69
Copio de la wikipedia:
«El 69 es una postura sexual que permite la práctica del sexo oral mutuo de modo simultáneo.
Para alcanzar esta postura, normalmente los dos individuos se postran sobre una superficie, uno sobre el otro. Sin embargo, en lugar de situarse cara a cara, cada uno ubica su cabeza frente a los genitales del contrario, permitiendo de ese modo que puedan ser estimulados al mismo tiempo.
Esta posición es precisamente una variante en la enciclopedia sexual llamada Kama Sutra. Hay variantes, una de ellas de pie en la que el hombre asume el esfuerzo y carga sobre sí a la mujer, quien en posición invertida al hombre sólo será sostenida por sus piernas. Esta postura puede llegar a ser más motivadora que la tradicional 69 en el piso o en la cama. Algunas parejas lo practican frente a un espejo como estimulante.
Técnica
La postura adoptada es bastante versátil, pues no sólo se puede realizar sexo oral simultáneo: felación y cunnilingus (o dos felaciones y dos cunnilingus), sino que puede ser alternado con técnicas masturbatorias, que pueden ser sobre los genitales o también juegos anales. A menudo es una postura que se utiliza en el juego previo a la penetración, pero si las personas que participan ofrecen la estimulación apropiada puede resultar muy placentera conduciendo al orgasmo y la eyaculación.
En caso de parejas hombre-mujer, la mujer siempre debe estar arriba al momento de esta posición, como lo muestra la ilustración, porque si el hombre se pone arriba resultaría muy molesto, puesto que el pene está erecto y para la mujer es muy difícil manipularlo si está debajo.
También se puede llegar a masturbar el pene, ya que sacando y metiéndolo en la boca de la mujer u otro hombre es como si el propio hombre se estuviera masturbando.»
El pasado Lunes el panfleto monárquico, ultranacionalista y anti-liberal Expansión publicaba que, en el período 2004-2011, la placentera práctica del 69 realizada por el conjunto de las administraciones públicas y las empresas adjudicatarias de obras públicas se tradujo en un sobrecoste de un promedio del 69% en todos los proyectos con respecto al precio de adjudicación.
Y ahí siguen.