Laporta y el tripartito
En 2003 los catalanes nos sacábamos de encima dos lastres. Por un lado, el longevísimo Govern convergente desaparecía del mapa. Por el otro, Laporta se aupaba a la presidencia del Barça poniendo fin al aún más longevo período nuñista. En ambos casos, e impulsados por la ilusión del cambio, se pusieron sobre la mesa reformas ambiciosas de la realidad, cada uno en lo que le tocaba.
El tripartito perseguía una reforma del autogobierno, además de los beneficios de la alternancia y, cómo no, el atractivo que suponía, 70 años después, ver en qué se concretaba la alternativa de las izquierdas catalanas a los gobiernos de las derechas. Laporta, por su parte, perseguía recuperar lo mejor de la historia culé, tanto en lo deportivo -un objeto raro llamado cruyffismo y que dio un golpe de estado en el futbol del Reino de España- como en lo político -ese objeto no menos raro definido por el més que un club-.
Este año ambos abandonarán sus respectivos cargos, con una hoja de servicios que no puede ser más dispar. Laporta, que llegó a un club con 106.000 socios (Nuñez se encontró 78.000), 1.300 peñas, un presupuesto de 170 millones, 3 años en blanco y el club clasificado para la UEFA, se va dejando 170.000 socios, 1.900 peñas, un presupuesto por encima de los 400 millones y una lluvia de títulos sin precedentes. Desde el primer al último día, y con todas sus limitaciones y sus errores, se ha creído la misma cosa y la ha puesto en práctica, peleándose con quien hiciera falta dentro y fuera del club y contando con una oposición de lo más cachas en la muy penosa prensa barcelonesa, mucho menos preocupada por los hechos y los datos que por el conjunto de memeces y chorradas que suelen formar la espiona dorsal de lo que venimos leyendo por aquí en lugar de información: fulanito es simpático, menganito no tiene carisma, se dice que fulanito está con esa, etc. Todo aquello, en fin, que permite que gante de la talla de Herrera o Chacón puedan dedicarse a la política.
De todos los logros de Laporta, que han sido muchos y muy significativos en todos los frentes, ninguno ha sido tan importante como su capacidad para creerse lo que vendía, para creerse su suerte y, en consecuencia, su total desprecio por el alud de mierda que le ha echado encima la olla podrida de los anti-periodistas que cortan el bacalao en el panorama político-mediático indígena. Como si oyera llover.
Nada más lejos del tripartito, que después del primer fracaso, propiciado por el incumplimiento de la palabra del Impostor, cambió su manera de hacer, perdiendo toda la ambición y poniéndose a la defensiva, derechizando su acción de gobierno hasta límites grotescos, cambiando la defensa del autogobierno por comprar chapuzas como la nueva financiación autonómica y, eso sí, preocupándose mucho de comprar complicidades en la prensa a base de encartar propaganda, contratar suscripciones y pagar con todo tipo de subterfugios -i.e. el fomento de la lectura- a los grupos de comunicación indígena.
No todas las maneras de irse son iguales. Laporta se la pegará en política, pero habrá dejado el Barça con los deberes hechos, habiéndolo mejorado significativamente y, sobretodo, dejando un proyecto y unos métodos que serán útiles para el futuro, cuando tengamos que volver a echar a los malos que le van a sustituir. El tripartito, que también se la ha pegado en política, deja la Generalitat y el autogobierno catalán exactamente igual que lo encontró, sin haber sido capaz de ejecutar proyecto alguno y dejando como principales lecciones la manera cómo no se deben hacer las cosas. Quizás la más importante de esas lecciones es que el PSC no sirve ya para estar al frente de ese proyecto, habida cuenta de la velocidad con que sus responsables han conseguido cepillarse el formidable patrimonio que les entregaron los Maragall y compañía.
Los más perjudicados por el deficiente gobierno serán, sin embargo, republicanos y ecosocialistas, cuyos votantes, que sí están politizados, han visto como sus representantes ejercían el papel de la triste figura haciendo de comparsas de un gobierno de perfil menos que bajo, con el gobierno amigo haciendo jirones el autogobierno y los socialistas actuando con el único objetivo de sustituir a los convergentes en su papel de correa de transmisión de lo que mandan los poderes económicos catalanes. Por ello, harían bien en empezar a pensar en el incierto y oscuro futuro que se avecina, sustituir a los incompetentes que les han conducido hasta aquí y, ¿por qué no?, empezar a pensar en montar algo conjunto que la prensa del regimen pueda llamar populismo y a lo que no de vergüenza llamar Die Linke, perdón, la izquierda. Si se sale con esta enseñanza, para lo que haría falta que en las izquierdas catalanas hubiera gente con la valentía de Laporta, ya sería mucho.
_________________
A Cristo también le crucificaron, por Álvaro en Imperativo Categórico
_______________________
Ferraz Entertainment S.L. patrocina el brote verde de la jornada: Los trabajadores de Astilleros de Sevilla cortan la entrada al puerto
Je, je, je….
Muy bueno eso de mezclar política y fútbol.
¿Insinúa ese artículo que Laporta debe ser el próximo presidente de la Generalitat?
Sería divertido. Esa fotocopia barata de Berlusconi por lo menos haría que la gente se riese (aunque supongo que ser reirían más en Aragón, Valencia o Asturais que aquí). Ya me imagino lo siguente:
– Cada dos por tres, salidas de tono del tipo «por qué no te callas». Claro que sería divertido ver a Laporta como llama por teléfono a Obama y le llama imbécil.
– Una crisis de gobierno cada tres meses, con dimisiones de consellers y directores generales, en particular de los más capacitados y menos serviles.
– El principal cometido de los Mossos sería espiar (sin que lo supiesen, evidentemente) a sus principales colaboradores, no sea que le estén haciendo la cama.
– Ahora que dispondría de una fuerza armada a su servicio (los Mossos), no me gustaría estar en el pellejo de los que despotrican en su contra. Mejor hacerle servilmente la pelota.
– Haría por la tarde lo que criticaba por la mañana. Lo digo porque la famosa «rotura de mercado» del especulador del Madrid es lo mismo que hizo tres días más tarde para fichar a Ricky Rubio. Supongo que debe doler bastante que la única Euroliga de baloncesto la levantase alguien como Gaspart.
Afortunadamente, los ciudadanos de este país no son todos tontos. El mismo medio que publicaba una encuesta en la que se veía el gran avance del independentismo, publicó otra en la que los mismos catalanes valoraban bien la tarea de Laporta en el Barça pero no lo querían ni en pintura para presidente de la Generalitat. Con un índice de aceptación del 13 %, unos resultados dignos de Alicia Sánchez Camacho.
Por cierto, hablando de aluvión de títulos en oposición a la época precedente, supongo que Popota se refiere únicamente al fútbol. Hubo otro «dream team» que si que marcó una época, con casi una década de dominio absoluto en España y Europa: el equipo de balonmano. En esa época, Aíto García Reneses competía con un tal Kostas Ioanidis para ver quién era capaz de fracasar más veces en la Final Four (iba ganando por estrecho margen el griego, hasta que si no me equivoco fue expulsado de la competición tras ganar un título). Pero al Barça se le veía con tanta o más frecuencia en la Final Four que ahora. El hoquei patines también cosechaba algunos éxitos.
No era el fútbol, claro, pero para estar entre la élite se supone que has de hacer algo bien.
En otras intervenciones, Popota ha dicho que el «pecident» fichó a Cruyff porque no tenía más remedio, obligado por la oposición (que, por cierto, también contaba con sólidos aliados entre la prensa pero que no pudo convencer a casi nadie en la moción de censura). Admito que eso tiene pinta de ser cierto. Igual de cierto como cuando Laporta fichó a Guardiola, en ese momento su sillón se tambaleaba y no podía hacer otra cosa. Creo recordar que, en su día, Guardiola dio su apoyo a Bassat (otro que tal), que contaba con él como director deportivo y el gran, único e incomparable Juanma Lillo como entrenador del primer equipo de fútbol. Casi por esto solo merecía la pena apoyar a Laporta.
«¿Insinúa ese artículo que Laporta debe ser el próximo presidente de la Generalitat?»
Lluís, es evidente que el artículo ni lo insinúa ni lo propone. Este artículo es laportista en fútbol pero no en política.
Popota, a mi también me gustaría algo conjunto de los restos de la izquierda catalana, pero no se por qué motivo las huestes de ERC y de ICV a veces se tienen una inquina inexplicable. O explicable por muchos motivos.
De acuerdo en todo dicho por el comentarista LLuis.
Os convertiriais presuntamente en algo como presuntamente fué Marbella con otro presidente de club de futbol.
Estoy por ponerle una vela a San Kamikaze a ver si hay suerte y lo votais…
«Esa fotocopia barata de Berlusconi por lo menos haría que la gente se riese »
XDDDDDDDDD.
Que va, si es tosecilla hoygan.
«El Barça representa la épica que guía a los pueblos oprimidos»
Si alguien es capáz de decir esto, debería estar bajo libertad vigiliada. Alguien que dice esto, es capaz de meterse en una cafetería del Barrio de Salamanca en Madrid y disparar contra 10 ó 15 viejos de Falange. Alguien que dice esto padece manía persecutoria, y episodios delirantes con síntomas psicóticos. Alguien que dice esa frase, no tiene sentido del ridículo, del que es ajeno por estar sumergido diariamente en una situación, para él, irreal (presidente de un club que lo ha ganado todo un año -con mas de 100 de historia!-), gracias a la sapiencia de un entrenador fichado, cuando no se sabía que hacer con el puesto vacante dejado por Rijkard.
Por último, alguien que dice eso, lo que en el fondo demuestra es un sentimiento de odio, hacia todo lo que no represente su entorno social cercano, el Barça, sus cuatro amiguetes independentistas, y por supuesto toda la trama de intermediarios, mangones, corruptos, aprovechados, pelotas indecentes, polotiquillos arribistas de segunda línea y trincones autonómicos profesionales de la comisión bajo cuerda, que diariamente rodean al personaje en cuestión y que son los verdaderos catalizadores de su enfermedad mental.
Por eso se explica que alguien que dice esto, esté obsesionado con abrazar, saludar, besar, manosear y achuchar al que para él, y en su esquema lineal de valores y esfuerzos, representa el éxito -Guardiola-, con la soez ideal de que esta asociación le aportará ante el público, valor añadido a él y a, su hasta ahora, mediocre carrera profesional.
Por todo esto, yo a Laporta lo vigilaría de cerca, como bien dicen arriba, está entre Jesús Gil y Berlusconi, pero en modo «algo mas joven por el pelo teñido y cardado»
Vota Laporta!
Jordi P.,
Yo creo que el artículo es «laportista» en política por varias razones.
La primera, se pone a comparar la gestión de un club de fútbol con la de un gobierno. Entiendo que es mezclar peras con patatas. Podría haberse dedicado a mostrar directamente el contraste con el nuñismo, el florentinismo, el gilismo o el garcíismo (por el presi del Hospitalet), pero no, la referencia es política.
La segunda, las aspiraciones políticas del propio Laporta, que no ha dudado en servirse de la plataforma que representa el Barça para apoyarlas, haciéndole un flaco favor al club, al país (el independentismo es algo bastante serio como para reducirlo a meterle 6 al Madrid en el Bernabeu) y que ni siquiera le sirve para relanzar su propia figura.
Yo lo veo más al estilo Berlusconi que al estilo Gil, este último era bastante más cutre y hortera, todo sea dicho. Tampoco me imagino a Laporta diciendo que le va a cortar los webs al negro.
No sé, en todo caso ya nos dirá Popota si es Laportista en política o no. En mi caso te aseguro que Laporta metido en política me da alergia, pero tiene todo el derecho a presentarse.
Jordi P.,
Yo también reconozco que tiene todo el derecho del mundo a presentarse, faltaría más. Y con el que quiera, me da igual que vaya con CiU, con ERC, con el Reagrupament, con la Falange o presente su propia plataforma en plan «Més que una nació».
Lo que no veo tan claro yo -al igual que muchos seguidores del Barça- es que mezcle al club en esas cosas. Y lo que no es de recibo es apoyar que Laporta haga esto y quejarse luego si Florentino sale sentado en la zona VIP en los actos del PP.
Florentino sale sentado en la zona VIP en los actos del PP.?
si? no lo sabía?
Yo no sé si un dirigente deportivo debe dejar sus cargos antes de meterse en política o no. Yo lo que sé es que por ejemplo Lendoiro era presidente del Depor y miembro activo del PP y aquí nadie abría boca. Si para Laporta está mal, perfecto, pero que lo sea para todos.
Phedor,
Yo en alguno lo he visto, por la tele y todo. Eso si, de eso ya hace unos años. Ignoro qué hace ahora, pero imagino que es algo más discretito, más que nada porque los titulares del ministerio de Fomento actuales no tienen carnet del PP.
Eso si, reconozco que no lo tengo presente haciendo manifestaciones públicas defendiendo la sagrada unidad de la nación española. Y como persona, reconozco también que es más presentable que su colega del Barça. Eso si, continúo diciendo que su gestión deportiva es francamente mejorable.
Jordi P.
Yo también critico lo de Lendoiro, a fin de cuentas usaba el Depor como plataforma personalista para optar a la alcaldía.
Que fracasase en ello pese a que llevó al club de jugar en segunda a jugar la Champions debería ser un aviso para los que creen que una presidencia exitosa garantiza votos en las urnas.
Atención, FE de Cagadas más grandes que la boca de Hipatia de Benidorm. Lo que comentaba del Público en el artículo del Viernes es más falso que Cuéntame, así que mis disculpas tanto a los lectores como al resto de hacedores de LPD, en la que no suele practicarse la tradición de difundir rumores falsos tal y como he hecho. Con suma vergüenza, mis disculpas de nuevo, snif.
En cuanto a los comentarios, una vez más Jordi P. se lleva el gato al agua. Esto no va de vender la candidatura política de Laporta, sino de lamentar que en las izquierdas catalanas no exista gente con su coraje para tomar decisiones -acertadas, como la inmensa mayoría hasta el punto de que las críticas que se le hacen son tan grotescas como las del Balonmano, o equivocadas-, y su determinación para aplicar sus ideas más allá de encuestas y titulares para consumo de almas cándidas.
Ya se sabe: se puede hablar de decisiones, de datos o de resultados, o del culo de Bruni, el escote de Merkel y demás mongoladas. Yo sé lo que me interesa, y por eso le estoy agradecido a Laporta por no haberse metido en el tema futbolero, confiándolo todo a Txiki y Johan.
Por lo demás, eso de no mezclar deporte y política no es más que una de las muchos frutos con los que el franquismo configuró esta nuestra querida subnormalidad democrática. ya se sabe que no hay que meterse en política, ni desde el deporte, ni desde la literatura, ni desde las asociaciones de vecinos, ni desde ningún sitio. La política la tienen que hacer los políticos, que para eso están, y el resto que no se meta en líos, y si no les gusta que se callen y que se queden sentaditos en su casa despotricando en el sofá.
Por lo demás, no sé a cuánto va el kilo de espía, pero en este momento yo sé las amantes de Laporta, los negocios que hace, le he visto de jarana, sé lo del chofer, lo del aropuerto, lo del divorcio y un largo etcétera. Y eso que no le espían eh, que si sabemos todo eso es… Bueno, pues eso, porque sí.
Saludos, y gracias por los mensajes.