¿Qué va a ser de Mariano?
«Este principio, inscrito en la albúmina misma de la restauración monárquica que comenzó el 18 de julio de 1936, determina un monopartidismo bastante más severo que el de Cuba: gane quien gane las elecciones, siempre gobierna el PP. «
Santiago Alba Rico
En las últimas semanas, el PSOE ha dado por cerrado el desarrollo del estado autonómico, se ha comprometido a potenciar la Audiencia Nacional en la lucha contra la eta, se ha fotocopiado el programa económico del PP desde las políticas de cheques al «donde mejor está el dinero es en el bolsillo de los ciudadanos» -y una parte del fracasado de George W. Bush- y ha borrado de su programa incumplido de 2004 la modificación de la ley del aborto. Si se despistan un poco se cargan a Gallardón, qué cosas.
Por otro lado, el ultra-nacionalismo recupera de Millán-Astray el dudoso ejercicio de la metáfora médica aplicada a los rivales políticos, tratados como enfermedades que requieren tratamiento quirúrgico. Vamos, el cirujano de hierro de toda la vida. De la vida del fascismo, por supuesto.
Ante esta pinza impresentable, ¿qué va a ser de Mariano Rajoy? Y lo que es más: ¿importa algo? Al menos se lleva el consuelo de pasar a la historia con el discurso más impresentable de la legislatura, ese en el que acusó al Presidente del Gobierno de «traicionar a los muertos».
El mejor, el de Joan Tardà sobre la Ley de Impunidad española ante los crímenes fascistas, impulsada por el PZOE y apoyada por IU y los nacionalistas conservadores. Aquí en audio (25:23).
Estoy emocionado. No sólo porque he visto un vídeo electoral que podría ganar en todas las categorías de los antioscars, sino porque me recuerda ese canto a la libertad y la concordia que es la película Cobra, con Silvester Stallone (Premio Nobel de la Paz para ék, ¡ya!), que empezaba mostrando una pistola y decía aquello de «El crimen es una plaga. Yo soy el remedio.»
¡Viva Ciudadanos! ¡Lobotomía para todos!
Lo que diga PPmari. Ya sabéis, «donde hay patrón no manda marianero…».