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Independentismo y voto útil

En un ejercicio propio de los premios Darwin, ERC está haciendo campaña para las elecciones nacionales catalanas usando el concepto «voto útil». Querer independizarte de España y al mismo tiempo defender la utilidad y conveniencia de estructuras de mayor tamaño tiene una singular coherencia. Sin embargo, vayamos a los números, concretamente los de la circunscripción de Barcelona. Allí, es ERC es quinta fuerza. Hacer campaña por el voto útil siendo quinta fuerza -y quedándose en quinta fuerza, según las encuestas- es un ejercicio de froilanismo que, en último término, sólo tendrá dos consecuencias: primero, más escaños para los partidos españolistas; segundo, más escaños para Mas, que usará en las elecciones -y en este caso con razón si miramos los números: si en 2010 todos los votantes de ERC hubieran votado a Mas el soberanismo hubiera arrebatado 3 escaños al unionismo- el argumento de que el voto a otras opciones sólo servirá, como sucedió con Ibarretxe, para debilitar al sector soberanista de su propio partido -esto es, el PNV perdiendo el poder en Gipuzkoa y manteniéndolo en Bizkaia ha debilitado a los soberanistas en favor de Urkullu-.

En la circunscripción de Barcelona se reparten 85 escaños, y se necesitan unos 70.000 votos para superar el límite del 3% que concede derecho a «representación». Las apelaciones de Junqueras son contra la Soli y la CUP, cuya presencia en el Parlament no es segura.

Si partimos de una base de votantes irreductibles para ambos casos de 40.000 votantes -la Soli sacó 72.000, y la CUP y los partidos que avalan su candidatura sacaron 62.000 en las municipales-, quedan 30.000 votos en ambos casos para llegar al escaño. Pueden suceder tres cosas, a saber:

1) Los indecisos se inclinan por ERC y ni Soli ni CUP entran en el Parlament: ERC gana dos escaños, y los partidos no independentistas ganan 4.

2) Uno de los dos (Soli o CUP) llegan al escaño, y el otro no: los partidos independentistas ganan 4 escaños, incluyendo uno republicano, y los no independentistas, 2.

3) La Soli y la CUP entran en el Parlament con 6 escaños, y los no independentistas se quedan con 0.

En resumen: dado que se encuentran cerca del límite necesario para obtener representación, la manera de maximizar el número de diputados independentistas es optar por partidos que, como la Soli y la CUP, subiendo muy poco su voto pueden obtener una elevada representación. Por contra, optar por un partido que es quinta fuerza -y que lo seguirá siendo, incluso si los 60.000 indecisos del ejemplo optan por votarlo- tendrá efectos muy limitados y beneficiará, indirectamente, a los partidos que no son independentistas.

Así, y desde una perspectiva aritmética, cualquier barcelonés que dude entre SI y ERC o entre CUP y ERC está dudando, de hecho, entre dar tres escaños al partido pequeño y 0 a los que no son independentistas o dar 1 escaño a ERC y 2 a partidos que no son independentistas.

No sucede lo mismo, claro está, con CiU, que si puede usar la baza del voto útil desde un punto de vista aritmético, sin perjuicio de la subnormalidad democrática que lleva inseparablemente aparejado cualquier análisis basado en ese invento CT llamado voto útil. Y es que hay que ser muy pagafantas para usar artefactos que únicamente benefician a tus rivales electorales, en este caso los convergentes.

Planeta CT

Hace dos noches se celebró en Barcelona la gala del prestigioso premio Planeta, con la presencia de entre otros el President Mas, el Ministro Wert, el alcalde Trias o el matrimonio Alavedra- Malfeito. La gala de este año se celebraba en un ambiente enrarecido por los exabruptos de Lara Junior, que es el que pagaba la fiesta y aseguró hace unas semanas que su empresa se largará de Catalunya si los catalanes nos independizamos de forma pacífica y democrática.

La CT catalana lleva semanas arremetiendo contra Lara Junior. Eso sí, dentro de un orden. Así, medios como Ara o TV3 -que retransmitió en directo la gala a través de su canal informativo- se abstuvieron prudentemente de hacerse eco de las informaciones que avanzaban el ganador y el finalista del premio -que presuntamente no sabía nadie, ya que habían presentado sus originales con seudónimo-, el mejor dotado de toda la CT con 750.000€.

Y es que una cosa es criticar a Lara, y otra bien distinta criticar lo que le copiamos a Lara, aunque para ello haya que tragarse entrevistas promocionales blancas al autor, que hace menos de un mes publicaba un artículo de 9 grados en la escala de Fofito imaginando una Catalunya independiente islamizada con el Barça jugando la liga contra el Palamós.

Democracia

Cuando los bwanas de Madrid se percataron de que el chiringuito político de la transi va camino de hacer aguas, tuvieron la prudencia de reformar la ley electoral para impedir que las opciones minoritarias se presentaran a las elecciones exigiéndoles que avalaran la presentación de candidaturas de organizaciones extraparlamentarias con las firmas de al menos un 0.1% -en el caso catalán eso supera, por ejemplo, a la militancia de IC- del censo. En el proceso de construcción nacional que épicamente lidera el President Mas, los Millets han traducido la disposición de los bwanas al catalán y la han probado cuatro días antes de las elecciones.

En paralelo a ese ejercicio de subnormalidad democrática, la CUP ha acordado en asamblea presentarse a las elecciones nacionales catalanas, ofreciendo a los votantes de izquierdas la novedosa posibilidad de votar sin una pinza en la nariz el próximo 25-N. El regimen autonómico da tres días tres a las CUP para recoger las firmas que avalen su candidatura y le permitan el derecho fundamental de presentarse a las elecciones. Huelga decir que para recoger esas firmas en la calle hay que pedir un permiso a los ayuntamientos -a diferencia de si quieres acampar para ir a ver el concierto de la Lady Gaga de turno en primera fila-, y con un período de antelación de varias semanas que, casualmente, supera los cuatro días pasados desde que los Millets fotocopiaron la ley electoral española. Así, ayer en las calles de Barcelona la Guardia Urbana a las órdenes de Trias se dedicaron a impedir por la fuerza la recogida de avales en la vía pública.

En resumen, sólo queda este Martes para recoger firmas. Aquí, un listado de los sitios en los que pueden firmar o, si lo desean pillar hojas para recoger las firmas ustedes mismos al estilo de Wisconsin.

Las izquierdas y el 25-N

Con el PSC destripándose internamente y sin proyecto, ERC con los dos pies en el próximo Govern y haciendo la ola a Mas e IC recogiendo una pequeñísima porción del naufragio socialista, hay gente acojonada ante la próxima convocatoria electoral por la posibilidad de un triunfo de la derecha catalana.

Yo también estoy acojonado, pero estaría igual de acojonado si las izquierdas catalanas estuvieran en disposición de volver al Govern para repetir un modelo basado en la desmovilización popular y en la política de despachos consistente en acuerdos-comedora entre los socios del gobierno y los acuerdos-renuncia con las élites catalanas.

Además de estar acojonado estoy, eso sí, optimista. El movimiento empezado con las acampadas por un lado y la más que posible presentación de la CUP hablan del surgimiento de otras izquierdas que, además de estar en las antípodas de la CT, se caracterizan por no tener como objetivo el gobierno. Como demuestran casos como el final de la mili obligatoria, la legalización de los sindicatos o el sufragio femenino, es perfectamente posible conseguir, a través de la presión en la calle, logros sociales relevantes, sobre todo cuando la alternativa a eso son construcciones como el «bajar los impuestos es de izquierdas», el pacto nacional por la educación o impedir las consultas populares a imagen y semejanza de esa derecha que clama por el dret a decidir y va a impedir prudentemente una consulta popular sobre lo que hay que hacer en el puerto de Barcelona.

En este sentido, el 25-N va a ser un paso adelante para las izquierdas catalanas, puesto que constituirá una nueva oportunidad para avanzar en la sustitución, o al menos una cierta infección, de las izquierdas que hemos sufrido en el gobierno por otras más presentables y, ñam, más vinculadas a las tradiciones locales que le sirvieron a Termes para sacar pecho frente a los que nos vendían que la izquierda internacionalista y auténtica consistía en comerte borbones y naciones indisolubles mientras hablabas de juancarlismos y de como-si-fuera-federalismos.

Sobre la selección catalana de tertulianos

La CT catalana anda de lo más revolucionada con el tema del referendum. Tanto los partidarios del mismo, que mantienen para con Mas un nivel de crítica ligeramente inferior al que mantienen para con Goofy los niños en Disneyland, tanto los españoleros que amablemente nos invitan a federarnos con los que nos amenazan con tanques y boicots y que no quieren saber nada de federarse con nosotros.

En favor del soberanismo, las amenazas y el corralito informativo de la Brunete son aliados objetivos. No los son, en cambio, los abnegados propagandistas, pelotas y tontulianos varios que creen estar ganándose estos días carguillos CT en el nuevo estado catalán. Cualquier catalán con un CI superior a 50 y que salga a la calle tiene meridianamente claro que el choque de boinas lo ha ganado el catalanismo por KO, al ser la persecución del castellano o de los charnegos algo del mismo valor científico que un informe de MAFO sobre la banca española.

Sin embargo, una cosa es esa, y otra bien distinta hacer un estado. Hacer un estado es algo lleno de riesgos y requiere, en primer lugar, gente competente a los mandos. Cuando hablo de gente competente, hablo de gente que sepa hacer previsiones, que sepa contemplar diferentes escenarios y, sobre todo, que esté preparada para lo peor. En una palabra, exactamente lo contrario de lo que se ha hecho en el Reino con el pufo ladrillo-bancario que ha infectado las finanzas públicas. Contra el indepetubbismo, es necesario ponerse en los peores escenarios para ver qué es lo que uno arriesga, que cartas tiene a su favor y qué puede perder por el camino.

Así, los boinistas cerriles no pintan nada en este debate, más allá de mobilizar al polo opuesto. Los que tienen la llave están razonablemente acojonados por multitud de razones, entre las cuales muchas razones económicas o la apropiación del proceso por parte de la derecha catalana. Frente a esa realidad, hay dos opciones: o se opta por un debate realista, contemplando los muchos problemas que generará el proceso de secesión, o se opta por la propaganda, cuyos efectos fuera del círculo de convencidos son casi tan contraproducentes como la vergonzante manifestación que montó la ANC para recibir a Mas después de una conferencia en Madrid sin la menor relevancia. Yo tengo clara mi opción, y es no dejar la realidad al unionismo.

Referendum, de entrada, sí

Entre las amenazas de la Brunete y los cantos a federarse con la Brunete, está pasando muy desapercibido el hecho de que montar un referendum secesionista de forma unilateral en Catalunya y desde la Generalitat es exactamente igual de viable que las finanzas de la muy quebrada Generalitat.

Es cierto que un referendum es la forma más democrática de independizarse, el pequeño problema es que para poder independizarse de esa manera uno debe estar en una democracia, y estamos en una nación indisoluble con suspensión de autonomía y papel del ejército como garante de la represión de la democracia.

Con el referendum pueden pasar dos cosas: o que los bwanas que no han aceptado ni el estatut ni el pacto fiscal ni la ley de consultas ni el estado federal acepten y autoricen que la Generalitat haga el referendum, o la realidad. En este segundo escenario, la Generalitat convocaría la consulta frente al GAL judicial del Reino de España el cual, por ejemplo, podría amenazar a los que contribuyan a la organización (facilitando un censo, ejerciendo una responsabilidad en una mesa electoral, imprimiendo o distribuyendo papeletas, protegiendo los colegios electorales, etc.) con multas, inhabilitaciones e incluso sanciones penales asociadas a delitos contra la sacrosanta nación. Esas amenazas tendrían, como primer efecto, que no se tuvieran las condiciones mínimas exigibles para celebrar la votación, con mesas cerradas o recuentos sin la firma de los responsables legales del recuento. Así, sería bien probable que a nivel de legitimación y de reconocimiento internacional, el referendum no tuviera la menor validez.

Frente a ello, la única alternativa viable, al menos a nivel de política institucional, que es lo que se ventila en estos dos meses, es una declaración unilateral de independencia por parte del Parlament. Esta declaración debería llevar a una negociación internacional que, esta sí, debería conducir a la imprescindible celebración de un referendum. Con esta segunda vía, además, se conseguiría limitar la represión del GAL judicial del Reino de España única y exclusivamente a los parlamentarios, que por lo demás gozan de un plus de protección legal en comparación con los que les pagamos el sueldo.

Unidad soberanista no, gracias

Como cada vez que hay elecciones nacionales, la CT soberanista pide unir todas las candidaturas en una sola para minimizar los efectos de una ley electoral redactada para machacar a los partidos minoritarios y para dar barra libre a los mayoritarios. Una candidatura conjunta de ERC y la Soli les daría a ambos más votos y más escaños.

En este minuto del partido las cosas están así: la CUP está muy dividida sobre si es conveniente presentarse sin estar preparada, en la Soli se defiende un acuerdo con los republicanos y en ERC se prefiere tener 15 diputados controlados que 25 que no deban obediencia a Junqueras.

Lo cual, por cierto, es una suerte. Si bien los efectos electorales de presentarse por separado son claros y poco discutibles, la proliferación de partidos indepes contribuye a focalizar el debate en la independencia, genera competencia entre los mismos y evita que, como pasó con la ERC del segundo tripartito o está pasando hoy con la de Junqueras, alguien se salte los crecepelos que se venden a la población sin temor a desaparecer del mapa.

El crecimiento exponencial del independentismo hasta disputarle la hegemonía al nacionalismo español no se ha dado montando Frankensteins soberanistas como MAFO hizo con Bankia, sinó con debate, con competencia y con un soberanismo dividido y atacándose, a diferencia de la unidad de la transi o del segundo estatut, y que tuvo los resultados que hoy disfrutamos.

Caixalunya Triomfant

Caixaluuuuunya, triomfaaaaaant,
tornarà a ser rica i pleeeeeeena!
Endavant les preferents
i la bona gent del Cercleeeeee!

Remando voy

Bon cop de rem!
Bon cop de rem, pels borbons de la teeeeeeeerra!
Bon cop de rem!

Ara és hooooooora, encaixadors!
Ara és hooooooora d’hipoteeeeeeeeques!
de quedar-nos l’Estatuuuuuuut!
ben net com una pateeeeeeena!

No a les quimeras

Bon cop de rem!
Bon cop de rem, pels borbons de la teeeeeeeerra!
Bon cop de rem!

Que tremooooooooli l’enemic
de riure amb els nostres paaaaaactes:
com fem créixer el Grup Godóoooooo,
i que viiiiiisquin les cadeeeeeenes!

Grandes de España

Bon cop de rem!
Bon cop de rem, deixem-nos de quimeeeeeeeres!
Bon cop de rem!

Stage 2

Ayer más de un millón de catalanes –cálculo científico, por fin- clavamos un nuevo clavo en el ataúd de la unidad sacrosanta del Reino de España. Los hechos relevantes son la desaparición, zas, de la izquierda catalana que lideraba el tema desde el 78. De hecho, sólo faltó Pere Navarro hundiéndose una espada en el estómago.

El segundo hecho relevante es el intento de rentabilizar el enésimo poker del independentismo por parte de un gobierno que no se atrevió a presentar en el partido a su presidente y cuyas consignas -banderas europeas y pacto fiscal- fueron ignoradas, cuando no atacadas -quema de bandera europea, pancartas sobre el pacto fiscal en contra- por los presentes.

El tercer hecho relevante es la UE emitiendo declaraciones sobre el posible estado catalán.

El cuarto hecho relevante es el paripé de los organizadores con la presidenta del parlament y su jefe. Como había anunciado en exclusiva el blog Maketo el día antes, Mas decidió anunciar que recibirá a los manifestantes si bien no con la misma disposición con la que un estadista de su talla recibe a un Adelson o un Bañuelos -diciendo sí a todo-.

El resumen de todo lo acontecido, materialmente invisible- yo conseguí entrar en la manifestación pasadas las 8, dos horas después de tratar infructuosamente de meterme en ella y a más de 1 km del punto el el que intenté entrar-, son dos cosas.

En primer lugar, la izquierda catalana está en fuera de juego en materia de estado propio, con excepción de las CUP -lo más es, como hizo Subirats, quejarse de cómo lo está haciendo la derecha en lugar de preguntarse quién es el Froilán disparapies responsable de  que en lugar de estar presentando su propuesta de construcción nacional la única izquierda que se ha apuntado a la cosa lo haya hecho como maletera de los Millets-.

En segundo lugar, y este es el único punto importante de la Diada, está la relación entre el independentismo y la democracia. En este sentido, el reconocimiento de méritos es bestia: desde la mani del 18-F de 2006 hasta el triunfo estratosférico de ayer han pasado muchas cosas, entre las cuales la oleada de consultas soberanistas que creó la red política y social para instituir el estado catalán. Es esta red la que tiene hoy su segundo reto, en la disyuntiva de seguir a unos líderes felizmente irrelevantes en sus chanchullos, fotos y paripés con el Govern o seguir jugando, y ganando, a la democracia, como la que ayer pidió la manifestación más bestia observada en Charneguistán desde, como mínimo, la entrada del Caudillo.

Por si tienen dudas, la realidad vuelve esta mañana, con el rescate de una Generalitat quebrada política y económicamente, imposibilitada para impulsar una CT que le permita salir del paso en este momento. Ni el Pujol de la mayoría absoluta soñó en su día carecer de oposición y tener al PSC atizándose con un bate en la cabeza, y aún así la suma del acojone ante el desbordamiento y las contradicciones entre las bases convergentes y el conglomerado de interes económicos -España 2.0- tienen a los Millets con los huevos por corbata.

Tots units fent fossa

Hoy, Diada. A primera hora, bulla en el monumento a Rafael de Casanovas, si bien la decisión de los políticos de alejar al populacho unos centenares de metros ahorrará el espectáculo de los glory days. A las 11 y media, bolo oficial en el Parlament, al que pueden asistir los partidarios de no romper los «complejos equilibrios» de un sistema de autogobierno quebrado política, financiera y socialmente, que será rescatado por Montoro en unas semanas y que fía la recuperación económica al enésimo pelotazo de Bañuelos.

Por la tarde, manifestación masiva a favor de la independencia convocada por la Assemblea Nacional de Catalunya, un organismo surgido recientemente y pasteleado por CiU con la connivencia de lo que queda de ERC, dedicada hoy al sí, bwana con respecto a Mas con el mismo entusiasmo suicida con el que se dedicaron a lo mismo con Montilla. Estratégicamente, confluyen dos secotres convergentes: de un lado, los que pretenden -inútilmente- reforzarse de cara a una negociación con los bwanas de Madrid -que, además de estar quebrados, tienen de su lado a buena parte del 1% catalán y ya le han negociado encima a Mas dos veces dos, en 2001 y 2006, y ello sin hablar del nulo interés que tienen en compartir algo que, BOE mediante y como demostró el caso del BBVA, es suyo y solamente suyo-; del otro, los que pretenden, no menos inútilmente, que los jefes del partido opten por las bases obviando los mecanismos de saqueo que les dan de comer -jefes que funcionan de manera similar a como un yanqui me contaba que funcionaban los negocios en Argentina, donde si a un pollo le das a elegir entre cobrar 10 hoy o 1000 la semana que viene se lleva los diez- y quitarse de encima a un Dioni de la Franja que ha cortocircuitado la estrategia presentándose en la mani para parar el golpe y, de paso, ridiculizar las patéticas y submorales manifestaciones de Artur Mas asegurando su presencia «anímica».

El acojone de las élites es, sin embargo, notorio. No va a haber un madero operativo en toda Catalunya, entre los que van a proteger a los políticos del régimen, los que van a proteger a los ultras españatarras y los que van a proteger las sedes gubernamentales. El acojone es tan notorio que, además de la ausencia de Mas, a diferencia de lo sucedido el 10-J, no habrá una cabecera unitaria de primeros espadas como los que desfilaron hace dos años entre gritos de la afición como «No hi sou tots, falta el Millet». Eso sí, 48 horas antes de la manifestación la organización -cuya competencia organizativa es inversamente proporcional a su competencia política- ha decidido, en plan CT, donde irán agrupadas las organizaciones. En primera fila, ellos y la asociación de municipios indepes que preside el alcalde de Vic acompañado por una melé de alcaldes convergentes, y banderitas europeas en una estampa pavorosa. Detrás, Omnium, que viene a ser la marca blanca de CiU. Detrás de Omnium, CiU himself, encabezada por el Timbaler del Palace. Detrás de ellos la ERC de Junqueras, que pasa por delante de ICV por el artículo 33. Detrás, Soli, CUP y sindicatos.

La cosa acaba con la presidente del parlament recibiendo sin uno de sus disfraces a una delegación de los convocantes después del éxito de la mani. Emocionado, Mas se comprometerá a recibirlos, cosa que hará antes de ir a visitar al bwana Mariano, momento en que les dirá que les escucha pero que ahora hay que estar todos unidos en defensa del pacto fiscal, reduciendo a cero el carácter independentista de la mani tal y como ya viene haciendo la CT catalana en los anuncios de la cobertura de la mani -en TV3 se habla de marxa reivindicativa, y en Godotis de jornada reivindicativa-. En paralelo, municipios convergentes y republicanos anunciarán una repetición, en modo de farsa, del hit de las consultas soberanistas.

Después, pues ya lo saben: nada. O menos que nada: quiebra, rescate, recortes, palabras y el habitual mourinhismo consustancial a los corruptos incompetentes que tienen la sarten por el mango desde el 78.

¿Significa todo esto que, tal y como lloriquea la no menos incompetente y corrupta oposición catalana, la mani es a mayor gloria de CiU y ese Govern que  generosamente nos sostiene el nacional-constitucionalismo españatarra? No. Al igual que el 10-J, el tiro les va a salir por la culata. Como demostró ERC, el recorrido de manipular el masivo crecimiento del soberanismo se limita a unos pocos meses, y eso sin hablar de la CUP y la Soli. Al final, y como sucede en las democracias, lo que se manifiestan son ciudadanos, y no partidos, y el soberanismo, que ya le discute al unionismo la mayoría social, ya acreditó una capacidad organizativa y una musculatura democrática lo suficientemente cachas para seguir creciendo y condicionando el futuro político de los catalanes.

Apartado de consignas: A les 5, Urquinaona!

Firmado: Popota, a Proud Friend of Salvador Seguí