en un Casino de mala muerte en el que siempre sale el número 0, porque el luchador por la libertad que hace de croupier es el que pisa el pedal a conveniencia.
Las enseñanzas morales que derivan de esta novela son, como pueden observar, múltiples. El maestro ruso deja bien claro que los experimentos, con gaseosa, y que más valen las tradicionales máquinas tragaperras del cupo vasco que la ruleta rusa, por más que los beneficios potenciales sean mucho mayores.
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