Algo se muere en el alma

Ayer, con menos ruido mediático del que merecería a causa del rotundo éxito cosechado en los mercados por Don Guindote y sus Sancho Ponzis gracias al rescate, abandonó el puesto de Gobernador del Banco de España Don Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

Su mandato como Gobernador ha tenido sus altibajos, sus luces y sus sombras. Con una visión de conjunto, me parecería injusto negar dos cosas: el buen señor merece un lugar en la historia, y me apostaría una coca-cola a que su sucesor le hará bueno.

MAFO deja el puesto con únicamente un 30% del sistema financiero quebrado, el día en que una profesora de danza explicaba que fue nombrada para la comisión de control de la CAM sabiendo de finanzas lo mismo que de física nuclear en un transparente proceso de sorteo ante notario. El cráter desarrollado bajo la atenta supervisión de MAFO, conocido por sus arengas para vincular productividad y salarios, tiene, a la espera de nuevos hallazgos, un tamaño de 100.000 millones de euros. El buen señor, que ha abogado hasta el infinito y más allá por abaratar el despido, se lleva una modesta indemnización de cuatro meses por año «trabajado», una pensioncilla de 11.000€ mensuales durante dos años que, esperemos, invierta en preferentes, subordinadas, acciones de Bankia o cualquier otro chollo desarrollado bajo su atenta supervisión.

Sin embargo, ¿qué es al fin y al cabo el dinero, si no un vil metal? ¿Dónde están las condecoraciones? ¿Para cuándo los homenajes? ¿Qué pasa con las calles, estatuas o estaciones de AVE que deberían haber empezado el proceso para llevar su nombre? ¿Cómo es posible que no haya salido a hombros, vestido de torero y entre olés, del Banco de España? ¿Qué ejemplo estamos dando a las generaciones venideras, que tanto deberán a MAFO? ¿De verdad hay que dejar a este ejemplar servidor público sin su merecidísimo homenaje?

7 Comentarios en “Algo se muere en el alma”

  1. Disculpa popota, fuera de tiesto otra vez, pero respondiendo a parvulesco dos post atrás. Además, popote, verás que termino hablando de vestidos y colores, y de bancos y ejemplos, y cobrados homenajes:

    A ver, parvulesco,

    Allá por el 2008, Carmen Reinhart, ante todo el congreso de USA, dijo a los políticos yankis que estaban gestionando USA como lo hacen las repúblicas bananeras, aportándoles datos desde la 2ª guerra mundial, usando un “paper”, como dicen los de N€G, que lo puedes encontrar aquí:

    http://www.economics.harvard.edu/faculty/rogoff/files/This_Time_Is_Different.pdf

    A ese paper, le añadieron mogollón de material para convertirlo en libro y venderlo, utilizando el mismo título de coña “This time is different”.

    Mezclar la economía de después del siglo XX con la del siglo XV, puede servir para alguna cosilla, con la que ellos rellenan muchas páginas de paja mezclando churras y merinas, simplemente traduciendo datos estadísticos y algoritmos informáticos, de forma que hay tantos datos mezclados binariamente con crisis, que todo vale para sacar conclusiones. Lógica tiene mucha, y además sirve para dar con un canto en los dientes a los que dicen que los precios de los pisos nunca bajan, cosa que sabía cualquiera que lea info extranjera, hace 20 años.

    Pero hay muchas interpretaciones mezclando cosas que están en distinta ecuación de dimensiones (velocidad con tocino, por ponerlo claro), aunque en economía todo vale: psicología, avaricia, moralismo, sexo, lo que quieras meter al saco, aunque sólo importa la pasta (el resto es social, ocio, desarrolismo, democracia… ya sabes).

    La parte de las crisis post-segunda-guerra-mundial y las cinco grandes, es la que debería estar separada en varios capítulos, según los cambios que se han producido en el mundo financiero. Y nien.

    Porque por lo demás sólo sirve para decir (la conclusión empírica más importante del libro, yo creo): Los grandes influjos de capital extranjero, preceden a muchas crisis. Una verdad como la copa de un pino. Y la segunda, cuando el endeudamiento es de capital interno, se producen muchas menos crisis. Dicho de otra manera, que no dicen, juega con tu propia pasta, que sino te van a follar y sin vaselina.

    OK! Es muy importante la constancia!

    Pero no analizan los desequilibrios comerciales entre países, ni nos dan razones de porqué el capital extranjero inunda un país, si no es para obtener beneficios extraordinarios, y luego huye despavorido, hundiéndolo en la bancarrota. Aunque sí explican otras lógicas que no son salvo para mezclar churras y merinas. Ni tan siquiera citan a Hyman Minsky, padre probablemente de la idea de la génesis del libro (ya que en Harvard disponemos de toda lo escrito en economía en la historia y tal, pongamos a sudar nuestra base de datos con algoritmos de crisis).

    Y cuando C. Reinhart dice al congreso USA que son una república bananera, chapeau! Con dos cojones!

    A Rogoff todo dios le lee en serio porque dice pocas chorradas, pero como bien decía Brad Setser (que fue alumno suyo y trabajó para él), es un republicano de los de toda la vida; pero eso sí, de los que tienen mucho sentido común y nada fanático.

    Y para terminar, ya que copiar y pegar datos estadísticos es muy guay, te apostaría una buena chuleta a que la crisis actual española pulveriza para finales del 2014, todos los parámetros que atribuye a las big five de finales del siglo XX (caída de PIB, paro, etc.), y con unos cuantos años más la gran depresión yanki.

    ¿Apostamos?

    ¿Contra toda la historia económica mundial desde el siglo XV?

    Te adelanto un indicador que ya rompe lo empírico de las big five: en USA, el techo de precios de los pisos fue en octubre de 2005; han pasado más de seis años, y les queda un rato; y eso que en algunos estados han caído al 40% del precio de venta.

    Sobre la duración de la recesión en USA, andamos más o menos por lo mismo, aunque le llaman joules recovery, a pesar de imprimir dólares como para enriquecer toda Africa en dos días, desde la caída de Lehman.

    Por eso no es un buen libro. Informa mucho, pero no analiza causas y consecuencias correctamente, mezcla churras y merinas, y hay cantidad de paja inútil llena de sentido común, que te apabulla en datos, pero con poca miga de ayuda (a la comprensión lógica del mundo).

    Para una perspectiva mucho más audaz y analítica de la economía actual, te recomiendo:

    The Global Minotaur, de Yannis Varoufakis (2011), o Debunking Economics: The Naked Emperor of the Social Sciences (2001), de Steve Keen.

    Y para aclarar, parvulesco, cuando digo ecuación de dimensiones me refiero a que flujos económicos y precios en el siglo XV tenía toda la lógica, pero no hablaban de inflación subyacente. Y entonces la globalización era colonialismo campechano, al pueblo le llegó la patata con las hambrunas de la peste con siglos de retraso. Eso es lo que quiero decir, más que la velocidad y el tocino, pero parecido.

    Es casi como hoy pero de otra manera: en inglés cerdo es pig, pero la carne de cerdo es pork; vaca es cow, pero la carne de vaca es beef.

    Los aristócratas ingleses comían cerdo mientras intentaban imitar a los aristócratas franceses: play the grand piano, si’l vous plais.


    Lo non-plus-ultra de los edificios de London city no es vendible, sólo vendible/alquilable por cien años (pero más caro que si compraras medio barrio en barna): la compraventa termina a los cien años u ochenta, volviendo al dueño original, o sus herederos.

    Pero por aquí nos creemos que el mundo es llano, comemos cerezas en enero y los chulos de barrio piden un gin tonic de Hendrick’s, con tónica Qtonic, con pepino y hielo, y se creen los amos del mundo. En eso andamos. Y gastamos dinero público en cursos de manipulación de alimentos para parados, dando tres recetillas, para gustar a los exigentes gastadores del país, haciendo criados “cualificados” con dinero público.

    Y que conste que me gustan los gin tonic bien puestos, pero la hija del bar del pueblo con quince los pone cojonudos, aunque no vierta la tónica en por la varilla de mezclar pa que pierda burbujas. Somos los más burbujeros del mundo. Prueba es La Roja.

    Hemos pasado de descubrir el Beefeater hace treita años, a alardear de Hendrick’s, Citadelle, Martin Miller, G’ Vine Foraison, en los tres últimos, en plena crisis. Al listillo que pide un Bombay Zaphire ante la moza, los de al lado le miran como si pidiera Los ejes de mi carreta al disc jockey. Prepárate.

    A toda esta ceremonia sólo le hace falta un poco incienso. Tiempo al tiempo y tellevarán a la mesa un palito de sándalo con perfume a mirra, según la ginebra, claro. Y cubitos de hielo extraído del subhielo de Alaska, de 300 años de antigüedad. Tienes unos cuantos Zaplanas en el barrio antes de que te des cuenta.

    ¿Cómo se mide eso? ¿Sobrepresupesto? ¿Derroche? ¿Fantasía?
    Cuando Botín se presenta ante la crème de la crème del emprendedorazgo españatarra en Río de Janeiro, donde llevaban al matadumbos de Botsuana con muleta como estandarte, todos de traje y corbata, ahí aparece un enano calvo en bermudas, polo y zapatillas, vestido de rojo Santander de arriba a abajo, ¿quién se descojona de la democracia españatarra?

    Puesta en valor a lo grande, después de 2000 millones en suiza olvidados y un colega indultado en el último consejo de ministros antes de pasar a la oposición.

    Para una buena perspectiva de la historia económica, la tierra, el rentismo, etc., Michael Hudson.

    En los próximos años vamos a conocer la acumulación por desposesión muy de cerca, pero nos dirán que es lo que dios manda.

    Un saludo

  2. Como homenaje a MAFO, por mear en tiesto, propongo citar a toda la prensa del mundo mundial con una semana de antelación, y colocar en el frontispicio de la cruz del valle de los caidos, bien atados en forma de cruz, de arriba a abajo, a: Gonzalez y todo su consejo de ministros, Ansar y todo su consejo de ministros, ZP ídem y Rajoy ídem. Luego a todos los consejeros del mundo de las finanzas españatarra.

    Más tarde y con mucha ceremonia y bullicio republicano, poner en manos de Rafa Nadal raquetas de titanio con pelotas de goma antidisturbios de distintas generaciones y pesos, hasta que Rafa los machacara de uno en uno ascendiendo en masa según decrece la altura, mientras un gobierno provisional vende en la City of London la retransmisión en vivo, subastando golpe a golpe en Moody’s, la retransmisión del evento a las TVs del globo entero, hasta que Rafa no pudiera levantar la raqueta de agotamiento.

    Eso nos daría más pasta que que el rescate europeo. Y luego:

    Cuando empieza a cundir el desánimo, sacaríamos a remontistas y puntitas vascos, elegantemente vestidos de blanco, lanzándoles tomates maduros rellenos de mercurio, mientras guapas bailarinas bailan la Ezpata-dantza al fondo.

    Y para terminar, una buena grúa Usabiaga subiría a los escultóricos bomberos de Bilbao, en tanga, lavándolos a todos por chorro de arena, para que quedaran dignos de la posteridad labrada en su vida, y que no se note que son medio-moros de piel y piratas ingleses por dentro.

    Después de eso, Ejpaña podría tener solución.

    ¿Firmas, popota?

    O mejora la propuesta.

  3. Para cuando una reforma en profundidad que rebaje la fiscalidad de las sicav al 0,1%.
    Asín no hay quien cree empleo!!!

  4. Auskalo,

    ¡Compro, compro! Y añado a sus bufones de la CT. ¡Vamos Rafa!

  5. Pues yo creo que MAFO se merece mucho más que una calle… Se merece un barrio entero. En Seseña, por ejemplo.

  6. Pues yo discrepo en la elección de la persona que calentará la poltrona de MAFO. Ahora que la banca española está rescatada el más indicado sería Dívar, nadie mejor que él para dar lecciones de cómo vivir bien con el dinero de otros.

  7. A mí me gustaria saber qué opina, a toro pasado, Zapatero del gran MAFO, para mí el mayor felón de la Restauración, y que ha ayudado, quizá más que nadie, a que ZP pase a la Historia, cuando menos, como un simple tonto. De hecho, creo que sería interesante una serie de entrevistas a distintos individuos de la escena política para saber qué opinión tienen de este sujeto que ha hecho pasar por bueno a otro criminal como Caruana.