Más continuidad

Una semana después de que Zapatero ganara el congreso del PSOE-GAL con el 98% de los votos, Artur Mas gana el de CDC con un 95% de apoyos. En el congreso del PSOE, la prensa más servil hacia el partido y la más ultra-montana coincidió en señalar un giro a la izquierda que eran los padres. Mutatis mutanids, en CDC venden la moto de un giro soberanista. En efecto, también es los padres.

Leídas las ponencias, CDC sigue en el intento, de momento frustrado, de reeditar la transición y retomar los pactos con los partidos nacionalistas españoles por la estabilidad, el bien de Catalunya y el resto de motivaciones periódicamente aducidas. Y es una lástima: las carencias del tripartito 2.0 -la primera, la ambición; la segunda, la confianza; y de ahí todas las demás- exigen, por el bien de los catalanes, que se encuentre en frente con una oposición de verdad. Los nacionalistas catalanes han sido incapaces de convencer a nadie que no estuviera previamente convencido, lo que se traduce en alegría incontenida por parte de los fans del pujolismo y el desdén y la indiferencia de todo el electorado menor de cuarenta años al que CDC renunció cuando su líder le quitó al impostor el marrón del Estatut a cambio de que este le regalara la presidencia de la Generalitat.

Los fichajes estrella del congreso, cuyo horizonte se mezcla con la construcción de esa Casa Gran con cada vez más forma de ministerio, son Àngel Colom, un militante dado de alta en pleno idilio entre Ansar y Pujol, Agustí Colomines, un acérrimo psoevergente, y Josep María Cullell, un político jubilado por un caso de tráfico de influencias del que acabó siendo absuelto. Sin embargo, CDC va a tener tres problemas. En primer lugar, el incumplimiento del Estatuto -en todos los apartados, pero especialmente en el de financiación- va a dificultar los acuerdos con los socialistas, al menos mientras para acceder a la presidencia de la Generalitat se siga teniendo que cumplir con el penoso trámite de presentarte a las elecciones para que te voten los catalanes. En segundo lugar, el nuevo recorte al Estatuto que, cuando se pongan de acuerdo de una vez en la reforma de la justicia los próceres del PPSOE, dictaminará esa peña de monos amaestrados que son conocidos por el gran público con el nombre de Tribunal Constitucional. Por último, con la crisis, perdón, con la recesión que viene, que ya está aquí, y que va a poner en su lugar al «milagro económico» español, habrá que pensárselo muy bien antes de aparecer en ninguna foto aprobando los presupuestos con Solbes, Zapatero y el resto de los responsables de que la economía española funcione.

4 Comentarios en “Más continuidad”

  1. Saludos desde el desierto Popota:
    Tu analisis es bueno pero ,conociendo a los politicos españoles,creo que sobrevaloras el efecto de incumplir promesas…
    Me explico: el mayor problema de CDC es el de todo el que pacta con el PSE(la o de obrero la perdieron tiempo atras),lease izquierda hundida,Erc…
    Que tus electores diganque si pactas con Pse ,le voto a el y me salto intermediarios o no voto directamente…
    Y es cierto, el estatut es como la historia del hacha de mi abuelo: yo le cambie la hoja y mi padre el mango,pero sigue siendo el genuino hacha de mi abuelo.:)
    Paciencia y saludos
    PD.Hoy no me meti con el Luis Aragones catalan,conste xD

  2. Saludos,

    sale en La Vanguardia de hoy que un 22 % de extremeños es funcionario, por un 8 % en Catalunya, el porcentaje más bajo de todas las comunidades autónomas.

    Venía eso a lo del post anterior, que si administradores, administrados, la raza catalana y bla, bla, bla.

    A ver si toman nota nuestros socialistas ibéricos del renovado socialismo caribeño, insisto.

  3. Mmmm – Inyaki, por ayer – , en la estadística no está incluido el número de parados, tampoco están incluidos los catalats que trabajan para el partido, o la causa en empresas “privadas” que tienen un único cliente: la administración. Porque ¿cuántos catalufos trabajan para empresas que no son exactamente públicas pero como si lo fueran?
    Tampoco aparece el dinero que cuestan esos funcionarios públicos extremeños frente a los que cuestan los mismos funcionarios en Cataluña, ni qué porcentaje del presupuesto público corresponde a cada conjunto de funcionarios. Los extremeños no se gastan el dinero promocionando lenguas y les da para vivir mejor con menos y repartir entre más.

    El problema es que los catalanes aparte de llorar no sabéis lo que queréis. Yo sí sé lo que quiero, que Cataluña sea independiente. Largaos, con un foso en medio, y con arqueros. Podéis quedaros con esos millones de apañoles arrastrados que po-potean sus origenes. Por aquí también tenemos algunos, derrochan servidumbre y son unos magníficos imitamonos. Que os aprovechen.

    *Inyaki, no te lo creas todo. La Vanguardia es uno de los mejores periódicos de España, lo que viene a ser como decir que alguien es más alto que Torrebruno. Oye, te has puesto ya el inyaki desterrando a la opresora eñe castellana? Hazlo tío, que es rompedor. Es un signo de sumisión excelente, ya verás como te lo aplauden los que han accedido al estatus por la sumisión.

  4. comentaba esto que traía Inyaki:

    “sale en La Vanguardia de hoy que un 22 % de extremeños es funcionario, por un 8 % en Catalunya, el porcentaje más bajo de todas las comunidades autónomas.”