Keynesianos

Después de sucesivas victorias en cumbres internacionales que han tenido como consecuencia condiciones muy favorables, más Europa, esperanza, ausencia total de condicionalidad y un largo etcétera, el sector público español, que se financia a un tipo entre el 6 y el 7% anual, será rescatado con un crédito con unos intereses que, según la prensa española, estará entre el 3 y el 4%. Con una deuda cercana al 80% del PIB, reducir a la mitad los intereses supondría, a largo plazo, un impacto que duplica la recaudación anual del impuesto de sociedades, o se acerca  la mitad del IRPF.

Sin embargo, uno lee a los gurús keynesianos y parece que no es suficiente. Además de dinero barato, exigen que, en el improbable caso de que el Reino de España quiebre, los que están poniendo dinero público para financiar al Reino a un tipo que es la mitad de lo que el Reino consigue en el mercado no tengan ninguna prioridad en el cobro de la deuda. Vamos, tratar igual a los que meten el IRPF de un finés o un neerlandés pidiendo un 3% que a los emprendedores que meten la recaudación de sus casinos pidiendo un módico 6%.

Así, los malvados halcones del norte exigen, con sus recetas caducas, dar prevalencia al cobro del dinero público por encima del privado. Por contra, los socialdemócratas chiripitifláuticos, solidarios y olé apelan al espíritu de keynesito para defender, a grito pelado, la conveniencia de tratar igualmente a un inversor que pone dinero público sacando un 3% que a uno que pone dinero privado al doble de interés.

Yo si fuera finés o neerlandés, como es obvio, lógico, normal, democrático, europeista y civilizado saldría a la calle con metralletas, granadas y pulseras con la bandera indígena antes de permitir tamaño atropello. Como no lo soy, me conformo con proclamarme un Proud Friend of Angela Merkel.

6 Comentarios en “Keynesianos”

  1. Lupo,

    No tengo ni idea de lo que invierte el Estado en la formación continua de los médicos. En cambio, sé que invierte un pastón en su formación inicial, desde la universidad hasta el MIR en centros de titularidad pública.

    Por otra parte, creo que tampoco invierte demasiado en la formación contínua en otras profesiones, incluído el resto del personal sanitario, que ATS, auxiliares, administrativos, …, también forman parte de la sanidad, claro que como esos no recetan ni compran medicamentos, los laboratorios no se preocupan de pagarles ningún «cursillo». Digo esto porque tu comentario, me imagino, iba a recalcar lo mucho que se gastan los laboratorios en formar a los médicos, aunque alguna vez esa formación sea un seminario de cata de vinos.

    Quizá, como dices, el AVE o los aviones no tengan que pasar necesariamente por Madrid. Pero lo hacen. Y son decisiones politicas tomadas por el gobierno del reino, y no una demanda del mercado. Al gobierno español le ha costado dos siglos conseguir que en su capital haya algo más que burócratas, pícaros y conseguidores, a ver si hay suerte y también os cae el casino. Las manifas, pues nada, en Barcelona también las hay, lo normal es que las quejas vayan a hacerse delante de los responsables del gobierno, no en los Monegros. Quizá gobernando de otra forma habría bastante menos gente descontenta, y a los residentes en capitales os fastidiarían bastante menos.

  2. Pop,

    un finés, un neerlandés, incluso un alemán, tienen motivos más que sobrados para echarse a la calle con las metralletas, sí… pero para exigir que, simplemente, en espanya se deje caer a los bancos. A los espanyoles y, en consecuencia, a los alemanes, que tienen secuestrada con una pistola en la nuca a media Europa con el lema «devolvedme la pasta que os presté a sabiendas de que inflaríais una burbuja inmobiliaria con ella porque estoy de mono y no sé lo que hago».

    Saludines

  3. ¿Quiénes son estos «gurús keynesianos»? Porque los dos más influyentes (aunque habría que matizar un poco lo de Keynesianos), Krugman y Stiglitz, no piden eso que dice vd. que yo sepa. Lo que piden son Eurobonos, integración fiscal, inflación alta e implicación del BCE.

  4. Si, creo que se ha hecho un poco la picha un lío, o nosotros intentando seguirle la retranca.

    El problema de lo de la prioridad es muy simple – si nos prestan la pasta, al interés que sea pero con el «lo primero es pagar», entonces nos salen mas recortes. Primero hay que pagar ese 3%, luego viene la educación, la sanidad, lo que sea, pero usted paga el 3% primero.

    Lo cual viene siendo la enésima estupidez del modelo desastroso de «tengo moneda pero no tengo banco» que tenemos, porque imaginese usted que esa misma tontería se la plantease el Estado, que se yo, Americano o Inglés, a si mismo. Ah, que no se lo plantearía porque, sorpresa, para eso tiene control de su moneda y si se «presta» imprimiendo se «paga» cuando le da la gana de retirar de circulación ese dinero extra. Nosotros, como estamos con este guirigay, dependemos de decirle a Finlandia o Transilvania del Noroeste que nos haremos el harakiri antes de dejar de pagarles lo que nos «presten» en la moneda que, supuestamente, es nuestra.

  5. La otra parte del problema, claro, es que con esa idea vamos a ver a cuanto y si nos prestan despues los mercados cuando sepan que por delante esta pagar la deuda con los otros socios. Con lo que no hemos hecho mas que complicar el asunto.

  6. Teodoredo,

    +1000

    Javier,

    El artículo va de los keynesianos indígenas, no de los gringos.

    Latro,

    No, la vida no es así. La prioridad de devolver la deuda por encima de la sanidad, la educación, el desempleo y todo lo que se ponga por delante no se discute, para algo el PPSOE tuvo la deferencia, en Agosto, de ponerlo en la CE. Lo que pedían los keynesianos bilingües y cosmopolitas es que, cuando explote el pufo -da lo mismo pagar al 3 o al 6 si no tienes capacidad para devolver el capital porque estás podrido de avales al sistema financiero más sólido del mundo-, el dinero público que nos prestarán al 3% no tenga ninguna clase de prioridad frente al dinero hemprendedor que nos fían al 7%. Esto es, no se discute la prioridad absoluta del pago de la deuda odiosa, perdón, la deuda, sinó la preferencia de sus distintos acreedores.

    Saludos,