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El nuevo modelo productivo

Poco a poco vamos conociendo los detalles del nuevo modelo productivo que nos permitirá salir de la crisis y volver a ser la Reserva Económica de Occidente. Sin ánimo exhaustivo, los hits del nuevo modelo productivo son los siguientes:

Recorte masivo de servicios públicos.

Subida masiva y «temporal» de impuestos.

Subida de 15 veces la inflación en el transporte público.

Subida de 3 veces la inflación en la factura de «la luz».

Subidas «imparables»  de dos dígitos de comisiones bancarias.

Tocomochos varios con participativas, preferentes y demás.

Repago para la sanidad.

Bajada de sueldos del 20%.

Los espías del Reino, a currar para empresas privadas.

Peajes para todas las carreteras para financiar futuras obras «muy necesarias«.

Y así sucesivamente. Y si falla algo, indultos.

Ítaca

Congreso de CDC, el partido que lidera el tripartito catalán, con abundancia de fuegos artificiales soberanistas. Finalmente, se aprueba apoyar un estado «que actúe como propio», una «actitud independentista» y, qué miedorrr, dicen que si no hay pacto fiscal, harán una Hacienda catalana. Algo que, por cierto, ya existe desde hace la tira, recogido en el estatut-patena, también incumplido en esta materia mientras el Dioni de la Franja va vendiendo los votos convergentes en el Congreso al nacionalismo españatarra por 291 millones de euros según la versión oficial y por otro precio según lo que se deduce de la prensa del regimen.

Mientras la realidad del ejercicio del gobierno va a su bola -en materia de aquello que nos distingue de los sucios blavencianos, y enchufando como número 2 de los medios públicos a un vidal-cuadrista cuyo principal mérito es tratar de meter en el PP a ese ejemplo de demócrata llamado Josep Anglada antes de que el buen señor se forrara con PxC-, el presi Mas y sus compinches ahondaron, con la tranquilidad que da tener al PSC desaparecido y a los republicanos mendigando atención con la misma actitud solícita con la que se hicieron encima el segundo tripartito, en las metáforas marineras para hablar de su compromiso independentista, perdón, soberanista, perdón, de soberanía total, perdón, de soberanía plena, perdón, de etc.

¿Cuánto duraría en una empresa privada un impresentable capaz de incumplir una vez tras otra sus objetivos? ¿Cuánto duraría en una empresa privada un incompetente que en lugar de currar y sacar resultados se dedicara a explicar a jefes y clientes imbecilidades sobre Ítaca, barquitos, timones y demás ceros conceptuales sin aplicación práctica de ningún tipo?

Pues aquí, de momento vamos ya por 15 meses. Sin oposición, con el paro disparado, con la Generalitat quebrada, con el déficit igual de disparado, con los mismos bonos piramidales, perdón, patrióticos, con sus indultos, con sus corruptos, con su sí bwana a la masacre del sistema financiero catalán. Eso sí, en dirección a Ítaca, que vete a tu a saber lo que es…

Corralitos

Rosell y Teixeira, en The Economist.

Rosell y Teixeira, en Le Monde.

Rosell y Teixeira, en el Huffington Post.

Rosell y Teixeira, en la BBC.

Rosell y Teixeira, en A Folha do Sao Paulo.

Rosell y Teixeira, en The Guardian.

Rosell y Teixeira, worldwide.

Rosell y Teixeira, en el corralito.

Como en los glory days, hay que informarse en el contubernio judeomasónico de allí arriba. Los de aquí dándole al corralito informativo-tanto da la Central Lechera o su reproducción a escala 1:1, la Llet Nostra-, a su bola.

En defensa de los profesionales

La imprescindible, refrescante y prestigiosa escritora Elvira Lindo hace una imprescindible, inquietante y seductora reflexión en su última imprescindible, novedosa y esperada columna sobre el fin del periodismo. Cito un par de imprescindibles, recomendados y polémicos fragmentos:

» Los que con más fervor presagian el fin de este oficio son los inagotables amantes de la comunicación, esos que probablemente no distinguen entre comunicación y periodismo, como muy bien hacía el otro día en un discurso para subrayar la maestra Soledad Gallego Díaz; aquellos que creen que por estar conectados 24 horas, recibiendo links, clickeando likes en facebook, trasteando en panfletos o al tanto de twitter, están a la vanguardia de la información. Y no.»
«Este debate me recuerda a aquella época en que estaba tan en boga atacar la medicina tradicional a favor de la “alternativa”. La alternativa era la que aportaba una humana modernidad, mientras que la tradicional era esa antigualla sostenida por el corporativismo médico. Nada tengo en contra de los tratamientos que no sanan pero reconfortan, pero, ay, si se trata de una enfermedad seria, que en periodismo sería una guerra o una crisis aguda como la nuestra, mejor ponerse en manos de profesionales.»

Aquí los «profesionales» en una «aguda época de crisis como la nuestra»: en la CAM, en Caja Cantabria, en Cajasol, en Caja de Ávila y, en general, en la sopa. Mientras tanto, los bulos de Internet dále que te pego.

Hasta mañana, voy a prepararme una infusión de pene de ciervo, que me pone bien el karma.

Sobre el constitucionalismo español

Art. 2.° La Federación española consagra y garantiza la inviolabilidad del derecho humano en todas sus manifestaciones; y en su consecuencia:
El derecho a la vida y a la dignidad y seguridad de la vida.
El derecho a la libre emisión, manifestación y difusión del pensamiento.
El derecho a la libre expresión de la conciencia y al libre ejercicio de los cultos.
La libertad de la enseñanza.
El derecho a la instrucción primaria, gratuita y obligatoria.
La libertad del trabajo y, como consecuencia, la de profesiones, la de la industria y la del comercio interior.
La libertad de locomoción, la de elección de domicilio y la inviolabilidad del mismo.
La inviolabilidad de la correspondencia epistolar y telegráfica y la de cualquier otra que, en lo sucesivo, se invente.
El derecho de propiedad sin vinculación ni amortización perpetuas.
El derecho de petición.
El ejercicio de acciones públicas por denuncia o querella.
La igualdad ante la ley.
El establecimiento del Jurado para toda clase de delitos.
La libertad de reunión, asociación y manifestación pacíficas.
La participación en el Gobierno por medio del sufragio directo y permanente.
Art. 3.° Garantiza igualmente la Federación la autonomía de los Municipios, como viene determinada en las respectivas constituciones regionales; la autonomía de las regiones, ya se compongan de una o de varias de las actuales provincias, sin otro límite que el impuesto por ellas mismas en la presente Constitución; la integridad del territorio que la Federación comprende y los atributos constitutivos de su autonomía.
Art. 4.º Todas las facultades que no hayan sido expresamente delegadas por los Municipios a las regiones, pertenecen a los Municipios; todas las que no hayan sido delegadas por las regiones a la Federación, pertenecen a las regiones; todas las que no hayan sido expresamente delegadas por el pueblo a los Poderes públicos de los Municipios, de las regiones o de la Federación, pertenecen al pueblo.
Art. 5.° Ni el pueblo ni los Poderes constituidos podrán atentar nunca contra los derechos consignados en el artículo 2°, ni contra las autonomías definidas en el artículo 3.°.
Art. 6.° Ni la Federación, ni los Estados regionales, ni los Municipios podrán sostener culto alguno.
Art. 7° Las actas de nacimiento, las de matrimonio y las de defunción deberán ser registradas por las autoridades civiles de los Estados respectivos; sólo serán válidas las que tengan este requisito.
Art. 8.° Quedan secularizados todos los cementerios.
Art. 9.° Quedan secularizadas la enseñanza y la beneficencia, ya dependan de la Federación, ya de los Estados regionales, ya de las Municipalidades.
Art. 10. Quedan abolidos los títulos de nobleza en toda la Federación.
Art. 11. Quedan también abolidas en toda la Federación la pena de muerte y todas las perpetuas.

Pi y Margall, 1883.

Normalizando Euskadi

Pasito a pasito, el gobierno del PPSOE que lidera Fatxi López después del pucherazo va normalizando la CAV y acercándola al resto de España acabando con las absurdas divisiones del pasado. En tres añitos, el buen señor ha conseguido triplicar el paro y decuplicar la deuda de la CAV, y es que cuando te dedicas a la gestión y no a las obsesiones identitarias todo sale rodado, solo hace falta ver los chulos que han quedado los mapas del tiempo o los resultados en audiencia que ha provocado el desembarco masivo de tertulianos españatarras en los medios públicos para conseguir que el pueblo vasco «madure» de una vez.

Tanto es el acercamiento al resto de España que empiezan a aparecer originalidades poco comunes por allí arriba. Por ejemplo, un señor que se compra su chalecito, con su piscinita, usando sus 400.000 euros de dinero que no sabe de donde han salido, en metálico, con 292 billetitos de 500 euros… Los Karankas del nacional-constitucionalismo andan de lo más indignados con la investigación de Hacienda, casi parecen los muchachos de Intereconomía denunciando el estalinismo y las persecuciones políticas del caso Gürtel…

El buen señor en cuestión es un hombre fuerte del partido del gobierno, un izquierdista de esos que pululan por allí. Además, es un as de los negocios y de la energía verde. No en balde, su experiencia de 16 años en el ayuntamiento de Bilbo le convirtió en el candidato idóneo para convertirse en el máximo ejecutivo comercial de IBIL, la empresa constituida a medias por el Gobierno vasco y Repsol -la casa madre de Petronor, donde el Zaplana vasco pasa las horas a cambio de un módico sueldo, y donde por cierto también laburó el buen señor- para «impulsar» el coche eléctrico.

A todo esto, el buen señor es el cuñado de Fatxi, y hermano de su mujer. Según cuenta su prensa independiente, objetiva, bilingüe y cosmopolita, eran de la misma cuadrilla desde pequeñitos, y si Fatxi está donde está es porque los enmanos, perdón, hermanos Gil Llanos así lo han decidido.

¿Se imaginan qué risas si a Ibarretxe se le ocurre colocar a la parentela en instituciones públicas? ¿Se imaginan las risas si un cuñado de Ibarretxe aparece con 400.000 € salidos de la «nada»?

Yo, sí.

 

Banco Maketo S.A.

En su épica lucha contra el desánimo, el pesimismo y todas aquellas cosas indeseables que emborronan la marca España, el blog Maketo retoma sus propuestas constructivas contra la crisis, ideas de negocio capaces de reflotar el milagro económico español.

Todos ustedes saben que el Albionato ha dañado la imagen del sistema financiero más sólido del mundo, conseguido gracias a la pericia del Banco de España, la CNMV y el PPSOE en general.

Pues ahí va la idea:  primero, consigo que el gobierno del Reino, para que vuelva a fluir el crédito, coja la mitad del sistema financiero -a poder ser, el que no es totalmente privado-, y le aumente un inasumible 25% los requerimientos de capital, para reventar a todas las entidades; segundo, consigo comprar dichas entidades por un euro con, tercero, el añadido de que todos sus activos con pérdidas serán cubiertos hasta el 80% con dinero del contribuyente; cuarto, me ocupo del tema del blindaje, la optimización fiscal, los bonus y el yate.

Imaginemos que me compro una entidad al azar, Caja OléMafo. Dicha caja tiene 25.000 millones en activos de verdad, y un pufo de 25.000 millones de ladrillos que hoy vale, a precio de mercado, 10.000. Por el módico precio de 1 €, me quedo con los 25.000 millones buenos, y vendo los ladrillos a su valor real -10.000 millones-, obteniendo del dinero público además el 80% de la pérdida -12.000 millones más-. En resumen, me quedo 25.000 millones de activos de verdad, pierdo 3.000 millones, y hago una caja de 22.000 millones de euros, todo ello pagando un euro. Luego solo queda despedir a mansalva -o aun mejor, con prejubilaciones fraudulentas de esas que tanto contribuyen a la sostenibilidad de la Seguridad Social del Reino-, y a saquearrrrrrr, perdón, a crear riqueza y conseguir que vuelva a fluir el crédito. ¿Fácil, no?

Pues poder, lo que se dice poder, se puede.  ¡Vaya si se puede!

Bankeros

Valor contable de las acciones de Bankia: 9,37€

Valor de las acciones de Bankia en su salida a bolsa (Julio de 2011): 3,75€

Valor de las acciones de Bankia en bolsa ayer (Marzo de 2012): 2,95€

Esto es: en únicamente ocho meses, los bankeros han visto esfumarse -fiu- más de un 20% de la inversión.

Todo ello, ante la atenta supervisión del Banco de España y la CNMV, responsable por lo demás de la estafa de cerca de 26.000 millones de euros de las acciones preferentes con originales creaciones de empleo y valor añadido vía Islas Caimán.

Ya quedan sólo siete meses, por otro lado, para que los que compraron acciones convertibles del banco de Querido Emilio se vean obligados a comprar, por el módico precio de 13,67€ -ayer la acción cerró a menos de la mitad de ese precio, 6,17€-, las acciones comprometidas, todo ello ante la atenta y eficiente supervisión del Banco de España y la CNMV. Para los amantes de la estadística, hay 7.000 millones de euros allí metidos.

Y si falla algo, indultos.

CT, versión jurisprudencia

El TS ha decidido absolver al ya felizmente exjuez Baltasar Garzón por el caso de su muy prudente -ni Fraga, ni Martín Villa, ni el Borbón, etc.-  investigación sobre el franquismo. La decisión, razonable, contrasta con la sentencia, que viene a ser una guía de la CT en su versión jurisprudencia aderezada con originales enmiendas a las leyes internacionales acordadas por las democracias occidentales.

Parece que fue ayer cuando la ultra-derecha se llevaba las manos a la cabeza por la mezcla entre la historia y el Estado. Decían los benditos que no dejar la historia a los historiadores equivalía a dar el visto bueno a un Estado totalitario con su Ministerio de la Verdad. Por suerte, el brazo político de los GAL descafeinó la LMH convirtiéndola en un aberrante engendro jurídico sin ninguna relevancia. Algo se salvó, eso sí, viendo la sentencia: la conveniencia de que sea el Estado el responsable de decretar la Historia y la Verdad.

Comienzan señalando sus Señorías -recordemos: la Justicia del Reino no sufrió cambio alguno en la transición, que se limitó a cambiar el nombre del TOP por Audiencia Nacional, mantuvo a todos los jueces fascistas en sus puestos y creó dos órganos, el TC y el CGPJ, para que los políticos pudieran meter un poco de mano a los temas-, en la tradición del revisionismo histórico habitual aquí abajo -en breve, la equiparación de los nazis y los judíos-, la imposibilidad de «la declaración de la verdad histórica de un hecho tan poliédrico como el de la guerra civil y la subsiguiente posguerra» (p.9).

Ahondando en las lecciones epistemológicas de barra de bar, reiteran:
«El método de investigación judicial no es el propio del historiador. En definitiva, si son patentes las diferencias entre memoria e historia, también lo son las que existen entre ésta y las resultantes de una indagación judicial realizada con una finalidad distinta de la que persigue el historiador.»

A continuación, dejan claro a quién corresponde la búsqueda de la verdad, inclinándose en este caso por un método más pyongyanero:
«Corresponde al Estado a través de otros organismos y debe contar con el concurso de todas las disciplinas y profesiones, especialmente a los historiadores.»

Es decir, es el Estado el que, a través de algo y con el concurso de algunos, el que debe señalar la verdad. Aunque al hacerlo debe tener cuidado, sobretodo al tratar heridas tan recientes como las provocadas por la Guerra Incivil: «la histórica es general e interpretable, no está sometida a la perentoriedad de términos y plazos y, con frecuencia, precisa de cierta distancia temporal para objetivar su análisis«.

Llega entonces la hora del si ellos tienen ONU, nosotros tenemos DOS (p.12): «el Derecho Internacional consuetudinario no es apto según nuestras perspectivas jurídicas para crear tipos penales completos que resulten directamente aplicables por los tribunales españoles». Declarada la inaptitud del derecho internacional, se aclara que, eso sí, cuando convenga se puede usar, para vestir la mona con tanta seda como sea posible, como «criterio hermeneuta de una cultura de defensa de derechos humanos«.

Sentado el corralito judicial español en materia de crímenes contra la humanidad, sus señorías se quitan las togas y recuperan el uniforme de historiador (p.20). Más arriba señalaban que la historia es una cosa muy poliédrica y que tiene que pasar mucho tiempo para que los historiadores puedan hacer su trabajo. Ahora, alehop, la cosa cambia:

«En otro orden de cosas, ha de recordarse que la ley de amnistía fue
promulgada con el consenso total de las fuerzas políticas en un período constituyente surgido de las elecciones democráticas de 1977. Esta ley ha sido confirmada recientemente en su contenido esencial, por otro acto de naturaleza legislativa: el pasado 19 de julio de 2011 el Congreso de los Diputados [con los votos del PPSOE] rechazó la proposición para modificar la Ley 46/1977, de Amnistía

Y sigue la lección:
«La citada Ley fue consecuencia de una clara y patente reivindicación de las fuerzas políticas ideológicamente contrarias al franquismo. Posteriormente fueron incorporándose otras posiciones, de izquierda y de centro e, incluso, de derecha. Fue una reivindicación considerada necesaria e indispensable, dentro de la operación llevada a cabo para desmontar el entramado del régimen franquista. Tuvo un evidente sentido de reconciliación pues la denominada «transición» española exigió que todas las fuerzas políticas cedieran algo en sus diferentes posturas. Esto se fue traduciendo a lo largo de las normas que tuvieron que ser derogadas y las que nacieron entonces. Tal orientación hacia la reconciliación nacional, en la que se buscó que no hubiera dos Españas enfrentadas, se consiguió con muy diversas medidas de todo orden uno de las cuales, no de poca importancia, fue la citada Ley de Amnistía. Tal norma no contenía, como no podía ser de otro modo, ninguna delimitación de bandos. Si lo hubiera hecho, carecería del sentido reconciliatorio que la animaba y que se perseguía. No puede olvidarse que la idea que presidió la “transición” fue el abandono pacífico del franquismo para acoger un Estado Social y Democrático de Derecho, tal como se estableció en la primera línea del primer apartado del primer artículo de nuestra Constitución de 1978 (art. 1.1 CE), aprobada muy poco tiempo después de la indicada Ley de Amnistía. En consecuencia, en ningún caso fue una ley aprobada por los vencedores, detentadores del poder, para encubrir sus propios crímenes.»

Y ya con carrerilla, sigue la verbena:
«La idea fundamental de la «transición», tan alabada nacional e internacionalmente, fue la de obtener una reconciliación pacífica entre los españoles y tanto la Ley de Amnistía como la Constitución Española fueron importantísimos hitos en ese devenir histórico. Conseguir una «transición» pacífica no era tarea fácil y qué duda cabe que la Ley de Amnistía también supuso un importante indicador a los diversos sectores sociales para que aceptaran determinados pasos que habrían de darse en la instauración del nuevo régimen de forma pacífica evitando una revolución violenta y una vuelta al enfrentamiento«.

Por último, el apartado se remata con un homenaje al auténtico protagonista, ese «pueblo español» que, a pesar de la ley mordaza en la prensa, a pesar de la violencia de los «incontrolados» y la ilegalización de los partidos y organizaciones que no eran del gusto de los vencedores: «Precisamente, porque la «transición» fue voluntad del pueblo español, articulada en una ley, es por lo que ningún juez o tribunal, en modo alguno, puede cuestionar la legitimidad de tal proceso«.

Habiendo demostrado, qué duda cabe, que la transi es la pera, que las leyes internacionales son papel mojado y que el Estado debe determinar la verdad, llega el momento de atreverse con la guerra civil, retomando el revisionismo equidistante que caracteriza el discurso de los recogedores de nueces de la transición (p.24), y citando un informe CT aprobado por el gobierno socialista en la verbena mediática que sobre el tema montó el presidente Zapatero:
«La guerra civil española se desencadena tras un golpe de Estado, el
alzamiento militar de 17 de julio de 1936, se desarrolla durante cerca de tres años, hasta el 1 de abril de 1939. Hubo episodios de gran violencia, motivados, en ocasiones, por un revanchismo fratricida. El informe recoge cómo en los dos bandos se cometieron atrocidades, que en la cultura actual, informada sobre la vigencia y expresión de los derechos humanos, serían propios de delitos contra la humanidad. Hubo «sacas», «paseos», fusilamientos sin juicios previos, represiones de los oponentes políticos, ejecuciones desconectadas de los frentes de la guerra, etc. Hay episodios de la guerra civil española que constituyen verdaderas masacres como, entre otros, los sucesos de Granada, Belchite, Málaga, Paracuellos del Jarama, Gernika, Badajoz en sus sucesivas ocupaciones, que son vergonzosos para la condición humana. Muchas de las personas fueron fusiladas sin juicio a lo que se añadió la ocultación del fallecido a su familia y su lugar de enterramiento. Incluso, este lugar de inhumación fue objeto de sucesivos desplazamientos sin informar a la familia.
Esta situación de barbarie, según aparece en el mencionado Informe, y también lo han expuesto testigos en el juicio oral, no sólo se desarrolló durante los años del enfrentamiento bélico, sino que perduró durante la década de los años 40. Es relevante el trienio de 1947 a 1949, en el que tuvieron lugar ejecuciones derivadas, en ocasiones, de simples delaciones vecinales.
(…) Es obvio que en ambos bandos de la guerra civil se produjeron
atrocidades y que los dos bandos, al menos sus responsables políticos y militares, no observaron las denominadas leyes de la guerra«.

Llega el momento de volver al derecho comparado y, después de citar las «soluciones paradigmáticas» de Sudáfrica y Alemania, vuelve el turno de los adjetivos:
«En España, la doctrina que ha estudiado nuestra transición, además
de destacar, en términos generales, su carácter modélico y las renuncias que tuvieron que realizarse para procurar la paz y la reconciliación, la han clasificado como un proceso de «impunidad absoluta con indemnización a las víctimas»«.

En la p.28 se sigue arremetiendo contra esos ignorantes inmodélicos del extranjero. Así, a la sentencia del TEDH estableciendo que «el presente artículo [Art.7 del Convenio Europeo de Derechos Humanos] no impedirá el juicio o la condena de una persona culpable de una acción o de una omisión que en el momento de su comisión, constituía delito según los principios generales del derecho reconocidos por las naciones civilizadas» se opone, con un «pero» delante, lo siguiente: «es preciso que el contenido incriminatorio de los hechos sea, de alguna manera, conocida por los infractores o que lo sea para el país al que pertenecen como miembros de un aparato de poder«. En román paladino, son los verdugos los que deciden si se les debe juzgar.

De Bonus Track 1, el voto particular del juez Brunete, más partidario de condenar a Garzón aunque, eso sí, poco dudoso en el entusiasmo mostrado hacia la sabiduría jurídica e histórica de sus colegas (p.38):

«Se destaca también, con mucho acierto, en la Sentencia de la Mayoría, la Transición Española, como un modo «de obtener una reconciliación pacífica entre los españoles y tanto la Ley de Amnistía como la Constitución Española fueron importantísimos hitos en ese devenir histórico». Nada más acertado, a mi juicio

De Bonus Track 2, lo que opina el Comité de Derechos Humanos de la ONU sobre ese importantísimo hito que es la Ley de Aminstía (Punto 9):

«El Estado parte debería: a) considerar la derogación de la Ley de amnistía de 1977; b) tomar las medidas legislativas necesarias para garantizar el reconocimiento de la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad por los tribunales nacionales; c) prever la creación de una comisión de expertos independientes encargada de restablecer la verdad histórica sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas durante la guerra civil y la dictadura; y d) permitir que las familias identifiquen y exhumen los cuerpos de las víctimas y, en su caso, indemnizarlas.»

Continuará.

De victoria en victoria

Épico triunfo del autogobierno catalán, con la sentencia del TSJC exigiendo educación segregada para los tres bilingües cosmopolitas que, representados por un procurador cosmopolita que se presentó en las listas de Ciutadans en 2007 en una larga marcha que empezó en las listas de Falange Española y de las J.O.N.S. en 1.980, han liquidado la inmersión lingüística en Catalunya.

Los partidos catalanistas tiran de CT y, como la izquierda cuando la transi, venden la moto de una gran victoria. Por su lado, la realidad: el TSJC avala la quiebra de la inmersión para los tres casos ordenados por el TS y, en un ejercicio de realismo, dice que no es quién para decir nada sobre el modelo educativo catalán, ya que ello corresponde a… el Tribunal Supremo.

La prensa, los tertulianos y demás fauna de la Catalunya mourinhista, a rueda. La Copa del año pasado fue el título más importante de la historia, y la sentencia del TSJC avala la inmersión. Y mañana sol, y buen tiempo.