Córdoba
ANÁLISIS EQUIPOS TEMPORADA 2002 – 2003
OBJETIVO: Con dos cojones vamos a considerar que el objetivo del Córdoba es meterse en Primer División. Motivos los hay a patadas: se trata de la tercera ciudad de Andalucía (y las dos primeras ya tienen a sus escuadras en la División de Honor), el equipo se ha reforzado como pocos en la categoría, ya han despedido a su primer entrenador y, sobre todo, sus aficionados son cordobeses, esto es, exagerados como pocos. De forma que si ponemos como objetivo subir a Primera somos modestos en comparación con ellos, que directamente se ven ya ganando la Liga de Campeones.
TRAYECTORIA: El Córdoba, tras pasar unos añitos en el purgatorio de la Segunda División B, logró el ansiado ascenso hace cinco temporadas. Desde entonces se ha consolidado en Segunda División como uno de tantos equipos sosos que pueblan la categoría y que logran, año tras año, salvar los muebles. Uno de esos equipos que hacen que nos preguntemos cómo es posible que haya aficionados de los mismos que acudan, domingo tras domingo, a presenciar el partido.
FIGURAS: Evidentemente nuestra elección de la figura del Córdoba está clara: su delantero brasileño Augusto Whelliton. Este jugador es un ejemplo paradigmático de cómo cualquier equipo español, por malo que sea, es capaz de adquirir a jugadores brasileños de calidad acorde con la del resto de jugadores, por mucho que estos últimos provengan de las zonas más recónditas y alejadas de la “magia futbolística” de España. El tipo, como cualquier brasileño mediocre que se precie, ha hecho lo que todos: presentarse como fino estilista y goleador medianamente eficaz en pretemporada e inicio de la competición. Luego, en cuanto conozca los encantos de la ciudad y de la cultura andaluza, la cosa quedará en nada.
NUESTRO CONSEJO: Córdoba lo tiene casi todo para convertir a su equipo en un Primera de garantías: Estadio municipal puesto a disposición de una entidad privada (pero “por el bien de la ciudad”, claro), afición entregada y triunfalista, historial glorioso (que incluye incluso algún paso por Primera, efímero, pero menos da una piedra) … Sólo le falta al Córdoba un condimento imprescindible para alcanzar la gloria: un Presidente mediáticamente vendible. Dado que el hombre logró el unánime favor de sus ciudadanos como Alcalde proponemos desde aquí, modestamente, a Julio Anguita, hombre de bien que no desentonaría en absoluto en las Asambleas cada vez más esperpénticas de la Liga de Fútbol Profesional. Este hombre es el idóneo para el puesto, pues ni siquiera su capacidad para llevar al fracaso a las organizaciones que dirige le haría desentonar en un mundo como el del fútbol. Por otra parte su popularidad es indiscutible (nadie le votaba pero era el líder sistemáticamente mejor valorado) y su acrisolada honradez le convertiría en el típico elemento exótico dentro del universo del balón. En cuanto a la hondura de discurso requerida para estas tareas Anguita está sin duda preparado: tan solo ha de sustituir el “Programa, programa, programa” por un “Goles, goles, goles” y acabará marcando una época en cuanto a filosofía furbolera.
COMENTARIO: El Córdoba parece llamado, por una vez, a plantearse cotas mayores en el mundo del fútbol. La planificación de las últimas temporadas está buscando el paulatino afianzamiento de la entidad entre los equipos con posibilidades de estar en Primera División, lugar en el que no necesariamente desentonaría. Basta para confirmar esta impresión recordar, sencillamente, qué equipos hemos tenido que padecer en Primera los últimos años (y seguimos padeciendo). Nos resultaría gracioso que Córdoba contara con un equipo en la máxima categoría del fútbol español sencillamente porque de esta forma podríamos presenciar a lo largo de la temporada una serie de partidos que podrían ser, simplemente, espectaculares. Piensen, si no, en trasladar los derbies regionales contra Sevilla, Betis o Málaga plagados de mal fútbol y marrullería que han tenido lugar en Segunda a Primera y relámanse.
EL COMENTARIO DE NUESTRO TÉCNICO: Esteee, Córdoba es una ciudad imperial, en la que el arte rezuma por todos los costados de su callejas intrincadas. Hermosísima cuna de la civilización más gloriosa que Iberia ha dado nunca al mundo en sus terrenos de juego se encuentra la respuesta a cómo debiera ser el moderno balompié del siglo que viene, respetuoso con tradiciones de todo tipo y abierto al mundo. Fútbol califal, fútbol andalusí en estado puro, fútbol arte. Lamentablemente incomprendido e injustamente castigado por la esencia resultadista de este deporte, que le impide disfrutar y premiar a todo lo bueno en muchas ocasiones.
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