Vivan las caenas

Pasito a pasito -ayer Querido Emilio se compraba la parte de Banesto que no le regaló el PSOE-, el sistema financiero más sólido del mundo sigue avanzando en su proceso de reforma. Por un módico precio superior a los 200.000 millones de euros de dinero público obtenido en lo que el Gobierno llama «condiciones muy ventajosas», y reformas como la obligada bancarización de las cajas por el liberal procedimiento de exigirles un 25% más de capital que a los bancos con los mercados secos, nos va a quedar un sistema financiero aun mejor, si cabe,que el que teníamos.

Sin competencia, con casi todas las entidades sistémicas -o, por decirlo mejor, impunes gracias al consenso submoral que impone el rescate de los bancos a cambio del hundimiento de la economía- y, en fin, con un proceso de concentración basado en el modelo «todos los huevos en el mismo cesto» que tantas alegrías y éxitos ha proporcionado a la economía española.

Y si algo falla, como siempre, indultos.

La hoja de ruta autonomista

Está muy bien exigir claridad al proyecto independentista, claro que sí. Lo que no estaría de más es exigir esa misma claridad al proyecto autonomista, sobretodo cuando es el que ocupa el poder en Catalunya. No hace demasiado, teníamos a la misma CT explicando que el estatut que pactaron Mas y ZP era la pera, haciendo piña con los muchachos de PSC e IC, y diciendo que oponerse a la chapuza era ir con el PP.

Ya ha pasado algún tiempo, y los efectos del Estatut son ciertamente apreciables. La Generalitat está quebrada, sus competencias de autogobierno son irrelevantes, sus mecanismos de lucha contra la crisis son inexistentes y, en fin, los resultados del proyecto autonomista están a la vista de todo el mundo que sepa contar, aunque sea con los dedos: destrucción del bienestar, destrucción del empleo, destrucción del autogobierno, destrucción de la sociedad. Y, por supuesto, de la mano de CiU, que pasaría de malvados derechistas a estadistas del copón.

Habida cuenta de la incompetencia y la corrupción que caracteriza a los políticos catalanes que han recibido el mandato en las urnas de romper la legalidad española con una consulta, es bien cierto que el proceso independentista presenta muchas incógnitas y se debe afrontar con espíritu crítico y los huevos por corbata. El proyecto autonomista, en cambio, no presenta una sola incógnita: es la ruina seguro que hemos vivido, vivimos y viviremos y únicamente se puede afrontar de una forma: huyendo, ya sea vía emigración, ya sea vía rompiendo con el Reino.

Tots units fent fossa

Ya es oficioso el acuerdo de Govern entre CiU y ERC. Los segundos se comprometen a secundar los recortes sociópatas de los primeros con recortes cosméticos que no van a evitar el hundimiento de la economía catalana, y los primeros se comprometen a hacer una consulta «antes de 2015», esto es, en medio del período en el que está previsto el nuevo proceso de reforma de los tratados de la UE. Esto es, habida cuenta de que la consulta es científicamente imposible -necesita aprobación de los bwanas de Madrid, y los poderes públicos catalanes no tienen ningún censo para plantearla de forma unilateral-, situa en la práctica el proceso -si es que se quiere hacer para entrar en la UE, como asumen CiU y ERC- más allá del próximo proceso de reforma europeo, por lo cual Catalunya tardaría una década addicional en acceder a la UE.

Para secundar a CiU ERC ha optado por el mismo sistema que en su día usó Portabella en el ayuntamiento de Barcelona, donde apoyaba obedientemente todos los presupuestos aunque desde fuera del Govern. El resultado en las urnas de esa estrategia, por llamarla de algún modo, fue el hundimiento conjunto del PSC y ERC, y eso que el ayuntamiento y sus numerosas cagadas no tenían nada que ver, ni cualitativa ni cuantitativamente, con lo que va a suponer en Charneguistán la intervención de facto de las finanzas de la Generalitat, que será un desastre que a los partidos les cuesta intelectualizar. Recortes superiores a los peores impuestos en Grecia como los que se van a implantar tienen una probabilidad de 1 sobre 1 de destrozar la sociedad catalana, que lleva dos años a un ritmo de 1 manifestación cada 2 horas.

Ayer ERC fue el único partido que no pidió la dimisión del Conseller del bate, que siguió echando balones fuera y mintiendo a todo dios de una manera que recuerda mucho al nacional-católico Acebes Paniagua. Eso es lo que viene: un gobierno autonomista, que va a aplicar recortes mientras trata de tapar los escándalos de corrupción que la Brunete policial y judicial irá publicando a conveniencia aprovechando la ausencia de nada que se parezca mínimamente a un Estado de derecho en el Reino de España, con un proyecto inexistente. Si la pasada legislatura era la de un pacto fiscal que acabó en un texto de un folio tirado a la basura y otro texto de un folio aprobado deprisa y corriendo para impulsar una hacienda catalana de acuerdo con las diputaciones, esta será la de una consulta imposible.

Que viene, que viene

Bolo sobre la cultura y sus luchas en Charneguistán capital. Hablan los ponentes. El señor CT va y dice que hay que separar cultura y política, y se saca un Godwin del sombrero para decir que los nazis mezclaban cultura y política.

Acaban los ponentes, y empieza el show. Una señora centra desde el corner y dice que se ha quedado helada al oír que cultura y política no tienen nada que ver. Interrumpida por un empresario del ramo, que aprovecha para recordar los millones de muertos del comunismo a Pau Llonch, es desmentida por el ponente, que niega haber dicho lo que ha dicho. El señor CT aprovecha para decir que su empresa, Focus, no recibe subvenciones, y larga un discurso diciendo que su política -sí, repartía en el ayuntamiento- siempre fue subvencionar sólo lo que no puede competir en el mercado, y no dar un céntimo a obras que pueden aguantar un año en cartel.

Sale otra señora que pregunta por qué los trabajadores de la cultura no están encerrándose en los centros, como los maestros o los médicos. La poli, por cierto, tampoco se encierra, en lo que es otra metáfora de la CT. Aparece, por fin, la estrella de la noche, un señor llamado Quim que, con datos del Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya sacados por él mismo, afirma que la compañía del señor CT sí cobra subvenciones de centenares de miles de euros. Y los teatros de la compañía, como el Villarroel, pues también. El señor CT lo niega todo de forma muy vehemente.

Otra señora pregunta por la corrupción en la cultura. Una de las ponentes, Itziar González, habla de una empresa que cuesta poco identificar. Otro de ellos, Guillem Martínez, dice que el cambio de época es que una señora del público va y dice «usted no ha dicho eso» y se queda tan pancha, y que la mesa ya no tiene ningún poder ni prestigio frente a la gente que, en su casa y con sus manitas, pasa de la propaganda y busca información.

En resumen, beligerancia en el público, y beligerancia también en la mesa, que supo rematar los centros que recibió con solvencia. Y, por supuesto, la necesidad de incluir en esa auditoría de la deuda que vamos a tener que hacer sí o sí a un sector que, en España, lo ha petado.

El independentismo y la CT

El batakazo del President Mas en particular y de la CT catalana en general en las elecciones del pasado 25N ofrece una interesante lección sobre los límites y alcance de la CT en Catalunya. La adhesión inquebrantable al proyecto de Mas -recortes+ referendum, en ese orden- no solo no evitó, sinó que hasta cierto punto fomentó, el batakazo de Mas, al movilizar el voto españolista de forma simétrica a como la Brunete mediática fomenta el independentismo.

Sin embargo, la CT catalana opta por seguir adelante como si nada hubiera pasado. Como si la cosa tuviera la menor posibilidad de ser viable -en un entorno en el que la CT española está siendo barrida por la misma crisis que dejó tocado a Mas y que va a dejar a ERC más que tocada una vez confirme que se come los recortes de los froilanescos presupuestos de 2013- se está promoviendo la firma de un acuerdo secreto, siguiendo los usos de la tradición democrática española.

Como en el mundo hay pocos ejemplos de procesos que hayan salido bien, la intelectualidad indígena ha decidido tomar como referencia el proceso de la transición española, cuyos resultados disfrutamos 24 horas sobre 24 7 días de cada 7:

«Torno a buscar inspiració en la transició democràtica espanyola: Adolfo Suárez no hauria tirat endavant el procés sense un consens amplíssim, no només a l’entorn de la forma de govern, sinó també dels canvis econòmics estructurals. Els pactes de la Moncloa van implicar les esquerres i els sindicats en un moment de dimensió històrica

No sé quién les ha metido en la cabeza que la mejor manera de combatir al españolismo es usar la CT. Más allá de debates sobre la idoneidad de comerse a los caníbales, la cuestión aquí es hasta qué punto es conveniente para el independentismo tirar a la basura toda la experiencia de las consultas -basadas en la confrontación democrática, y en el uso de una cultura política en las antípodas de la CT- para jugar el partido regalando a los bwanas la oportunidad de jugarlo con sus propias armas y reglas lo que les concederá, y eso como mínimo, al menos una minoría de bloqueo muy relevante.

Imagine, la película

Con el agradecimiento, una vez más, para la división de superproducciones audiovisuales del Rival Petit, ahí va el musical de Imagine, esa reflexión sobre un mundo utópico en que los indepes no tenemos el lastre de esa Generalitat con su corrupción, su quiebra, sus pelotas de goma, su irrelevancia jurídica y un largo etcétera de asuntos que hacen que, lejos de esa interpretación ingenua que la equipara al Barça, la convierten por la vía de los hechos en una realidad perica y, en tanto que perica, filial oficioso del Montoro de turno.

La Estrella de la Muerte

Quedan pocos días para poder firmar en apoyo de la petición popular para que Obama inicie los trabajos de construcción de una Estrella de la Muerte. La iniciativa, nacida aquí, surge de una modesta proposición para reactivar la economía gringa ahondando en la interesante vía keynesiana que caracteriza a Obama.

Se calcula que la construcción de la Estrella de la Muerte tendría un coste aproximado de 852,000 billones de dólares, lo que permitiría multiplicar por 50.000 el actual PIB de los USA generando, además, puestos de trabajo y desarrollando multitud de empresas punteras. Como se trata de un coste elevado incluso para los estándares manirrotos de Obama, la única solución para financiarla sería la emisión de deuda por valor de los 852.000 millones de dólares mencionados.

¿Qué puede salir mal?

34 años que parecen 74

Mañana se cumplen 34 años del milagro que no he votado, valga esta foto entrañable hecha en el viaje de Su Majestad a India hace poco más de un mes, y que resume a la perfección los logros de este período histórico y muy singularmente los de nuestro líder carismático, como homenaje:

La manta

25N, resumen en el campo soberanista, que se presentaba con dos objetivos: ganar de puertas afuera, y ganar en casa. Ganar de puertas afuera suponía que Mas conseguía el mandato que perseguía y se podía presentar en Bruselas diciendo que seguiría recortando, que cumpliría todo que le ordenaran y que de esta manera allanaba todos los obstáculos al reconocimiento internacional de un estado catalán.

De puertas adentro, para llevarse el gato al agua el soberanismo requiere una mayoría sólida que los resultados ponen en duda, especialmente mientras los Darwin de turno se dedican a apalear al Dioni de la Franja no por chorizo o ultra-derechista, sinó por españolazo, en lo que es un notorio disparo en el pie de los que tanto caracterizan a los mediocres políticos catalanes y a sus aburridísimas hordas de hooligans.

Si la manta cubre el frente europeo, deja descubierto el frente que importa, esto es, el interior. Si por contra se opta por cubrir el frente interior, aumenta la precariedad de la posición en Europa. Lo que enseña el 25N es, en fin, que la manta no llega, y algo aún más importante: sin la contribución de las izquierdas, el proceso está muerto, lo que les da -me refiero a la parte alfabetizada- un poder infinitamente superior al que podrían ejercer administrando un gobierno una vez hemos aprendido que, si bien todos los políticos no son iguales, la mayoría de gobiernos sí lo son.

Hablando de mantas, la campaña ha servido para que las cloacas del Reino -esto es, el Reino, con el Ministro de Hacienda a la cabeza- asomen la patita. Habida cuenta de los niveles de corrupción existentes en Catalunya, es de suponer que en el futuro veremos cosillas de estilo blavenciano -donde unos trajes sirvieron para endosar la Gürtel a Camps y compañía, cuando el 85% del dinero que se saqueó se saqueó en Madrid sin que se haya movido nada.

A esos dos factores hay que unir otros dos que debilitan las posibilidades de éxito del soberanismo. En primer lugar, los presupuestos de 2013, un suicidio incluso superior al que se llevó por delante a Papandreu en Grecia y que van a tener como consecuencia el hundimiento de la economía catalana durante un largo período de tiempo, y que van a servir para calcinar a todo aquel que los apoye una vez acreditado que la CT también ha dejado de funcionar en Catalunya. En segundo lugar, urge una revisión del proyecto independentista en al menos tres materias: a) la ingenuidad con la que se habla del reconocimiento internacional y la más que discutible entrada en la UE; b) la actualización de los datos sobre el déficit fiscal, hoy basados en datos recogidos durante la burbuja y muy lejanos tanto a lo que está sucediendo hoy como a lo que podría proveer un estado catalán, y c) la izquierdización del movimiento independentista, favorecida por las urnas y que es la única vía para que el éxito conseguido en todo el territorio con la campaña lanzada por el expolio fiscal se extienda en la AMB para invalidar el no muy desencaminado pronóstico del inspector Aznar López.

15 años

Hace quince años Josep María Sala ingresaba en prisión por el caso Filesa. Hasta la puerta de la cárcel le acompañó Manuel Bustos Garrido, alcalde de Sabadell que ayer entró al juzgado para declarar como imputado, vitoreado por una entusiasta claca de unas 80 personas organizada por el PSC de Sabadell que, quién sabe, quizás dentro de otros quince años vivan la oportunidad de ser vitoreados.

Al salir de la cárcel, Josep Maria Sala se reintegró en la ejecutiva del PSC puesto que, según Pepe Zaragoza, hoy felizmente aforado en el Congreso, el PSC está a favor de la reinserción. El caso Bustos es una metáfora immejorable de qué es lo que supone la CT por al menos 3 motivos, ya que explica la relación de la política con los conceptos prensa, construcción y responsabilidad.

El tío y padrino de Bustos -que entró en el PSC con Sala, y que ha ascendido de conserje del Museo de Paleontología a alcalde con un poder bestia en la AMB y con multitud de familiares en el ayuntamiento-, hoy imputado, presidía el gremio de constructores de Sabadell, además de estar en el consejo de Vimusa, la sociedad que promovía la construcción de VPO en el municipio.

Su esposa y actual coordinadora de presidencia en la alcaldía de Sabadell, y también imputada, era periodista de la televisión local, en un perfecto ejemplo de la diferencia entre una democracia occidental y la manera como se vive por aquí abajo el tema del control del poder.

Por último, el señor imputado por llevar la trama a través de su asesoría era el concejal pepero que deshacía el 13-13 entre Bustos y la oposición, y que en un ejercicio de responsabilidad buscó siempre el consenso con Bustos para facilitar la gobernabilidad, la estabilidad y los demás ceros conceptuales con los que la CT lleva décadas saqueando España mientras aplaude a sus mártires a las puertas de juzgados y cárceles.

La pregunta, empero, sigue siendo: ¿Hasta cuándo?