CT, versión jurisprudencia
El TS ha decidido absolver al ya felizmente exjuez Baltasar Garzón por el caso de su muy prudente -ni Fraga, ni Martín Villa, ni el Borbón, etc.- investigación sobre el franquismo. La decisión, razonable, contrasta con la sentencia, que viene a ser una guía de la CT en su versión jurisprudencia aderezada con originales enmiendas a las leyes internacionales acordadas por las democracias occidentales.
Parece que fue ayer cuando la ultra-derecha se llevaba las manos a la cabeza por la mezcla entre la historia y el Estado. Decían los benditos que no dejar la historia a los historiadores equivalía a dar el visto bueno a un Estado totalitario con su Ministerio de la Verdad. Por suerte, el brazo político de los GAL descafeinó la LMH convirtiéndola en un aberrante engendro jurídico sin ninguna relevancia. Algo se salvó, eso sí, viendo la sentencia: la conveniencia de que sea el Estado el responsable de decretar la Historia y la Verdad.
Comienzan señalando sus Señorías -recordemos: la Justicia del Reino no sufrió cambio alguno en la transición, que se limitó a cambiar el nombre del TOP por Audiencia Nacional, mantuvo a todos los jueces fascistas en sus puestos y creó dos órganos, el TC y el CGPJ, para que los políticos pudieran meter un poco de mano a los temas-, en la tradición del revisionismo histórico habitual aquí abajo -en breve, la equiparación de los nazis y los judíos-, la imposibilidad de «la declaración de la verdad histórica de un hecho tan poliédrico como el de la guerra civil y la subsiguiente posguerra» (p.9).
Ahondando en las lecciones epistemológicas de barra de bar, reiteran:
«El método de investigación judicial no es el propio del historiador. En definitiva, si son patentes las diferencias entre memoria e historia, también lo son las que existen entre ésta y las resultantes de una indagación judicial realizada con una finalidad distinta de la que persigue el historiador.»
A continuación, dejan claro a quién corresponde la búsqueda de la verdad, inclinándose en este caso por un método más pyongyanero:
«Corresponde al Estado a través de otros organismos y debe contar con el concurso de todas las disciplinas y profesiones, especialmente a los historiadores.»
Es decir, es el Estado el que, a través de algo y con el concurso de algunos, el que debe señalar la verdad. Aunque al hacerlo debe tener cuidado, sobretodo al tratar heridas tan recientes como las provocadas por la Guerra Incivil: «la histórica es general e interpretable, no está sometida a la perentoriedad de términos y plazos y, con frecuencia, precisa de cierta distancia temporal para objetivar su análisis«.
Llega entonces la hora del si ellos tienen ONU, nosotros tenemos DOS (p.12): «el Derecho Internacional consuetudinario no es apto según nuestras perspectivas jurídicas para crear tipos penales completos que resulten directamente aplicables por los tribunales españoles». Declarada la inaptitud del derecho internacional, se aclara que, eso sí, cuando convenga se puede usar, para vestir la mona con tanta seda como sea posible, como «criterio hermeneuta de una cultura de defensa de derechos humanos«.
Sentado el corralito judicial español en materia de crímenes contra la humanidad, sus señorías se quitan las togas y recuperan el uniforme de historiador (p.20). Más arriba señalaban que la historia es una cosa muy poliédrica y que tiene que pasar mucho tiempo para que los historiadores puedan hacer su trabajo. Ahora, alehop, la cosa cambia:
«En otro orden de cosas, ha de recordarse que la ley de amnistía fue
promulgada con el consenso total de las fuerzas políticas en un período constituyente surgido de las elecciones democráticas de 1977. Esta ley ha sido confirmada recientemente en su contenido esencial, por otro acto de naturaleza legislativa: el pasado 19 de julio de 2011 el Congreso de los Diputados [con los votos del PPSOE] rechazó la proposición para modificar la Ley 46/1977, de Amnistía.»
Y sigue la lección:
«La citada Ley fue consecuencia de una clara y patente reivindicación de las fuerzas políticas ideológicamente contrarias al franquismo. Posteriormente fueron incorporándose otras posiciones, de izquierda y de centro e, incluso, de derecha. Fue una reivindicación considerada necesaria e indispensable, dentro de la operación llevada a cabo para desmontar el entramado del régimen franquista. Tuvo un evidente sentido de reconciliación pues la denominada «transición» española exigió que todas las fuerzas políticas cedieran algo en sus diferentes posturas. Esto se fue traduciendo a lo largo de las normas que tuvieron que ser derogadas y las que nacieron entonces. Tal orientación hacia la reconciliación nacional, en la que se buscó que no hubiera dos Españas enfrentadas, se consiguió con muy diversas medidas de todo orden uno de las cuales, no de poca importancia, fue la citada Ley de Amnistía. Tal norma no contenía, como no podía ser de otro modo, ninguna delimitación de bandos. Si lo hubiera hecho, carecería del sentido reconciliatorio que la animaba y que se perseguía. No puede olvidarse que la idea que presidió la “transición” fue el abandono pacífico del franquismo para acoger un Estado Social y Democrático de Derecho, tal como se estableció en la primera línea del primer apartado del primer artículo de nuestra Constitución de 1978 (art. 1.1 CE), aprobada muy poco tiempo después de la indicada Ley de Amnistía. En consecuencia, en ningún caso fue una ley aprobada por los vencedores, detentadores del poder, para encubrir sus propios crímenes.»
Y ya con carrerilla, sigue la verbena:
«La idea fundamental de la «transición», tan alabada nacional e internacionalmente, fue la de obtener una reconciliación pacífica entre los españoles y tanto la Ley de Amnistía como la Constitución Española fueron importantísimos hitos en ese devenir histórico. Conseguir una «transición» pacífica no era tarea fácil y qué duda cabe que la Ley de Amnistía también supuso un importante indicador a los diversos sectores sociales para que aceptaran determinados pasos que habrían de darse en la instauración del nuevo régimen de forma pacífica evitando una revolución violenta y una vuelta al enfrentamiento«.
Por último, el apartado se remata con un homenaje al auténtico protagonista, ese «pueblo español» que, a pesar de la ley mordaza en la prensa, a pesar de la violencia de los «incontrolados» y la ilegalización de los partidos y organizaciones que no eran del gusto de los vencedores: «Precisamente, porque la «transición» fue voluntad del pueblo español, articulada en una ley, es por lo que ningún juez o tribunal, en modo alguno, puede cuestionar la legitimidad de tal proceso«.
Habiendo demostrado, qué duda cabe, que la transi es la pera, que las leyes internacionales son papel mojado y que el Estado debe determinar la verdad, llega el momento de atreverse con la guerra civil, retomando el revisionismo equidistante que caracteriza el discurso de los recogedores de nueces de la transición (p.24), y citando un informe CT aprobado por el gobierno socialista en la verbena mediática que sobre el tema montó el presidente Zapatero:
«La guerra civil española se desencadena tras un golpe de Estado, el
alzamiento militar de 17 de julio de 1936, se desarrolla durante cerca de tres años, hasta el 1 de abril de 1939. Hubo episodios de gran violencia, motivados, en ocasiones, por un revanchismo fratricida. El informe recoge cómo en los dos bandos se cometieron atrocidades, que en la cultura actual, informada sobre la vigencia y expresión de los derechos humanos, serían propios de delitos contra la humanidad. Hubo «sacas», «paseos», fusilamientos sin juicios previos, represiones de los oponentes políticos, ejecuciones desconectadas de los frentes de la guerra, etc. Hay episodios de la guerra civil española que constituyen verdaderas masacres como, entre otros, los sucesos de Granada, Belchite, Málaga, Paracuellos del Jarama, Gernika, Badajoz en sus sucesivas ocupaciones, que son vergonzosos para la condición humana. Muchas de las personas fueron fusiladas sin juicio a lo que se añadió la ocultación del fallecido a su familia y su lugar de enterramiento. Incluso, este lugar de inhumación fue objeto de sucesivos desplazamientos sin informar a la familia.
Esta situación de barbarie, según aparece en el mencionado Informe, y también lo han expuesto testigos en el juicio oral, no sólo se desarrolló durante los años del enfrentamiento bélico, sino que perduró durante la década de los años 40. Es relevante el trienio de 1947 a 1949, en el que tuvieron lugar ejecuciones derivadas, en ocasiones, de simples delaciones vecinales.
(…) Es obvio que en ambos bandos de la guerra civil se produjeron
atrocidades y que los dos bandos, al menos sus responsables políticos y militares, no observaron las denominadas leyes de la guerra«.
Llega el momento de volver al derecho comparado y, después de citar las «soluciones paradigmáticas» de Sudáfrica y Alemania, vuelve el turno de los adjetivos:
«En España, la doctrina que ha estudiado nuestra transición, además
de destacar, en términos generales, su carácter modélico y las renuncias que tuvieron que realizarse para procurar la paz y la reconciliación, la han clasificado como un proceso de «impunidad absoluta con indemnización a las víctimas»«.
En la p.28 se sigue arremetiendo contra esos ignorantes inmodélicos del extranjero. Así, a la sentencia del TEDH estableciendo que «el presente artículo [Art.7 del Convenio Europeo de Derechos Humanos] no impedirá el juicio o la condena de una persona culpable de una acción o de una omisión que en el momento de su comisión, constituía delito según los principios generales del derecho reconocidos por las naciones civilizadas» se opone, con un «pero» delante, lo siguiente: «es preciso que el contenido incriminatorio de los hechos sea, de alguna manera, conocida por los infractores o que lo sea para el país al que pertenecen como miembros de un aparato de poder«. En román paladino, son los verdugos los que deciden si se les debe juzgar.
De Bonus Track 1, el voto particular del juez Brunete, más partidario de condenar a Garzón aunque, eso sí, poco dudoso en el entusiasmo mostrado hacia la sabiduría jurídica e histórica de sus colegas (p.38):
«Se destaca también, con mucho acierto, en la Sentencia de la Mayoría, la Transición Española, como un modo «de obtener una reconciliación pacífica entre los españoles y tanto la Ley de Amnistía como la Constitución Española fueron importantísimos hitos en ese devenir histórico». Nada más acertado, a mi juicio.»
De Bonus Track 2, lo que opina el Comité de Derechos Humanos de la ONU sobre ese importantísimo hito que es la Ley de Aminstía (Punto 9):
«El Estado parte debería: a) considerar la derogación de la Ley de amnistía de 1977; b) tomar las medidas legislativas necesarias para garantizar el reconocimiento de la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad por los tribunales nacionales; c) prever la creación de una comisión de expertos independientes encargada de restablecer la verdad histórica sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas durante la guerra civil y la dictadura; y d) permitir que las familias identifiquen y exhumen los cuerpos de las víctimas y, en su caso, indemnizarlas.»
Continuará.
Popota, hay que reconocer el curro que te pegas para ilustrarnos y, de paso, hacer subir la tasa de asco por este país.
Suscribo. Lo mejor de todo es lo poco que influye tu propia opinión, que básicamente sirve para ir enlazando los textos que dan el suficiente asco ellos solos.
… Por cierto ,muy al hilo de las «consecuencias y secuelas» (aún vivas) de ese hito importantísimo en nuestras historia democrática que es la ley de anmistia del 77 y nuestra gloriosa transición,no os perdáis (queridos Antonio Pan y Johnnie,tened a mano la bolsa del mareo)este maravilloso bonus extra…
http://www.laverdad.es/murcia/20120312/gente/guadiana-caudillo-perdera-nombre-201203121305.html
Pues a mi, sin gustarme el nombre, lo acepto al ser una decisión que han tomado sus habitantes, a menos que alguien pueda demostrarme que los que han votado favorablemente lo han hecho acojonados por la presión ejercida por las «fuerzas vivas» (ya se sabe, el señorito, el cura párroco, el médico, el boticario y el cabo de la Guardia Civil).
La democracia tiene esas cosas, muchas veces la mayoría piensa de forma distinta, pero toca aceptarlo.
E igual consiguen atraer algo de turismo entre nostálgicos, ultras varios y rojos que vengan una vez al mes a montar concentraciones ante este atropello.
de antes y perdonen…
Villorio en el estado español como dices (¿a ver? ¿di ESPAÑA? ¿un poquito mas alto? fenomenal! ya no tienes faringitis!) no hay tres idiomas oficiales, hay uno. En Cataluña si, pero en España no. En Villaconejos, municipio de la comunidad de Madrid, el catalán no es oficial. En Sagaró el español si que lo és.
«La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.» Constitución española de 1978, Artículo 1.3
Creo que Manolo el del Bombo va a causar baja por enfermedad en la Eurocopa, así que puedes aprovechar y sustituirle tú. Enfunda tu privilegiado coco en su boina, agarra el bombo y vete a gritar ESPAÑA ESPAÑA hasta ensordecer a los ucranianos.Yo mientras tanto, seguiré usando la forma, válida a todos los efectos, «ESTADO ESPAÑOL», si no te importa. Bueno, y si te importa, pues ya sabes.
El estado español como ente político-administrativo tiene un solo idioma oficial, pero en su territorio hay cinco idiomas oficiales. Te informo, por orden alfabético: el catalán (Catalunya, Comunidad Valenciana, Islas Baleares), el español (todo el territorio), el euskera (Comunidad Autónoma Vasca y Navarra), el gallego (Galicia) y el occitano (Catalunya). Luego, toda vez que estos territorios siguen formando parte del estado español, es manifiestamente falso que en este estado haya una sola lengua oficial.
En todo lo demás, tu apreciación es correcta. Efectivamente el catalán es oficial en Catalunya pero en España no, puesto que Catalunya es parte del estado español, pero no de España, ese bendito territorio en el que vuestros oídos están a salvo de dialectos separatistas malsonantes.
Ya he entendido que en el estado español que habita en tu democrática, cosmopolita y no-nacionalista cabeza, sólo hay sitio para un idioma, hasta el punto de negar que existan otros oficiales. No sufras, tu España monolingüe será una realidad en un futuro esperemos que próximo, pero no por la vía de dejar de hablar nuestras lenguas, sinó por otra que no te va a gustar tanto.
Derecho internacional? Bobadas. Fuera del ordenamiento constitucional patrio, España sólo responde ante el Altísimo y no va a someterse a esos organismos infestados de marxistas que necesitan una «interrupción temporal de las garantías constitucionales» en sus respectivos países para que aprendan maneras democráticas.
Muy de cuerdo Popota.
El TOP decidio acogerse al principio de justicia universal para acusar, imputar, lo que sea, a los criminales de las disctaduras argentinas y chilenas Sin embargo, Spain is differennt, y mediante la Ley de Punto Final, perdón, Amnistía, sentenció que la justicia universal no es aplicable en España. Por supuesto, nadie se ruboriza. Popota lo ha denominado corralita. Yo lo llamaría simplemente impunidad.
Yo lo siento, pero no puedo entristecerme por Garzón. Mayor violador de los derechos humanos no ha conocido la judicatura española depués de la CT. Ha permitido torturas delante de sus narices, ha despojado a una parte de sus ciudadanos de la libertad de prensa y de pensamiento. Ha sido uno de los alma mater del TOP. No me alegra, pero no voy a llorar.
Evindetemente, como dice Popota, el estado español es juez y parte en este asunto. No se van a autoimculpar, por eso no an a derogar nunca la Ley de Impunidad. Porque teniendo en cuenta el origen fascista de los jueces, como accedió al poder el actual jefe del estado (ese que elegimos cada 4 años), es imposible que lo hagan.
Al fin y al cabo, no ganaron el golpe de estado, perdón, la guerra en el 36 para que luego esos vencidos revanchistas exijan reconocimiento, justicia, y reparación. Eso solo vale para los vencedores en definitiva, para los españoles de bien.
Por cierto ¿Alguno de los que participa en este blog tuvo la oportunidad de votar en el referendum constitucional del 78?
Ondo izan
«¿Alguno de los que participa en este blog tuvo la oportunidad de votar en el referendum constitucional del 78?»
No sé si hay alguien aquí mayor de 50 años.
“¿Alguno de los que participa en este blog tuvo la oportunidad de votar en el referendum constitucional del 78?”
¿Qué más da? Como bien nos recuerda Popota a menudo, ya lo dijo Peces Barba: el que no pudo votar en su día, que se joda.
Saludines
Cataluña es y ha sido parte del estado español desde hace siglos y por cierto una parte muy importante así como euskadi para bien y para mal son parte de lo que ha sido y es ESPAÑA,parte de sus virtudes y defectos por lo que no comprendo esa manía de referirse a España como algo ajeno y achacarle a esta todos los defectos y vicios incluidos los mas recientes y colocar a los catalanes y vascos como victmas de estos degenerados y no parte de ellos . Algún tipo de complejo esconde esta conducta
Pues yo no sé lo que me pasa últimamente que los argumentos como el que ha soltado el siempre ponderado Lluís (esto de «La democracia tiene esas cosas, muchas veces la mayoría piensa de forma distinta, pero toca aceptarlo») ya no los acepto, esta acepción de la democracia es una trampa. Democracia no es un procedimiento ni se basa en ellos, es un estado. Son los procedimientos los que se derivan de la democracia no ésta de ellos. Una cosa es que los vecinos de Guadiana del Caudillo tengan todo el derecho del mundo a opinar o expresarse y otra muy diferente es que sus opiniones o expresiones sean válidas. Supongo que si hubieran votado que a los negros no hay que dejarles entrar en su mierda de pueblo, por poner un disparate cualquiera, no se asumiría como una decisión «democrática», se diría con razón que son unos «racistas»y que su poder de decisión sería suspendido, por lo que deberíamos decir de esa gentuza encantada de recordar a Franco por su seudónimo que son unos fascistas y deberíamos restringir sus derechos civiles, esto es, meterlos en la cárcel.
Sobre si Cataluña es España o si es un país que está entre Francia y África… Yo creo que el dilema no es si Cataluña es España, yo creo más bien que habría que preguntarse si Cataluña podría ser otra España, me explico: ¿Cataluña podría estar cómoda en un país en el que se eligiese democráticamente al jefe del estado y no fuera éste un apadrinado de Paquita y un presunto auto-golpista? ¿Estaría cómoda si de verdá, pero de la buena, se juzgaran al resto de cómplices? ¿Seguiría cómoda si todo fuera muy democrático pero las cuentas de los dineros les siguieran saliendo mal? Lo último lo digo porque en Alemania una de las partes sigue pagando a la otra, y no sé si pagan más a gusto que aquí por eso de que “tos semos alemanes”.
Yo no estoy cómodo con toda esta mierda, pero soy de Cuenca, no tengo más opción que la República Independiente de mi Casa para cuando tenga casa. Pero los catalanes ¿que prefieren? ¿La España de Lupo (osea la actual)? ¿Esperar si nos libramos del Campichuelo y empiezan a caer todos como naipes? ¿O realmente es incuestionable que los catalanes son tan poco españoles como los de Udmurtia y es impensable otra cosa que no sea una Cataluña como estado independiente?
Perdón por hacer tantas preguntas y no dar ninguna respuesta, tengo déficit de convicciones ideologías y de certezas.
Antonio,
Yo no me considero por encima de nadie como para decidir si un conjunto de personas que han tomado una decisión de forma democrática se han equivocado o no.
A mi la decisión, personalmente, no me gusta, pero admito que otros puedan pensar de forma distinta, esa es una de las cosas que diferencian a un demócrata de uno que no lo es. Ya puestos, tampoco me gustan las mayorías que ahora mismo están gobernando en España o Catalunya, pero están allí por los votos, no voy a dedir a la ligera que los que los han puesto allí se han equivocado.
Es un problema, para mi, que existan grupúsculos, sean de derecha, centro o izquierda quese crean en posesión de la verdad absoluta y con derecho a silenciar a los demás, sea vía ley de partidos, vía amenazas o como sea, pero eso no se arregla intentando disimular el problema, sino preguntándonos qué está fallando en una sociedad supuestamente abierta y tolerante que engendra esos monstruos y cómo se puede arreglar. Limitarse a prohibir hablar al nazi no impedirá que salgan más.
Y si hemos de mirar engendros históricos, basta recordar el cariño que le tienen a Napoleón en el país vecino, un tipo que se convirtió en el sepulturero de la Revolución Francesa y que llevó la sangre, la muerte y la destrucción por toda Europa, desde Lisboa hasta Moscú. Y eso que terminó fracasando (de hecho, como casi todo lo que han intentado los franceses en los últimos 200 años), no sé qué habrían hecho de haber triunfado.
Es extraño cómo algunos nos cuentan la historia tal y como no fue. La Ley de Amnistía fue una reclamación histórica de la izquierda. ¿Recuerdan «Libertad, Amnistia, y Estatuto de Autonomía»? Y ahora parece que fueron los franquistas los que se autoperdonaron, cuando el régimen se negó una y otra vez a esta Ley de Amnistía que reclamaba del PCE desde el año 1956. Pero bueno, no hay nada que los deseos de ser catalán, según el manual, del Pop, no puedan revisar. Para algunos la historia es chicle. Y para un triste apañol desidentizado, más.
En otro orden de cosas:
http://www.youtube.com/watch?v=miU7X5DEzt0&feature=player_embedded
La libertad, ¿les suena?
Algunos tienen una relación feudal con la cultura. Lo divertido es que son precisamente aquellos a los que esa cultura coloca en el lugar de siervos. Sigue, Pop.
Observando al Pop uno llega a una conclusión inapelable: es falso que la humillación cree rencor, al revés, crea una fidelidad canina. En el charnegu asimilado es en la humillación donde hay que encontrar las raíces de la fidelidad. Lo he visto toda mi vida. La humillación no crea rebeldes, sino sometidos. Por eso la personalidad de Pop, pobre, no tiene ningún secreto y es completamente previsible. Todos sabemos lo que va a escribir sobre cualquier tema, ¿o no?
Es sólo el pelota de un Nosotros que le desprecia y del que se empeña en formar parte. Lee a Fanon, Popis. Y ya no necesitarás espejo.
Creo que Gottlieb da en el clavo. La cuestión de fondo no se debe centrar en dilemas metafísicos sobre el ser o no ser, sobre qué es España o quién es español, sinó más bién sobre si construímos algo habitable para todos, en una república democrática y plurinacional donde la monarquía franquista sea pieza de museo, dónde cada nación integrante pueda desarrollar su potencial cooperando con las demás, y se aprenda a convivir con las múltiples adhesiones identitarias en el interior de cada comunidad y en el interior del estado, o bién la vieja España radial y monolingüe constituída en un cuartel al que se le tiene que llamar ESPAÑA porqué si le llamas estado español te llaman al orden.
Como que lo primero es todavía más inviable que la independencia, no tengo más remedio que decantarme por esta.
Victimismo
Eduardo Uriarte, EL PAÍS, 13/3/12
Hace años, no me quedó más remedio que asistir a una fiesta del euskera que convocaba a 40.000 escolares en San Mamés. Se pueden hacer una idea del inusitado bullicio y de la alegría provocada por tantas juveniles voces entonando al unísono canciones en la lengua patria. Pero los oradores que tomaron la palabra ante tan fastuosa concentración no celebraron nada, ni pusieron en valor el camino recorrido a favor del euskera, sino que mostraron un sumatorio de los graves agravios, retos y problemas que tenía por delante nuestro oprimido idioma. Parecía que habían convocado a tanto niño para decirles que el euskera iba a peor. En ese lugar, en la Catedral, llegué al convencimiento de que el victimismo es consustancial al nacionalismo y que, además, es un saco sin fondo.
Nada va a arreglar el lehendakari si sigue diciendo que hay que proceder al acercamiento de los presos etarras para no promover su victimismo. Más bien se va a meter en un lío supino. Porque, aunque el victimismo se le suponga a todo nacionalista, en un preso puede estar algo justificado, no especialmente por estar en Puerto y no en Martutene, sino por estar funestamente preso. En este caso se podría dejar en paz lo del victimismo, y caer en la cuenta que intenta no victimizar a un victimario que bastante victimizado está al estar preso por culpa de sus fatales errores. Es decir, no se debe citar la victimización en casa del victimizado por ser un victimario. No pierda el tiempo en aminorar el victimismo de los nacionalistas, pues no tiene remedio, y, además, se pueden sentir más victimizados por intentardesvictimizarles. Piense que lo de la victimización no acaba ahí: acérquelos, amnistíelos, deles su puesto, deles todo, y aun así, seguirán usando el victimismo, como pasó con los nazis que no se conformaban con nada, seguían ocupando países y países y nunca se dieron cuenta de que las víctimas eran los demás. Otra cosa es que se quiera engañar a la opinión pública, que en esto de la paz es más candorosa e ingenua que la tonta del pueblo.
En la selva amazónica hay dos tribus peculiares. La primera conoce más de doscientas plantas medicinales para paliar sus enfermedades; la segunda, muy ignorante, no conoce ninguna, ni se preocupa por conocer, porque desde tiempos inmemoriales, desde la noche de los tiempos, considera que el culpable de todas sus enfermedades y problemas son sus vecinos. Eso si, su agresividad les lleva a conocer veinte venenos para sus flechas mortales. Por consiguiente, no digáis nunca a alguien que se considera una víctima que se va hacer una cosa —o dejar de hacerse— para no victimizarla más, porque entonces se quejará de que lo hecho, o no hecho, es para victimizarla más. “No digas que no me quieres victimizar porque con eso me estás victimizando” (¿O acaso creían que hoy se iban ustedes a librar de La vida de Brian?)
Eduardo Uriarte, EL PAÍS, 13/3/12
Victimismo
http://www.libertaddigital.com/sociedad/los-padres-vascos-acuden-a-la-eurocamara-para-denunciar-la-persecucion-al-castellano-1276334232/
IMPOSIBILIDAD DE ESCOLARIZAR EN CASTELLANO
Padres vascos acuden a la Eurocámara para denunciar la persecución al castellanoLos padres vascos continúan su ardua lucha contra la política lingüística emprendida por el Ejecutivo de Juan José Ibarretxe. Según informa La Razón, la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística acude este martes al Parlamento Europeo para dar a conocer la persecución al castellano que se produce en el País Vasco. De hecho, denunciarán en Estrasburgo como el Gobierno vasco «impide estudiar en español, una lengua que es materna». Hace apenas unas semanas el Ejecutivo de Vitoria anunció que a partir de 2009 sólo se podrá estudiar en vascuence.
La persecución al castellano que se está produciendo en el País Vasco ha llegado al Parlamento Europeo. De hecho, la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística, que engloba a miles de padres de esta comunidad, acude este martes a Estrasburgo para explicar a los europarlamentarios la verdadera situación que viven los castellanohablantes en el País Vasco.
De este modo, los cuatro miembros de este colectivo que realizarán la ponencia denunciarán como el Ejecutivo de Juan José Ibarretxe «impide estudiar en español, una lengua que es materna para el 80 por ciento de los vascos». La última medida del Gobierno nacionalista fue el anuncio de que a partir de 2009 sólo se podrá estudiar en vasco, desapareciendo así el modelo en castellano y el mixto.
La conferencia se podrá realizar gracias a la intermediación de algunos europarlamentarios españoles del PP y del PSOE. Este colectivo tiene como principal objetivo que la UE «conozca la grave situación educativa del País Vasco, ya que no es un problema que afecte sólo a los españoles, sino a los derechos básicos de la ciudadanía europea». Además, la política empleada por el Ejecutivo de Vitoria, a juicio de los padres vascos, «pone en entredicho la libre circulación de personas al convertir al idioma en una barrera infranqueable para todo aquel que deba venir al País Vasco».
Pero eso no es victimismo, Villoro, es una falta de libertad real, una limitación en las posibilidades de elección de las personas.
El problema actual en Apaña es cómo hacer compatible la convivencia entre gente que odia la libertad y los que la quieren. A mí me parece estupendo que Pop y tú queráis ser unas caricaturas, pero permitid que los demás seamos otra cosa, igual otras caricaturas, pero bueno. Tal vez las de cada uno.
Lluís,
Yo respeto tu derecho a que tengas tu propia opinión y a expresarte, pero me temo que tu post anterior es puro pensamiento CT. El relativismo es una mala cosa.
Respecto a tu comentario sobre Napoleón, siento discrepar. Aunque no sea uno de mis héroes, comparado con lo que tuvimos aquí (Fernando VII) Napoleón era la Ilustración. De hecho el estimulado odio a los franceses por parte de la caverna española es el precursor del pensamiento CT. No se quién dijo algo tan bueno como «tant de bó que el Timbaler del Bruc s’hagués tocat el nas en lloc del timbal»… Tenemos muchas cosas que envidiar a los franceses, entre otras que tuvieran los cohones de decapitar a su rey… o hacer la reforma agraria, que Napoleón, por cierto, no deshizo…
Y por último decir que de lo que se trata es de buscar la verdad y el bien. Si 10 millones de mamones votan al PP o a CiU será todo lo «democrático» que quieras, pero no es un paso para alcanzar la verdad o el bien, más bien todo lo contrario, por lo que tenemos todo el derecho -natural- a rebelarnos… ¿O quizá es mejor que nos sentemos a esperar a que esos millones de mamones «tomen conciencia»…?
Un saludo,
Rottenführer,
Los que odian la libertad tienen su santuario en el Congreso de los Diputados. Allí es donde se aprueban la mayor parte de las prohibiciones y restricciones que rigen en España.
Que yo sepa, no han sido los parlamentos de Euskadi ni de Catalunya los que se han sacado de la manga la ley de partidos, ni han redactado una constitución en la que el conocimiento del idioma español es obligatorio para todo ciudadano de este país. No sé como consideran la igualdad entre españoles, pero resulta que un catalanoparlante no puede dirigirse al Senado de España (órgano que en teoría representa a los territorios) en su lengua materna, derecho que si que tienen otros.
No sé, harías bien en repasar tus apuntes, pero ni tu ni tus amos defendeis la libertad. Claro que, dada vuestra falta de cultura democrática, igual pensais que la libertad consiste simplemente en no fusilar a los que piensan distinto.
y esto, en castellano se denomina «la megapaja mental con triple tirabuzón».. pasen y vean…
«…que Catalunya es parte del estado español, pero no de España…»
Villorio, te coronas. Comienzas a ser uno de mis ídolos, después de la chinita del programa de Wyoming, Angel María Villar, y Cayo Lara.
«chinita». Tenemos a Torrente en el foro.
Villoro, Gottlieb,
+1
De lo demás, con lluís en que no me parece deseable prohibir que le pongan el nombre que quieran. otra cosa bien distinta es que por el hecho de ser mayoría no podamos decir que uno está en desacuerdo, o que ganar unas elecciones -o una consulta, o lo que sea- significa que uno tenga razón.
Gracias por la respuesta Villoro. La primera opción no la veo tan remota, aunque respeto y comprendo la opción de la independencia. No puedo decir que la apoye, porque alguien de Cuenca no puede ser independentista catalán sin salir de Cuenca. Pero bueno, lo que digo es que librarnos del Campechano está hecho, es ley de vida. Y aunque solo dos o tres años atrás no lo habría creído posible, ahora tengo esperanzas de que un Borbón poco amigo del pueblo manteniéndose en su opulencia con la mierda que nos estamos comiendo los demás, se tenga que ir como ya le pasó a su pariente. Y una vez desmontada la coronita, puede que desde Europa nos obliguen de una puta vez a levantar las alfombras. Sí, es política-ficción, pero en argo hay que de creé, porque estoy a punto de meterme en un monasterio de clausura siendo ateo de pies a cabeza.
«España,también denominado Reino de España, es un país soberano, miembro de la Unión Europea, constituido en Estado social y democrático de Derecho y cuya forma de gobierno es la monarquía parlamentaria. Su territorio, con capital en Madrid, ocupa la mayor parte de la península Ibérica, al que se añaden los archipiélagos de las islas Baleares (en el mar Mediterráneo occidental) y de las islas Canarias (en el océano Atlántico nororiental), así como en el norte del continente africano las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, además de los distritos y posesiones menores de las islas Chafarinas, el peñón de Vélez de la Gomera y el peñón de Alhucemas. El municipio de Llivia, rodeado totalmente por territorio francés, en los Pirineos, completa el conjunto de territorios junto con la isla de Alborán, las islas Columbretes y una serie de islas e islotes frente a sus propias costas.»
… pues eso, que Cataluña no es de España
Villorio +1 (Aggregated +2)
Popota +1
chinita, ¿¿¿¿ no hay pan ???? ¿¿¿¿ pero como que no hay pan ????
Gottlieb, el problema que veo yo y que me impide ver ahora mismo otra salida que la independencia, es que el actual modelo de estado en lo que se refiere a su organización territorial, poder político, financiación, infraestructuras,política cultural, etc, es sólidamente compartido por las dos opciones políticas mayoritarias y por las élites sociales y económicas del estado en una dinámica creciente que además apunta a un proceso inminente de recentralización. Esta realidad no es más que la actualización del viejo sistema de la restauración borbónica, con Rajoy Rubalcaba por Cánovas y Sagasta. Y los borbones en el mismo lugar, claro. Los intentos serios de cambiar eso a lo largo de los últimos 100 años, han resultado en violencia armada y dictaduras militares, o tentativas como la que todos hemos conocido. Las famosas «contribuciones a la gobernabilidad» de CiU y ERC y la «responsable» sumisión del PSC, no sólo no han servido para obtener una financiación, no de estados independientes, sinó como la que ya tiene otra comunidad autónoma «española» como Euskadi (Navarra todavía puede aducir que es comunidad «foral») sinó para ni siquiera aliviar un saqueo fiscal récord en la UE; conectarse al ancho de vía europeo y no una red ferroviaria decimonónica, tener un hub internacional y no un aeropuerto low cost, que nuestras empresas puedan competir en igualdad de condiciones y no tengan que enfrentarse a maniobras políticas, que nuestro sistema de cajas de ahorros no se vaya al garete, que no se deslocalicen empresas e inversiones, que no nos cierren «embajadas» que trabajan para internacionalizar nuestra economía, que no nos impongan la castellanización de la enseñanza y la rojigualda en los ayuntamientos, que nuestra lengua tenga el estatus político-administrativo que le corresponde a una lengua propia de un país, y que sus hablantes podamos ejercer nuestros derechos sin que un par de picoletos te chuleen y te ahostien en un aeropuerto de tu propio país por hablar en tu idioma. Etc, etc,
Tras 30 años de pasteleo de los políticos catalanes en Madrid, Catalunya ha obtenido eso y los gobiernos españoles a cambio, estabilidad política. Todo esto para que además tengas que aguantar que garrulos cejijuntos o niñatos bocazas te llamen ladrón o nazi, o que pasen de leer tu idioma aunque lo entiendan, porqué no les interesa, eso si no le llaman dialecto o te dicen que ladras.
A nivel político, los cánovas y sagastas de hoy, que se enfrentan cara a la galería y a las elecciones, y luego establecen los pactos que hagan falta para excluir a las molestias periféricas de cualquier influencia en las instituciones del estado y en nada relativo a la organización territorial.
La persistencia y el poco disimulo de estas políticas y la falta de respuesta de las fuerzas autonomistas catalanas ante ellas a ojos de sus propios ciudadanos, es lo que ha llevado a un agotamiento casi definitivo del discurso autonomista, con el resultado del crecimiento del independentismo.
Que toda esta situación sea asumida como natural por una amplia mayoría de la sociedad española, y que defender otros modelos tan lejanos y exóticos como el alemán sea visto como una extravagancia o casi como un delito de lesa patria, deja bién a las claras el estadio civilizatorio que ocupa España en el proceso histórico.
Es por esto que cuando hablamos de cambiar la organización polítca, territorial, etc, del estado, realmente estamos hablando de cambiar cosas mucho más profundas y fatalmente arraigadas. Cuando en realidad no estaríamos hablando de convertir el estado español en una mini-ONU o una ex-URSS, sinó de organizarnos federalmente como Alemania y oficializando y estructurando nuestra pluralidad como Bélgica o Suiza. Que un español considere que eso no es posible en su país, es tener un muy bajo concepto de sí mismo.
Yo en la actual situación, cuando después de todo lo que he comentado, todavía hace fortuna y se expande el discurso del «hastío» con los «nacionalistas» (catalanes y vascos, se entiende), de su «excesivo poder e influencia» y se habla de modificar la ley electoral para reducir su represenación en el congreso o incluso suprimirla, no veo más que una opción, por una pura cuestión de supervivencia, y cuando por un lado se impone en el estado la hegemonía nacionalista española, y paralelamente aumenta el independentismo en Catalunya, el desenlace me parece claro.
Mientras la reformulación del estado esté en manos de los periféricos, fracasará y seguirá generando polarización entre unitarismo e independentismo, de modo que sólo puede tener un futuro si en la España propiamente española (=castellana) hay una apuesta por esa otra España.
Comprendo que uno de Cuenca no va a resolverlo pidiendo la independencia, y que es el primer interesado en romper con el actual modelo de estado, que no sólo amenaza el futuro de Catalunya, sinó de todo lo que se aleje 50 kms de la Puerta del Sol. En este sentido, lo más revelador no es lo que digan personas como Lupo, que al final es lo de siempre y ni siquiera es original; lo más revelador es discutir con madrileños autodenominados «de izquierdas» y como hablan de «los de provincias». He oído a un tío decir (este no muy de izquierdas, ciertamente) que los valencianos serán los camareros de los madrileños. Y perlas semejantes, aplicables al resto de «periféricos».
Yo lo veo jodido, incluso aunque los borbones traigan la república. Si sólo cambia la jefatura del estado, no cambia nada. Hay que cambiar el estado mismo y las esferas de poder desde donde se ha gobernado el estado español desde 1874.
Un saludo.
Sí, bubu, la palabra «obligación» en la redacción de la Constitución es una metedura de peta. Estoy de acuerdo.
Bueno Villoro, después de su acertado y mucho más realista análisis, quizá lo mejor será hacerse a la idea de la nueva situación; nosotros pasaremos de ser una de las regiones más pobres de España a ser una de las posesiones más paupérrimas de Madrishtán. Pero por supuesto nos lo hemos buscado los “de provincias” más o menos engañados por los mismos que nos desprecian, pero a los que damos las gracias por las míseras migajas que nos tiran de vez en cuando. Quizá ahora la gente joven sea diferente y los inmigrantes no estén intoxicados por la CT, pero el cambio que describe necesita muchos más años de los que ustedes, por lo que entiendo, están dispuestos a asumir.
Para cumplir los objetivos de independencia y a la vez “darse tiempo” con España pero sin “romper” del todo, ¿no se podría arreglar con uno de esos ceses indeterminados de la convivencia?
Buenas noches y buena suerte. Magister dixit.
el caso es que esto era un asunto de bilingüismo, y nos acaban hablando de independencia
Mira Villoro, para que los catalanes se independicen primero deberían ser unos cuantos mas, y tomar la determinación de hacerlo
En plan intelectual («el problema que veo yo, y que me impide ver ahora mismo otra salida que la independencia…» la virgen …), solo da para eso, para ponerse trascendente con un tema que a la mayoría de los catalanes se la refanfinfla. Anima mucho, da para acabar hablando del cava, de los boicots a los productos catalanes, de Guardiola, de Madrit (eje del mal) , de Madrid (capital de España) y del rey…
Pues nada, seguimos de charleta, todos, los españoles y los estadoespañoles …
Gottlieb
«…Para cumplir los objetivos de independencia y a la vez “darse tiempo” con España pero sin “romper” del todo, ¿no se podría arreglar con uno de esos ceses indeterminados de la convivencia?» genial. Yo de los estadoespañoles, me iba una temporada a vivir a casa de mi madre y darme un tiempo
Lupo, es Vd. maravilloso. Capaz de obviar completamente todo el fondo del debate con Villoro, y hacer broma de una broma que solo trata de rematar el texto con una frase irreverente para acabar con menos seriedad el comentario.
Lupo, tomo nota de tus recomendaciones sobre cómo alcanzar la independencia, sin duda serán de gran utilidad, aunque no tanto como la proliferación en la red de demócratas no-nacionalistas como tú. En cuanto a mi uso de tu lengua, no es mi intención ser pretencioso ni pseudointelectualoide, simplemente la uso como sé, y a veces me saldrá mejor y otras peor, pero ya no es la primera vez que te digo que bastante es que tengamos la deferencia de escribirte en tu idioma, como para que encima te permitas corregirnos o hacernos observaciones al respecto. Si hay una próxima vez, te lo diré de otro modo.
En lo que respecta a los catalanes, lo que piensa la mayoría no lo sé yo que vivo aquí, mucho menos tú. Con la diferencia de que yo al menos soy partidario de pregúntarselo. De momento cuando se lo preguntan, a día de hoy un 44% de los preguntados votarían ‘sí’.
Sobre mi postura intelectual y mi nivel de trascendencia sobre todo lo relacionado con «España», «estado español», «unidad de España», etc, pensaba haber sido lo bastante claro en anteriores intervenciones, pero visto que o bien no me se expresar en vuestra lengua o bien en tu caso requieres un esfuerzo mayor, te remito a las sabias y profundas palabras de mi principal referente intelectual:
http://www.youtube.com/watch?v=1O6uK-hbncY