Más impuestos, menos servicios
Después de unos años de incertidumbre y de esperar los dichosos brotes verdes, parece que al fin el PPSOE y su filial convergente han llegado por fin a la solución de esa malvada crisis que viene de fuera y que tiene maltrecho al llamado milagro económico español, hermano gemelo de los no menos encomiables milagros político y social español que hemos disfrutado en los últimos 33 años de subnormalidad democrática mientras los muchachos de la Real Academia de Historia se dedicaban con ahínco a darle vidilla a la cosa científica.
La primera parte de la solución consiste en una brutal subida de impuestos y de precios de servicios públicos. Como es consustancial al progresismo que caracteriza al regimen del no menos progresista Campechano, la subida fiscal se ha ensañado en los que más tienen, esto es: los asalariados, los que pagan el IVA y los que pagan otros impuestos inequívocamente progresistas como el del tabaco. En cuanto a lo demás, baste comparar los precios de la electricidad o del transporte público actual con los de hace cuatro años para calibrar el vertiginoso avance en el que nos hallamos felizmente inmersos.
La segunda parte de la solución consiste en recortar los servicios públicos. Como cualquier persona objetiva puede comprender, recortar el gasto en educación es una vía sensacional para garantizar un futuro próspero. Recortar a ciegas el sueldo de trabajadores públicos garantiza, asimismo, que esos trabajadores estarán más desmotivados y harán un peor trabajo, por no hablar de la curiosa e innovadora política de no sustituir las plazas de jubilados en un contexto de población creciente. Aniquilar un 20% de las pensiones -futuras- en un contexto en el que el gasto en términos de PIB de las cotizaciones sociales en el Reino de España es inferior a la de todos los países de la OCDE excepto Australia, Nueva Zelanda, Islandia, Finlandia y México, otro tanto, por no hablar de los recortes sanitarios que contribuirán a reducir los efectos de lo anterior.
Cada vez más, la pregunta es: ¿para qué?
Pues a mí me parece bien todo ésto porque es la voluntad democrática de una mayoría de ciudadanos. No tienes más que preguntarles a los que han votado psoe los últimos ocho años («Yo creo que lo hizo porque no hacerlo habría sido peor» te dirán tan convencidos como me lo dijeron a mí) o a los que llevan votando pp toda la vida y van a seguir haciéndolo («No queda otro remedio, hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, además con todos esos sucios inmigrantes, puagh!»). La voluntad de sociatas, peperos, burbujeros y españistaneros.
Democracia real ¡no, gracias!
Saludines
Teodoreo tiene razón. Hay que exigir voto desigual. Quien quiera participar en procesos democráticos que haga examen de capacitación y se le asigne una nota que será su valor de voto.
¿y en qué consistiría el examen de capacitación, mis queridos nazis? ¿se exigiría un mínimo nivel intelectual, formativo y/o socio-económico?
(ojo con el sufragio censitario, hay que conseguir ya que nos ponemos que los jesusesgil de la vida queden fuera, propongo)
ayer echaron en la 2 un reportaje muy majo sobre la solución final, qué tíos, son como la iglesia católica, sin entrar en valoraciones morales o éticas, qué capacidad organizativa y que eficiencia
¿Alguien conoce algún enlace a un texto que explique todas las propuestas de la Ley Omnibús que está preparando el gobierno de la Generalitat?
Gracias y saludos,
La cuestión es tan sencilla como que las entidades públicas españolas han estado gastando muy por encima de sus posiblidades durante años y años, viviendo el país del crédito exterior. Ahora se ha cortado el grifo y nos damos cuenta de que no tenemos ni con qué pagar ahora, ni perspectiva real de conseguir lo necesario para pagar los plazos en el futuro. Aunque es un poco tarde para decirlo, yo abogo por el equilibrio presupuestario. El ahorro de hoy garantiza las prestaciones de mañana.
Un caso muy claro han sido los ayuntamientos, que han invertido ingresos extraordinarios, recalificación de suelo, en gastos ordinarios, más polideportivos que hay que mantener, más personal que debe permanecer, mucha fiesta subvencionada y, a veces, incluso algo de asistencia social…
Ahora los extraordinarios desaparecen, los ordinarios disminuyen, y aumentan las necesidades de asistencia…
La ecuación es simple, igual que la responsabilidad de la casta política que hemos tenido.
Saludos
Tampoco podemos olvidar la deuda de instituciones privadas. Nosotros estamos hipotecados con la banca, pero ésta ha recibido mucho dinero del extranjero, con el ahorro del país tampoco se hubiese podido financiar a lo grande la fiesta del ladrillo. Al final, las inyecciones de liquidez a cargo del contribuyente español han ido a devolver esos créditos, porque ni ofreciendo depósitos a plazo al 8 % conseguían el líquido necesario.
Respecto al equilibrio presupuestario, no lo rechazan ni los de la extrema izquierda. Todo el mundo tiene claro que es necesario. En lo que hay diferencias es en como se mantiene, y nuestras esferas rectoras parece ser que consideran más convieniente recortar en educación o eliminar el impuesto de patrimonio que no cancelar la «misión humanitaria» en Afganistán o decirles a Repsol o BP que sean ellos los que se encarguen, con SUS recursos, liberar el pueblo libio.
Lluís, no entiendo mucho sobre entidades financieras, ¿qué hubiera pasado si dejamos quebrar a los bancos y nos limitamos a devolver el importe debido?
No tanto, creo que el mismo ZP le reprochaba al PP en 2004 que el «defícit cero» no valía para nada si no se cubrían las prestaciones sociales, que a su juicio eran insuficientes en aquel entonces. De todos modos, el equilibrio presupuestario es uno de esos conceptos que nadie suele rechazar, pero que la práctica totalidad ignora. Para un político democrático es sumamente fácil endeudarse, cuando toca pagar quien se ha endeudado ya ha sido relevado. Éste es un problema endémico del sistema democrático.
Muy de acuerdo con Lluís. El 22% del pufo era público, y el resto privado. El problema ahora es que el sector público ha decidido avalar hasta morir un montón de pufos. El global de deuda pública es pequeñito, sí. No hemos metido -mucho- dinero en los bancos, sí. Pero cada gringo, cada chino y cada qatarí con más de 10.000 US$ en la cuenta corriente sabe que pufos como Seseña o el aeropuerto de Ciudad-Real están enteramente avalados por el Reino.
«Recortar a ciegas el sueldo de trabajadores públicos garantiza, asimismo, que esos trabajadores estarán más desmotivados y harán un peor trabajo, por no hablar de la curiosa e innovadora política de no sustituir las plazas de jubilados en un contexto de población creciente.»
y si el trabajador es privado? ese no se desmotiva? y si no tiene trabajo? y si resulta que sobran funcionarios y por eso no se reponen los jubilados? y si no podemos como estado, y menos como comunidad autónoma mantener el aparato administrativo que nos hemos montado 17 veces? y si los impuestos directos e indirectos de los españoles no dan para mas? y si 5 millones de trabajadores, lejos de rendir, cuestan dinero?
que bonita es Badalona, con sus ramblas y sus flores… y que barato sale escribir…
… y que no se junten (por que no les da la gana) PP, PSOE, etc para analizar con lupa las cuentas públicas nacionales y autonómicas, a mi me da tal bajón, que solo se me ocurre una cosa… «vivimos en una democracia dictatorial, gobernada por jetas». Por mi, que les den por culo a todos los políticos con sueldo público de este país, empezando por L’imposteur y acabando en Mariano el simple.
«Por mi, que les den por culo a todos los políticos con sueldo público de este país, empezando por L’imposteur y acabando en Mariano el simple.»
Coincido, lo malo es que son ellos los que nos están dando bien por el culo, y lo que nos queda: ahora llega Mariano, y a él le sustituirá el siguiente parásito que el PSOE decida presentar a las elecciones de dentro de 8 años…